Cuando arribó como tantos otros inmigrantes, tenía apenas
14 años y el deseo de trabajar y progresar en la nueva tierra. Era 1884, y
Odilio Estévez Yánez obtuvo pronto ocupación y la posibilidad de una pequeña
industria yerbatera que pronto le permitió tranquilidad económica y con el
tiempo la concreción de algo que, a su llegada, hubiera parecido delirio:
destinar su vida a viajar por Europa y coleccionar objetos de arte.
Junto a su esposa Firma Mayor, se esforzó entonces
por transformar una vocación de mecenas en una importante colección para la
ciudad. El ex palacio Ibarlucea, frente a la plaza 25 de Mayo fue el ámbito
adecuado para albergar los casi 250 objetos artísticos que reunió la pareja,
y que iban desde una pinacoteca con obras de Murillo, Goya, Sánchez Coelho,
El Greco, Ribera y otros hasta vasijas
renacentistas, platería colonial o muebles de los más variados orígenes.
Frente a la Plaza de Mayo, circundada
por los macetones donados por los Estévez,
el Museo Municipal de Arte Decorativo "Firma y Odilio Estévez",
recuerda el agradecimiento permanente de la ciudad a un particular coleccionista
y aun español también reconocido a
esta tierra.
Fuente:
extraído de la revista “Rosario, Historia de aquí a la Vuelta. Fascículo nº
13 Junio
1991. Autor: Hilda Habichayn