Por Miguel Angel De Marco
Se
ha dicho que el puerto seguía ocupando un importante papel, pese a que las
instalaciones resultaban reducidas para el intenso movimiento que en él se
registraba. Pues, al decir de la
Bolsa de Comercio en un documento elaborado en 1929, había
sido previsto para una capacidad inicial de 1.310.000 toneladas, que en aumento
progresivo debía llegar a las 2.500.000 en 1930 —según mencionamos en el
capítulo anterior—, pero en 1927 había alcanzado las 6.837.657 toneladas.
Una
dificultad para que los buques de gran calado accedieran libremente al puerto
de Rosario la constituía el largo trecho que debían cubrir para entrar en el
Paraná, pues tenían que retroceder hasta el canal de acceso al puerto de Buenos
Aires, tomar el de Martín García y luego el Paraná Guazú
En 1893, el ingeniero
Emilio Mitre había proyectado abrir una vía por tierra firme, a lo largo de la
provincia de Buenos Aires, entre Puerto Nuevo y Lujan.
Recién en 1910 el
Congreso sancionó una ley al respecto. Pasaron los años hasta que en 1923
comenzaron los trabajos, que fueron proyectados en cuatro ci.ipas: la primera
concluyó en 1930, año en que quedaron suspendidos los trabajos. Transcurrieron
varias décadas hasta que en 1976 se inauguraron las obras de dragado, muros de
encauzamiento, iluminación y canal de 30 pies de calado, lo que provocó un
acortamiento de la distancia y un abaratamiento de los fletes. r
Pero,
no obstante lo dicho, en 1921 se alcanzó uno de los mayores promedios del país
en exportación de lino, con un 47,73 por ciento del total nacional.
El
comercio y la industria registraron un notable incremento. El censo
correspondiente a dichas actividades de los años 1828-1829 consignó que en el
departamento Rosario se concentraba el 43 por ciento de los capitales
existentes en la provincia de Santa Fe.
Fuente:
Extraído de Libro “ Rosario desde sus orígenes hasta nuestros días” Síntesis
Histórica. Editorial Librería API 2º Edición. Rosario 1984.