“Por allí pasó, en fugaz y poco apreciable estada, Josip Broz, quien aftas mas tarde adquiriría
notable repercusión internacional bajo el nombre de Mariscal Tito, indis-cutido y
legendario premier yugoslavo. Del mismo modo solía verse por la zona al — luego— archimillonario magnate
greco-argentino Aristóteles Onossis, quien luego emigraría a Buenos Aires en busca
de mejores horizontes económicos.
"Tito se fue de Rosario por varias razones, una de ellas por la
tenaz persecución policial, pues estaba sindicado como un peligroso
anarquista, cuyas ideas revolucionarias no tuvieron eco en la ciudad y pesaban
sobre él varias amenazas de muerte. La noche anterior a su partida fue baleada la habitación donde vivía,
en Rodríguez y Santa Fe. Onassis, en cambio, lo hizo por elementales razones
pecuniarias. Saladillo se convirtió entonces en un barrio bravo y de mujeres guapas y taitas. De
pendencieros, matones y laburantes. Allí alojados por el lejano sur rosarino,
vieron cómo crecía la ciudad, con sus frondosas arboledas y mezquinos empedrados''.
(José
Raúl García, Saladillo, el sur de la bohemia, en Rosario, 27 de mayo de 1984).
Fuente:
extraído de la revista “Rosario, Historia de aquí a la vuelta Fascículo
Nº 15 . De Julio 1991. Autores: Sandra
A: Bembo – Nelly I. Sander de Foster – Marisa Rocha