Escudo de la ciudad

Escudo de la ciudad
El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

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jueves, 28 de julio de 2016

Pasaje al Barrio Saladillo: Cómo era viajar hacia allí en Tranvía, en 1911, según la Revista "Monos y Monadas"



  "¿Han ido ustedes al Saladillo? Pues bien, un paseo a esos hermosos sitios es algo delicioso. El N° 8 corre, corre pesadamente. ¡Es claro!

     No se sabe si lo que pesa más son los pasajeros o los despojos, detritus, polvo, cáscaras, etcétera, etcétera... Pero eso no es nada. Se toma el tranvía a las 4 p.m. Ha llovido la semana última. En algunos sitios del tránsito hay pantanos. Es una una familia entera que quiere bajar. Se contravienen las ordenanzas. Se para a mitad de la cuadra y lo que es más desolador, la pobre familia desciende del tranvía al barro. Se protesta. Es inútil. En fin: como la pileta está cerca...

     Son las 7 a.m. ¡3 horas de viaje de Rosario al Saladillo! Cómo que ha habido empalmes, cambios de tranvías, dos o tres veces, etcétera. ¡Oh, qué delicioso es un viaje al Saladillo!".

Extractado de la Revista "Monos y Monadas" -

 3 de diciembre de 1911, por


 Julio C. Zalazar.

miércoles, 27 de julio de 2016

El "Tranway" a los Baños del Saladillo



Para hablar de este tema debemos re­montarnos al año 1887 cuando don Manuel Arijón inicia los trámites ante el Consejo Deliberante de Rosario para la instalación de un servicio de "Tranways" al Saladillo. En marzo de 1888, se efectúa la firma del convenio para la instalación de una línea de tranvías a caballos conocida en aquellos años como "Tranway del Saladillo", esta línea partía desde la plaza López, tomaba por calle Comer­cio (hoy Laprida), Cochabamba, hasta el Puerto Plaza, parando en el "Café y Restaurant de Los Baños" (frente a las piletas).

El motivo por el cual Arijón se vio en la necesidad de instalar este servicio de transporte fue por la gran afluen­cia de público a los "Baños del Sala­dillo", inaugurados el 1° de noviembre de 1885 y también la construcción de viviendas estivales en su propiedad, a las que llamó "Aldea Saladillo" y que la "clase alta" rosarina utilizaba para pasar los meses de verano. El otro motivo fue también que no al­canzaba con el servicio que prestaban las galeras que partían desde el almacén "El pobre diablo" (San Luis entre San Martin y la cortada Barón de Mauá) o los viajes que hacia el vapor "La Abeja", trayendo gente al Saladillo. En un principio el servicio fue "combi­nado", ya que los coches llegaban hasta el viejo matadero Municipal (Berutti y Saavedra) y desde allí se continuaba con carruajes que cobraban precios módicos.
  1. Las reglamentaciones para la pres­tación de este servicio estipulaban lo siguiente El postillón (conductor), debía anun­ciar el paso del coche, por medio de un toque de corneta.
  2. Los caballos debían llevar cascabeles.
  3. Por las noches los coches debían cir­cular iluminados, con el fin de preve­nir accidentes callejeros.


Los días domingos y feriados durante el verano, el viaje se realizaba en las llamadas "jardineras", que tenían en la parte exterior un estribo a todo lo largo de la carrocería, por donde caminaba el mayoral para cobrar los boletos. Te­nían por asiento un banco doble con respaldo, dándose la espalda los pa­sajeros entre sí. Para preservarlos del sol, llevaban cortinas que pendían del techo hasta el nivel del asiento. A partir del fallecimiento de don Ma­nuel Arijón y de la posterior venta de sus campos (por parte de sus herederos) a la "Sociedad Anónima El Saladillo" la posibilidad de ventas del loteo y el afincamiento de las familias en el nue­vo barrio, dependía de la instalación de un servicio de tranvías eléctricos. Durante la intendencia de Santiago Pinasco (1905) se realizó la licitación para proveer a la ciudad del nuevo transporte, siendo favorecida la "Em­presa general de tranvias eléctricos de Rosario" de origen belga. A partir de la ampliación de la red eléc­trica en 1908, la empresa inauguró la línea 8, cuyo recorrido era: San Loren­zo, Entre Ríos, Virasoro, San Martín, avenida Arijón, Saladillo, detenién­dose unas cuadras antes del balnea­rio, por la imposibilidad de cruzar el viejo puente no soportaba el paso de los coches eléctricos. Fue necesario entonces, la construc­ción de un nuevo puente, llevándose a cabo la obra en 1910, firmán­dose además un convenio en­tre la Sociedad Anónima El Saladillo y la empresa para la modificación del recorrido, estableciéndose que el regre­so debía hacerse por avenida del Rosario, Amberes (hoy Malaponte), Petrópolis (hoy Bustamante), Andes, avenida Arijón, San Martín, al centro. La obra fue totalmente finan­ciada por la Sociedad Anóni­ma El Saladillo, y el diseño así como la ejecución fueron rea­lizados por el ingeniero Rafael María Gutiérrez. El servicio de esta línea fue calificado por muchos años de malo, hasta que comenzó a regularizarse con la instalación de una usina eléctrica suplementaria y la electrificación del alumbrado público. Hay que recordar que aquellos primitivos "Tranways" implementados por Arijón circulaban alumbrados con faroles a kerosén. Pero, volviendo al tranvía eléctrico diremos que en aquellos años era muy común que los coches circularan con acoplados para poder transportar ma­yor cantidad de pasajeros. Además como cuerpo del atropellado sin que éste quedara bajo las ruedas. En el año 1930, la municipalidad le exijió a la empresa que retire las vías centrales por avenida San Martín y las ubique en los laterales de la calzada. Esto motivó el retiro de la línea 8, ale­gando la empresa razones económicas, dejando al barrio Saladillo sin trans­porte tranviario.

En 1933 siendo intendente Esteban N Morcillo que era un vecino del Sala dillo (su mansión estaba ubicada e avenida Arijón frente a lo que es ahora la Casa de la Cultura Arijón) se era la "Empresa mixta de transporte d Rosario" con capitales municipales y privados, pasando a de pender de esta empresa el ser vicio de ómnibus y tranvías. Un año después, comenzaba las obras de ampliación del i corrido del tranvía 11 que lle­gaba en ese momento hasta el viejo matadero municipal. Así el 28 de diciembre de 1935 se inauguraba el servicio del "legendario" tranvía 11, cuyo recorrido era el siguente: Lu­cero y Diana (hoy avenida del Rosario y Lituania), Lucero. Castro Barros, Berutti, Ga-boto, Necochea, avenida Pellegrini, Alem, San Juan, Mi­tre. San Lorenzo, Paraguay, avenida Wheelwrignt hasta F.C.C.A. Vuelta: F.C.C.A, por: Corrientes, San­ta Fe, Sarmiento, Av. Pellegrini, Neco­chea, Gaboto, Berutti, Castro Barros, Arijón, Andes, Bustamante, Amberes (hoy Malaponte), Lucero hasta la es­quina de Lucero y Diana (hoy avenida del Rosario y Lituania)



*Historiador barrial



Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia y Región”. Fascículo Nº 125 . Diciembre de 2013.

martes, 26 de julio de 2016

EL SALADILLO

Por Melina Torres


En 1880 Don Manuel Arijón crea lo que sería la aldea Saladillo, un lugar donde las familias adineradas de la época


SANGRE, SUDOR Y LAGRIMAS



Envuelto en cientos de historias, el barrio donde los ricos descansaban y los inmigrantes trabajaban, vive gracias a la memoria activa de sus vecinos, que luchan cuerpo a cuerpo contra el Saladillo es un barrio con tantas historias que no alcanzarían las páginas de esta revista para contarlas. A finales de 1800, las fami­lias más adineradas de la ciudad eligie­ron esta zona para construir sus grandes casonas, pasar su tiempo libre y recrear­se. Las mansiones quedan como símbolo de la oligarquía argentina; soberbias se erigen con sus paredes altísimas e impe­cables. Pero también aquí mismo, más de 12 mil obreros de distintos lugares de Europa y Argentina construyeron sus casas, tallaron sus familias y trabajaron para obtener un futuro mejor, En 1950 moverse hacia el centro de la ciudad era impensable, no había necesi­dad tampoco. Saladillo tenía todo: las fondas de los griegos, los grandes alma­cenes de los españoles, sastrerías que importaban las más exquisitas telas del mundo, cine, bares por doquier y un paisaje arrogante que emulaba en peque­ña escala las cataratas del Iguazú. Por sus calles se escuchaban distintos idio­mas y muchos sueños se tejían olvidando un pasado de pobreza e incertidumbre. En el barrio se filmó una película, a él llegaron inmigrantes de toda Europa, Eva María Duarte de Perón inauguró un edificio frente a miles de personas que la aclamaban, en sus barrancas se fusiló en 1930 al primer desaparecido de la historia argentina (el anarquista catalán Joaquín Penina), se construyeron casas que hoy son analizadas por los estudian­tes de arquitectura y, lo más importante, se trenzaron mil y una historias que siguen vivas porque hay alguien encar­gado de contarlas. Alfredo Monzón es profesor de Electricidad en una escuela técnica de Saladillo, pero su pasión es ser historiador barrial; él es quien sabe fechas, anécdotas y datos que no figu­ran en ningún libro. Con la compañía de Alfredo, recorrió los lugares más emblemáticos de esta zona de la ciudad.

Barrio de inmigrantes

El Swift comenzó a funcionar en 1924, eso provocó una gran oleada inmigrato­ria. Es por esto que el barrio se forjó con inmigrantes.
En busca de trabajo, llegaron personas de distintas partes del país. Y escapando de la hambruna de la Europa desvastada por la guerra, también llegaron hombres y mujeres, mayormente de Rusia y Polonia.
En el Swift destinaban a los trabajadores según su lugar de origen: a las cámaras frías, donde se trabaja con temperaturas de 25 grados bajo cero, generalmente mandaban a los polacos, ucranianos y rusos porque estaban acostumbrados a esas temperaturas; a la gente del litoral, que era muy hábil en el manejo del cuchillo, la mandaban a la producción a la picada, a la playa o a la hacienda, porque eran excelentes jinetes.
En la zona de Avenida del Rosario hasta el Swift, se estableció la comunidad griega, que instauró sus fondas, donde comían los trabajadores cuando salían de trabajar del frigorífico.
La colectividad judía se caracterizó por tener sastrerías. Los mejores trajes se podían conseguir aquí, con un acabado digno de cualquier casa de "”haute couture". Y los españoles fueron los que impusieron el rito del almacén.
Los criollos se establecieron mayoritariamente en lo que en su momento fue el Bajo Saladillo.


Vamos de paseo

Residencia de Monsieur Your. Fue la morada del ingeniero francés que tuvo a su cargo el tendido y la construcción de las vías- desde la estación Villa Diego hasta el puerto de Rosario-, que se quedó tan enamorado del barrio que se construyó su mansión aquí.
El Esqueleto. El edificio fue bautizado por el saber popular como El Esqueleto, precisamente porque nunca vio su final y sólo quedó su armazón. Evita fue quien lo inauguró. Y se dejó de cons­truir, según rumores, porque hubo una desavenencia entre los dirigentes gremiales de esa época con el gobierno central y, como la construcción estaba solventada por la Fundación Eva Perón, se cortó el suministro de dinero.
Los balnearios del Saladillo. El que está actualmente es el tercer balneario. El primero fue construido por Manuel Arijón en 1885, y duró hasta 1937 cuando sus herederos se lo vendieron a la Municipali­dad, que lo demuele y en su lugar cons­truye el balneario "Roque Sáenz Peña", más conocido como la Rambla del Saladi­llo. La Rambla dura hasta el año 1977, cuando es demolida durante la gestión del intendente de facto Augusto Félix Cristiani. Estuvo abandonada durante años y, en 1992, se construye el actual balneario.
"Capo di tutti gli capí". Este barrio contiene la residencia en la que vivió Agata Galiffi, hija de Juan Galiffi, que manejó la mafia en la Argentina a nivel internacional. Don Juan Galiffi era el Al Capone nacio­nal, el alma mater de la mafia de Rosa­rio de los años '30. Apodado "”Chicho Grande", este siciliano llegó a la Argen­tina en 1910 imperio mafioso. Así, muchos de los grandes hampones de la historia eligie­ron Saladillo para asentarse.
Esta casa tiene la particularidad de tener un sótano y, debajo de él, cuatro sótanos más con túneles que en aquellos tiempos servían para escapar de la policía.

Casa de Arijón. En 1880 Don Manuel Arijón crea lo que sería la aldea SaladiLlo, un lugar donde las familias adinera­das de La época venían a veranear. En un principio había seis mansiones y hoy sólo queda una en pie: la suya. Entre otras extravagancias, la casa cuenta con miradores que las familias utilizaban como lugar de recreación; mientras tomaban el te, miraban el paisaje del río y de las quebradas de Saladillo. En 1930, la familia Cassarino, al no poder seguir solventando los gastos, donó la mansión al gobierno provincial, que la declaró patrimonio histórico cultural de la ciudad.

El corazón del barrio

Avenida del Rosario y Lituania es la médula del Barrio Saladillo, escenario que presenciaba el agitarse de los cora­zones de las mujeres cuando se estrena­ba alguna película de Hugo Del Carril en el Cine Diana. Cine que fue construido por dos inmigrantes de origen judío (Aaron Braun y Salomón Linde),  instalaron una fábrica de soda y amasa­ron una inmensa fortuna; tal es así que muchas de las grandes propiedades de Saladillo les pertenecían. El cine se inauguró el 12 de mayo de 1943 con la proyección de "La guerra gaucha", protagonizada por Enrique Muirlo, Esto ante todo", con Tyrone Power. El cine, no fue la excepción en tiempos de derrumbes y su pantalla se apagó en 1972. Pasaron 32 años y volvió a la vida de la mano de la Asociación Cultural Amigos del Barrio Saladillo, aquellos vecinos que pasaron sus "mejores momentos" en este lugar.
Cuando terminaba la proyección, la gente se cruzaba al Piave (que inicialmente fue una tienda, construida en 1932 por un inmigrante sirio-libanés llamado Manuel Gull, y en el año 1940 lo compra un tal Mario Chiess y lo convierte en café billares). La vida social y cultural transcurría aquí y en las fondas de los griegos; los obreros pasaban a tomarse una caña cuando salían del frigorífico.
Entre el Piave y el Diana se encuentra el monumento a Eva Perón, más conocido como "”la mandarina" (aunque actual­mente no guarde semejanza con el citrus). Los opositores al justicialismo lo denominaron así porque las capas que rodeaban al busto de Eva Perón tenían un parecido a los gajos de la fruta. Su construcción data del año 1952 y ningún obrero del Swift se opuso cuando el sindicato propuso descontar un día de jornal para erigir un monumento a la protectora de los descamisados.
Como símbolo de la desgracia que envol­vería al país, durante la dictadura vola­ron el busto, quedando únicamente los "gajos" como testigos de lo que fue en su momento. En el año 1992 se cons­truyó un monumento y se quitaron los gajos. La estatua tiene 2,30 de altura, pesa 350 kilos y tiene un anclaje espe­cial que solamente con una topadora la pueden sacar.
Algunos dicen que todo tiempo pasado fue mejor, pero otros miran esperanzados hacia el futuro. Saladillo tiene su historia y hay quienes se empecinan en que esta no muera en las paredes sino que camine de voz en voz. Pero  hay quienes, como los vecinos del Cinc Diana, no dan el brazo a torcer y pelean cuerpo a cuerpo contra el olvido.

La colectividad judía se caracterizó por tener sastrerías. Los mejores trajes se podían conseguir aquí, con un acabado digno de cualquier casa de "haute couture"
En el barrio se filmó una película, a él llegaron inmigrantes de toda Europa, Eva María Duarte de Perón inauguró un edificio frente a miles de personas




FUENTE: Extraído de la Revista de Cablehogar N.º 115 de Octubre 2007.-

lunes, 25 de julio de 2016

PUEBLITO NUEVO

Por Héctor N . Zinni
En el departamento Rosario, sobre la margen derecha del arroyo Saladillo comienza a formarse, con motivo de la urbanización originada por la instalación del frigorífico Swift, un barrio de la localidad de Villa Gobernador Gálvez llamado Pueblo Nuevo. Al cierre de Pichincha, toda la zona referida es de pintoresca característica rural. Dirá el poeta de Rosario Emilio Ortiz Grogneti (1), describiendo con justeza lo que eran y aún resultan ser muchos pueblos de la provincia de Santa Fe.
Yo te vi nacer pueblito, de la noche a la mañana
como un hongo que se expande en las horas muy tempranas.
Rodeado de pasto fuerte, de pampas, de vizcacheras
pintó la gente espejismos de emociones lisonjeras.
Orillando rieles nuevos, el molino, el galpón
los bretes para la hacienda, corrales y la estación:
A la plaza enfrentan todos los negocios principales
y de preferencia aquellos con carácter de oficiales.

"—Llegar a los prostíbulos de Pueblo Nuevo era toda una aventura. Había que pasar un puentecito muy frágil que se movía todo. Oscuro como boca de lobo. Daba miedo cruzar por el puentecito porque a uno le parecía que se caía al riacho. Iban taxis hasta aquellos lugares cobrando veinte centavos por cabeza con cinco, seis y siete personas amontonadas".(2)

También otra población rural cercana a Rosario recibe y ampara e éxodo prostibulario, se trata de Arroyo Seco.

Allí la comisaría, aquí el juzgado de paz,
en la esquina la farmacia, la escuelita más allá.
Aislada, mirando al norte, la gran barraca alemana
que acapara lo que puede en cueros, cerdas y lanas.
En el espacioso patio los baños de la curtiembre
y una colina de huesos para embarcar en setiembre.
En la plaza de paraísos con alfalfa en sus canteras
por ser del juez predilecta, pace sola una tapera.
"—Las primeras casas que pusieron en Arroyo Seco eran de un tal Lacovara, que también tuvo prostíbulos en Santa Fe, y de un tal Tito...
Tito Gorostondo?
Si. Gorostondo. Una vez visité el prostíbulo de él, siendo yo muchacho Había una mujer que andaba de filo conmigo. Entonces la mujer se quedó más del tiempo . . . una hora. Viene la madama, golpea. De pronto me di ce que un señor quería hablar conmigo. Era Gorostondo, que me dice "Vea che . . ., le voy a pedir un favor. . . ¡Déjese de macanas porque es mujer es de afuera! . . Si usted la quiere, me da trescientos pesos y yo digo que un día de salida se fugó. Pero luego se la va a tener que arreglar...si la quiere". Yo le dije que no. Así conocí a Tito personalmente. A Lacovara lo conocí también, fuimos amigos, posteriormente lo perdí de vista, no se si está vivo. §upo vivir por la calle Garay, después de pasar muchos años en Santa Fe".(·3)

En cuanto se instalan los prostíbulos en Pueblo Nuevo, aparece un personaje característico llamado a cubrirse de renombre. Se trata de Pata Lisa, quien no es matón, ni pendenciero, ni tenebroso y si algo podría haber tenido de cada cosa, ahora está decidido a ganarse la vida honradamente en aquella región aledaña a Rosario donde
En la laguna del bajo, anidan en los esteros
gaviotas, bandurrias, chorlos y están alertas los teros.
El paisaje circundante no puede ser más sencillo,
en tres hornos diferentes se están quemando ladrillos.
La casa de la maestra luce una blanca cortina
y en el ángulo del patio, toda en flor una glicina.
Es la hora tan ansiada, está por llegar el tren
corren, saludos, voces, en el reducido andén.
"—Hablamos algo de Pata Lisa ya?
No, no. Diga nomás.
Bueno. León Alsina, alias Pata Lisa fue uno de los que tenía la parrilla en Pueblo Nuevo, donde había, después que se terminó Pichincha, dos prostíbulos uno de cuyos dueños era Tito Gorostondo, que creo está en Buenos Aires, no se
Pero . . .ahí había un dueño que era un ruso
¿Ahíen Pueblo Nuevo?..
Uno gordo, grandote.
Eso no recuerdo. Pero Pata Lisa tenía la parrilla ahí. Después que se cerraron los prostíbulos también allí puso una especie de pompas fúnebres. Antes de eso tenía un auto especial con la cabida abajo para los cajones de los cadáveres, que así trasladaba para no pagar derechos . . - La pompa fúnebre la instaló después, en la calle Ovidio Lagos pasando 27 de Febrero. Ahí hizo mucha plata y más tarde se corrió a la calle Córdoba y Provincias Unidas que es donde está en la actualidad.
Vive todavía este hombre?
El vive. Casualmente lo vi el otro día. Está operado de un pulmón también . - . Ese hombre por los años 28 al 30 tuvo un accidente donde le quedó la cara marcada. También tuvo la desgracia de que cuando vivía en la calle Güemes entre las de Pueyrredón y Rodríguez, junto con la madre y las hermanas, fue atacado de peste bubónica y colocaron el cordón ese, y la madre no lo dejó salir, no lo dejó sacar, mejor dicho, por la autoridad. A raíz de esto ese muchacho se salvó.
Fue taximetrista también?
Si. Trabajó muchos años en Rosario Norte. .. (4)

El almacén de Pulpiñez es también posada y fonda
tiene billar de casín y alegre mesa redonda.
Hace la panadería un diario de buena venta
aunque a veces la clientela está atrasada en la cuenta.
Trabajan también de firme, herrero, talabartero,
y sólo suele quejarse el maestro peluquero
pues quieren sus parroquianos, y aquí el hombre pone un terno,
al empezar de los fríos andar con pelo de invierno.

"—Cuántos prostíbulos había en Pueblo Nuevo?.
Tres. Uno era de Tito, otro era de Castagnino y el otro de Víctor Lacovara. La casa más grande era El Internacional.
Las mujeres que trabajaban allí, ¿eran casi todas las que no podían ejercer la profesión debido al cierre de Pichincha?
Claro, claro.. ., algunas también fueron al otro prostíbulo que había en Paganini, ¿sabe?.
Cuántas mujeres trabajaban allí?
¿En Pueblo Nuevo?, ciento cincuenta, doscientas.
Para tres prostíbulos solos, eran unas cuantas, ¿no?.
Eso era entre semana . .. En sábado y domingo podía doblarse tranquilamente esa cantidad.
Y trabajaban a lata también allí?
Todo por ficha; no lata, ficha . . . No ponga lata: ficha.
Cómo era el pasaje por el puente? ¿Se cayó alguien?
En Pueblo Nuevo los taxis hacían un trasbordo donde llegaba el tranvía . . . le cobraban diez centavos primero y veinte después. Cuando llovía, los autos iban por el frigorífico y cuando el camino estaba bueno iban por el Este, por el puentecito ... pero nunca se cayó nadie del puente.
Que fue lo que más le impactó en Pueblo Nuevo?
La muerte de Fiorazzo. Cotocho fue quien trajo a Fiorazzo a Sunchales. Fiorazzo trabajaba con su auto, se ganaba el mango y alternaba con la barra de chauffeurs. Que no era una barra en sí.. . sino que estaban mancomunados por compañerismo.
Claro, eran todos del mismo gremio...
Por eso le digo que no era una barra donde uno se aleja del otro . . . no, no . . . porque el que era enemigo de otro, ahí no podía estar, ¿me comprende?
Si, perfectamente.
Bueno, cuando se abrió Pueblo Nuevo, el finado Fiorazzo tuvo problemas con Tito Gorostondo que era dueño de un prostíbulo allí. Al salir de la parrilla que tenía yo, Fiorazzo se cruzó enfrente donde estaba el Cafe del Negro Luis y al entrar, un amigo de Tito Gorostondo, sin discutir ni nada, sacó el revólver y le pegó un tiro en la frente. Se veía la cola de la bala en la frente de Fiorazzo, y uno de los muchachos quería sacarle la bala tirando para afuera de la cola.
No hubo caso...?
No. El hombre falleció ahí mismo. A Fiorazzo lo querían porque no era malevo, era correcto. Se hacía respetar como todo hombre. Flaco, narigón . . . Fiorazzo era simpático y sabía poner las cosas en su lugar. Si iban a verlo para consultarle acerca de alguna enemistad el trataba de amigar a los muchachos. .(6)

En un sulky de capota va raudo el recibidor,
la barba de cinco días y en el cinto un calador.
Lejos, el campito santo que enmarcan tapias oscuras
y unas cabritas triscando yerbas en las sepulturas.
Con palenques en la puerta, en un lugar apartado
está una casa dudosa con un farol colorado.
El corredor de seguros se despide muy atento
y el mixto soltando frenos arranca pesado y lento.

"—Una vez aparece un hombre gordito buscando a Pata Lisa, que era yo, pensando que era un inválido. Claro, cuando me vio . . . se llevó una sorpresa porque yo no soy lisiado, ni nada. Aquel hombre era un periodista famoso que después vino unas cuantas veces.
Se acuerda cómo se llamaba?
Espérese . . . estaba en la radio también ... Soiza Reilly.
Juan José de Soiza RelIly?
El mismo. ¡Vea quien buscaba a Pata Lisa!"(7)

Bolsas de correspondencia con algunas encomiendas
implementos de labranza, un cajón para la tienda…
Han llegado las mocitas que visitan la estación t
ornando por el sendero paliduchas de emoción.
En el breack de sus andanzas por causa de un espumante
el simpático Bachicha se ha dormido en el pescante.
Y el capataz caminero que trabaja en la sección
mientras carga la cachimba hace engrasar la Champión.

"—Había otra parrilla en Pueblo Nuevo?.
Si, la del gringo Natalio que era, más o menos, tan nombrada como la mía...
Cómo fue que usted se instaló allí?
Yo, antes de poner la parrilla era chauffeur de taxi. Una vez se hizo cliente mío el ingeniero que construyó El Internacional en Pueblo Nuevo. Casi siempre íbamos y, aparte de hacer un viaje lindo, nos hicimos buenos amigos. También llevaba yo otros profesionales amigos del ingeniero y me distinguían, porque siempre buscaban conductores que no fueran a comprometerlos y todo eso. El que hizo El Internacional era un tal Rizzo... Gregorio Rizzo. Por medio de ese Rizzo yo compré el terreno de lo parrilla.
El se lo vendió?
No. El me buscó con el auto cuando se remataron esos terrenos. Me dijo: "Venga, León, que vamos a ira ver esos terrenos.. ."Y me hizo comprar también a mi. Insistió el hombre para que yo comprara, y después me dijo: "¿Usted sabe sentarse a comer en algún lado?. Bueno, ¿por que no pone una parrilla aquí?. Váyase allá, al corralón y saque los materiales que necesite. Váyase a Paniagua, en la calle Córdoba que elle va a dar ro-do lo que precise para la construcción, a pagar como pueda.
Un buen gesto.
Si, y además me dijo: "Usted saque sin firmar nada, diga que va de parte de don Gregorio y le van a dar. - ." Y don Gregorio se hacía responsable de que yo iba a pagar. Y así fue, como puse la parrilla. Después puse unos comedores en Ovidio Lagos y Amenábar, vino el tiempo de la guerra
y me fundí. Entonces volví al gremio de taximetristas y empecé a llevar los muertos en el baúl del automóvil
Y empezó a salir adelante
Si, pero me explotaban las cocherías y a mi no me gustaba. Fue cuando se me ocurrió lo de la ambulancia. Me dije: "Si llevo muertos, con más razón voy a llevar vivos enfermos. Y al llevar enfermos, también consigo los muertos..."
Se ve que usted siempre ha tenido espíritu de progreso..
Con la ambulancia me paré. Y soy uno de los pocos que sobrevive a aquella época, que ha sabido abrirse camino. Otros, pobrecitos -….(8)

Se avizora un humo largo por el rumbo del poniente
debe ser la trilladora que está cambiando de cliente.
El que vino a entregar trigo cumplió ya con sus encargos
que no se ha llegado al pueblo van para tres meses largos.
Cantando vuelve a su chacra en la tarde que declina
con vino en la damajuana y la gran bolsa de harina.
Lleva para la patrona lindo pañuelo floreado
y para el la reja nueva que ha de cambiar al arado.
"—¿En que año nació usted?
En 1901.
¿Había algún conjunto musical allí?. ¿Sabía haber músicos?
Si, yo tenía músicos, pero no eran de fama. Estaba el pianista Panchito que tocaba en la parrilla y un día murió ahogado. Era muy enamorado de los hombres, era puto Panchito.
Usted tenía entonces un escenario con piano en la parrilla?.
Si, claro. El piano armaba el conjunto, los otros rascabuches venían a tocar después. Este Panchito era nombrado porque era un muchachito que tocaba muy lindo el piano, era un buen pianista, sino que este muchacho no triunfó porque no hubo quien le diera un empujón. Bueno, lo empujaban, pero no para donde tenía que ser".(8)

Y llegándose la noche para gusto popular
las lechuzas agoreras han comenzado a chistar.
Una banda de gitanos ha emplazado campamento
y aquí están sus carromatos con el oso y el jumento.
Ya de noche y fatigadas al resplandor de fogatas
tañen sus músicas simples de sugerencias tan gratas
y quizá mañana mismo en este sitio no estén
otros como ellos pasaron con su sino y su desdén.
Adiós, pueblito del campo, no se me borran tus huellas
apacible sea tu sueño al fulgor de las estrellas..
NOTAS
1 Emilio Ortiz Grognet. Biog. N. en Rosario el 17 de agosto de 1879; m. en la misma ciudad el 15 de mayo de 1932. Cursó estudios en el Colegio Nacional
de Rosario e inició la carrera de derecho en la Universidad Nacional de Buenos Aires, los que abandonó para dedicarse a la literatura. Formó parte de la redacción del diario El Tiempo y en 1901 fue premiada su novela Susana. Ese año publicó El salón de Apolo, ensayo cómico lírico en un acto y tres cuadros. Colaboró en la revista Preludios fundada por el rosarino Alfredo E. Bianchi y en 1904 estrenó su primera pieza teatral denominada En la sombra, comedia en un acto traducida al italiano para la compañía de Tina di Lorenzo, obra que editó en 1905. Enfermo de una grave dolencia, continuó produciendo distintas obras: El mejor tesoro, drama en un acto estrenado en el Teatro Nacional, de Buenos Aires, en 1907, año en que se publicó también como folleto; El Conjuro, drama en tres actos y versos, estrenado por la compañía Antonia Pellicer y Pedro Codina en 1909 y editado al año siguiente; Lunáticos, poema dramático; Hogar de antaño, comedia; La Nena, novela; Rayo del Cielo, comedia dramática, y otros escritos. La novela Susana fue reeditada en Rosario en octubre de 1918 por la revista quincenal La Novela Argentina. En Seis cantos a Rosario, edit. en Rosario (1949), se incluye su poema Canto a Rosario. En 1934, se editó en Rosario dedicado a su recuerdo: Cantó a su ciudad y cantó a España (16 págs.) y el mismo año, también en Rosario, apareció editado por la comisión de homenaje: Emilio Ortiz Grognet: "Fallecimiento, juicio de diarios y revistas; sepelio, discurso del doctor Lejarza; decreto minicipaJ" (32 págs.). En 1925 la librería Alvarez publicó Canto al Rosario, folleto (7 págs. y tapas). En El diario La Capital de 1.1.1930 aparece su poema Pueblito Nuevo. Wladimir C. Mikieievich. Diccionario de Rosario (en preparación).
213 Antonio Sciara, id.id.
4 Calixto Gallo, id.id.
5 Víctor Lacovara murió el 9.4.1978 en Santa Fe, a los 68 años, atropellado por un automóvil. V. El Litoral, 10 y 11.4.1978.
6/8 León Alsina (a) Pata Lisa, id.id.

Fuente: Extraído del Libro “ El Rosario de Satanas Tomo I . Editorial Fundación Ross.

lunes, 18 de julio de 2016

BAÑOS DEL SALADILLO



Por Héctor N. Zinni

Un aviso (¡oh, tempora!) promocionando los Baños del Saladillo, reza en la edición del 3 de noviembre de 1929: "Visite los Parques—Baños del Saladillo. La pileta de agua corriente más amplia e higiénica de Sud América, con 7.000 m2 de superficie el canal del arroyo Saladillo pasa por doce grandes filtros y por 36 bocas que arrojan 300.000 litros de agua por hora y cae en la pileta cuya agua se renueva totalmente dos veces por día". Y más abajo:
"Abierto de 5 a 24 horas.
Amplias casillas y salones para desvestirse.
Ropa y toalla para baño.
Ducha de agua dulce para después del baño.
Bar Flotante sobre la pileta a precios moderados y artículos legítimos.
Bar de Entrada bajo la arboleda y con vista a la pileta y entrada de bañis-
tas.
Buffet en el gran edificio del Hotel sito enfrente de los Baños, donde hay
un servicio especial para almuerzos, comidas, cenas, pic nics, banquetes,
romerías; fiestas, etc., etc.
Playa para autos, con surtidor de nafta y cuidador.
Todos estos servicios se hallan a cargo de la empresa.
Baltos. Telef. 192 - Arijón.
Buffet. Telef. 199 - Arijón".
Como remate, un sutil llamado con una no menos delicada disculpa por el aumento de precios, dice así: "Señoras. Señoritas. Señores. Participamos haber introducido en los Baños del Saladillo grandes mejoras en beneficio del público, que invitamos pase a conocer; así como también que nos hemos hecho cargo del Bar y Buffet donde podrán hallar todo lo que les apetezca después del baño, con seguridad de artículo noble, legítimo y a precios moderados. Los precios de los baños nos hemos visto obligados a aumentarlos un poco, debido a las pérdidas sufridas las temporadas pasadas y esperamos que Ud. nos sabrá comprender. Temporada del 12 de Octubre al 15 de Abril. Servicio especial de ómnibus letra 1 y Servicio de tranvías línea 8. Precios: Baños nocturnos, $ 1.50; diurnos, $ 1.00; menores y señoritas, $ 0.75; casilla a abonados, $ 0.50; galería, $ 0.25; Abonos con casilla $ 15.— Venta de trajes de baño y gorras—. 16
Si bien para nada se habla de la presencia del bañero, es indudable que los famosos Baños del Saladillo tuvieron —con o sin el guardavidas— su popularísimo momento de esplendor. Mucho mas alegre, por supuesto, que el esplendor del tristemente célebre Ortelis a quien abandonamos al final del capítulo anterior cuando disponían su traslado a Azul.
Mientras se efectúan las tramitaciones pertinentes, vuelve El Fantasma a la actualidad. En horas de la madrugada del 23 de agosto de 1928, Ortelis fragúa con otro penado un plan de evasión. Con su característica habilidad logra salir a la terraza de la cárcel, y, utilizando una soga, se descuelga por la parte que da a la calle Montevideo, entre las de Pichincha y Suipacha. Elude tres guardianes que le salen al paso y se da a la fuga por Suipacha hacia el Sur, perseguido por el guardián Marcelino Vázquez. Este dispara al aire sin lograr atemorizar al delincuente quien, al disponerse a franquear un tapial para internarse en un extenso baldío, es herido de un balazo en la pierna derecha y apresado.
Al principio, Ortells es asistido en la enfermería de la cárcel, pero más tarde lo internan en el Hospital Rosario, con la correspondiente custodia policial. El 17 de octubre de 1928 pone Ortells otra nota sensacional en el ambiente rosarino. Esa madrugada, cuando reina la tranquilidad en el hospital, y aprovechando que la sala donde está internado se halla a oscuras, El Fantasma gana la calle y esta vez desaparece. Las pesquisas para conocer su paradero resultan infructuosas. No se tienen noticias del tristemente famoso delincuente hasta el 16 de diciembre de 1929. En un procedimiento efectuado por la policía de Montevideo durante una tentativa de robo, Ortells es herido de un balazo en una pierna, y cuando va a ser detenido el mismo pone fin a su existencia.
Así concluye la vida azarosa y llena de miserias morales de este extraño personaje, incapaz de adaptarse o regenerarse, que ha dado trabajo a la policía y sólo perjuicios al país que le diera hospitalidad.17
¿Y La Reacción?. Bueno, La Reacción, fiel a sus principios de "La Verdad como Bandera y El Honor como Blasón", que ostenta con orgullo, sigue orquestando campañas. Esta vez, los titulares son:
"MANTECA ADULTERADA"
¡ ¿Qué hace la Oficina Química Municipal?! ".18
NOTAS

16 La Reacción. No 2075, 3 de noviembre 1929.
17 Revista de la Caja Mutual de Policía. Año XVII. Nº177. Rosario, abril—mayo 1960.
18 La Reacción. No 2081, 29 de diciembre 1929.
Brown, entre Pichincha y Suipacha. Frente del Venecia, prostíbulo demolido en 1976.

Fuente: Extraído del Libro “ El Rosario de Satanas Tomo I . Editorial Fundación Ross.

domingo, 17 de julio de 2016

EL CICLO FRIGORIFICO



La aparición de la industria frigorífica en el país había sido con­secuencia del agotamiento del ciclo de la lana, producido en el siglo XIX, y sus necesidades terminaron por reestructurar la ganadería ar­gentina subordinando a la vez el crecimiento de la agricultura.



En Paraná, el pariente del mar —obra colectiva editada por la Bi­blioteca Vigil en 1973— se señalan aquellos comienzos del ciclo: "Los frigoríficos fueron los primeros grandes establecimientos moder­nos existentes en el país. Hasta 1900, su trabajo tuvo un pronun­ciado carácter artesanal, siendo únicamente moderna la máquina para producir el frío. A partir de ese año, el comienzo del faenamiento del bovino (cuyo cuerpo era diez veces más pesado que el del ovino) y la creciente industrialización de los subproductos, iniciada por las empresas de los Estados Unidos, fueron aumentando el empleo de la fuerza mecánica y de la mano de obra... como los frigoríficos tra­bajaban todo el ano (contraria­mente a los saladeros que sólo en­traban en actividad en primavera y verano), crearon uno de los pri­meros grupos permanentes, y sin duda el más numeroso, de obreros con características sociales plena­mente modernas. Estos trabajado­res eran su mayoría criollos de las provincias del litoral fluvial, los que por su habilidad en las tra- dicionales tareas ganaderas y saladeriles, constituían un elemento humano indiscutible para las ta­reas del establecimiento frigorífico".
La construcción de la planta del Swift se inició en mayo de 1924, comenzando su funcionamiento pleno a partir de diciembre de ese mismo año. El 30 de dicho mes, "La Capital" destacaba: "Desde el día de ayer se ha notado en el mo­vimiento portuario una nueva ac­tividad con destino al exterior; se ha comenzado a embarcar carne congelada del Frigorífico Swift, que están terminando de construir en el barrio Roque Sáenz Peña".
La actividad compleja del fri­gorífico, desde las especificas has­ta la elaboración de productos aje­nos a ella, transformaron a mu­chos de ellos en verdaderos distri­tos industriales (el Swift de Rosario • se contó en esa nómina), que die­ron lugar, en torno a su em­plazamiento, al establecimiento de viviendas ocupadas por su perso­nal obrero aunque el frigorífico permaneciera ajeno a los recursos constructivos.
La instalación del Swift originó el tercer momento de la evolución del barrio, que está relacionado no sólo con la gran cantidad de inmi­grantes que —no siendo absorbi­dos por la ciudad— se instalaron en terrenos libres o alrededor de las vías del ferrocarril, sino tam­bién con la proliferación de loteos de predios llevados a cabo por la Sociedad Anónima del Saladillo, que dieron origen a las primeras
viviendas modestas que poco a po­co irían concretando la urbaniza­ción.
Un testigo del barrio, Ricardo Lanza, fundador del club Olegario V. Andrade (CAOVA), define certe­ramente esa transición: "A partir de la instalación del frigorífico, se detiene la gran mansión y comien­za la construcción de casas fami­liares..."
Junto con los loteos comenza­ron a llegar, también, los que con el correr de los años darían a este sector rosarino las características de una pujante barriada. Eso, sin embargo, tendría un costo para­lelo: la Industria que dio trabajo a los pobres, privó a los ricos del placer del descanso", señalaba "La Capital" el 30 de diciembre de 1932, ocho años después de la apertura del Swift.

El diario, en realidad, no hacía sino indicar un hecho de la rea­lidad: había cambiado definitiva­mente el carácter del barrio, que dejaba de ser residencial para transformarse en otra cosa total­mente distinta: un barrio obrero. La edificación, por su parte, se com­pacta, cambia, y se transforman también los usos y las costumbres: la violencia aparece en el lugar, donde (sin una explicación apa­rente) han sentado sus reales los capos de la mafia rosarina.
Las grandes residencias ven có­mo se las desuna, paulatinamente, a usos muy diferentes de los que les asignaba su antigua condición de mansiones de fin de semana de los rosarinos de pro. Algunas de ellas pasan a albergar estableci­mientos públicos o privados, mien­tras otras se transforman en inqui­linatos. El Saladillo, de esa ma­nera, dejó atrás su aristocrática fisonomía para dar lugar al asen­tamientos de los obreros de la zo­na.
  Así, comenzaron a levantarse casas de distintos materiales, que iban desde la chapa o lata al ladri­llo o la madera, todas precarias, y que delinearon, por los años de la década del 30, el primer núcleo urbano conocido como Pueblo Nuevo, en la actual jurisdicción de Villa Gobernador Gálvez, y el sector co­nocido como Bajo Saladillo, inclui­do dentro del municipio rosarino.
Pueblo Nuevo, actualmente co­munidad ribereña, ocupa la sec­ción de la costa del río Paraná com­prendida entre los terrenos que hasta hace poco ocupaba la can­cha de golf del Frigorífico Swift, al norte, la Avenida Villa Diego y las barrancas al oeste. Se trata de una franja estrecha y larga, de alre­dedor de cuatro cuadras de ex­tensión en sentido longitudinal. La barranca del río alcanza en esta zona una altura aproximada de veinte metros y desciende en suave pendiente, permitiendo la forma­ción de una playa baja, en parte arenosa, que resulta accesible a los botes de los pescadores pero no para embarcaciones de mayor ca­lado.
En el decenio 1920-30 arriba­ron los primeros pobladores, gru­pos constituidos sobre todo por fa­milias de inmigrantes europeos, que construyeron sus viviendas sobre la costa de un canal del río, aprovechando que el calado del mismo permitía la entrada de pe­queños barcos. Sucesivas crecien­tes, sin embargo, arrasaron el lu­gar y destruyeron aquellas vivien­das iniciales, lo que motivó su abandono y la construcción de otras nuevas sobre terrenos más altos, donde se encuentran actual­mente.
Los primeros pobladores euro­peos fueron principalmente pola­cos, lituanos y rusos, hecho al que se debe su denominación genérica y popular de barrio de los rusos.
Miguel Piotrowski, emigrante polaco llegado a la Argentina en 1926 y actual miembro de la so­ciedad polonesa "Federico Chopin", que nuclea a la colectividad en Rosario, evocó para este trabajo sus recuerdos de aquella época: "Muchos extranjeros hicieron sus casitas lindas. Como todos traba­jaban en el Swift, los sábados se dedicaban a trabajar y a hacer sus casas... La gente se instalaba alre­dedor del frigorífico. Villa Goberna­dor Gálvez, Villa Diego; muchos que se habían venido desde Ro­sario se quedaban aquí, porque no tenían que pagar transporte para ir a trabajar, y a veces trabajaban de noche…”

Fuente: Extraído de la revista “Rosario, Historias de aquí a la vuelta”. Fascículo Nº 15  de Julio 1991. Autores: Sandra A. Bembo-Nelly I. Sander de Foster – Marisa Richa