Bajo
la dirección del ingeniero Enrique Seis se inician en diciembre de 1905 los
trabajos de instalación de los primeros rieles. La calle elegida es San
Lorenzo, aprovechando las obras de repavimentación que están en marcha en la
misma. Se utilizan materiales nuevos, llegados por barco desde Europa.
Así, el vapor "Argentina" parte el 3 de marzo de 1906, desde
el puerto de Amberes, trayendo 5.200 toneladas de materiales para la red
tranviaria, incluyendo los primeros diez tranvías. A partir de entonces,
numerosos embarques irán llegando a Rosario en los meses subsiguientes.
Pero como toda
transformación profunda también esta
es traumíca. Las trabajos de
apertura del pavimento, instalación de rieles, torres y cableado eléctrico crear, confusión y entorpecen la marcha habitual de la ciudad.
Resuenan protestas, aparecen los conflictos, pero los trabajos no se detienen.
El 20 de julio, el intendente Pinasco renuncia tras una gestión de dos
años apenas pero evaluada como muy meritoria. Lo reemplazará en el cargo
Nicasio Vila que —como se vio— también tuvo relación con la historia del
tramway en la ciudad.
El 24 de septiembre se pone a prueba la Usina de Tranvías, con su
nueva chimenea humeando y una de sus dos dínamos en marcha. Todo parece
funcionar perfectamente hasta que a las cuatro de la tarde una explosión alarma
al vecindario: el estallido de una bobina es la causa del estruendo. Pronto es
solucionado el desperfecto y todo vuelve a la normalidad para la poderosa
usina, cuyos motores a vapor, que a su vez mueven las dinamos, son propulsados
con carbón mineral. El desperfecto, pese a
todo, crea alguna inquietud en la población, ya sensibilizada por ciertas
noticias que llegan desde Buenos Aires y que dan cuenta de accidentes
protagonizados por los tranvías porteños.
El jueves 18 de octubre,
por la noche, tienen lugar los últimos ensayos para la habilitación del
servicio. Dos coches cumplen el recorrido sin inconvenientes, llevando a bordo
(entre otros funcionarios) al intendente municipal y al director de obras
públicas y a invitados y periodistas.
Todo está listo ya para el esperado estreno, fijado por decreto para el
31 de octubre de 1906, a
las 15 horas, cuando la primera línea habilitada, la NQ 9, se ponga en
marcha.
Fuente:
extraído de la revista “Rosario, su Historia de aquí a la vuelta Fascículo N• 14 de Julio de 1991 Autor Juan Carlos Muñiz