Escudo de la ciudad

Escudo de la ciudad
El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

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miércoles, 30 de septiembre de 2015

EL COLECTIVO



Por Adrián Yodice
El término Colectivo proviene de Taxi-Colectivo o Auto-Colectivo Porteño. Nace el 24 de septiembre de 1928 a raíz de la crisis económi­ca existente en el país y que afectó fundamentalmente a los taxímetros de Buenos Aires ante la falta de pasajeros por sus costos. Allí el ingenio de un grupo de taxistas hizo que se juntaran, establecieran un recorrido fijo y se prorrateara la tarifa entre varios pasajeros. El Colectivo Porteño fijaba una tarifa mayor que los ómnibus y tranvías con los que competía y mucho menor que la de los taxis.
De esta forma, los automóviles de alquiler (taxímetros) podían llevar a varios pasajeros a la vez por un recorrido establecido y cobrando una tarifa más accesible. A medida que el negocio iba prosperando se iban modificando los autos para agregarles más asientos y darles mayor capacidad estableciéndose una fuerte competencia con los ómnibus existentes. El colectivo es considerado popularmente como "un invento argentino". Sin embargo los historiadores del tema señalan que no es correcto porque fenómenos similares fueron adoptados en diversos países con anterioridad. Se cita así el caso del "Jitney" estadounidense que eran autos taxímetros que en 1914 circulaban fijos en forma regular y con paradas intermedias, permi­tiendo llevar varios pasajeros pagando una tarifa módica compi­tiendo con los tranvías. También se dice que existió un sistema similar en Río de Janeiro antes de 1928 del que fuera testigo uno de los iniciadores del taxi colectivo porteño.
Fuente: extraído de la revista “Rosario,  su Historia.” Fascículo N• 35 de Octubre de 2005

martes, 29 de septiembre de 2015

DOMINGO 14 DE NOVIEMBRE DE 1926. PRIMER PARTIDO EN ARROYITO



Mitologías también admiten casualidades

Como quedó dicho, durante 1925 y 1926, y ante la falta de un terreno propio, Rosario Central disputaba los partidos de local en la cancha que alquilaba al Club Bolsa de Comercio. Pero cuando le tocó jugar con Newell’s  por la Copa Vila de Primera División de 1926, que organizaba la Liga Rosarina de Fútbol, la cancha de calle Ov. Lagos se podía utilizar. Entonces, las autoridades del Club decidieron jugar el partido en la cancha que con el tiempo sería nuestro orgullo y que en aquel entonces no estaba terminada aún: el gigante de Arroyito, que ya tenía el alambrado perimetral y los arcos. Poco más. Ni vestuarios había …
De esa manera, el 14 de noviembre de 1926, Rosario Central vence nuevamente a Newell's, esta vez por 4 a 2, en lo que no sería un partido más: era el primero en nuestra nueva cancha
El diario La Capital del 14 de noviembre titulaba «ROSA­RIO CENTRAL, SOSTENDRÁ, EN SU NUEVO FIELD, UN MATCH CON NEWELL'S OLD BOYS» y comentaba que «con el match a celebrarse hoy, la representación nombrada en primer término, dará por inaugurada su cancha situada en Sorrento, en el ángulo que forman las calles avenida Central (hoy Genova) y 31 (hoy Cordiviola). Se trata de un amplio campo de deportes, al que se le ha dotado de toda clase de como­didades para la concurrencia de público, que sin mayores moles­tias podrá presenciar el encuentro que se celebre en el mismo» (19). También informaba que ese día reaparecería Octavio Díaz, después de su exitosa participación con la Selección Nacional en el Campeonato Sudamericano de Chile. Ese día también se inauguraba, a las 9 de la mañana, el Jardín de Niños en el Campo de Deportes ubicado en Av. Central y Bulevar Avellaneda, com­puesto por «diversos aparatos de entretenimientos para la infancia.  «Una de las obras más importantes es el Jardín de Niños, que por entonces es el primero entre sus similares en la provincia. Su inauguración significó todo un suceso; concurrieron cientos de familias y más de 2.000 niños. Dichas instalaciones eran para los hijos de asociados y también para todos los niños del barrio» (20).
El 15 de noviembre, lunes, La Capital titula «EN SU MATCH CON NEWELL'S OLD BOYS, ROSARIO CEN­TRAL ALCANZÓ UN MERECIDO TRIUNFO». Dice la cró­nica que «fue tanta la cantidad de público que las autoridades de la entidad local, se vieron en la necesidad de suspender la venta de entradas, quedando incluso gente sin poder entrar al field» (21), habiéndose recaudado la suma de $ 2.515. Rosario Central formó ese histórico día con Octavio Díaz; Florencio Sarasibar y De Cicco; Félix Sarasibar, Fioroni y Fajardo; Macías, Ongaro, Bertey, Coirini e Indaco. El arbitro fue Angel Gamez. «Alas 17 horas inició el juego Bertey, haciendo un pase a Coirini que fue despojado por Vila». A los 10 minutos Central perdía. 2 a 0, pero a los 15' descontó de penal Sarasibar —quien fue, a la postre, el autor del primer gol canalla en su nueva cancha—, empató Castagno en contra a los 24' y a los 25' Bertey anotó el 3 a 2. El mismo Bertey, a los 6 del segundo tiempo, puso el 4 a 2 definitivo. La Capital de ese día publicó, en un gesto que lo caracteriza, la foto del segundo gol de Newel’s...
El partido, entonces, se jugó. Pero, ¿en qué andaban las obras?, ¿cómo estaba la cancha?

«La memoria del año siguiente —1926— indicaría que todas las obras fueron ejecutadas por administración, habiéndose logrado con ello importantes economías que —dice— si no fueron apreciables en todos los casos repre­sentaron un aporte al caudal social. Es que —agregamos nosotros— cada peso en aquellos años tenía un valor fun­damental. De allí que entre esas pequeñas economías y la ayuda personal de socios y simpatizantes, el estadio fue teniendo poco a poco su campo de juego sembrado y sus tribunas se fueron levantando lenta pero inexorablemen­te, lo mismo que las instalaciones sanitarias y demás» (22).
Un plan financiero cuidadosamente elaborado en 1926 y la colocación de un empréstito interno, permitió que en 1927 se encarara en firme la construcción de la obra, que es encargada a la empresa «de los señores Ferrarese Hnos y Cia., de esta plaza comercial, cuya seriedad y profesionalidad avalaban la erección de edificios tales como el Palacio Fuentes, el Banco de la Nación Argentina, sucursal Arroyito, compañías de seguros y demás. El contrato fue firmado por un monto total de $ 46.955» (23). Ello después de que, el 1o de diciembre de 1927, el Intendente Isaías Coronado firmara el decreto n° 277 que otorgaba a Central los terrenos del Barrio de Arroyito por un plazo de 20 años.
Es dable recordar que el presidente canalla, entre 1923 y 1931, era nada más y nada menos que don Federico J. Flynn, quien ejercía la segunda —y extraordinaria— presidencia de las cuatro que le concedió la historia.

Fuente: Bibliografia del Libro “ El Gigante de Arroyito – La Verdadera historia Autor Fabián Bazán Editorial Cultura Canaya – Año 2009

lunes, 28 de septiembre de 2015

FELIX T. RODRIGUEZ, ASESINO A SU ESPOSA POR ECONOMIA -EL EPILOGO DE UN AVARO-



    Además de mostrar responsable del crimen al archiconocido F.T. Ro­dríguez, La Reacción le endilga epítetos tales como violador, avaro, esta­fador y persona de bajos instintos. Como digno colofón de una crónica policial cargada de sensacionalismo, aparece la fotografía del jockey con osta leyenda: "Asesino de su esposa por avariento".8
   El 4 de marzo La Reacción se enfrenta .. . ¿contra quién?. Pues con­tra la "Hermana de Caridad Sor Andrea, la que parece ser trata brusca­mente a las empleadas de la Sala 18 del Hospital Centenario, haciéndolas objeto de vejámenes y retos infundados, cosa que sucede con muchísima liecuenc¡a".9
También vaticina la caída de un edificio de 50 departamentos, con tirandes titulares que dicen: "Un edificio en ruinas". "1.000 personas en peligro". "La casa de b. Oroño 29 al 49, de 4 pisos, se vendrá abajo pronto".10 Cincuenta años después, la casa aún sigue en pie.
  El 26 de mayo moraliza contra la escenificación del conventillo, a pro­pósito del estreno de los saínetes "El conventillo de La Paloma" y "Tu «una fue un conventillo", "firmados por el señor Vaccarezza —dice—, el cual todavía está en libertad y goza de grandes prestigios populares". Y agrega:
"El conventillo es, como se sabe, una indecencia social. El conventillo es nuestra purulencia urbana, y al trasladarse al teatro, el conventillo no ha perdido sus características esenciales. El conventillo en el escenario no es una indecencia urbana, pero es una indecencia literaria.
La culpa social pertenece especialmente a quienes hacen de esa clase de explotaciones comerciales su "modus vivendi". El dueño de un conventillo debería estar condenado a vivir en el. V todavía la pena nos parece suave, porque podría darse fácil mente el caso de que el dueño del conventillo vi­viese cómodamente «n él a su gusto. Pero de que exista el conventillo tea­tral sol o es culpable su autor, el sainetero.
La roña social puede constituir también un motivo artístico. Los que han leído o visto algo de teatro no podrán olvidar nunca "El albergue de Po­bres". Ese albergue de pobres se parece mucho a un conventillo. Pero ese ambiente de ex hombres de vida subterránea hospital, ha sido llevado a escena por Máximo Gorki.
Cuando el genio del artista excelso toca con su alma un tema sucio, este se limpia y se ennoblece, recobra dignidad. Pero cuando un mercader cualquiera del arte toca un tema indecente es para agregarle a la indecen­cia existente, la propia.
La verdad es que nuestro conventillo no ha sido llevado al teatro. Es más lógico decir que el teatro ha sido llevado al conventillo y hace allí vida conventillera. Y así ocurre que el conventillo de la Boca o de Barracas ahora se instala en la calle Corrientes, de Buenos Aires, o en el Teatro Municipal de Santa Fe". 11
La Reacción no ve con buenos ojos la ceremonia realizada en el Circu­lo de Bellas Artes de Madrid, con el objeto de entregarle al torero Bel-monte un título de estudiante ad honorem. "Era esto lo último que falta­ba hacer en Madrid —dice en la edición del 14 de julio—: estudiante a un torero casi analfabeto y profesor a un cornúpeto".12
Y el 4 de agosto señala que "es algo feo, y mas que feo, detestable, lo que ocurre en nuestra ciudad a las puertas de las iglesias parroquiales, es­pecialmente los sábados por la noche en que menudean los bautismos y casamientos". "Nos referimos —agrega— a la turba de muchachos calleje­ros que se aposta en esos sitios a la espera de que salgan del templo los padrinos, prorrumpiendo en gritos estridentes y pidiendo cobres y confi­tes. Y hay que ver, cuando no les tiran monedas, las insolencias y frases gruesas que les dirigen, produciendo de este modo espectáculos depri­mentes para la cultura . . .". ¿La solución?: "... que un agente vigile las puertas de los templos parroquiales los días sábados por la tarde y prime­ras horas de la noche". 13
La grita de La Reacción durante el zarandeado año 29 no cesa. El 1° de setiembre se hace eco "de una denuncia que se nos envía respecto al Restaurant Louis (Antiguo Majestic) de San Lorenzo y Sargento Cabral, que, se dice, es un antro de corrupción y un lugar de vicio: donde se pro­ducen orgías todas las noches, tomando parte mujeres borrachas y donde también se alquilan piezas a todas las parejas que las soliciten. Un tal Ki Ki Marque es el socio capitalista del hotel de referencia que está allí co­mo un Pashá, habiendo establecido en uno de los pisos del edificio un harem con sus correspondientes odaliscas y sin faltar los detalles que lo completen .. ."14
Veinte días después, luego de anunciar que Vaccarezza prepara un saí­nete que se titulará "Súnchales", La Reacción da cuenta de un verdadero acontecimiento 
Notas
8    La Reacción. No 2020, 19 de febrero 1928.
9/10 La Reacción. No 2022, 4 dé marzo 1928.
   11 La Reacción. No 2051, 26 de mayo 1929.
   1 2 La Reacción. No 2055, 14 de julio 1929. .
13   La Reaccióa No 2058, 4 de agosto 1929
14     La Reaccióa No 2060, lo de setiembre 1929

Fuente; Extraído de Libro “El Rosario de Satanas” Autor Héctor Nicolás Zinni. Tomo I Editorial Fundación Ross. 3ra. Edición 2000

viernes, 25 de septiembre de 2015

NUESTRAS CAMPAÑAS MORALIZADORAS SON ATENDIDAS



   Después de dar cuenta del allanamiento del cafe sito en la calle Salta 2846 "propiedad de un sujeto de nombre Alfonso Reixach y donde era costumbre la reunión de innumerables vagos, caftens y sujetos de mal vi­vir", proporciona los nombres de 21 detenidos, felicita "el buen proceder del comisario, señor Frontini, y su personal" e incita a repetir diariamen­te las "razzias", porque " existen en la sección novena una caterva de ru­sos, franceses y otros degenerados que con el mayor cinismo alardean de su asqueroso oficio".6
El 1° de mayo, el periódico arremete contra los ebrios que andan suel­tos por las calles de la ciudad: "Se ha dicho que los pueblos borrachos son pueblos embrutecidos por el alcohol ".sentencia a la manera de Pero­grullo. En el mismo suelto se destaca el estado antihigiénico del Mercado Central, donde "el mal olor que sale de los puestos de carnes y verduras hace dar miedo transitar por las inmediaciones".
Mas abajo señala la mala conducta de algunas patotas de "niños bien", quienes durante las retretas ojue se realizan periódicamente en nuestras plazas principales, "se propasan de picaros y de sinvergüenzas", agregan­do que "con lenguaje de arrabal y ademanes de una refinada guarangueria (?), molestan a las señoritas y niñas que concurren a esos paseos públicos en busca de una distracción agradable". La ocasión es propicia, además, para soltarle algún palo a los servidores del orden: "Algunos —dice—, im­prudentes por demás, se hacen acreedores a serias reprimendas policiales, pero como los agentes del orden público brillan por su ausencia, los estú­pidos tenorios de moral averiada se hacen dueños de la situación, obligan­do el retiro de muchas señoritas ... "7
Nadie parece salvarse en La Reacción de los brulotes. Este periódico, en su edición del 19 de febrero de 1928, titula así el asesinato cometido por un famoso jockey de entonces:
Notas
6 La Reacción. No 2006, 10 de abril 1927.

7  La Reacción. No 2010, lo de mayo 1927
Fuente; Extraído de Libro “El Rosario de Satanas” Autor Héctor Nicolás Zinni. Tomo I Editorial Fundación Ross. 3ra. Edición 2000

miércoles, 23 de septiembre de 2015

EVOLUC IONES TENEBROSAS



"Nuestro país gozaba, hasta hace poco tiempo, del triste privilegio de ser uno de los mercados más atrayentes para la colocación de mujeres. Ahora, las cosas han cambiado, pero en esto, como en todo el comercio, ha seguido una evolución muy conocida: la industria nacional ha ido re­duciendo la introducción de mercadería extranjera. Se cuenta hoy con elemento propio; hasta el tenebroso extranjero ha tenido que aceptar la Intromisión del explotador nativo, el cual, incapaz de organizar la industria, solo se reduce a proporcionar mercadería o explotarla por su cuenta un forma clandestina y en menor escala.
Congreso, conferencias/leyes, ordenanzas; de todo sin embargo hemos tañido y tenemos en nuestra ciudad para localizar un tanto el fenómeno, caída dos manzanas cuenta con un lenocinio donde por lo general existe Una mujer cautiva extranjera o argentina, sin contar la cantidad que al atardecer pone en circulación, por lo general menores.
Sólo en los casos en que una de esas mujeres, desafiando brutales do­minios o encierros absolutos, llega hasta la policía, ésta parece enterarse de lo que ocurre o se siente autorizada para intervenir. Se sabe, sin em­bargo, de la existencia de inspectores, pero todavía no se ha dado el caso  de que por parte de esos funcionarios se haya llegado a esclarecer o conocer una de esas miles de tragedias bárbaras que se producen en comercio de esclavas.
¿Qué es lo que ocurre?. ¿Es que estamos frente a maffias tan poderosas como  para que no haya autoridad capaz de poder con ellas?. ¿Por dónde y cómo entran al país esas miles de mujeres que no pueden ser una Inmigración deseable?. ¿Con qué curiosos documentos sus explotadores salvan las interdicciones a que deben estar sujetas?. ¿Quién se ocupa de las miles de jovencitas argentinas que, año por año, son sacrificadas al terrible e insaciable?. ¿Es que todo eso no es un lugar común para  los funcionarios policiales y para todo el mundo?.
¿Ese llamado desesperado que de cuando en cuando, a través de la crónica policial se advierte, no es lo bastante elocuente para afirmar que hay todos un mar de almas cautivas, bajo esos muros tan extrañamente insalvables de los lenocinios?. Si es verdad que la mayor parte de los delincuentes – se encuentran por miles y miles—, viven de la explotación de mujeres y que por lo general éstas viven sometidas por el terror, ¿cómo es posible que  por día aumente la industria tenebrosa?
¿ Es que el simple hecho del pago de una patente debe justificarse con
asegurarse una fuente de recursos a costa de la salud moral del país?. ¿Es posible que las famosas asociaciones internacionales hayan llegado a for­mar en el país sus escuadrones d« intermediarios para la explotación tam­bién del elemento nativo?.
Puédese convenir en que hay problemas de difícil solución, especial­mente en países como el nuestro, donde la inmigración de hombres de trabajo ha sido permitida en exceso, sin advertir otras complicaciones desgraciadas, provocando un desequilibrio que ahora se agrava con la re­ducción de matrimonios; pero es hora de atender el fenómeno ante el cual estamos".5
Con todo, no vaya a pensar el lector que La Reacción es indiferente a manifestaciones progresistas de otro tipo. No. Ahí está, para corroborar el aserto, el ejemplar del 3 de abril en el que se destaca el ensayo de una nueva juntadora de maíz y deschaladora que, puesta a funcionar en el campo que el señor Juan Fuentes ha cedido para la prueba (La Salada. Ferrocarril Central Córdoba, actual Belgrano), ha dado resultados positi­vos.
"El mecanismo que motiva esta crónica —dice La Reacción- se en­cuentra montado sobre dos ruedas de un metro y sesenta centímetros de alto. El ancho es de un metro y sesenta centímetros y el largo de siete metros. Funciona mediante un pequeño tractor Fordson que también la arrastra, conectado en la máquina por medio de un eje giratorio que ac­ciona con el concurso de engranajes. Cabe esperar —anhela el cronista—, que el tractor pueda moverse sin funcionar la máquina . . .". Dos graba­dos a tres y cuatro columnas muestran una vista de la juntadora y tam­bién la máquina en actividad, con el tractor. A un costado de la maquina­ria, su inventor, señor José Carbó.
No obstante, el 10 de abril encuéntranse motivos mas altisonantes pa­ra atraer la atención del público. Esta vez son las bondades de UNA BUENA RAZZIA POLICIAL
Y todo, ¿por qué?. Porque…

 Notas
5 La Reacción. No 2003, 27 de marzo 1927.
6     La Reacción. No 2006, 10 de abril 1927.

Fuente; Extraído de Libro “El Rosario de Satanas” Autor Héctor Nicolás Zinni. Tomo I Editorial Fundación Ross. 3ra. Edición 2000

martes, 22 de septiembre de 2015

EL VERGONZOSO A UGE DEL CLANDESTINISIMO Y LAS "RAZZIAS" POLICIALES



¡Y AQUI NO HA PASADO NADA!                                        

"El auge del clandestinísimo en Rosario, señalado en su total apoyo por las continuas campañas de LA REACCION, aún prosigue ejerciéndo­se con la misma libertad y con la más espléndida de las contemplaciones que puedan dispensarle las autoridades encargadas de reprimirlo. Días atrás la Jefatura, procedió con una rara energía a allanar diversas casas donde se ejercía el prostibulaje clandestino. Fueron arrestadas cerca de 50 mujeres entre pupilas y patronas, comprobándose por intermedio de la Inspección que mas de un 80% de esas niñas, se encontraban en un esta­do calamitoso de salud, algunas de ellas en tal estado, que representaban un verdadero foco de infección, debiéndoseles internar para su cura.
Esa benéfica campaña de profilaxis social, nos causó en realidad asom­bro, por cuanto sabemos los intereses creados que existen y las influen­cias que se ponen en juego, para evitar que la justicia cumpla con su de­ber. Nos extrañó pero creímos que al fin la Jefatura, velando por sus fue­ros, se había resuelto a demostrar que existía y no desconoce cuales son sus deberes, y más aún, la aplicación justa y sin preámbulos de los medios que le acuerdan las leyes para reprimir todo lo que afecte la moral del pueblo.
  Creímos y supusimos que hasta finiquitar con el último clandestino, la Jefatura proseguiría su sana obra comenzada con tanta energía. Pero, des­graciadamente, no es así. Aparte de que en la "razzia" realizada, se proce­dió con ciertas contemplaciones para ciertas damas dueñas de clandesti­nos; esta, en realidad, duró lo que dura un lirio. Todas las casas, departa­mentos y lugares donde intervino la Jefatura y procedió a clausurarlos han vuelto hoy a reabrirse con la mayor frescura. Las viejas proxenetas han vuelto a internar en sus corrales las gastadas pupilas y, como sí nada hubiera ocurrido, todo se ha normalizado.
Entre paréntesis la prosecusión de la campaña, nos resulta de mal agüero, es decir, lo creemos en realidad un franco permiso para que el clandestinísimo continúe su predominante auge, pese a leyes que lo casti­guen y pese a las autoridades y pese a la propia salud del pueblo. Nos dis­gusta en verdad, volver sobre el tema, ya que las autoridades nos habían dado una pequeña esperanza al proceder en la "razzia" que comentamos. Pero esa esperanza se ha esfumado. La quietud de las autoridades nos lo revela así, y la vuelta al trabajo de los clandestinos, es harto sugestiva. Por eso, hoy exclamamos parodiando a alguien: "I ... Y aquí no ha pasado naa!. . ."4
 Y como el que pega primero, pega dos veces, por las dudas la segunda andanada se encuentra en el mismo ejemplar, pero en la página dos y bajo este titulo.
Notas
4  La Reacción. No 2003, 27 de marzo 1927.

Fuente; Extraído de Libro “El Rosario de Satanas” Autor Héctor Nicolás Zinni. Tomo I Editorial Fundación Ross. 3ra. Edición 2000

lunes, 21 de septiembre de 2015

EL COLMO DELA DESVERGÜENZA



"Rosario tiene su barrio de miseria, como lo tienen todas las ciudades más o menos de cierta importancia. su barrio de lenocinios, de vicio y de libertinaje. claro está, con ordenanzas de mayor rigor, más conveniente­mente alejados del centro de la población y con preferencia de los lugares donde existen hogares de obreros y familias laboriosas, y se sobre entien­de, donde es por lógica, mayor la abundancia de niños y menores.
"En rosario esto no ocurre. precisamente el barrio destinado a esta clase de comercio, está ubicado en un lugar donde la población obrera es más densa. un barrio que por esa causa, está relegado a no progresar mientras esa epidemia subsista. un barrio que está custodiado por una seccional policial que nada hace por evitar que la vergüenza no traspase los límites del colmo.
"Nos referimos a las autoridades policiales déla comisaría 9a., que parecen vivir en el mundo de la inercia, embriagadas por la mas rotunda
"En efecto, ciegas deben ser las autoridades de la sección 9a., al no ver y reprimir los bochornosos cuadros, que a diario se pintan en esas calles. Si al lector se le ocurre ¡ra pasear por las calles Salta, Pichincha, Jujuy, Güemes, Brown, Suipacha, Ovidio Lagos, etc., y aún algo más retirado, verá lo mismo a las primeras horas de la mañana, en los atardeceres y a toda hora de la noche: una interminable caravana de vagos, atorrantes, degenerados y, sobre todo en súper abundancia, "macrofs", "caftens"' o "caficios", explotadores y delincuentes bien prontuariados, que con la mayor libertad y desvergüenza se pasean por las indicadas calles, en man­ilas de camisa, en camiseta, en zapatillas, arrastrando la podredumbre de sus míseras vidas de boliche en boliche, o formando coros en las esquinas o puertas de sus pocilgas.
Estas escenas se triplican en la noche, a la hora del cierre de los lupa­nares. Cuando las mujeres se retiran, ellos, en la más denigrante de las ver­güenzas, se estacionan a esperarlas, especialmente los lunes, o bien se sientan por ahí, haciendo rueda en las puertas de calle, semidesnudos, mientras en sus lenguajes de rusos, polacos o franceses, comentan con harto zafismo la marcha o novedades de sus comercios.
Es tiempo que estas escenas que baten todo record de la podredumbre y por el resto del pobre barrio de Pichincha, terminen de una buena vez, y es imprescindible que todos esos maleantes, explotadores del más desmenunzado vicio, sean eliminados o desterrados. Al señor comisario de la Sección 9a., responsable único de lo que ocurre, le corresponde proceder con energía. Bien conoce a ese elemento y fácil le será probar que vagos, explotadores, sin otro oficio ni ocupación, viven del producto de ese vil comercio.
Que en su casi totalidad son rusos, polacos o franceses, expulsados de toda tierra donde existen leyes y moralidad. El señor comisario de la Sec­ción 9a., único capacitado para efectuar esa limpieza, verdadera obra de profilaxis social, así debe y está obligado moral y materialmente a reali­zarla, obligando a su vez a que su personal subalterno, sea menos contemplativo, menos complaciente y menos ciego.
Si así no procede el señor comisario de la Sección 9a., único encarga­rlo de conservar algo de higiene social en el pobre barrio Pichincha, será miso de creer, que las acciones de intereses creados que se susurra existen, son en realidad evidentes .. . Esperamos que el señor comisario de la Sección 9ª..  así proceda. Pichincha, la vieja y famosa barriada se lo agradece­ré y nosotros también .. ."3
A pesar del alegato, las autoridades siguen sordas, ciegas y mudas. To­llo parece fracasar ante el rufianísimo infiltrado en el poderoso aparato del gobierno. Hasta la alegría demostrada por La Reacción en el comenta­do suelto del 16 de enero a rafe de una exitosa campana  llevada a cabo periódico contra la prostitución clandestina se transforma en amargura, terminando por denunciar, en su edición del 27 de marzo.
NOTAS
1    La Reacción. No 1993, 6 de febrero 1927.
2    Justo Palacios, ¡d.id.
3   La Reacción. No 2000, 13 de marzo 1927

Fuente; Extraído de Libro “El Rosario de Satanas” Autor Héctor Nicolás Zinni. Tomo I Editorial Fundación Ross. 3ra. Edición 2000

viernes, 18 de septiembre de 2015

CORRUPCION Y DELINCUENCIA



   Durante los años en que campea la prostitución oficializada, el diario La Capital pone en evidencia, a través de minuciosas crónicas policiales, que el negocio prostibulario dista mucho de ser ejemplar y tranquilo. Pe­ro, no tardará en llegar hasta el decano de la prensa argentina el poderoso brazo de la Zwi Migdal haciendo que la información deje de trascender a las mesas de redacción, como se puede inferir de lo que a continuación doy a conocer:
El 2 de marzo de 1926, La Capital publica los dimes y diretes de un homicidio ocurrido el 28 de febrero, a pocos metros de la puerta del le­nocinio llamado Mina de Oro, en calle Pichincha 73, donde, como conse­cuencia de un altercado, ha resultado herido de bala un hombre. El 7 de marzo, se conocen los pormenores de un tiroteo sostenido entre vendedo­res de diarios en la vereda del prostíbulo Internacional, ubicado en calle Jujuy entre las de Pichincha y Suipacha. El 8 de marzo, pueden leerse en el mismo diario los detalles de otro grave hecho de sangre ocurrido en la cancha de bochas ubicada en la esquina de las calles Güemes y bulevar Oroño, donde se juega por dinero.
El 16 de marzo, publicase el relato de una furiosa gresca acaecida en el interior del Marconi - quibombo sito en la calle Suipacha  176-, entre cuatro vigilantes y dos clientes. El 1o de abril, los lectores se enteran de una pelea entre cinco individuos -uno queda herido-, en el Gloria, cono­cido lupanar ubicado en la calle Pichincha 89.
Un asesinato ocurrido el 2 de abril en la esquina de las calles Tucumán y Ovidio Lagos, parece continuar la rutina de hechos delictuosos que, desde muchos años atrás, tienen su eje en la seccional 9a. de policía, mas precisamente en la zona prostibularia. Pero, el 7 de abril aparece una cró­nica en La Capital que dice: "A raíz de un asunto relacionado con unas mujeres, un individuo de nombre Pedro (a) El Inglés, atacó con un objeto duro y le ocasionó lesiones de importancia a Mauricio Glassman, quien, en compañía de otros, explota el café de la calle Pichincha 73 . . .". Si bien, este hecho no asombra mayormente, lo que logra poner a la Zwi Migdal a la defensiva, es otra publicación que aparece en el mismo diario algunos días después:


SE HA COMETIDO UN ABUSO DE AUTORIDAD
 Fue arrestada sin ningún motivo una mujer.
"Ha llegado a nuestra redacción una denuncia relacionada con un abuso de autoridad de que se hizo victima a una mujer llamada Maria Luisa Vallée, francesa, de unos 27 años, a quien no pocas personas conocen con el nombre de Paulette.
Días atrás, ya cansada de vivir con un individuo de su misma nacionalidad que para explotarla la trajo de Europa, resolvió María Luisa abandonarlo
y, aprovechando un momento propicio, huyó y fue a refugiarse en una casa donde no se contraviene la ordenanza de moralidad. Horas después, conocido el escondite, la Policía arrestó sin ningún motivo a María Luisa y se la condujo a la alcaidía del Departamento. El lunes por la noche, una vez realizadas diversas gestiones, recibió la libertad, previo pago de una multa por contravención que no cometió. Se dice con funda­mento que en el arresto intervino el individuo a quien ella abandonara. Si así fuera, corno seguramente trató de establecerlo la Jefatura, el hecho se­ría incalificable. En dos palabras, se estaría al servicio de los tenebrosos para reintegrar las mujeres que consiguiesen fugar".*

Es la última vez que aparecerá, por muchísimo tiempo, una crónica policial relacionada con la prostitución oficializada y con el barrio de Pichincha, en el diario La Capital.
Uno de los órganos periodísticos combativos que tiene Rosario es, según hemos visto a través de algunas citas, La Reacción, periódico vespertino de aparición eventual fundado en 1921 por Francisco Beltrán Ducnein, quien lo dirigirá hasta 1958, año en que cesará de aparecer.
En La Reacción trabajan, además, Pascual Duchein y sus hijos Emilio, Ricardo, Oscar, Roberto y Federico, en los siguientes puestos: jefe de propaganda y cobranzas, secretario, tipógrafo, encuadernador, maquinista jefe, y encargado de deportes y expedición, respectivamente. El sema­nario, que ha tenido un par de domicilios anteriores —Laprida 845 y San­ta Fe 871—, hacia el año 1929 se ubicará definitivamente con administra­ción, redacción y talleres, en la calle San Martín 450.
¿De dónde ha salido toda esta familia periodística?. Habría que regentarse algunos años antes de la etapa fundacional de La Reacción y caminotear por una caracterizada zona de la 4ta. sección policial: el bulevar Oroño, desde la calle Salta hasta la av. Wheelwright. Sobre el paseo mencionado en primer término, bajo el número 35 bis, el jefe de la familia Duchein, Don Pascual, ha fundado un llamado "Centro Rosarino de Cul­tura Física" donde se practica por 5 pesos mensuales esgrima, box y lu­cha romana. La animación de ese centro deportivo corre por cuenta de toda la familia de Pascual Duchein, cuyos hijos boxean, tiran en la peda-na y luchan entre si para atraer adeptos.
Hacia 1920, Pascual Duchein funda La Montaña Rosarina, periódico semanal ilustrado que defiende los principios de la Unión Cívica Radical La redacción y administración funciona en el local del "Centro Rosarino de Cultura Física", lo que hace suponer que, sin ningún esfuerzo, los hi­jos de Duchein se convertirán de deportistas en periodistas a corto plazo La Montaña Rosarina, consta de cuatro páginas, formato 55 x 36 cm ai corte y 32 x 48 cm. de caja. Están impresas a 5 columnas de las de antes -6 centímetros cada una- e, invariablemente, al tope de la primera co­lumna aparece un grabado con la imagen de lo que ha dado su nombre al periódico: La Montañita del Parque Independencia.
Pero, el genio progresista de Pascual Duchein ha determinado tam­bién la instalación de un bar en bulevar Oroño No 49 -el Boxing Bar- donde se sirven café express, sandwiches y minutas a toda hora. Un gran aviso permanente dice en La Montaña Rosarina que este bar posee gran sala de billares y casino, contándose con una de medio match, única en Rosario" Por otra parte, pueden solicitarse allí bebidas y vinos legítimos, así como "vermouths, aperitivos y cerveza servidos con variedad de "Haur Devre", según el gusto del cliente". El aviso apunta, indudable­mente, a los hombres de mar que se renuevan constantemente en las cer­canías portuarias y prostibularias.
De ahí el anuncio de que "On parle trancáis. Si parla italiano y We speak englis. Open all day an all nigh long. Houvert de jour est nuit sába­dos y domingos (sic). Cióse to the second gate. First class of drmk. beer on draught, big music instrumet. Man spricht deutsch. U. vlaamsch mo-ney exchan'ge. Skins and furs sold here" y otras cosas por el estilo como "Det Bekven meligkeder god kost og logi for so'folk. Lokale for officiere. Stort music instrument. Huder og skind seelges".
No contento con el aviso que aparece en última página, Duchein co­mienza a publicar un suelto debajo del grabado con La Montañita, que di­ce así:

AUX FRANCAIS ET ANGLAIS, OFFICIERS ET MARINS.
"Tous les cafés et Bars qui sont setués dans les Rúes: Rivadavia, Balcarce
et Güemes sont des endroits ou Ton exploite odiensement les officiers et
marins des bateaux étrangers touchant notre port.
Nous recommandons a ees officiers et marins le "Boxing Bar" Boulevard
Oroño 35 al 49 on ils trouveront les meilleures marques de Boissons
étrangeres a des prix trismoderés.
Le Bar offre gratuitement: Ring pour amateurs de Box et Lutte Romaine ainsi que tous les appareils necessaire pour les sports".
Este suelto no debe entusiasmar mucho que digamos a la competencia, ya que se hace alusión a ella en forma insidiosa. Pero, en primer lugar, los otros no tienen periódico, ni tampoco ganas de enfrentar a Duchein. ¿Pa­ra que, si trabajo hay de sobra?. Bares, cafés, restaurantes, boliches, fon­das y bodegones apenas si alcanzan para atender la gigantesca población marinera que arriba al puerto de Rosario procedente de barcos en los que ondean las banderas de todos los países del mundo. Son los años de las vacas gordas, durante los cuales nuestra ciudad se ha convertido en el gra­nero del mundo.
Pero, volvamos a La Montaña Rosarina. Antecesor de La Reacción, tiene dos páginas y media de avisos, figurando entre los mas curiosos uno' que reza, a una columna:

"Mercado Modelo. Los puestos que venden mejor carne son los núms.. 40 V 41, los primeros entrando por Boul. Oroño. Carne flor, peso justo per­sonal culto y sano, usando su blusa de acuerdo a las ordenanzas municipales.”

Otro aviso que aparece invariablemente es el que anuncia que el director del diario representa "varias casas de la Capital Federal, pudiendo in-sobre el éxito de sus actividades y propaganda, los señores Houdis . Maipú 455, Buenos Aires". No conforme con esto, La Montaña Rosarina expresa en otra reclame que "la dirección de este diario, para el ex­servicio de los suscriptores y sus familias, ha establecido una oficina de compras e informes la cual atenderá inmediatamente cualquier encargo que se le  haga, para la adquisición de ropa, muebles y mercaderías, cobrar comisión alguna. También contestará toda consulta que se le haga relacionada con asuntos de derecho, tramitaciones judiciales y prácticas del  comercio e industria".
El polifacético Pascual Duchein, es representante, además, de los cigarrillos egipcios marca BIS, se especializa en conseguir "música para bailes, pic nics, fiestas, etc.", y es personero del Ungüento Mentol de Davis, "para cortaduras, rasguños, picazón y jaqueca". La influencia que ejerce Duchein,  por lo menos en el barrio, es tanta, que no tarde en aparecer en Oroño 33 una "Peluquería y Perfumería Higiénica", cuyo dueño, Datto, la ha bautizado "Centro Rosarino de Cultura Física". –
A partir del 22 de diciembre de 1921, fecha de fundación de La Reac­ia nacerse una compulsa en el kaleidoscopio de la picaresca ciudadana sobre el periódico que observa mas falencias en la autoridad pública el comportamiento del común de las gentes, seguramente figuraría el  nuevo órgano periodístico de los Duchein casi al tope de la estadística  al azar ejemplares del año 1927 -seis años después-, vemos a tónica no ha cambiado un ápice. Asi, en la edición del domingo enero de ese año, bajo el título "Por Fin.'"', el semanario se autocongratura por la reciente campaña periodística que determinara como momentáneo el cierre de "los clandestinos que con alarmante oían instalado descaradamente por todos los rincones y centro de la ciudad". Denuncia también La Reacción las actividades de "un individuo que -dice-, buen ejercedor de tenazas y pinzetas, tiene instalado ■ de sacamuelas, con chapa y otros utensilios en la calle San Lorenzo”
El relato que sigue, entera a los lectores de como el dentista oferta ex­pones por un peso y luego de conseguir al paciente, se las arregla para a extracción a 5 ó 10 pesitos "después de haberlo hecho pasar al consultorio y casi atarlo al sillón peluqueril". Según el diario de los Duchein "este modernísimo modo de proceder del galeno dental, ha ya tantas víctimas, que hasta nuestra casa muchas de ellas se nos presentado en son de justa y airada protesta por el engaño premedita­ban sido objeto".
Pero, donde el afán denunciador y chismográfico encuentra cauce pro-> en actividades como las de

Una pensión que se las trae
"En la calle San Luis 946, hay una casa de p ... de pu ... de pensión, va­mos hombre! no nos salía la buena palabra y casi pronunciábamos una que hubiera sido el verdadero calificativo de la tal casa que quiere hacerse pasar por "de comidas" y que más bien nos ha resultado "de dormidas . Y bien en ella, según denuncias, se juega a todo, es una timba desnuda, luego los pocos que allí se hospedan y son decentes, porque también los hay, viven molestos y en continuas quejas debido al elemento amoral que concurre.
Fatti El Cato, propietario de esta casa, vive encantado de haber naciado. "El danaro gentra, gentra -dice a su consorte que, por supuesto, debe ser tan Gata como el- la quente puede hablare lo ca quiera, vasta que el comesario Muñoze ma deque trabacare, ma ríi de todos los pescaditese di colore..." ¿Que le parece, señor comisario de la sección primera?.
Que el fuerte de La Reacción es clamar por clausuras, además de per­seguir brujas, curanderas, adivinas y usureros, como veremos mas adelan­te, lo demuestra en el mismo ejemplar el siguiente suelto escrito contra un cafe de camareras del barrio Pichincha.
¡DEBE CLAUSURARSE!
Tome nota el doctor Plgnetto, el Consejo de Higiene, la Inspección Gene­ral o quienes correspondan.
" ¡Deben clausurarse, decimos y nos sobra razón y motivos para así exi­girlo de quienes están obligados a velar por la moral, por la higiene y por las ordenanzas y leyes comunales! .. .
Debe clausurarse y este es el local que ocupa un inmundo café de camare­ras sito en la calle Pichincha esquina Jujuy llamado antes Gato Negro y hoy Espléndido.
En este antro de corrupción la más simples ordenanzas están vejadas con crudo escarnio. El rectángulo que forma la covacha está repleto de mu­grientas mesas, amontonadas y atendidas por mujeres que rivalizan en mugre y falta de toda higiene con el cajón que sirve de mostrador y el al­tar donde rasca su puchero diario una murga desentonada. Los vasos, tazas y demás utensilios, sucios y viejos, pasan de un cliente a otro sin conocer las caricias de un mero lavaje, transportando e inyectan­do en ese viajar continuo de boca en boca, las plagas más horribles de to­das las enfermedades que ya en este triste barrio flotan en abundancia hasta en el eterio.
En el fondo del nauseabundo covachón, se ha levantado un reducido ta­blado, cubierto apenas por remendadas colchas, donde, pobres paseantes del hambre y la miseria, suben a berrear o lucir las pobrezas de sus inge­nios, con tal de conseguir los cobres reducidos para unos garbanzos aun­que para ello expongan sus vidas, ya explotadas por los malandrines que figuran como dueños del ridículo "Espléndido".
No podemos concebir como la Inspección General o la Intendencia ha permitido que ese café, se abriera y funcione estando erv completa deso­bediencia con las leyes vigentes. Y menos aún, cuando, vemos a diario las exigencias que imponen a los teatros, cines y salas de espectáculos ha­ciéndoles cumplir ordenanzas en vigor. Nos extraña en realidad esta duali­dad de criterio, que tira a cierto acomodo premeditado y non santol Es necesario repetimos, que el doctor Pignetto, el Consejo de Higiene, la inspección General o quienes correspondan, procedan a clausurar el in­mundo covachón, sito en la calle Pichincha esquina Jujuy, por la simple razón de que su existencia es un atentado a la higiene, que ruboriza hasta a los mismos comercios que lo rodean “.

Por si todo lo escrito no bastara para caracterizar ámbitos y personajes de dudosa conducta. La Reacción arremete en la misma edición del 16 de contra la instalación del París Hotel, casa de atas que se mantendrá en funciones hasta mediados de la década del 70. (2)

NOTAS
1            La Capital. 28.4.1926.
2            El "París" se comenzaría a demoler cincuenta años después, en agosto de 1977.


Fuente; Extraído de Libro “El Rosario de Satanas” Autor Héctor Nicolás Zinni. Tomo I Editorial Fundación Ross. 3ra. Edición 2000