En un instante, al
toque de clarines, en presencia de una enorme concurrencia, aparecieron
plantados dos mil árboles, cuyo acto fue saludado por una salva de aplausos'1.
Así recuerda el intendente Lamas en su Memoria, la primera fiesta del árbol en el flamante Parque Independencia.
Algunas de aquellas especies iniciales fueron, tal vez, el origen del
posterior arbolado, integrado mayoritariamente por especies adaptadas provenientes
del valle del río Paraná o de la barranca (ceibo, sombra detoro ombú); otras,
de áreas situadas más al norte del país (pezuña de vaca, pindó, palo borracho,
tipa, jacaranda, lapacho, ibirá-pitá), y el resto llegadas de lugares más
lejanos, incluidos otros continentes: plátanos, casuarinas, brachichitos,
alcanfores, eucaliptus, cedros, robles, pinos, cipreses calvos, ligustros,
grevilleas y muchos otros.
Pese a que se advierte
la falta de un proyecto coherente, hay sectores interesantes y arbolados
magníficos como las tipas en Oroño, las palmeras fénix en la avenida que corre
entre el Hipódromo y el estadio de N. O. Boys, los jacarandaes y las tipas de
Morcillo, los palos borrachos en Coronda y en Infante y los alcanfores a lo
largo de avenida Pellegrini. Los plátanos de 27 de febrero, las magnolias de
Lugones y los brachichitos de Solano López se encuentran raleados, en cambio,
y algunos ejemplares en estado de real decrepitud.
Algunos árboles están dispuestos formando bosquetes: los eucaliptus
frente al Cementerio El Salvador y cerca de la esquina de Solano López y
Moreno; otros, en cambio se encuentran aislados o formando grupos mixtos.
Pueden señalarse los pinos pi-nea en las esquinas de Oroño, en la Plaza del Foro, de copa
angosta; los ginkgos en esa misma plaza y en la de enfrente, de follaje
amarillo oro a comienzos de junio. Dos ejemplares de encina (uno en Alvear y
Montevideo, otro frente a la entrada a Tribunales); un alcornoque (corcho) en
la avenida Coronado, junto a la cerca de la Dirección de Parques y
Paseos, y un ibirá-pitá dentro de la
Escuela de Jardinería, con flores amarillas en el verano,
pueden destacarse asimismo dentro del arbolado del Parque.
Un pica-pica, de hojas verde claro, pasa inadvertido en Cochabamba
casi esquina Oroño, aunque en primavera se llena de flores de color rosa
pálido. A su lado, hay un roble sedoso o grevilla, elegante y alto, de grandes
flores primaverales que parecen cepillos orientados con las cerdas hacia
arriba, de color amarillo naranja. También en septiembre se pueblan de flores
los lapachos a metros de la avenida Dante Alighieri.
"No es aventurado
imaginar que algunos de esos árboles hayan sido de los plantados en aquella
fiesta de principios de siglo, cuando los niños rosari-nos -acaso sin saberlo-
estaban contribuyendo a consolidar un 'pulmón verde" en el corazón de la ciudad..."
Fuente Extraído de la Revista Historia de aquí a la
vuelta. Autor Raquel García Ortúzar de Marzo 1991.