Con acento alemán
Adolfo Celli es un
emblema en la historia rojinegra. Llegó a Newell's procedente de Gimnasia y
Esgrima de Santa Fe en 1917 y a partir de allí estuvo ligado toda su vida al
club. Fue jugador, director técnico y dirigente.
"El alemán" tal como lo apodaban, es una gloria muy
destacada del club, lugo ocho años en Newell's en la era amateur. Su temple, su
voz de mando y personalidad para liderar la defensa hicieron que su paso por
la institución no fuese uno más entre tantos. El viejo back derecho tenía una
tarea titánica: dominar toda el área. Debía ser tiempista, veloz, corajudo y de
marca firme. Se le exigía cubrir los espacios que dejaba por derecha el half
v por izquierda el otro back. Debía ser el patrón del área. Adolfo era
un jugador que cumplía con esos requisitos a la perfección.
Celli era un ganador por naturaleza. A tal punto que al año siguiente
de haber recalado en Newell's se proclamó campeón de la Copa Vila, torneo que la
lepra estuvo cinco años sin poder lograrlo, debido al recambio de jugadores
que sufrió por entonces. Llegó al equipo acompañado de su hermano Ernesto que
desempeñaba como delantero.
El alemán Celli llegó a los 20 años a Newell's. Tenía un físico
privilegiado. Humilde y con estirpe trabajadora. Defendía con orgullo y mucho
amor la camiseta que llevaba puesta. Todo eso, más el legado de "triunfar
sólo triunfar" lo llevaron a conseguir todo lo que se propuso a nivel
deportivo. Tenía el sentido de pertenencia marcado a fuego. El único tanto que
le marcó al rival de toda la vida fue de visitante y en el último minuto de
juego para darle el empate sobre la hora. Algo que representa el ciento por
ciento a su persona, jamás se dio por vencido en ninguna ocasión.
Defendió 123 veces la camiseta rojinegra, convirtió 8 goles y
conquistó 4 títulos con estos colores. Además de la Copa Vila en 1918,
también la obtuvo en 1921 y 1922, ésta última de manera invicta por tercera
vez en la historia del club. Sumado a estos trofeos, el alemán también se dio
el lujo de alzar la
Copa Ibarguren.
Hasta que en 1924 jugando para la Selección Argentina la Copa América en
Uruguay, un jugador local le quebró la tibia y peroné. Fue aquel 2 de noviembre
que decidió terminar su carrera como futbolista debido a la lesión sufrida.
Sin embargo, lo más trascendental que pudo lograr dentro del club fue
su vocación de maestro en la formación de juveniles. Comenzó un modelo de
captación y formación en el que varios años después se apoyó Jorge Griffa para
idealizar el suyo y materializarlo a través de títulos. Pero el mentor de todo
fue el alemán Celli. Él fue quien creó este modelo por primera vez en el club
para que posteriormente lo tomaran otros maestros. Además fue quien trajo a
Griffa al club en un viaje de captación de nuevos valores para las divisiones
inferiores en la ciudad de Casilda. Sin dejar de mencionar que el alemán fue
quien lo promovió a Primera a Griffa a los 19 años. Adolfo Celli fue un cazador
de talentos nato. Descubrió grandísimos
jugadores que luego triunfaron en la
Primera de Newell's tales como Eduardo Gómez, Juan Carlos
Sobrero, Rene
Pontoni, Julio Musimessi, Juan Carlos Colman, Francisco Lombardo, Juan
Benavidez, Raúl Contini entre otros.
Luego le tocó ser entrenador del primer equipo de Newell's. En su
primer ciclo dirigió cuatro temporadas, a partir del segundo año que la lepra
ingresó a los campeonatos organizados por la AFA. En el segundo torneo
que estuvo al frente del equipo Newell's finalizó tercero, siendo la gran revelación
del certamen. Tuvo la dicha de poder ser entrenador de la delantera que muchos
piensan, fue la mejor de la historia de Newell's. Se dio el gusto a falta de
tres fechas de condenar al eterno rival a jugar en Primera B tras golearlo por 5 a 0 y ostentar el récord de
la mayor goleada en la historia de los derbis rosarinos.
Al año siguiente, en 1942 el equipo siguió de la misma manera. Humillaba a cualquier
rival que venía a jugar a Rosario, a tal punto que ese equipo de Don Celli tiene el récord de más victorias seguidas
de local hasta el día de hoy, fueron 12 entre el final del 41 y el comienzo del 42, muy difícil de superar.
El cuarto puesto manifestaba a las claras el poderío de Newell's en sus primeros
años del profesionalismo a nivel nacional, sobre todo por la calidad de sus
delanteros. Su última temporada en su primer paso como Director Técnico
leproso no fue buena. De local no perdió contra ninguno de los 5 grandes pero el problema fue saliendo
de casa, donde no obtuvo triunfos y eso le impidió siquiera llegar a mitad de
tabla.
En el último año en el que estuvo al frente del equipo, obtuvo el
único título internacional que hasta entonces tiene Newell's Oíd Boys. La Copa de Oro de 1943, o como
popularmente se lo llamó "El Torneo de los Grandes" fue el primer
torneo internacional logrado por un equipo rosarino. Al no existir todavía la
actual Copa Libertadores, dicho torneo pasaba a ser el más importante a nivel
sudamericano. Los demás equipos participantes eran Boca, San Lorenzo,
Independiente, Racing, Peñarol y Nacional, éstos últimos dos de Uruguay.
Si bien ese fue su proceso más largo como Director Técnico de
Newell's, luego estuvo al frente en 5 períodos más. Después de conseguir su primer
logro internacional, la institución tuvo que soportar un lustro sin volver a estar en los puestos de vanguardia, sufriendo una gran transición desde lo
futbolístico. En 1946 el alemán volvió a hacerse cargo del equipo pero no
realizó una buena campaña en Primera División. Fuera de Rosario los resultados
no fueron buenos, a tal punto que sólo ganó un partido y el equipo no tuvo la
regularidad necesaria para ser protagonista. Y luego de perder por goleada con
Estudiantes en La Plata
por la tercera fecha del torneo de 1947 dio un paso al costado a la dirección
técnica.
En 1953 Adolfo Celli regresa en un momento crítico a nivel deportivo.
Cinco derrotas consecutivas al comienzo del torneo decretan la salida de
Ezequiel Tarrío como entrenador del club. El alemán consigue levantar el equipo con resultados positivos y por diferencia de gol
con Estudiantes termina salvándose del descenso. La
salvación fue con el último suspiro, el alemán cumplió con el objetivo de
mantener la categoría y sus ganas de ayudar al club fueron muy valoradas
por los hinchas.
Luego de 5 años volvió a tratar de llevar al club a los
primeros planos del país como cuando asumió
por primera vez a la conducción de su querido Neweffs. La década del 50 fue
decididamente mala para la institución desde lo futbolístico. La campaña de
1958 con Celli como entrenador no iba a ser la excepción y fue muy mala ya que
finalizó penúltimo, gracias a la pésima campaña de Tigre. Sólo 4 partidos pudo
ganar en el torneo. Faltando 3 fechas para el final
el Adolfo renunció.
Luego de que se decretara el único descenso de la historia, Celli volvería
una vez más en la hora más delicada del club en el plano futbolístico. Se hizo cargo del equipo las últimas tres fechas de ese torneo sólo para cumplir con el calendario. En el
torneo de la Primera B
asumió a la dirección técnica cuando faltaban 9 encuentros, en los cuales ganó
8 y perdió 1 y se aseguró el primer puesto. Continuó
al mando del
equipo en 1962, pero en la fecha 12 luego de caer 2
a 0 con Central Córdoba se aleja de la
conducción del primer equipo.
Su
ultimo paso como Director Técnico de Newell's fue en una dupla junto a Ángel Tulio Zof en 1965,
donde ambos dirigieron la mayor parte del torneo desde la fecha 11 hasta la 30
finalizando en mitad de tabla.
El alemán Celli pasó toda una vida en el club. Recorrió muchos
momentos dentro de la institución, de los buenos y los malos, tanto como
jugador como entrenador. Estuvo siempre trabajando en Newell's dando una mano
en todo momento que se lo necesitara. Realizaba todo tipo de informes y recabo
de información. Hasta se desempeñó como cobrador de cuotas. Siempre listo para
cuando su querido Newell's lo necesitara. Una persona que le dio todo a la
lepra, jamás se guardó nada.
La importancia de Celli en la institución excede cualquier resultado
deportivo. El alemán comenzó una formación educativa y deportiva que luego
continuó Griffa, dejando a Marcelo Bielsa como máximo discípulo y exponente.
Por eso es importante mantener esta línea y seguir por este camino, instaurando
cada vez más el sentido de pertenencia en los más jóvenes a través de un
maestro. Claro que no es una tarea fácil y sencilla, para eso se debe contar
con la persona indicada y sobre todo que sienta los colores como lo hacía el
querido alemán.
Hoy en día se desarrollan diversas actividades culturales en la sede
del club del Parque Independencia en lo que se denomina "Salón Adolfo Celli", en honor al alemán.
El lugar que le asignaron condice con su vocación de maestro, ya que con sus conocimientos futbolísticos y educativos, culturizó a Newell's
para siempre.
Adolfo es un parte importante e indiscutida de la
historia rojinegra que nadie puede soslayar ni desconocer. Hizo mucho por esta
camiseta y es un gran
responsable de que los valores que Isaac enseñaba día a día hoy sigan vigentes dentro del club.
Fuente: Extraído de la revista Leprosa Fascículo Nº 7
de agosto de 2014