No lo conocí y lo lamento. Dicen que era un personaje querible. El «Rey del carnaval.»
Es que cada ciudad tiene su «loco». El que todos elegimos para ese rol y en el que volcamos, tal vez, la necesidad de poner en otro, nuestra dudosa cordura y nuestra sinrazón, olvidando que el mundo está lleno de «locos» mansos y soñadores y de «cuerdos» simulados y peligrosos.
Tal vez, fue un error inmenso
y no eras lo que todos creían. Tal vez, en este largo corso
desde enero a diciembre,
en este manicomio
que habitamos nosotros,
eras un legítimo rey
y tu locura era sólo cordura,
disfrazada de sueños.
Fuente:
Extraído el poema del Libro “Rosario Intimo de la Autora María Esther Mirad
Editorial Gótica de noviembre 2007.