Escudo de la ciudad

Escudo de la ciudad
El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

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miércoles, 30 de junio de 2021

Un programaradial que hizo hostpria: "El Club de los Ruxcolitos

 



Se emitía los domingos por la mañana por LT 2 Radio Splendid de Rosario, desde los estudios en la planta alta de calle Santa Fe, casi esquina Corrientes. En la planta baja existía el bar Imperial (hoy Caprese). El primer animador fue Jorge Horat Carreras, conductor y creador de “El Club de los Ruxcolitos”. Fue un programa de gran popularidad en las décadas de 1950 y 1960 y era auspiciado por “Establecimiento Baracco S.R.L.”, una firma local creadora de la marca “Poldoro, que era pan rallado para las milanesas, y toda la línea de productos alimentarios “Ruxcoa”. La empresa se ubicaba en calle Rioja 3028 y abrió sus puertas el 6 de agosto de 1953. También tenía los productos: Baraccoa, Gaubeka y Ruxcoa Alimental. También se comercializaba el Rux Naranja y Rux Cola, que eran esencias a las que se le agregaba soda. También hicieron la conducción del programa Alejandro Recio y Julio César López. En el año 1964 ganó el concurso de mejor cantor infantil un chico llamado "Enrique Llopis".
LAS EFEMÉRIDES: Son un retrato, un recorrido histórico, un día a día, a través de los sucesos, acontecimientos y personajes que marcan los hechos esenciales de nuestro pasado y también, de nuestro presente. 
Esta publicación comprende textos y fotos de producción propia, enlaces externos e imágenes de otros autores. 
Prof. Eduardo D. Guida Bria.

martes, 29 de junio de 2021

La llama votiva del Monumento a la Bandera





Una multitud presenció el traslado de los restos, desde el convento San Carlos de San Lorenzo hasta el propileo del Monumento a la Bandera. La urna cubierta disponía de un sable y un morrión del Cuerpo de Granaderos. Fue depositada en un vehículo abierto del Ejército, que llegó por la Ruta 11, Bv. Rondeau, avenida Alberdi, el paso Celedonio Escalada. Frente a la Estación Rosario Norte, el Cuerpo de Granaderos a Caballo asumió la escolta del vehículo. Una multitud acompañó el tránsito de arrojando flores sobre la urna. A las 17.30, el cortejo llegó al Monumento a la Bandera, y los restos fueron depositados en el ara votiva que se encendió el 20 de junio de 1957. En el interior de la “llama votiva” se encuentran restos de los granaderos caídos en el “Combate de San Lorenzo” y que fueron exhumados en 1945. Estos despojos fueron custodiados por la comunidad franciscana durante años. Según el acta mencionada se entregaron: una vértebra cervical, una vértebra dorsal, dos vértebras lumbares, una primera costilla izquierda, una costilla derecha, otra costilla izquierda, un omóplato izquierdo, un fragmento de fémur derecho, un peroné izquierdo, un fragmento de cúbito, un metacarpiano y un fragmento de hueso ilíaco... certificados por el médico legista Melitón Hierro en el Convento San Carlos.
Esta publicación comprende textos y fotos de producción propia, enlaces externos e imágenes de otros autores.
Prof. Eduardo D. Guida Bria.

lunes, 28 de junio de 2021

APUR

 






19 de diciembre de 1968-

Al fundarse la Universidad Nacional de Rosario producto de su desprendimiento de la Universidad Nacional del Litoral y surgir la casa de estudios que iba a darse la tarea de poner la educación universitaria al servicio de Rosario y la región, hecho ocurrido en el año 1968, los trabajadores Nodocentes se vieron entonces en la necesidad de darse su propio ámbito gremial es decir crear la institución que se llamaría Asociación del Personal de la Universidad Nacional de Rosario, ello ocurrió en la cortada Medina Celis en la terraza de la casa de un compañero y entonces se creó allí una comisión para poder normalizar esta cuestión de dejar establecido el sindicato de los Nodocentes de Rosario. Esta comisión normalizadora efectuó todo un trabajo en primer término de asociar a la gente, y en segundo término crear los padrones allá en el año 1968 prolijamente Facultad por Facultad junto también a los Hospitales de Centenario lo que hoy es el Policlínico Eva Perón y el Hospital Agudo Ávila. Hecho que queda finalizado y habilitado con la inscripción en el Ministerio de Trabajo de la nación el día 19 de diciembre de 1968.

Hecho los padrones se realiza en el año 1969 la primer elección legal supervisada por el Ministerio de Trabajo de la Nación de aquellos tiempos y surge electo como Secretario General en 1969 por un periodo de dos años, porque en esos tiempos los períodos de mandatos de los secretarios generales de los gremios del país eran por dos años, es decir que de 1969 a 1971 condujo el gremio en un local alquilado en las cercanías del Hospital Centenario, muy pequeño por cierto , que no daba lugar a las reuniones grandes, entonces allí transcurrió el primer período del Compañero Miguel Arriaga.

Ante esa necesidad de contar con un ámbito más amplio se decide alquilar la casa de la calle Rioja 2831 y se realiza la segunda elección en el año 1971 y allí resulta electo el compañero Manuel Rogolino que pertenecía a la Facultad de Cs. Económicas en la Sección Mantenimiento. Rogolino tuvo un importante papel en lo que es APUR porque fue en su gestión que se compró la casa que actualmente tiene el número 2971 de la calle Córdoba, a la familia del coronel Premoli, allí entonces comienza la etapa más sólida de APUR. También Rogolino tuvo mucha participación en lo que es hoy nuestra Federación dado que fue el primer secretario general de FATUN en el Congreso que tuvo lugar en la ciudad de Horco Molle, Tucumán y que se realizó en el año 1973 y de donde el día 26 de noviembre quedó instituido por hacerse la unidad en ese congreso. De allí sale el 26 de noviembre el día del Nodocentes en todo el país.

Rogolino estuvo conduciendo tanto la FATUN como APUR hasta el año 1980 donde se produjo su renuncia por razones particulares, tanto a APUR como a la FATUN de la Capital Federal.

Allí entonces toma a su cargo el compañero Miguel Roldán quien es apoyado por el resto de la comisión porque no se podían hacer elecciones en el año 1980, no hay que olvidarse que estaban los militares en esa época en el gobierno, y en el año 1984 cuando se normaliza la actividad gremial, se produce el descongelamiento de la actividad sindical porque hasta ese momento solo podían efectuar tareas de índole social, no gremiales, también se crea una ley de normalización de las actividades sindicales y allí entonces resulta electo el actual Secretario General Miguel Roldán quien tiene hasta estos día la conducción de APUR, es importante destacar el progreso que ha tenido APUR dado que también ha participado en muchas luchas, en fomentar la unidad del gremio cuando llegó la democracia, puesto que acá estaba muy dividido el estamento y se produce también un achicamiento de la masa societaria cuando el Dr. Humberto Ricomi transfiere el Hospital Nacional del Centenario, el Policlínico de Granadero Baigorria y el Hospital Agudo Avila a la Provincia de Santa Fe, queda disminuida notablemente que de 4500 afiliados pasamos a tener la mitad, 2200 aproximadamente allí entonces APUR, ya queda a los que es hoy, integrando lo que es exclusivamente la enseñanza universitaria de las a través de las Facultades y las Escuelas Universitarias como es el Instituto Superior Politécnico, la Escuela Agrotécnica y el Superior de Comercio.

Allí entonces hay que destacar el progreso que vino teniendo en su patrimonio hasta los días actuales en que el gremio muestra una potencia de casi 3000 afiliados con una participación plena y activa en todos sus cuadros, habiendo logrado una unidad homogénea y perfectamente concientizada de lo que es el rol del trabajador Nodocente como elemento de apoyatura a la docencia universitaria.

Hoy APUR es un ejemplo para toda universidad puesto que tiene totalmente diseñados y en funcionamiento con plena ejecución toda la gama de servicios sociales, es decir consultorios médicos, consultorio odontológico, proveeduría, camping, un salón auditorio que es usado por la mayoría de la colonia artística de nuestra ciudad en sus distintas expresiones también es de destacar que APUR construyó un barrio obrero para sus afiliados en la ciudad de Zavalla dado que mucha gente que trabajaba en la Facultad de Cs. Agrarias no tuviera que viajar de Rosario hasta Zavalla para prestar sus servicios. Allí se construyeron 48 viviendas tipo chalet que hoy están totalmente habitadas y con sus escrituras a nombres de los compañeros oportunamente inscriptos.

APUR está consolidada y tiene plena y total participación en las paritarias particulares junto a los representantes de las autoridades que son electas por el Rector y la parte gremial por APUR.

También debemos destacar el hecho de tener tres propiedades. Córdoba 2971 donde está el salón auditorio una de las salas más afiatadas y más caracterizadas de Rosario por el gusto de su confort, de su parte sonora y de iluminación

Es un salón muy destacado para todas aquellas expresiones artísticas destacando que por allí han pasado grandes figuras de la canción, de la comedia y de la parte artística tanto de Rosario como de Buenos Aires, incluso artistas extranjeros.

Luego está la Sede Gremial Córdoba 2965 y el Centro de Especialización Laboral que está en Córdoba 2972 es decir nosotros podemos exhibir con legítimo orgullo ante la ciudad de Rosario pero principalmente ante todos nuestros afiliados que APUR es una potencia social y gremial en el ámbito de lo que es trabajar con seriedad, trabajar con responsabilidad y ello está a la vista, nos enorgullece enormemente.

Finalmente habiendo hecho una reseña muy apretada, nuestra conducción desde 1984 a la fecha viene legalmente cumpliendo con todo lo que establecen las leyes para el ejercicio de la función gremial en todo el ámbito del país, hemos presentado todas nuestras tareas realizadas a través de los distintos años, siendo totalmente aprobadas por el Ministerio de Trabajo de la nación, también en el Banco Municipal de la ciudad de Rosario donde tenemos nuestra cuenta bancaria desde el propio día de la fundación de APUR. Ello nos debe enorgullecer no solo a los dirigentes, sino a todos los afiliados, porque APUR es de todos los afiliados Nodocentes de la UNR.

Fuente: Extraído de la pagina apur.org.ar

viernes, 25 de junio de 2021

FACULTAD DE INGENIERÍA

 




Facultad de Cs. Exactas, Ingeniería y Agrimensura

Ubicación: Av. Pellegrini 250




Edificio que ocupa totalmente la manzana con una característica de frente y fondo. Sobre Av. Pellegrini se despliega decididamente la fachada principal con cuerpo central y pabellones de esquina, mientras que sobre Montevideo se alojan los talleres, expresados por la sucesión repetitiva de tres motivos iguales que rematan las cubiertas de los mismos.

La planta se desarrolla alrededor de dos grandes patios separados entre sí por el salón de actos y la biblioteca, que marcan el eje de simetría del conjunto. En la fachada lateral, sobre Ayacucho, tiene ingreso el anexo del Politécnico General San Martín.

Fuente: guía Rosario




La Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario cumplió 100 años de existencia y lo celebró con una cobertura virtual.




Hija dilecta de la Reforma Universitaria de 1918, fue fundada en 1920 bajo el nombre de Facultad de Ciencias Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales Aplicadas a la Industria, funcionando bajo la órbita de la Universidad Nacional del Litoral. Desde ese momento, lleva un siglo recorriendo el camino de la educación pública, gratuita, inclusiva y de calidad.




En el marco de este acontecimiento tan importante se llevó a cabo el viernes 31 de julio a las 19 hs un evento virtual homenaje que se transmitió por las redes sociales de la Facultad.

A su vez, se habilitó una web que reúne fotos, videos, archivos históricos y recuerdos relatados por estudiantes y profesionales que habitaron sus aulas en el transcurso de los años.




Inicios




El 3 de abril de 1920 un decreto del Poder Ejecutivo designó al Ingeniero Julio S. Gorbea como delegado para organizar en Rosario la Facultad de Ciencias Matemáticas, Fisicoquímicas y Naturales aplicadas a la Industria. Gorbea había sido interventor en la facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Córdoba en 1918 y en su nuevo puesto deseaba llevar a la práctica las ideas reformistas.




La Facultad se constituyó sobre la base de la Escuela Industrial preexistente, cuyo Plan de Estudio fue por otra parte modificado en profundidad. Cabe recordar que la Escuela Industrial había sido creada el 26 de septiembre de 1906 y que hacia 1920 estaba instalada, en forma provisional, en el edificio de la calle 1° de Mayo 1059. La Escuela pasa entonces a depender de la nueva Facultad, proponiéndose una educación integral para el estudiantado sobre la estructura de cinco ciclos de estudios.




La Facultad de Ciencias Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales Aplicadas a la Industria comenzó a dictar sus cátedras en Rosario el 2 de agosto de 1920 y su primer acto de colación de grados se celebró el 9 de octubre de 1925, cuando recibieron sus diplomas 10 ingenieros civiles y 8 agrimensores.




Esta casa de estudios fue desde su fundación una de las sedes rosarinas de la Universidad Nacional del Litoral, que comprendía además de Rosario a las ciudades de Santa Fe, Corrientes y Paraná.




El gran desarrollo de la Universidad Nacional del Litoral evidenció en poco tiempo la necesidad de crear una Universidad Nacional en Rosario, iniciativa que se concretó en 1968, partiendo de la estructura académica que tenía en la ciudad la Universidad Nacional del Litoral.




Con la creación de la UNR (Universidad Nacional de Rosario), nació entonces la Facultad de Ciencias, Ingeniería y Arquitectura, uno de los pilares fundamentales en la concreción del sueño de dotar a Rosario de su propia universidad.




El edificio propio




El 8 de noviembre de 1921 se había efectuado el acta de toma de posesión plena de los terrenos comprendidos entre las calles Montevideo, Ayacucho, Colón y Avda. Pellegrini, escriturados por la Municipalidad al Gobierno Nacional con fecha 25 de abril de 1915, para construir en ellos el edificio de la Escuela Industrial y Facultad de Ciencias Matemáticas.




En este terreno funcionaban depósitos y talleres del Departamento de Obras Públicas de la Municipalidad cuyo desalojo sólo se consiguió a fines de 1923 por orden del Intendente Dr. Emilio Cardaneli. El 7 de enero de 1924 tomó posesión de la manzana el Servicio de Construcción de Obras de la Zona Centro de la Dirección General de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, habiendo sido votados por Ley del Congreso los fondos destinados a la construcción del edificio. Se planeaba entregar la primera parte de la edificación para el año 1927.

Fuente: UNR

Foto: 04/08/2013

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jueves, 24 de junio de 2021

FACULTAD DE HUMANIDADES Y ARTES – ABADIA - FABRICA DE CERVEZAS: 

 






ENTRE RIOS 758:




El 9 de agosto de 1947 abre sus puertas con una ceremonia en el Auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales. Recién inicia sus actividades académicas el 5 de junio de 1948 en las instalaciones del Colegio Nacional Nº en la calle 9 de julio 80. Luego de un tiempo se traslada la Facultad a la calle Laprida 1139. El 29 de diciembre de 1951 el Consejo Superior de la Universidad Nacional del Litoral decide comprar el inmueble donde actualmente funciona y que había albergado al Colegio y Abadía de la Santa Unión de los Sagrados Corazones de Jesús y María. Esta propiedad se ubica dentro del período arquitectónico denominado Eclecticismo Academicismo con un proyecto del británico Herbert Arthur Inglis del año 1902. Tiene un estilo neogótico inglés. Fue edificado en 1903 por la empresa de Felipe Censi. Es un edificio protegido por su singularidad y valor artístico y arquitectónico, con grado de protección 1 b, categoría A. Esta Facultad ha cambiado varias veces su denominación. Nació como Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación. Luego, el 1° de agosto de 1959 pasó a llamarse Facultad de Filosofía y Letras. El 22 de abril de 1966 tomó el nombre de Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias del Hombre, que se acortó el 4 de abril de 1968 en Facultad de Filosofía, cuando ya había sido creada la Universidad Nacional de Rosario. Por último, el 15 de junio de 1979 adquirió la denominación presente: Facultad de Humanidades y Artes.

ÁNGEL GUIDO PRESENTE: En 1945, el ingeniero Ángel Guido, regente de Profesorado Nacional de Dibujo de la Escuela Normal Nº 2, prepara el proyecto de creación de la Escuela Superior de Bellas Artes de Rosario.

Junto con los escultores Eduardo Barnes y Donato Proietto, formaron parte de la comisión que redactó el programa de dicha institución. En 1954, promueve que el profesorado que se dictaba en la Escuela Normal Nº 2, pasara a depender de la Universidad Nacional del Litoral. Desde finales de los años cincuenta serían profesores: Enrique Uriarte, Eduardo Sívori, Hugo Toman, Oscar Herrero Miranda, Froilán Ludueña, Nicolás Antonio de San Luís, entre tanto otros destacados profesionales.

ANTES DEL COLEGIO Y LA ABADIA, UNA FABRICA DE CERVEZAS

En el año 2019 en los trabajos que se realizaban para reciclar parte del patio central de la Facultad de Humanidades se encontraron 150 botellas que se importaban del Reino Unido y también de Alemania. En nuestro país fraccionaba su propia cerveza y se le adosaba una etiqueta hecha de cerámica (foto). Estas botellas ingresaron a la Argentina entre 1870 y 1914. Las botellas son de gres cerámico, un material que se utiliza actualmente para sanitarios y vajillas. Además, se encontraron algunas de color blanco y otras cubiertas por un esmalte bicolor que combina un blanco grisáceo con amarillo ocre.

Según últimas investigaciones al respecto se enuncia que en ese predio estuvo apostada la Cervecería Nacional, perteneciente al comerciante Epifanio Moneta, aunque en un anterior dueño fue un pariente de éste, de apellido Bagans. El domicilio exacto era Entre Ríos (hoy sería 752).

La Facultad tiene por ingreso el número 758. En 1877 se produce la subasta de la cervecería y la compra el italiano, Luis Gianasi, cuñado de Bagans, cambiándole el nombre. A partir de allí Cervecería Unión, estando en pie hasta 1898.




Algunos datos (Hallazgo de botellas) fueron suministrados por el Departamento de Arqueología de la Facultad de Humanidades – Diario La Capital – Noviembre 2019.

miércoles, 23 de junio de 2021

Alejandro Chritophersen



Alejandro Christophersen era noruego, nacido el 30 de agosto de 1866 en Cádiz, donde su padre se desempeñaba como cónsul de Noruega, Suecia y Dinamarca. Cursó sus estudios de bachillerato en Oslo. Inició luego estudios de pintura, que abandonó para cursar la carrera de arquitectura y escenografía en la Real Academia de Bruselas, completando sus estudios en el atelier Pascal de la École des Beaux Arts de París. A los 21 años, en 1887, viajó al Uruguay, donde estaban afincados sus padres y realizó allí sus primeras obras en este continente. Invitado por su tío Pedro Christophersen a radicarse en Buenos Aires,  ingresó a trabajar al estudio del arquitecto Ernesto Bunge, quien lo incorporó a la flamante Sociedad Central de Arquitectos, de la que llegó a ser luego presidente. La biblioteca de la Sociedad Central lleva hoy su nombre. Estableció su propio estudio hasta que en 1890 la crisis nacional lo forzó a trasladarse a la provincia de Santa Fe en donde trabajó en la mensura de campos de las nuevas colonias agrícolas. Fue fundador de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires y destacado pintor, presidente de la Sociedad de Acuarelistas, Pastelistas y Grabadores. En 1919 publicó su libro " Ideas sobre Arte". Presidió el Instituto Grafotécnico, Escuela Superior de Periodismo. Fue nombrado Comendador de 1ª Clase de la Orden de Carlos III, Comendador de la Orden de Isabel La Católica, de San Estanislao y de Santa Ana, Oficial de la Orden de San Olav.

Sus obras en Rosario: además de la de Casiano Casas, en calle Córdoba 1852, son de su autoría la residencia de Pinasco Piñeiro, en Córdoba esquina Italia, actual sede del Rectorado de la Universidad Nacional de Rosario, la residencia Fernández Díaz, en la cortada Álvarez 1516, frente a la plaza Pringles, donde hoy funciona la Defensoría del Pueblo, el panteón para la familia Ibarlucea en el cementerio de el Salvador, la casa de Santa Fe 940, antes de Vila Virasoro, hoy sede de la Mutual de Empleados del Banco Provincial de Santa Fe, la de Thomas Mackey, demolida, en Córdoba al 600, y, por testimonios familiares, la casa que construyera para su hermano Guillermo en el boulevard Oroño, ya demolida, y cuya ubicación no se ha podido precisar.

Fuente Anonima

martes, 22 de junio de 2021

SEDE DEL RECTORADO U.N.R ANTIGUA RESIDENCIA PINASCO

 


Ubicación: Córdoba esq. Italia

Autor: Alejandro Cristophersen


La actual sede del Rectorado fue en sus orígenes la residencia de la familia Pinasco, uno de los comerciantes más prósperos del Rosario finisecular. El diseño de este petit hotel fue encargado al arquitecto más prestigioso de la ciudad de Buenos Aires en ese entonces. En el edificio se puede observar la presencia de la “taxis” arquitectónica, siendo el remate esquinero con cúpula asociada a las mansardas donde el proyectista puso su acento aunque el ingreso no fue realizado en esquina como era la forma habitual. Este elemento de la composición sirvió de articulador de las dos fachadas.


El interior está organizado originalmente según los usos funcionales de las viviendas de clase alta: un subsuelo destinado a servicios, un nivel de recepción interconectado a la planta íntima por medio de un espacio de doble altura y el área de locales auxiliares en el último piso que asoma a la calle por la mansarda.


En al actualidad si bien se conserva la imagen exterior las distintas habitaciones fueron adaptadas para los nuevos usos que le impone la administración de la Universidad.


Fuente: guía Rosario

Foto: 08/09/2013

#Rosario #fotografia #arquitectura #fachada #edificio

viernes, 18 de junio de 2021

Una institución que enorgullece a Rosario.

 




La vida universitaria en Rosario se inició hacia 1920 como consecuencia de la creación de la Universidad Nacional del Litoral, bajo el influjo de uno de los movimientos culturales más trascendentes del siglo XX en Latinoamérica –la Reforma Universitaria de 1918-

Rosario y su región ya contaban hacia fines del siglo XIX con diversas escuelas de nivel medio, que sentarán las bases para las primeras facultades que componen la UNR. El 29 de noviembre de 1968, el Gobierno Nacional dictó la ley 17.987, en virtud de la cual, sobre la base de siete Facultades, Institutos y Organismos dependientes de la Universidad Nacional del Litoral con asiento en la ciudad de Rosario, se creó en Rosario la décima universidad nacional. Hoy es de las cuatro macro-universidades del país; Pública, Autónoma y Autárquica.

Su lema dice: “Confingere Hominem Cogitantem” (Formando Hombres Pensantes).

El logo lleva en su centro la lámpara votiva del propileo del Monumento Nacional a la Bandera y su antorcha, que simboliza la eterna y necesaria aspiración del hombre de acercarse a los ideales de libertad y justicia. La imagen de la estrella naciente representa la búsqueda constante de lo más alto, la perfección.

Fuente : Anónima

jueves, 17 de junio de 2021

La creación de la Universidad Nacional de Rosario

 




El golpe de 1955 había restablecido la Reforma de 1918, que consagraba la autonomía universitaria.

Con ello volvía a tener vigencia del cogobierno a integrado docentes, egresados y alumnos. El imperativo de “desperonizar la sociedad” también ta vida universitaria, donde se procuró desplazar a los sectores de derecha que, durante el período peronista, se habían enquistado en ella y modernizarla en sus aspectos científico- académicos.

De este modo, la Universidad inicio el camino de una renovación intelectual que, según Luis Alberto Romero, la convirtió en «una isla democrática en un país que lo era cada vez menos». Así, paradójicamente mientras se asistía al deterioro progresivo de las libertades políticas y al debilitamiento de los partidos en su rol de mediadores frente al Estado, entre 1955 y 1966, la Universidad Argentina comenzaba una etapa fecunda en producción, actualización y debate, a la vez que. procuraba ar esa labor con las demandas que planteaba la sociedad del momento.

En Ley dé Enseñanza Libre, que igualaba los títulos otorgados por instituciones privadas a los del Universidad pública, inició un conflicto entre los sectores partidarios de la ley y aquellos que enfatización el carácter laico de la educación superior. Si bien la movilización de los opositores fue suficiente para frenar la discutida ley.

Quizás era un anticipo del nuevo avance que, luego de la caída del presidente Illia, lograrían los sectores más conservadores de la Iglesia en los claustros académicos.

Precisamente, poco después de ocurrido el golpe de 1966, la Policía Federal ingresó a dependencias de la Universidad de Buenos Aires, con la orden de desalojar las instituciones, incurriendo en agresiones sobre alumnos y docentes, provocando jugar a la denominada «Noche de los Bastones Largos», A partir de ese momento, todas las universidades fueron intervenidas y se clausuró la autonomía universitaria.

Dos meses después, el asesinato de Santiago Pampillón, durante una manifestación en Córdoba, producía la primera muerte del movimiento estudíantil Un estado de conflictividad permanente caracterizaría, desde entonces, al mundo universitario.

Su protesta coincidiría, en 1969, con las demanda de la clase obrera y otros sectores sociales que quebraban la paz en el interior del país, cristalizan- de en una serie de protestas masivas que quedaron simbólicamente representadas en la memoria colectiva a través de «el Cordebazo».

En Rosario, el estudiantado estaba movilizado desde el mismo año 66. Pero además la ciudad tenía otras razones por la preocuparse Por un lado, el desarrollismo había promovido la tecnificación del campo, a la vez que la «Revolución Argentina»- había dejada subsidiar economías históricamente protegidas. En este marco, Rosario se volvió ciudad receptora de población originaría del Chaco y del norte santafesino. Esto aumentó el problema de las villas de emergencia y la pobreza urbana. Además, las periódicas inundaciones debidas el desborde de los arroyos Ludueña y Saladillo, al llegar el otoño, solían perjudicar los barrios circundantes. El año 1969 fue particularmente duro para Empalme Graneros, provocando una «Marcha de los inundados» que fue prohibida por la policía. Sin embargo, la gente logró congregarse en la plaza «25 de Mayo». donde fue recibida por el intendente Beltramo, quien prometió resolver el problema con la construcción del «Emisarío 9» en forma relativamente inmediata. Al finalizar la década, la cuestión universitaria se profundizó, mientras un conflicto con la Unión Ferroviaria desencadenaría el paro general con múltiples adhesiones de entidades barriales y parroquiales, dando lugar a “Rosariazos, poco después de lo acontecimiento en Córdoba. Por último, desde 1968 se había desatado «Tormenta sobre la Catedral» según el significativo título de la Revista Boom que expresaba la crisis sobrellevada por el novel arzobispo de Rosario, monseñor Guillermo Bolatti, frente a la indisciplina de un sector importante del clero.

La ciudad parecía dividida en dos: aquellos que adherían la movilización popular. con su propia participación y aquellos que observaban expectantes, temerosos, reaccionaban contra las demandas que cohesionaban a una parte significativa de la sociedad. Los primeros constituían un grupo de conformación heterogénea, con reclamos divergentes, pero con una común reacción frente: alas prácticas autoritarias en el ¡ejercicio del poder, se tratara del gobierno, de las autoridades. educativas o eclesiásticas, o de los grupos empresarios, Otro rasgo compartido era la tendencia a la movilización por objetivos sector tales, que solía activar una solidaridades que culminaba, a menudo en la huelga general o la movilización masiva. Era una respuesta «desde abajo». Esto producía las arbitrariedades sufridas «desde arriba». Esto producía un clima de contestación que, a la vez, expresaba la búsqueda de alternativas superadoras, particularmente clara si se analiza el caso de la creación de a Universidad Nacional Rosario.

El 16 de diciembre de 1968 se realizó el acto de apertura de la Universidad. Nacional ( de Rosario — U.N.R. — con asistencia del entonces presidente de la Nación, general Juan Carlos Onganía. la nueva Universidad surgía de una división de la antigua Universidad Nacional del Litoral. Según el gobierno, tal partición se justificaba por el constante crecimiento experimentado por Rosario, en comparación con el escaso número de facultades que detentaba Santa Fe. En el ámbito universitario la medida fue resistida. Se creía que, con ella, se desarticulaba una Universidad. concebida con un carácter regional desde, sus orígenes y que se la fragmentaba, multiplicando la burocracia, a expensas del ya resentido presupuesto disponible. En palabras del último rector asumido en estado de derecho, el ingeniero Cortés Pla, la ley «desintegró una gran universidad, sin beneficio alguno para las dos partes en que fue fraccionada y sí con evidente juicio para Santa Fe. En cambio, creó una burocracia inútil, que al gravitar en el presupuesto universitario, cercenó fondos destinados a la docencia, la investigación y la obra social ».

La creación de la U.N.R. también fue interpreta- da como el triunfo del criterio localista sobre el de integración. Regional. Pero, fundamentalmente, ella estaría empañada por la naturaleza del gobierno que la gestaba.

Ya hemos dicho que en 1966 fueron intervenidas todas las universidades del país. La supresión de la autonomía universitaria significó, en la todavía UNL... la renuncia del rector y todos dos decanos afectados, dos interventores en facultades y el delegado de la Facultad de Ciencias de la Educación. La mayor agitación se vivió en la ciudad de Rosario de donde sal saldría el nuevo rector, Manuel Joaquín Pedro de Juano, hasta entonces director de la Escuela de Derecho de a Facultad de Ciencias Económica. Su breve gestión dejará como saldo la creación de dos nuevas fa- cultades, la de Derecho y la de Ciencias Agrarias. Sería sucedido por el demócrata cristiano José Luis Cantini, quien avanzaría sobre la reforma de los planes de es- tudios y los sistemas de correlatividades, sumado al examen de ingreso que, en determinadas facultades, operaba como mecanismo eliminatorio, completando el panorama con la imposición de textos únicos por cátedra. Finalmente, Cantini llevaría a cabo el pro ceso de constitución de ta U. NR.

Inmediatamente después de la intervención, se sucedieron renuncias docentes en todas las facultades, aunque en forma desigual. El caso numéricamente más importante fue el de Filosofía, con cerca del 48% de sus profesores renunciantes. Por su parte, los alumnos iniciaron una huelga. que próvocó el cierre prenaturo del ciclo lectivo en 1966. Entre ese año y 1969, se construyeron estrategias para contrarrestar los avances de las nuevas autoridades en detrimento de la autonomía y para generar espacios propios de producción y discusión, por fuera de una universidad que parecía desarticulada y que sufría constantes críticas por su deterioro en lo técnico. El estudiantado recurrió a las manifestaciones callejeras para conmemorar el aniversario de la Reforma Universitaria, o rechazar medidas contrarias A sus intereses, o rechazar las muertes ocurridas recientemente. Luego de Pampillón en Córdoba, se habían sucedido la muerte de Cabral en Corrientes y, pocos días después, las de Bello y el joven obrero Blanco en nuestra ciudad. imposibilitados de concentrarse en las facultados, los estudiantes solían encontrarse en bares o realizar asambleas y reuniones en lugares aparentemente más seguros —un barrio de la ciudad, alguna sede partidaria o sindical—. Por otro lado, los docentes desplazados de la Universidad crearon espacios donde continuar con sus trabajos, dictando cursos y conferencias. Asi de las Facultades de Filosofía y de Ciencias Económicas se desprendieron, por ejemplo, el «Centro de Estudios de Filosofía, Letras y Ciencias del Hombre» y el «Centro de Estudios de Derecho, Economía y Administración — CEDEA-»."

La fuerza policial era frecuentemente convocada para intervenir dentro de las facultades o para desarticular las manifestaciones. En general, cuando ella reprimía, los estudiantes recibían el apoyo del resto de la población. Sobre todo a fines de la década. en las movilizaciones callejeras, cuando -realizaban barricadas a procuraban ocultarse de la policía, recibían protección de la gente del lugar, fuera en barrios humildes o en la zona céntrica. La causa estudiantil parecía simpática a la población de diversos estratos, más que por sus reivindicaciones concretas, por ser una respuesta a la fuerza que se ejercía desde-arriba. El espectáculo de ver jóvenes acorralados o golpeados en las calles, resultaba algo inédito y sorprendente. Esto se acentuaba cuando había heridos o muertos.

Los alumnos y profesores se manifestaban en oposición a una política universitaria que habla clausurado todos los canales de comunicación con las partes interesadas y tomaba decisiones verticalmente o, en el mejor de los casos, creaba una ficción de consultas que nunca se reflejaban en el resultado final. Las autoridades universitarias pretendían construir una unidad virtual que consistía en homogeneizar ideas y discursos con un barniz tecnocrático y estableciendo , recortando bibliografía y estableciendo los parámetros dentro de los cuales, en adelante. sería lícito pensar Para ello se recurrió a un elenco de jóvenes técnicos, muchos de ellos con títulos de perfeccionamiento obtenidos en el exterior, pero con una escasa o nula trayectoria en tos claustros “académicos locales. A ellos se entregó la responsabilidad de gestar las reformas que se proponía el ejecutivo de modo unilateral. El resto de la población — obreros, comerciantes, empleados, sectores progresistas de la Iglesia-—, si bien observaba desde afuera un conflicto que con gran medida le era ajeno, hacia la causa común con los estudiantes, con los obreros, con los inundados. Era una sociedad que abrazaba cada vez más la idea de cambio, profundizando los con- trastes entre quienes ideaban políticas globales y quienes las experimentaban en su vida cotidiana. “una sociedad en continuo movimiento, que parecía emerger solidariamente, articulando las demandas de distintos sectores, universalizándolas casi en forma espontánea.

En mayo de 1969, poco antes de «el Cordobazo» y de «el Rosariazo», la muerte ya mencionada de Cabral provocó una «Marcha de Silencios Organizada por el estudiantado. Ella contó con la adhesión de sectores políticos, sindicales e independientes, pero fue prohibida por el gobierno. No obstante, la movilización popular no se paralizó. La muerte de Bello, primero, y la de Blanco el propio día de la marcha agudizaron el conflicto. Entre el..21 y el 23 de mayo, Rosario fue declarada «zona de emergencia» y el Ejercito intervino por primera vez en forma directa en la represión de los manifestantes que realizaban barricadas y hacían fogatas en la zona céntrica de la ciudad, culminando en un paro general con alto grado de acatamiento, que incluyó el cierre del comercio, el día 22. Poco después, el ciclo se profundizaría en Córdoba, recorriendo nuevamente distintos puntos del país, hasta resurgir en Rosario en septiembre del mismo año. La movilización de 1969, el desborde que momentáneamente sufrió el gobierno, la emergencia paralela de grupos de guerrilla urbana y la crisis del plan económico del ministro Kriger Vasena, pondrían en cuestión la mayor virtud que hasta entonces, atribuían sus pares al general Onganía: la capacidad de garantizar el orden. A partir de ese memento, sería inminente su relevo.

Fuente: Extraído del Libro Historia de Rosario de Juan Alvarez.

miércoles, 16 de junio de 2021

LA CREACIÓN DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO



 




Uno de los logros culturales más trascendentes para la región




Por Miguel A. Chiarpenello


Su creación

Cuando en los próximos días recordemos un nuevo aniver­sario de la U.N.R. estaremos rememorando la concreción de una legítima aspiración cultural que tenía la ciudad y su zona de influencia. Rosario ya por entonces disponía de varias fa­cultades dependientes de la U.N.L. con asiento en Santa Fe y tenía entidad más que suficiente para poseer su propia uni­versidad. La dimensión que había alcanzado la U.N.L., con la consiguiente dispersión geográfica, conspiraba contra la no­ción misma de su existencia, a lo que habría que agregarle el proyecto rosarino, motivando a las autoridades nacionales el dictado de la ley 17,987, el 29 de noviembre de 1968, creando la Universidad Nacional de Rosario.

La norma legal fue dictada por el presidente Juan Carlos Onganía y refrendada por el ministro del Interior Guillermo Borda y por el secretario de Cultura y Educación José Maria­no Astigueta. José Luis Cantini fue el primer rector. El acto inaugural se realizó el 16 de diciembre de ese año, teniendo como sede el Rectorado para la firma del acta res­pectiva y el teatro El Círculo para la ceremonia académica. Pocos antecedentes existen de acontecimientos semejantes, atento a que estuvieron presentes todas las autoridades nacio­nales, provinciales, municipales, eclesiásticas, universitarias, representantes de la industria de comercio, el campo, de enti­dades culturales y del trabajo, enmarcados por un numeroso y entusiasta público.

El Himno Nacional, que inició el acto, fue cantado por el coro de la Universidad, integrado por estudiantes y emplea­dos de la misma. Francisco Cignoli y Alberto Arévalo, sus profesores más antiguos, dieron lectura a la ley de creación de la Universidad. Luego los alumnos de más alto promedio, Marta Rabasa y Claudio Hofler, procedieron a leer el acta de constitución oficial, que fue rubricada por las autoridades presentes.

Los discursos alusivos estuvieron a cargo del rector José Luis Cantini, del secretario de Cultura y Educación, José Mariano Astigueta, del presidente de la Bolsa de Comercio, Eduardo Luis López, del intendente Luis Beltramo y del presidente de la Nación, Juan Carlos Onganía.

La ciudad se unió para celebrar el nacimiento de su casa de altos estudios y agasajó a las autoridades que hicieron posible su concreción con una cena ofrecida por todas las entidades representativas del quehacer rosarino en los salones de la Bol­sa de Comercio, a donde asistieron casi un millar de personas. El desplazamiento de la comitiva oficial por los distintos puntos de la ciudad fue aprovechado por el público, que se agolpaba en las calles para manifestar fervorosamente su ad­hesión dando muestras de una contagiosa simpatía. Despidiendo a las autoridades les fueron entregadas sendas plaquetas recordatorias de la creación de la Universidad con la inscripción: "La ciudad agradecida". Todo un símbolo.

Antecedentes

Después de varios intentos fallidos, el diputado santafesino Jorge Raúl Rodríguez, logra que el Congreso Nacional aprue­be la ley de creación de la Universidad Nacional del Litoral que fue promulgada por el presidente Hipólito Irigoyen el 17 de octubre de 1919. Fue su primer rector José Abalos. Basada en la idea de regionalidad -modelo para su época- la U.N.L. contó en sus inicios con facultades en la ciudad de Santa Fe, sede de la flamante universidad, en Paraná, en Co­rrientes y en Rosario. Nuestra ciudad contó desde entonces, con las facultades de Ciencias Médicas, Ciencias Económicas y Ciencias Matemáticas. El proceso de crecimiento posterior rosarino fue constante. En 1947 se creó la facultad de Filoso­fía, en 1959 la de Odontología y en 1967 la de Derecho y la de Ciencias Agrarias.

Inmediatamente a su fundación, en 1968, se crearon las fa­cultades de Bioquímica y de Arquitectura sobre las bases de las respectivas carreras existentes en Medicina e Ingeniería. Se incorporó definitivamente el parque Villarino en Zaballa para Ciencias Agrarias, se terminó de construir el edificio de Odontología y se edificó una nueva Escuela Superior de Co­mercio.

Estructura definitiva tuvieron el Rectorado, la Administra­ción y la Obra Social para el personal y se fundó el Insti­tuto de Complementación para jubilados y pensionados. Se crearon el departamento de Educación Física, la imprenta y la Editorial universitaria y se construyó un nuevo comedor estudiantil.

La primera etapa funcional y organizativa se completa en 1972 con la creación de la facultad de Ciencias Veterinarias.

Evocación


La creación de la Universidad Nacional de Rosario signifi­có, en aquel momento, el hecho cultural más importante en nuestra región. Fue ideada para inculcar una educación su­perior de alto nivel intelectual y para formar hombres, profe­sionales dignos y competentes, imbuidos en ese espíritu que perfecciona el saber mediante el conocimiento de la verdad, caracterizado por su integración moral, vocación de servicio y auténtico sentido nacional. Hoy es imperativo reafirmar que la misión de la universidad, es y debe ser siempre, una filoso­fía de vida cuyo espíritu es el que forja el verdadero soldado de la cultura.

Fuente: Extraída de la Revista “Rosario, su Historia y Región” . Fascículo Nº 90 de Octubre de 2010


martes, 15 de junio de 2021

UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO. Su fundación enorgulleció a la ciudad .Su Himno

 




Por Miguel Alfredo Chiarpenello




El día 29 de noviembre de 1968, por Ley Nacional N° 17.987, se crea la Universidad Nacional de Rosario concretando las aspiraciones culturales de la ciudad y su vasta zona de influencia. Este grato acontecimiento lo evocamos recordando los principales hechos de su historia galardonada con acciones de visión de futuro, patriotismo, sacrificios, férrea voluntad y triunfo.


Antecedentes Nacionales

La primera universidad en nuestro suelo fue la Universidad de Córdoba. Data de la época de la Colonia y fue fundada en 1614 por la inspiración del obispo jesuita Fray Femando de Trejo y Sanabria quien le dio el nombre de Universidad Mayor de San Carlos. Fue nacionalizada en 1854 por decreto rubricado por el Presidente General Justo José de Urquiza y su Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública doctor Santiago Derqui.

Buenos Aires fue la segunda en contar con otra Casa de Altos Estudios por disposición de su gobernador General Martín Rodríguez en 1821 bajo la denominación de Universidad de la Provincia de Buenos Aires. Como consecuencia de declararse a esa ciudad Capital de la República, la universidad se nacionaliza en 1881 decisión del Presidente General Julio A. Roca refrendado por su Ministro de Justicia e Instrucción Pública doctor Manuel Pizarro.

La tercera universidad surgió, casi cuatro décadas más tarde, en la Provincia de Santa Fe. Tenía jurisdicción provincial.


Antecedentes Provinciales

Facultad de Derecho.

Establecido en la ciudad de Santa Fe el Colegio de la Inmaculada Concepción, reabierto al regreso a la capital provincial de los sacerdotes jesuitas de la Compañía de Jesús en 1863, el ministro Simón de Iriondo, transitoriamente a cargo de la gobernación por ausencia del gobernador Mariano Cabal, los instó en la Historias trascendentes de Rosario creación de estudios superiores. El pedido fue acogido favorablemente y en 1869, el gobernador Cabal y su ministro Iriondo inauguran en el mencionado colegio la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. El padre José Reynal, Rector del Inmaculada Concepción condujo los destinos del emprendimiento universitario con el título de Rector de la Facultad.

Universidad Provincial de Santa Fe. En las gobernaciones posteriores tanto la de Simón de Iriondo como la de Servando Bayo, se continuó bregando por una universidad y fue el gobernador José Gálvez quién logró concretar la obra en 1889 al crearse la Universidad de Santa Fe sobre las bases edificadas en el Colegio de la Inmaculada Concepción, determinando que la universidad tendría por objeto el estudio del Derecho, de las Ciencias Sociales y el de las Ciencias Físico Matemáticas y las que en adelante se determinen.

En 1890 se procedió a su inauguración presidiendo la ceremonia el nuevo gobernador Dr. Cafferata quien puso en posesión al doctor José Gálvez como su primer Rector. Afianzada y prestigiada la universidad buscaba el reconocimiento legítimo de su esfuerzo solicitando la validez nacional de sus títulos. Los distintos gobernadores, la comunidad universitaria, las fuerzas vivas y la población en general se» unieron en este reclamo con algunas voces que avanzaban en la idea de nacionalizar la universidad. Un gran paso fue el decreto de presidente Figueroa Alcorta quien con su ministro Rómulo Naón en 1909 reconoció la validez de los diplomas expedidos por la Universidad Provincial de Santa Fe en todo el ámbito de la República. Este decreto fue apoyado por la Universidad de Córdoba e impugnado por los ambientes universitarios de Buenos Aires quienes lograron su objetivo ante la Corte Suprema de Juticia de la Nación.


Universidad Nacional del Litoral

El deseo de agrandar su universidad y el problema de la validez nacional de sus títulos motivaron a los santafesinos a concretar algunos proyectos. Sin embargo, la realidad estaba determinando circunstancias nuevas. El fuerte y poderoso desarrollo de la ciudad de Rosario creaba expectativas novedosas y distintas. La pujanza rosarina era arrolladora y sus aspiraciones crecían conjuntamente con su riqueza. Se proyectaron para Rosario Facultades de Medicina y de Ingeniería - idea de Luis Laporte - que se hicieron presente en la Cámara de Diputados de la provincia a través del diputado Luis V. González en 1912.

Juan Alvarez en 1913 alentaba la idea de una universidad local. Por esa misma época el diputado nacional Rafael Castillo proyectaba la creación de la Universidad Nacional de Rosario. También en 1913 el diputado nacional Estanislao Zeballos presenta en la Cámara de Diputados un proyecto creando la Universidad Federal de Rosario. La idea también pasó por el Senado de la Nación cuando en ese año de 1913 el senador Joaquín Y. González pro-

yectó la creación de la Universidad Nacional de Rosario. Si bien los antedichos proyectos no fueron tratados por el Congreso, los mismos estaban señalando una aspiración popular legítima y altamente necesaria.

La situación socio—económica y política de la provincia de esa época quitó sustento a la nacionalización de la Universidad de Santa Fe dándole un enfoque regional que debía contener las aspiraciones no sólo de la ciudad de Santa Fe, sino también de la ciudad de Rosario y la provincia de Entre Ríos. Las necesidades del Litoral exigía por entonces una universidad regional.

El debate sobre la organización de la universidad fue intenso con distintas posturas que propugnaban lisa y llanamente la nacionalización de la Universidad de Santa Fe, la que agregaba a ésta la posibilidad de creación en Rosario de facultades, hasta la que propugnaba la creación de tres universidades: la de Santa Fe, la de Rosario y la de Entre Ríos. Es posible que si se hubiese continuado en esa tesitura, por lo menos en aquellos años no se habría creado ninguna. Empero triunfó la sensatez sobre las pasiones y localismos de entonces y la idea de la universidad regional tomó cuerpo, se afianzó y triunfó.

Distintas propuestas, declaraciones y proyectos se conocieron en ese sentido, pero luego de varias tentativas de distintos sectores la idea tuvo cuerpo cuando el diputado nacional Jorge Raúl Rodríguez propone a consideración del Congreso, en 1917, un proyecto de ley creando en la Provincia de Santa Fe una universidad nacional, que se denominaría Universidad Nacional de Santa Fe, (entendiendo por tal a toda la provincia de Santa Fe).

La Comisión de Instrucción Pública de la Cámara de Diputados aprobó el proyecto el diputado Rodríguez con el voto de la mayoría conservadora y radical formada por los diputados Federico Pinedo, Martín Reibel, Solari y Luis Agote y en disidencia por el diputado socialista Enrique Dickmann.

El proyecto de Jorge Raúl Rodríguez caducó en 1918 al no tener sanción, pero al año siguiente, 1919, avalado por el convencimiento del Congreso Nacional, el apoyo de docentes y estudiantes y el reclamo de la comunidad toda, los diputados Rodríguez y Agote impulsaron el dictamen aprobado por la Comisión respectiva y lo introdujeron nuevamente a la consideración parlamentaria enfatizando el deseo generalizadb de la creación de la Universidad Nacional del Litoral. Aprobada la ley en diputados en el mes de agosto y en senadores en septiembre, fue promulgada por el Presidente Hipólito Irigoyen el 17 de octubre de 1919, quién encargó su ejecución a su ministro de Justicia e Instrucción Pública doctor. José Salinas. Organizada la universidad el presidente Irigoyen designó a su primer Rector cargo que recayó en el doctor José Abalos. El sueño se hizo realidad. La región tenía su universidad.


Estructura y expansión de la U.N.L. 

Basada en la idea de regionalidad, la Universidad Nacional del Litoral contó en sus inicios con las facultades de Ciencias Jurídicas y de Ingeniería Química en la ciudad de Santa Fe, sede de la flamante universidad. Las facultades de Ciencias Médicas, Ciencias Económicas y Ciencias Matemáticas en la ciudad de Rosario, Ciencias Educacionales en Paraná y la de Agricultura y Ganadería en Corrientes.

El proceso de crecimiento posterior fue constante. Surgieron así la Escuela de Medicina, de Derecho y del Profesorado en Corrientes y la Escuela de Contadores en Resistencia. Esas Casas de Altos Estudios dieron origen a la Universidad Nacional del Nordeste creada en 1956 por el Presidente General Pedro Eugenio Aramburu.

La UNL creó el Curso de Contadores en Santa Fe y uno similar en la ciudad de Concordia, Provincia de Entre Ríos y organizó distintos Institutos Superiores como los de Música, situados uno en Santa Fe y otro en Rosario.

En el año 1947, bajo la presidencia del General Juan Domingo Perón se crea en Rosario la Facultad de Filosofía y en 1959 en nuestra ciudad, siendo el doctor Arturo Frondizi presidente de la Nación se creó la Facultad de Odontología y también en Rosario, en 1967 por disposición del presidente General Juan Carlos Onganía y ocupando el cargo de Rector de la Universidad Nacional del Litoral el doctor Manuel de Juano nacen las facultades de Derecho y de Ciencias Agrarias.


Universidad Nacional de Rosario


Teniendo esta ciudad entidad más que suficiente para poseer su propia universidad, unido a la excesiva dimensión que había alcanzado la Universidad Nacional del Litoral y a pesar de los esfuerzos de reestructuración interna realizados, la dispersión geográfica conspiraba contra la noción misma de universidad y teniendo en cuenta el proyecto rosarino, las autoridades nacionales dictaron la Ley N° 17.987 el 29 de noviembre de 1968 creando la Universidad Nacional de Rosario. La norma legal fue dictada por el Presidente de la Nación General Juan Carlos Onganía y refrendada por el Ministro del Interior doctor Guillermo Borda y por el Secretario de Cultura y Educación doctor José Mariano Astigueta.

Fue su primer Rector el doctor José Luis Cantini a quien acompañaron el Ingeniero Luis A. Suñer en Asuntos Académicos, el Doctor Miguel A. Chiarpenello en Economía y Finanzas, el Doctor Jaime Belfer en Asuntos Estudiantiles y el Licenciado Roberto Puig en Asuntos Administrativos. Todos ellos tuvieron una importante y decidida actuación en la trascendente concreción de la universidad rosarina.

La adhesión del Gobierno de la Provincia y de la Municipalidad local no demoraron en exteriorizarse uniéndose al orgullo que experimentaba la comunidad universitaria, las fuerzas vivas, los distintos sectores sociales y el pueblo en general. La prensa oral, escrita y televisiva dio amplia cobertura a un hecho que regocijaba a todos y a cada uno de los rosarinos.


El acto inaugural se realizó el 16 de diciembre de ese año, teniendo como sede el Rectorado para la firma del acta respectiva y el Teatro "El Círculo", íntimamente ligado a nuestra historia, para la ceremonia académica. Pocos antecedentes existen de acontecimientos semejantes atento a que estuvieron presentes el Presidente de la Nación - creador de la universidad - miembros del gabinete nacional, el Gobernador con su gabinete provincial, el Intendente y sus colaboradores, autoridades eclesiásticas, universitarias y representantes de la industria, el comercio, el campo, de entidades culturales y del trabajo, enmarcados por un numeroso y entusiasta público.

El Himno Nacional que inició el. acto fue cantado por el Coro de la Universidad integrado por estudiantes y empleados de la misma. El doctor Francisco Cignoli y el contador Alberto Arévalo, sus profesores más antiguos, dieron lectura a la ley de creación de la universidad. Luego los alumnos de más altos promedios señorita Marta Rabasa y el señor Claudio Hoifer, procedieron a leer el acta de constitución oficial que fue rubricada por las autoridades presentes.

Los discursos alusivos estuvieron a cargo del Rector doctor José Luis Cantini, del Secretario de Estado de Cultura y Educación doctor José Mariano Astigueta, del Presidente de la Bolsa de Comercio señor Eduardo Luis López, del Intendente doctor Luis Beltramo y del Presidente de la Nación General Juan Carlos Onganía.

La ciudad se unió para celebrar el nacimiento de su Casa de Altos Estudios y agasajó a las autoridades que hicieron posible su concreción con una cena ofrecida por todas las entidades representativas del quehacer rosarino en los salones de la Bolsa de Comercio donde asistieron casi un millar de personas. El desplazamiento de la comitiva oficial por los distintos puntos de la ciudad fue aprovechado por el público que se agolpaba en las calles para manifestar fervorosamente su adhesión dando muestras de una contagiosa simpatía.

Despidiendo a las autoridades les fueron entregadas sendas plaquetas recordatorias de la creación de la universidad con la inscripción: "La ciudad agradecida." Todo un símbolo.


Estructura y expansión de la U.N.R.

En esos momentos funcionaban en Rosario siete Facultades, un Instituto Superior, dos escuelas secundarias anexas y dos hospitales - escuelas, organismos que, dentro de las posibilidades, fueron reestructurados, modernizados y adecuados sobre bases de una educación exigente y actualizada.

Inmediatamente se concretaron también obras de índole académica, administrativas, técnicas y de servicios. Entre otras se encolumnan la creación de las facultades de Bioquímica y la de Arquitectura sobre las bases de las respectivas carreras existentes en Medicina y en Ingeniería. Se incorporó definitivamente el parque Villarino en Zavalla para Ciencias Agrarias, se terminó de construir el edificio de la facultad de Odontología y se edificó una nueva Escuela Superior de Comercio. Estructura definitiva tuvieron el Rectorado, la Dirección General de Administración, la Obra Social para el personal y se fundó el Instituto de Complementación para Jubilados y Pensionados. Se creó el Departamento de Educación Física, la imprenta y editorial universitaria y se construyó un nuevo comedor estudiantil.

Esta primera etapa, fundacional y organizativa, se completa en 1972, bajo el rectorado del doctor Roberto Brebbia, con la creación de la Facultad de Ciencias Veterinarias. En etapas posteriores, que serán objeto de otro análisis, la universidad siguió creciendo atenta a nuevos requerimientos.


La Ley de fundación de la Universidad Nacional de Rosario no olvidó a la ciudad de Santa Fe, dado que por la misma se creó la Facultad de Ciencias de la Administración sobre la existente sobre Escuela respectiva. Fue la primera facultad nacida en la ciudad capital en los 49 años de la Universidad Nacional del Litoral. Posteriormente otros institutos universitarios le dieron una mayor y significativa jerarquía académica.

Evocación

La creación de la Universidad Nacional de Rosario significó en aquel momento la contribución más importante al progreso cultural de nuestra zona. Fue ideada para inculcar una educación superior de alto nivel intelectual y para formar hombres, profesionales dignos y competentes, imbuidos en ese espíritu que perfecciona el saber mediante el conocimiento de la verdad, caracterizados por su integridad mora!, vocación de servicio y auténtico sentido nacional.

Este acontecimiento histórico debe ayudarnos a recordar permanentemente que la obra universitaria es la sinceridad, la belleza, el amor, la exaltación de los reales valores, la lucha contra los obstáculos, contra el dolor, la superación frente a la adversidad. Es una filosofía de vida cuyo espíritu es el que forja el auténtico soldado de la cultura.


Himno a la Universidad

El Himno a la Universidad Nacional de Rosario con letra del Dr. Miguel A. Chiarpenello y música del Profesor Carlos Gantus, fue escuchado por primera vez el día 3 de julio de 1981 en el acto de colación de grados de la Facultad de Ciencias Económicas interpretado por el coro polifónico de la Universidad


Director: Carlos Gantus Subdirector: Miguel A. Carraro

Pianista: Horacio Basaldúa

Tenor: Miguel Angel Drappo

Himno: letra




Juventud, juventud estudiante

alcemos vibrante nuestra voz,

y cantemos un verso palpitante

que nos llene de paz el corazón.




Canción que a estos claustros dedicamos

y que al mundo nos place hacer oir,

afirmando que en ellos estudiamos

y forjamos nuestro porvenir.




Rosario, cuna de la Bandera,

madre eres de la Universidad;

sus hijos con amor veneran

a la Minerva de la gran ciudad.




Desde el Mar hacia el Ande imponente

sembremos la Paz con el Saber,

prometamos a Dios Omnipotente

que hoy seremos mejores que ayer.

II

Cantemos el himno alegremente

el Himno de la Universidad,

que antes, después y en el presente

es la fuente de intelectualidad.




La Patria amada siempre espera

que cumplamos con alto honor,

en nuestra edad en primavera

que es bella y plena de ilusión.




Juventud, juventud estudiante

reafirmemos en esta canción:

que formar "un hombre pensante"

es el lema de nuestra gran misión.




Cantamos crucemos los caminos

llevando nuestro potencial,

cual campanas que envían su tañido.

Son las voces de la Universidad.






Fuente: Extraído del Libro “Historias Trascendentes de Rosario”. 2da. Edición. Imprimido en Gráfica Amalevi SRL. En agosto 2015.