"Nuestro país gozaba, hasta hace poco tiempo, del
triste privilegio de ser uno de los mercados más atrayentes para la colocación de
mujeres. Ahora, las cosas han cambiado, pero en esto, como en todo el comercio,
ha seguido una evolución muy conocida: la industria nacional
ha ido reduciendo la
introducción de mercadería extranjera. Se cuenta hoy con
elemento propio; hasta el tenebroso extranjero ha tenido que aceptar la Intromisión del
explotador nativo, el cual, incapaz de organizar la industria, solo se
reduce a proporcionar mercadería o explotarla por su cuenta un forma
clandestina y en menor escala.
Congreso,
conferencias/leyes, ordenanzas; de todo sin embargo hemos tañido y tenemos en
nuestra ciudad para localizar un tanto el fenómeno, caída dos manzanas cuenta
con un lenocinio donde por lo general existe Una mujer cautiva extranjera o
argentina, sin contar la
cantidad que al atardecer pone en circulación, por lo general
menores.
Sólo en los
casos en que una de esas mujeres, desafiando brutales dominios o encierros
absolutos, llega hasta la
policía, ésta parece enterarse de lo que ocurre o se siente
autorizada para intervenir. Se sabe, sin embargo, de la existencia de
inspectores, pero todavía no se ha dado el caso
de que por parte de esos funcionarios se haya llegado a esclarecer o
conocer una de esas miles de tragedias bárbaras que se producen en comercio de
esclavas.
¿Qué es lo que
ocurre?. ¿Es que estamos frente a maffias tan poderosas como para que no haya autoridad capaz de poder con
ellas?. ¿Por dónde y cómo entran al país esas miles de mujeres que no pueden
ser una Inmigración deseable?. ¿Con qué curiosos documentos sus explotadores
salvan las interdicciones a que deben estar sujetas?. ¿Quién se ocupa de las
miles de jovencitas argentinas que, año por año, son sacrificadas al terrible e
insaciable?. ¿Es que todo eso no es un lugar común para los funcionarios policiales y para todo el
mundo?.
¿Ese llamado desesperado que de cuando en cuando, a través de la crónica policial
se advierte, no es lo bastante elocuente para afirmar que hay todos un mar de
almas cautivas, bajo esos muros tan extrañamente insalvables de los
lenocinios?. Si es verdad que la
mayor parte de los delincuentes – se encuentran por miles y
miles—, viven de la
explotación de mujeres y que por lo general éstas viven
sometidas por el terror, ¿cómo es posible que
por día aumente la industria tenebrosa?
¿ Es que el
simple hecho del pago de una patente debe justificarse con
asegurarse una
fuente de recursos a costa de la
salud moral del país?. ¿Es posible que las famosas
asociaciones internacionales hayan llegado a formar en el país sus escuadrones
d« intermediarios para la
explotación también del elemento nativo?.
Puédese
convenir en que hay problemas de difícil solución, especialmente en países
como el nuestro, donde la
inmigración de hombres de trabajo ha sido permitida en
exceso, sin advertir otras complicaciones desgraciadas, provocando un
desequilibrio que ahora se agrava con la
reducción de matrimonios; pero es hora de atender el
fenómeno ante el cual estamos".5
Con todo, no
vaya a pensar el lector que La Reacción es
indiferente a manifestaciones progresistas de otro tipo. No. Ahí está, para
corroborar el aserto, el ejemplar del 3 de abril en el que se destaca el ensayo
de una nueva juntadora de maíz y deschaladora que, puesta a funcionar en el
campo que el señor Juan Fuentes ha cedido para la prueba (La Salada. Ferrocarril
Central Córdoba, actual Belgrano), ha dado resultados positivos.
"El
mecanismo que motiva esta crónica —dice La Reacción- se encuentra montado
sobre dos ruedas de un metro y sesenta centímetros de alto. El ancho es de un
metro y sesenta centímetros y el largo de siete metros. Funciona mediante un
pequeño tractor Fordson que también la arrastra, conectado en la máquina por medio de
un eje giratorio que acciona con el concurso de engranajes. Cabe esperar
—anhela el cronista—, que el tractor pueda moverse sin funcionar la máquina . . .". Dos
grabados a tres y cuatro columnas muestran una vista de la juntadora y también la máquina en actividad,
con el tractor. A un costado de la
maquinaria, su inventor, señor José Carbó.
No obstante, el 10 de abril
encuéntranse motivos mas altisonantes para atraer la atención del público.
Esta vez son las bondades de UNA BUENA RAZZIA POLICIAL
Y todo, ¿por
qué?. Porque…
Notas
5
La Reacción. No 2003, 27 de marzo 1927.
6 La Reacción. No 2006, 10 de abril 1927.
Fuente; Extraído de Libro “El
Rosario de Satanas” Autor Héctor Nicolás Zinni. Tomo I Editorial Fundación
Ross. 3ra. Edición 2000