Durante los años en que campea la
prostitución oficializada, el diario La Capital pone en evidencia, a través de
minuciosas crónicas policiales, que el negocio prostibulario dista mucho de ser
ejemplar y tranquilo. Pero, no tardará en llegar hasta el decano de la prensa
argentina el poderoso brazo de la Zwi Migdal haciendo que la información deje
de trascender a las mesas de redacción, como se puede inferir de lo que a
continuación doy a conocer:
El 2 de marzo de 1926, La Capital
publica los dimes y diretes de un homicidio ocurrido el 28 de febrero, a pocos
metros de la puerta del lenocinio llamado Mina de Oro, en calle Pichincha 73,
donde, como consecuencia de un altercado, ha resultado herido de bala un
hombre. El 7 de marzo, se conocen los pormenores de un tiroteo sostenido entre
vendedores de diarios en la vereda del prostíbulo Internacional, ubicado en
calle Jujuy entre las de Pichincha y Suipacha. El 8 de marzo, pueden leerse en
el mismo diario los detalles de otro grave hecho de sangre ocurrido en la
cancha de bochas ubicada en la esquina de las calles Güemes y bulevar Oroño,
donde se juega por dinero.
El 16 de marzo, publicase el relato de
una furiosa gresca acaecida en el interior del Marconi - quibombo sito en la
calle Suipacha 176-, entre cuatro
vigilantes y dos clientes. El 1o de abril, los lectores se enteran de una pelea
entre cinco individuos -uno queda herido-, en el Gloria, conocido lupanar
ubicado en la calle Pichincha 89.
Un asesinato ocurrido el 2 de abril en
la esquina de las calles Tucumán y Ovidio Lagos, parece continuar la rutina de
hechos delictuosos que, desde muchos años atrás, tienen su eje en la seccional
9a. de policía, mas precisamente en la zona prostibularia. Pero, el 7 de abril
aparece una crónica en La Capital que dice: "A raíz de un asunto
relacionado con unas mujeres, un individuo de nombre Pedro (a) El Inglés, atacó
con un objeto duro y le ocasionó lesiones de importancia a Mauricio Glassman,
quien, en compañía de otros, explota el café de la calle Pichincha 73 . .
.". Si bien, este hecho no asombra mayormente, lo que logra poner a la Zwi
Migdal a la defensiva, es otra publicación que aparece en el mismo diario algunos
días después:
SE HA COMETIDO UN ABUSO DE
AUTORIDAD
Fue arrestada sin ningún motivo una mujer.
"Ha llegado a nuestra redacción
una denuncia relacionada con un abuso de autoridad de que se hizo victima a una
mujer llamada Maria Luisa Vallée, francesa, de unos 27 años, a quien no pocas
personas conocen con el nombre de Paulette.
Días atrás, ya cansada de vivir con
un individuo de su misma nacionalidad que para explotarla la trajo de Europa,
resolvió María Luisa abandonarlo
y, aprovechando un momento propicio,
huyó y fue a refugiarse en una casa donde no se contraviene la ordenanza de
moralidad. Horas después, conocido el escondite, la Policía arrestó sin ningún
motivo a María Luisa y se la condujo a la alcaidía del Departamento. El lunes
por la noche, una vez realizadas diversas gestiones, recibió la libertad,
previo pago de una multa por contravención que no cometió. Se dice con fundamento
que en el arresto intervino el individuo a quien ella abandonara. Si así fuera,
corno seguramente trató de establecerlo la Jefatura, el hecho sería
incalificable. En dos palabras, se estaría al servicio de los tenebrosos para
reintegrar las mujeres que consiguiesen fugar".*
Es la última vez que aparecerá, por
muchísimo tiempo, una crónica policial relacionada con la prostitución
oficializada y con el barrio de Pichincha, en el diario La Capital.
Uno de los órganos periodísticos
combativos que tiene Rosario es, según hemos visto a través de algunas citas,
La Reacción, periódico vespertino de aparición eventual fundado en 1921 por
Francisco Beltrán Ducnein, quien lo dirigirá hasta 1958, año en que cesará de
aparecer.
En La Reacción trabajan, además,
Pascual Duchein y sus hijos Emilio, Ricardo, Oscar, Roberto y Federico, en los
siguientes puestos: jefe de propaganda y cobranzas, secretario, tipógrafo,
encuadernador, maquinista jefe, y encargado de deportes y expedición,
respectivamente. El semanario, que ha tenido un par de domicilios anteriores
—Laprida 845 y Santa Fe 871—, hacia el año 1929 se ubicará definitivamente con
administración, redacción y talleres, en la calle San Martín 450.
¿De dónde ha salido toda esta familia
periodística?. Habría que regentarse algunos años antes de la etapa fundacional
de La Reacción y caminotear por una caracterizada zona de la 4ta. sección
policial: el bulevar Oroño, desde la calle Salta hasta la av. Wheelwright.
Sobre el paseo mencionado en primer término, bajo el número 35 bis, el jefe de
la familia Duchein, Don Pascual, ha fundado un llamado "Centro Rosarino de
Cultura Física" donde se practica por 5 pesos mensuales esgrima, box y lucha
romana. La animación de ese centro deportivo corre por cuenta de toda la
familia de Pascual Duchein, cuyos hijos boxean, tiran en la peda-na y luchan
entre si para atraer adeptos.
Hacia 1920, Pascual Duchein funda La
Montaña Rosarina, periódico semanal ilustrado que defiende los principios de la
Unión Cívica Radical La redacción y administración funciona en el local del
"Centro Rosarino de Cultura Física", lo que hace suponer que, sin ningún
esfuerzo, los hijos de Duchein se convertirán de deportistas en periodistas a
corto plazo La Montaña Rosarina, consta de cuatro páginas, formato 55 x 36 cm
ai corte y 32 x 48 cm. de caja. Están impresas a 5 columnas de las de antes -6
centímetros cada una- e, invariablemente, al tope de la primera columna
aparece un grabado con la imagen de lo que ha dado su nombre al periódico: La
Montañita del Parque Independencia.
Pero, el genio progresista de Pascual
Duchein ha determinado también la instalación de un bar en bulevar Oroño No 49
-el Boxing Bar- donde se sirven café express, sandwiches y minutas a toda hora.
Un gran aviso permanente dice en La Montaña Rosarina que este bar posee gran
sala de billares y casino, contándose con una de medio match, única en Rosario"
Por otra parte, pueden solicitarse allí bebidas y vinos legítimos, así como
"vermouths, aperitivos y cerveza servidos con variedad de "Haur
Devre", según el gusto del cliente". El aviso apunta, indudablemente,
a los hombres de mar que se renuevan constantemente en las cercanías
portuarias y prostibularias.
De ahí el anuncio de que "On
parle trancáis. Si parla italiano y We speak englis. Open all day an all nigh
long. Houvert de jour est nuit sábados y domingos (sic). Cióse to the second
gate. First class of drmk. beer on draught, big music instrumet. Man spricht
deutsch. U. vlaamsch mo-ney exchan'ge. Skins and furs sold here" y otras
cosas por el estilo como "Det Bekven meligkeder god kost og logi for
so'folk. Lokale for officiere. Stort music instrument. Huder og skind
seelges".
No contento con el aviso que aparece
en última página, Duchein comienza a publicar un suelto debajo del grabado con
La Montañita, que dice así:
AUX FRANCAIS
ET ANGLAIS, OFFICIERS ET MARINS.
"Tous les cafés et
Bars qui sont setués dans les Rúes: Rivadavia, Balcarce
et Güemes sont des
endroits ou Ton exploite odiensement les officiers et
marins des bateaux
étrangers touchant notre port.
Nous recommandons a ees
officiers et marins le "Boxing Bar" Boulevard
Oroño 35 al 49 on ils trouveront
les meilleures marques de Boissons
étrangeres a des prix
trismoderés.
Le Bar offre
gratuitement: Ring pour amateurs de Box et Lutte Romaine ainsi que tous les
appareils necessaire pour les sports".
Este suelto no debe
entusiasmar mucho que digamos a la competencia, ya que se hace alusión a ella
en forma insidiosa. Pero, en primer lugar, los otros no tienen periódico, ni
tampoco ganas de enfrentar a Duchein. ¿Para que, si trabajo hay de sobra?.
Bares, cafés, restaurantes, boliches, fondas y bodegones apenas si alcanzan
para atender la gigantesca población marinera que arriba al puerto de Rosario
procedente de barcos en los que ondean las banderas de todos los países del
mundo. Son los años de las vacas gordas, durante los cuales nuestra ciudad se ha
convertido en el granero del mundo.
Pero, volvamos a La
Montaña Rosarina. Antecesor de La Reacción, tiene dos páginas y media de
avisos, figurando entre los mas curiosos uno' que reza, a una columna:
"Mercado Modelo. Los puestos que
venden mejor carne son los núms.. 40 V 41, los primeros entrando por Boul.
Oroño. Carne flor, peso justo personal culto y sano, usando su blusa de
acuerdo a las ordenanzas municipales.”
Otro aviso que aparece invariablemente es el que
anuncia que el director del diario representa "varias casas de la Capital
Federal, pudiendo in-sobre el éxito de sus actividades y propaganda, los
señores Houdis . Maipú 455, Buenos Aires". No conforme con esto, La
Montaña Rosarina expresa en otra reclame que "la dirección de este diario,
para el exservicio de los suscriptores y sus familias, ha establecido una
oficina de compras e informes la cual atenderá inmediatamente cualquier encargo
que se le haga, para la adquisición de
ropa, muebles y mercaderías, cobrar comisión alguna. También contestará toda
consulta que se le haga relacionada con asuntos de derecho, tramitaciones
judiciales y prácticas del comercio e
industria".
El polifacético Pascual Duchein, es
representante, además, de los cigarrillos egipcios marca BIS, se especializa en
conseguir "música para bailes, pic nics, fiestas, etc.", y es
personero del Ungüento Mentol de Davis, "para cortaduras, rasguños,
picazón y jaqueca". La influencia que ejerce Duchein, por lo menos en el barrio, es tanta, que no
tarde en aparecer en Oroño 33 una "Peluquería y Perfumería
Higiénica", cuyo dueño, Datto, la ha bautizado "Centro Rosarino de
Cultura Física". –
A partir del 22 de diciembre de 1921, fecha de
fundación de La Reacia nacerse una compulsa en el kaleidoscopio de la
picaresca ciudadana sobre el periódico que observa mas falencias en la
autoridad pública el comportamiento del común de las gentes, seguramente
figuraría el nuevo órgano periodístico
de los Duchein casi al tope de la estadística
al azar ejemplares del año 1927 -seis años después-, vemos a tónica no
ha cambiado un ápice. Asi, en la edición del domingo enero de ese año, bajo el
título "Por Fin.'"', el semanario se autocongratura por la reciente
campaña periodística que determinara como momentáneo el cierre de "los
clandestinos que con alarmante oían instalado descaradamente por todos los
rincones y centro de la ciudad". Denuncia también La Reacción las
actividades de "un individuo que -dice-, buen ejercedor de tenazas y
pinzetas, tiene instalado ■ de sacamuelas, con chapa y otros utensilios en la
calle San Lorenzo”
El relato que sigue, entera a los lectores de
como el dentista oferta expones por un peso y luego de conseguir al paciente,
se las arregla para a extracción a 5 ó 10 pesitos "después de haberlo
hecho pasar al consultorio y casi atarlo al sillón peluqueril". Según el
diario de los Duchein "este modernísimo modo de proceder del galeno
dental, ha ya tantas víctimas, que hasta nuestra casa muchas de ellas se nos
presentado en son de justa y airada protesta por el engaño premeditaban sido
objeto".
Pero, donde el afán
denunciador y chismográfico encuentra cauce pro-> en actividades como las de
Una pensión que se las trae
"En la calle San
Luis 946, hay una casa de p ... de pu ... de pensión, vamos hombre! no nos
salía la buena palabra y casi pronunciábamos una que hubiera sido el verdadero
calificativo de la tal casa que quiere hacerse pasar por "de comidas"
y que más bien nos ha resultado "de dormidas . Y bien en ella, según
denuncias, se juega a todo, es una timba desnuda, luego los pocos que allí se
hospedan y son decentes, porque también los hay, viven molestos y en continuas
quejas debido al elemento amoral que concurre.
Fatti El Cato, propietario
de esta casa, vive encantado de haber naciado. "El danaro gentra, gentra
-dice a su consorte que, por supuesto, debe ser tan Gata como el- la quente
puede hablare lo ca quiera, vasta que el comesario Muñoze ma deque trabacare,
ma ríi de todos los pescaditese di colore..." ¿Que le parece, señor
comisario de la sección primera?.
Que el fuerte de La
Reacción es clamar por clausuras, además de perseguir brujas, curanderas,
adivinas y usureros, como veremos mas adelante, lo demuestra en el mismo
ejemplar el siguiente suelto escrito contra un cafe de camareras del barrio
Pichincha.
¡DEBE CLAUSURARSE!
Tome nota el doctor Plgnetto, el Consejo de
Higiene, la Inspección General o quienes correspondan.
" ¡Deben
clausurarse, decimos y nos sobra razón y motivos para así exigirlo de quienes
están obligados a velar por la moral, por la higiene y por las ordenanzas y
leyes comunales! .. .
Debe clausurarse y este
es el local que ocupa un inmundo café de camareras sito en la calle Pichincha
esquina Jujuy llamado antes Gato Negro y hoy Espléndido.
En este antro de
corrupción la más simples ordenanzas están vejadas con crudo escarnio. El
rectángulo que forma la covacha está repleto de mugrientas mesas, amontonadas
y atendidas por mujeres que rivalizan en mugre y falta de toda higiene con el
cajón que sirve de mostrador y el altar donde rasca su puchero diario una
murga desentonada. Los vasos, tazas y demás utensilios, sucios y viejos, pasan
de un cliente a otro sin conocer las caricias de un mero lavaje, transportando
e inyectando en ese viajar continuo de boca en boca, las plagas más horribles
de todas las enfermedades que ya en este triste barrio flotan en abundancia
hasta en el eterio.
En el fondo del
nauseabundo covachón, se ha levantado un reducido tablado, cubierto apenas por
remendadas colchas, donde, pobres paseantes del hambre y la miseria, suben a
berrear o lucir las pobrezas de sus ingenios, con tal de conseguir los cobres
reducidos para unos garbanzos aunque para ello expongan sus vidas, ya
explotadas por los malandrines que figuran como dueños del ridículo
"Espléndido".
No podemos concebir como
la Inspección General o la Intendencia ha permitido que ese café, se abriera y
funcione estando erv completa desobediencia con las leyes vigentes. Y menos
aún, cuando, vemos a diario las exigencias que imponen a los teatros, cines y
salas de espectáculos haciéndoles cumplir ordenanzas en vigor. Nos extraña en
realidad esta dualidad de criterio, que tira a cierto acomodo premeditado y
non santol Es necesario repetimos, que el doctor Pignetto, el Consejo de
Higiene, la inspección General o quienes correspondan, procedan a clausurar el
inmundo covachón, sito en la calle Pichincha esquina Jujuy, por la simple
razón de que su existencia es un atentado a la higiene, que ruboriza hasta a
los mismos comercios que lo rodean “.
Por si todo lo escrito no bastara para caracterizar ámbitos y personajes de dudosa conducta. La Reacción arremete en la misma edición del 16 de contra la instalación del París Hotel, casa de atas que se mantendrá en funciones hasta mediados de la década del 70. (2)
NOTAS
1
La Capital. 28.4.1926.
2
El "París" se
comenzaría a demoler cincuenta años después, en agosto de 1977.
Fuente;
Extraído de Libro “El Rosario de Satanas” Autor Héctor Nicolás Zinni. Tomo I
Editorial Fundación Ross. 3ra. Edición 2000