Este año de 1925,
fallece a los treinta y cuatro años y tras largo padecer Donato Sierra Gorosito,
iniciador de la temática social, junto con otros, en el repertorio payadoril.
El tono rebelde de sus versos dejan traslucir al idealista que en realidad fue.
Yo no disputo a nadie la existencia / ni en la bajeza y la ruindad me enlodo/yo
comparto mi pan con la indigencia / y las que todo me pide le doy todo"1.
Aún suele andar por
Pichincha Luis Acosta García (1895 -1933), creador talentoso que en poco más de
una década dejará una obra perdurable J. Identificado con lo social, dice:
"Canto a los males ajenos / y las humanas flaquezas / las que no he
cantado nunca / son mis verdaderas penas".
Pero en Pichincha anda,
además, la droga, terreno en que no es ajeno el Petit Trianón. El uso de la
droga en este prostíbulo es desmedido, consistiendo en cocaína procedente de
Entre Ríos. Es en este año cuando Manuel Romero recuerda que "no se
conocían coco ni morfina / los muchachos de antes no usaban gomina". El
tango -se trata de Tiempos viejos - será incluido al año siguiente en el
saínete Los muchachos de antes no usaban gomina, de Romero y Mario Benard,
cuyo inicio de acción transcurre en 1905.
A su vez la gomina
aparece en 1914. Y parece ser que los porteños han adoptado la moda de drogarse
de los franceses, por lo tanto, dice Roberto Selles, "nuestros drogadictos
iniciales datarían de 1912 -13, que es cuando los niños bien que bailaron por
primera vez el tango en París estuvieron de regreso en Buenos Aires"
"Durante la década de 1920 la droga es ya
popularísima. Veamos lo que dice el tango al respecto: "Triste hazaña de un dopado/ que hoy
festeja el cabaret' {Los dopados, luego Los mareados, de Cobián, Weissbach y Doblas). "El changador de la esquina/dopado
de cocaína"(Micifuz, de Aviles y Marom). "Los paraísos del alcaloide / para
olvidarla yo paladee" (Noches del Colón de Cayol y De los Hoyos). "Cuando anduviste con aquel gil /que
te engrupía con cocaína / y te llevaba al Armenonville" (Milonga Fina, de Flores y Servidlo). "La morfina y la coco / hay en esa
garconier" (Pa' que te acordes, de Lomuto). "Y una noche de champán y de
cocó"(Griseta, de González Castillo y Delfino). "Y hoy te entregas a la coco' (La provinciana, de Romero y Jovés). "Tengo mi elixir, la coco' (Cotorro
Azul, de Velich y Rodríguez). "Ahelando una priss que coco" (Gabino, de Romero y De Bassi). "Te irás clavando la aguja ampollada
de morfina" (¡Qué queres con tu elegancia!, de Gómez y Polito).Ios ejemplos son interminables'"
El popular payador rosarino Francisco Nicolás Bianco (Pancho Cueva) quien se iniciara profesionalmente en 1909 y
hasta llegara a grabar con la orquesta de Eduardo Arólas en 1917 La Payanca, entre otras composiciones, constituyéndose así en el primer cantor de orquesta 4,
publicó una
hoy olvidada obra junto a un tal
Silva llamada "La
cocaína, el opio y la morfina". Es probable que el
tal Silva sea el payador José María
Silva nacido hacia 1860 y fallecido en
1913, transcurriendo obviamente su
existencia antes del auge de la droga en Buenos Aires y por supuesto en Rosario.
"La olvidada canción del no menos olvidado Francisco N. Bianco habla por sí misma de la
consecuencia de
los tres flagelos: la cocaína, alcaloide estupefaciente procedente de la coca boliviana, peruana y colombiana; el opio, jugo desecado de las cabezas de la adormidera verde que obra como narcótico y, según Heráclito, ya se conocía en el año 160 antes de Cristo; y
la morfina, alcaloide derivado del opio crudo, cuya
denominación se origina en Morfeo, dios griego
del sueño, a causa de su poder somnífero"5
La cocaína, el opio y la morfina
Suplico que me escuchen
los hombres que son sanos de espíritu y conciencia, como de corazón; que esta
canción fustiga los vicios inhumanos que a ciertos seres ata con sus tóxicos
vanos ¡a los funestos goces de la degradación!
Y ustedes que me escuchan, recojan mi enseñanza
la mágica semilla que ofrece la verdad; que esquiven tenazmente la trágica
acechanza con que el siniestro vicio a tantos seres lanza ¡primero a la locura
y luego a la maldad!
Los alcaloides tales
como la cocaína, el opio y la morfina que siembran tanto mal acaban por
abrirles a aquellos que dominan si el alma les consume y el cuerpo les fulmina
¡las puertas de la cárcel o las del hospital!
Varones y mujeres se
embriagan de esa suerte, enfermos por el ansia del lujo y el placer, y en esa
lista roja, que dicen, los divierte caminan insensibles al crimen o a la muerte
¡dejando sobre el pueblo las lacras de su ser!
Degenerados surgen sus
pensamientos fijos, ajenos a las normas del bien y la bondad, degenerados
forman sus vínculos prolijos. ¡Y son degenerados sus hijos y los hijos de
aquellos que engendraron su enorme nulidad!
Por eso es que los hombres que se aman a
sí mismos y que su hogar valoran con lo que cabe en él, rechazan y maldicen con
altivez y altruismo esos venenos rubios que arrastran al abismo y que hacen de
los seres fantoches de papel...
Volviendo a los payadores de temática
social no podemos dejar de señalar a Juan Bautista Fulgmitti (1895 -1951),
aunque su nombre habrá de trascender como autor de tangos, sus versos de
protesta harán época. No hay cantor popular en estos años veinte y aun en los
posteriores que no entone alguna vez aquella canción que dice: "Ushuaia, tierra
maldita / páramo adusto y sombrío / tu nombre lóbrego e impío / a cantar me
precipita / Ushuaia, tierra maldita / al pregonar la congoja / que tu propio
nombre arroja / en los buenos corazones / hace que de mis canciones / en ti
vuelque la más roja".
Otros como Evaristo Barrios y Martín Castro pasean sus canciones en los
barrios de Pichincha y Súnchales, donde también improvisan rosarinos como José
Rico - El
Zurdo - de quien he dado noticia en El Rosario de Satanás y que de un tirón suele improvisar alguna
chacarera para alegrar las ruedas que se llevan a cabo en los boliches y
almacenes: "Yo
no soy de estos pagos / yo soy de Bariloche / me gusta dormir de día / y
emborracharme de noche. Mi mujer es santiagueña / de los pagos de Atamisqui /
usa peinado a la moda / fuma rubio y chupa whisky /. Mi suegra es de Porto
Alegre / y mi suegro colombiano / mi cuñadito Cornelio /es un flor ¡de
boliviano!..."
El público que asiste a las ruedas cantables de
improvisadores repentistas, a las - - notaciones líricas de alto vuelo y a las
representaciones teatrales de todo genero es disputado por un invento que,
curiosamente, no tiene voz y que es pura imagen: el cinematógrafo.
En 25 años escasos, apenas el tiempo
indispensable para educar una generación, se han multiplicado en Rosario en forma
prodigiosa las salas de espectáculos cinema-tográficos . Más de veinticinco
exhiben las películas más variadas y diversas que produce la industria del cine. Dice Pérez Tuero
en octubre de 1925 refiriéndose a
LA
ETICA DE LA POBLACION ROSARINA Y LOS PROGRESOS DE LA ESCENA MUDA
"Así como supo
extender su cultura general este gran pueblo babilónico, seleccionará también
en la visión de la pantalla, las vistas propias a su idiosincrasia, culminando
su atracción hacia los hechos históricos y sociales, llevándolos como un
sistema de educación
racial hasta las escuelas
primarias, donde los niños se educan y deleitan, guardando el principio de amor hacia la
nacionalidad y el respeto al hogar y la familia.
"En este origen de
ideas, la Municipalidad ha colaborado eficazmente, promulgando ordenanzas prohibitorias de
películas relativas a tragedias, dramas policiales, pasionales, etc., que
pudieran evitar vivamente la imaginación o sensibilidad de los niños, creando a
la vez una comisión de vecinos para vigilar o intervenir en la reglamentación
dictada a ese respecto; pero una pasividad rara en el carácter nuestro,
preside esas funciones, observando actitudes impropias de nuestra acción y
capacidad mental, al extremo de dejar incumplidas esas prerrogativas de legislación sabia
popular, que dañan la moralidad infantil".
Preocupado vivamente por la salud mental de la población infantil que
no puede sustraerse a la asistencia de espectáculos cinematográficos, sigue
diciendo Pérez Tuero:
"Y
si esas ordenanzas son en extremo previsoras y ponderativas, no nos explicamos
tal pasividad o negligencia, sobre todo cuando la Dirección del Departamento de Niños de la Oficina de "Trabajo de los Estados Unidos de Norteamérica, ha
logrado interesar a la
Liga de las Naciones -para que se ensayen películas especiales para el fomento de la
moralidad en los
niños, que con é as
percibirán
una educación adecuada a sus tiernos cerebros y a sus corazones sensibles.
"No creemos que
deban crearse dificultades al desenvolvimiento y multiplicación de las salas cinematográficas con
el pretexto de la moralidad infantil, para que caiga sobre ese comercio, que consideramos útil y necesario al
desarrollo y desenvolvimiento de la sociedad, alguna sanción restrictiva que aumente las ya
numerosas dificultades que sobre ellas pesan en la actualidad; pero que se adopten disposiciones para la revisión y censura de todas las
películas que se exhiban para los seres infantiles, debiera ser
fundamental, y estimamos no debe abandonarse la idea".
Cuando todavía existen en algunas escuelas los correctivos más o menos violentos como el varazo o punterazo, la posición de rodillas con granos de maíz debajo de ellas, los coscorrones y tirones de orejas, el palmetazo en el dorso de las manos y humillaciones vanas como los
plantones en un ángulo del aula; a veces de espalda a la clase y con un bonete en la cabeza con la inscripción:
Burro. Cuando en las casas de familia muchos chicos se ven sometidos a las clásicas palizas, que
a veces no pasan de
unas nalgadas
propinadas con la mano o con la ayuda de alguna zapatilla y otras son brutales
castigos, cinturón mediante; nos encontramos con que Pérez Tuero sale a defender la mente de los párvulos con una preocupación que lo
presenta y sindica como una especie de adelantado rosarino en psicología
infantil:
"Actualmente
- sigue diciendo Pérez Tuero -, salvando la cinematografía en ciernes que se
observa en algunas escuelas primarias de nuestra ciudad - medida acertada y
puesta en práctica por e Consejo de Educación de la Provincia - no sabemos que
existan películas oficializadas para la distracción y educación del niño, ni
cinematógrafos que se dediquen en nuestra
urbe a esa especialidad, pues se programan las funciones para el público en
general, sin tañeren cuenta la selección y sin aplicar la censura previa.
,. . "Pero correspondería, ya sea por las autoridades o por los propios
padres de familia prestigiar el funcionamiento de cinematógrafos que se dispongan a
exhibir películas para niños exclusivamente, pues sena más accesible
conseguir esto, que prohibir la entrada de los mismos
a las
salas cinematográficas que organizan programas para el público en general,
donde las vistas son vanadas y posiblemente perjudiciales para la imaginación de los infantes.
"Y decimos más
fácil, porque ya nuestras previsoras ordenanzas rebajan el veinte por ciento de
los impuestos que deben abonar, a aquellos cinematógrafos que exhiban sólo
películas para niños, las que podrán seleccionarse entre los asuntos
históricos, científicos, cómicos o de enseñanza en general, proyectando, si
posible fuera, la exoneración total de
los impuestos a los cines que se sujetaran a dar esa clase de películas seleccionadas y vigiladas por
la comisión ad-hono-rem que ya tienen funciones en nuestras disposiciones
vigentes.
El progreso cinematográfico en nuestra ciudad, lleva un camino
ascendente y rápido, no obstante las trabas que los poderes públicos interponen
por medio de gabelas a su desarrollo. Y una raza como la nuestra, inteligente y
accesible a todos los conocimientos y actividades de la vida humana, debiera
prestigiar con ahinco el fomento de la escena muda, que es una de las artes más
positivas alcanzadas en las postrimerías del siglo fenecido y absolutamente
necesaria al alimento del espíritu, como lo es al cuerpo el pan nuestro de cada
día..."7
Este es el año en que se destacan en Rosario los
escultores Luis y Lucio Fontana, así
como Juan Scarabelli y Eduardo Barnes. Exponen sus cuadros con gran éxito los
pintores Alfredo Guido, Luis A. Ouvrard y Antonio Berni, a quien el Jockey Club ha enviado a Europa. Antonio Daniel Palau, escultor
rosarino que ha estudiado en Valencia y en Madrid, después de obtener varios
premios en la madre patria vuelve a su ciudad natal para ejecutar, entre otras
cosas, el busto a Carlos Gallini - el maquinista héroe - que se entroniza en la
Sociedad de Maquinistas y Foguistas.
El poeta Juan Orozco,
escribe su oda Al Río Paraná: "Espejo
colosal donde natura /haciendo gala de gentil ofrenda / copió su imagen
armoniosa y pura / y te aureoló de gloria y de leyenda...", y publica su Canto a Rosario, el poeta murciano Vicente Medina: "Rosario de Santa Fe / bien te puedes alabar / que tienes un
puerto hermoso / aunque no tienes el mar... ". Rosario Hernández, hace
conocer su Mañana de Ciudad: "... Por
la abierta explanada de granito / marcha arrastrándose el ferrocarril / y corta
el aire su aterrido grito / Nil... Pil... Nuil... Piiiiiil...".
Y también tañe su lira en homenaje a la ciudad que ama, el poeta
rosarino Emilio Ortíz Grognet, con su excepcional Canto a Rosario: "... Yo te sueño Rosario, sirviendo de alto
ejemplo / cada hogar una escuela y cada escuela un templo;/ sin cárceles, ni
taras, de plazas bien ornadas / bullente de trabajo, de ciencias toda armada, /
con niños como flores, mujeres como frutos / a las artes rindiendo finísimos
tributos / y llena de optimismo marchar siempre adelante / mirando hacia el confín lejado y fulgurante. Yo te veo Rosario, ¡no se esquiva al
destino!... / la Capital radiante de un estado argentino / nuevo en el mapa.
La reina de tí misma / autónoma, sin resquemores y sin cisma. / Amada bien de
todos, distribuyendo bienes, / con diadema de olivos en las augustas sienes. /
Y magnánima y libre, sin ansias ni recelos /cumplir tu alta misión bajo los cielos..."
NOTAS:
1
Víctor
Di Santo. Payadores y Política, en Todo es Historia Nro. 278. Año XXIV, Bs. As., agosto 1990.
2
V.
Héctor Nicolás Zinni, El
Rosaría de Satanás. 2da. Edic. Tomo 1ro., 4la. parte. Cap. 2,
Págs. 325 y sigs. Ed. Fundac. Ross, Rosario, 1992.
3/5 Roberto Selles, El delito en el longo, en Rev. ¡Esto!. Año 6. Nro. 2X1. Bs. As., 21/6/1991
4 V.
El
Rasaría de Satanás, op. cit-. Tomo 1ro, ¡ra Parte, Cap. 10,
Pág. X4y sigs.
6
José
Rico, ¡Qué Familia!, chacarera.
7
.J.M.Pérez
Tuero. La ética, etc., en El Libro de Rosario, op.
cit.
Fuente: extraído de
Libro Rosario era un espectáculo “¡ Arriba el Telón”! de Héctor Nicolás Zinni .
Ediciones Del Viejo Almacén . Año 1997