UN PASAJE DE NUESTRA CIUDAD LLEVA SU
NOMBRE
Por Sebastián Alonso
A pesar de haber vivido sólo cinco años en nuestra ciudad, el doctor
Enrique J. Corbellini es recordado en Rosario por su intensa actividad como
médico. Nació en Buenos Aires el 9 de abril de 1872, era hijo de José Corbellini y Teresa Maraña. Fueron sus
hermanos: Carlos, Luisa, Mercedes y Teresa Corbeilini.
Después de cursar sus estudios en el Colegio Nacional, ingresó en 1891 a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos
Aires. Entre los años 1894 y 1896 fue ayudante director de la cátedra de
Anatomía y practicante interno en el Hospital de Clínicas "Gral. José de
San Martín". Ese último año, siendo aún estudiante, publicó en los Anales
del Círculo Médico, un trabajo titulado "Algunas consideraciones acerca
del cloroformo". En 1897 se graduó con medalla de oro al mejor alumno del
país, doctorándose con la tesis: "La
tiroidectomía en el bocio exoftálmico, algunas consideraciones sobre la
fisiología de la glándula tiroides y la etiología, naturaleza y patogenia de
la enfermedad de Basedow ", donde
expuso las observaciones recogidas en las tres operaciones de bocio con
hipertiroidismo realizadas hasta entonces en el país, la tercera de las cuales
había sido efectuada por el mismo Corbeilini, mereciendo los elogios de los
destacados cirujanos Enrique y Ricardo Finochietto. En 1898 fue médico agregado
en el Hospital de Clínicas y jefe de clínica al año siguiente hasta 1905. En
1899, se sumó al cuerpo de disectores del Instituto de Anatomía Normal, tarea
que continuó hasta 1901. En 1900 ingresó al servicio de Cirugía de Niños del
Hospital San Roque y fue primer director de la Facultad. En 1901,
fue nombrado profesor suplente de Clínica Quirúrgica en la Facultad de Medicina. En
el laboratorio de Christofredo Jakob, en el Hospicio de las Mercedes, investigó
acerca de tumores cerebelo-sos y luego escribió "Contribución al estudio de la sintomatología y diagnóstico de
los tumores del cerebelo", publicado
en la Revista
de la Sociedad Médica
en 1901, convirtiéndose así en uno de los precursores de la neurocirugía
argentina.
Fue autor de un ensayo presentado ante la Sociedad Médica
Argentina en el que sostenía que la influenza era una causa común de
apendicitis y fue el primero en el país en aislar en un preparado el bacilo de
Pfeiffer. En 1903 se incorporó como cirujano al Hospital Militar Central y fue
designado profesor de Medicina Operatoria en la Escuela de Sanidad del Ejército.
En 1905 viajó a París donde asistió a prestigiosas clínicas y
hospitales. Escribió en 1907, para la
Revue de Chirurgie, el artículo "Laguérison radicóle des hernies inguinales ". En 1906, Corbellini se radicó en nuestra ciudad. Se hizo cargo, hasta
1911, de los servicios de Cirugía para Hombres, Cirugía General de Mujeres y
Ginecología en el Hospital Rosario (hoy "Dr. Clemente Álvarez). Desde
1909 hasta 1911 prestó servicios también en el Hospital de Caridad. Con motivo
de celebrarse el Centenario de la Independencia argentina, Corbellini fue uno de
los impulsores de la creación del Hospital Provincial del Centenario, y de una
escuela de Medicina. En 1911 regresó a la ciudad de Buenos Aires donde, al año
siguiente, fue designado profesor de Clínica Quirúrgica del Centro de
Estudiantes de Medicina y Círculo Médico Argentino "en agradecimiento de
los servicios prestados inteligentemente en favor de la docencia libre".
En Buenos Aires estableció una clínica en el antiguo sanatorio de
Nicolás Repetto, la "Clínica
Corbellini", en
Corrientes 1943, "sanatorio de cirugía y enfermedades abdominales".
En 1918 publicó "Concepto de las hernias inguinales
" y fue nombrado Consejero en la Facultad de Medicina. En
1919 integró la Comisión
de Enseñanza y presentó un proyecto de reestructuración del profesorado de
Medicina, impulsando la incorporación al plan de estudios de nociones de Etica,
Filosofía, Praxis y Cultura General. Se casó con Emma González y fue padre de
Enrique y Susana. Falleció en su ciudad natal el 19 de enero de 1920 y fue enterrado
en el Cementerio de la
Recoleta. En 1948 se dio, como homenaje, su nombre a un
pasaje de nuestra ciudad, que corre de este a oeste desde Entre Ríos y Mitre al
2900 y desemboca en el Hospital Español, en calle Sarmiento.
Fuente: Extraído de la revista “Rosario y su Región “ Fascículo Nº 131
de Julio/2014