Al asumir la primera magistratura de Santa Fe,
el doctor Enrique Mosca declara la necesidad de reformar la Constitución
provincial, y para tal fin se crea una comisión encabezada por el ex.
gobernador Manuel Menchaca, que tendrá a su cargo el tratamiento de tan
delicado tema. Después de varias postergaciones, la Convención finaliza su tarea
el 13 de agosto de 1921.
Entre las principales reformas figuran la
exigencia de dos años de residencia en la provincia a los nativos que quieran
acceder a la Cámara
de Diputados cuyos integrantes serán elegidos en proporción de uno por cada 18 mil
habitantes; además, la Cámara
no ' podía exceder el número de 60 miembros.
Por otra parte, se establece que la edad mínima de los senadores para
ejercer el mandato debe ser de 25 años, y que la Cámara se compondrá de un
miembro por cada departamento, a excepción de la capital —tendrá dos— y de
Rosario, que contará con tres. En tanto se establece que los miembros del clero
regular y los militares en actividad no podrán ser diputados ni senadores.
Sorprendentemente, el gobernador veta la Constitución porque
desconoce lo actuado por la Convención
desde junio de 1921, pero se deja entrever que el núcleo del problema está en
la separación de la Iglesia
y el Estado. De ahí el mote de atea que recibe la Constitución. Su
desconocimiento se extiende hasta el 4 de mayo de 1932, fecha en que se
promulga.
Fuente:
Extraído de la Revista
del diario “La Capital” de los 125 años de 1992.-