El
comienzo del siglo XX iba a consolidar en forma definitiva otra de las
instancias cotidianas que darían a los rosarinos una posibilidad de recreación,
de entretenimiento y de competencia física la del deporte (en sus distintas variantes, que iban
desde el cricket .1 la pelota a paleta, desde el fútbol al ciclismo,
el remo, el automovilismo, el boxeo, algunos de ellos todavía incipientes en la
ciudad) practicado por un porcentaje considerable, que se incrementaría con el arribo de los sucesivos contingentes
inmigratorios, más allá de Ir, diferencias sociales.
Andrés
Carretero expone respecto de la vida cotidiana en Buenos Aires,
circunstancias que son asimismo aplicables al Rosario de la pi 1 mera década del siglo
XX: Un
ejemplo ha de servir para marcar Lis ¡lili rendas. Los
hombres de la clase alta, la mayoría de ellos con títulos universitarios,
fueron los fundadores del jockey Club y practicaron y fomentaron el tur) En
cambio, el pobrerío, carente de medios económicos y de títulos universitaria fue ferviente cultor de
las carreras cuadreras, que representaban el turf en pequeño y con escasos medios materiales.
El pionero de los clubes
deportivos de la ciudad fue el Rosario Cricket Club, cuyas actividades se
iniciaron el 27 de marzo de 1867, presididas por el británico E. Harry Woods.
Su primera sede estuvo emplazada en la calle Progreso (Mitre) entre San Lorenzo
y Santiago (Urquiza), en tanto que el campo de juego se instalaba en la manzana
delimitada por Buen Orden (España), Salta, Independencia (Presidente Roca) y Jujuy,
actualmente ocupada por el Colegio Salesiano San José.
A.
mediados de 1884, la entidad pasa a denominarse Atlético del Rosario y ocupa en
1889 el predio cedido por los hermanos Carlos y Eduardo Jewell, en Córdoba
entre Crespo e Iriondo, que sigue siendo aún hoy el de su campo de deportes e
instalaciones sociales. Allí el club, que estuvo integrado en sus comienzos
mayoritariamente por ciudadanos británicos, protagonizaría algunas reales
epopeyas deportivas como la obtención de la Copa Competencia
en 1902, al derrotar al casi invencible Alumni de los hermanos Brown, y el
mismo galardón en 1904-1905, cuando su vencido fue Peñarol de Montevideo.
En
1889, en los terrenos de la conocida como Quinta Sanguinetti, lindante con la Avenida Alberdi y
en las cercanías de los grandes talleres del Ferrocarril Central Argentino, se
reunía una serie de trabajadores y empleados de la empresa inglesa para
practicar con entusiasmo un deporte introducido en el país por ciudadanos de
esa nacionalidad, como el legendario Alejandro Watson Hutton: el fútbol o
foot-ball. Aquel entusiasmo por el balompié llevaría a un grupo de ellos a considerar
la posibilidad de fundar un club que lo tuviera como actividad principal.
Sucesivas reuniones en un café de Avenida Alberdi —que había sido primero sede
de la iglesia anglicana luego trasladada a Paraguay y Urquiza y más tarde sede
de la Escuela Taller
del Central Argentino— concretarían sobre diciembre de aquel año la fundación
del que fuera bautizado como Central Argentine Railway Club, cuya presidencia
recayó por aclamación en Colin Bolin Calder.
El club,
que en 1905 adopta la camiseta auriazul, recibe un año antes un decisivo
impulso de crecimiento al aceptarse la propuesta de Miguel Green deque los
criollos no ferroviarios pudieran asociarse a la flamante entidad, que como
otro acto de independencia respecto de la empresa británica, pasa a llamarse
Rosario Central a secas. Después de intentar un emplazamiento definitivo en la
zona, en septiembre de 1925 el club obtiene la cesión de los terrenos ubicados
en Bulevar Avellaneda, Calle 31 (actual Cordiviola), Avenida Central (actual Génova)
hasta el río Paraná, predio donde se instalaría en forma definitiva hasta
nuestros días.
La historia de Newell's
Oíd Boys —el otro gran club de la ciudad— se vincula también con la
colectividad británica y está íntimamente ligada a la acción tesonera de Isaac
Newell, un pedagogo nacido en el condado de Kent, enTaylor Lañe, arribado a
Rosario en 1896. Su inmediata vinculación con su compatriota Guillermo
Wheelwright, en cuya vivienda se alojaría inicialmente, le facilitarían las
relaciones con el medio, hasta terminar fundando en Rosario el Colegio Anglo
Argentino, en el solar en el que se alzara justamente la residencia del pionero
de los ferrocarriles. Reemplazado en la dirección del mismo por Claudio Newell,
su hijo, en 1900, es éste quien motoriza la fundación de un club que nuclearia
a los jóvenes alumnos con predisposición y aptitudes para el fútbol.
El 3 de noviembre de
1903 queda oficialmente fundado el que pasaría a llamarse por decisión unánime
de sus impulsores Newell's Oíd Boys —"los viejos muchachos de
Newell"—, cuya forma legal termina por concretarse dos años más tarde. El
club adquiere notoriedad justamente en 1905 al ganar la Copa Pinasco y, un año
después, al hacer suyo el primer campeonato organizado por la flamante Liga
Rosarina de Fútbol.
Su
campo de deportes (el "field" de los ingleses) estaría ubicado
sucesivamente en un terreno cercano al Hipódromo Rosarino en Sorrento; en otro
de Bulevar Avellaneda y Humberto Primo; en la zona de Barrio Vila hacia 1907,
hasta obtener el actual e importante predio en el Parque Independencia, en
1911.
Cuando ya los dos
anteriores tenían presencia en la ciudad, en 1902 surge una tercera institución
de extensa trayectoria posterior: Gimnasia y Esgrima de Rosario, uno de cuyos
impulsores sería Carmelo Zanni y cuyos gestores pioneros fueron los integrantes
de un animoso grupo de muchachos que se congregaban en los baldíos de la zona
de Necochea y Bulevar Argentino (luego Avenida Pellegrini) para jugar al
fútbol. Ellos son los fundadores ese año del llamado inicialmente Estudiantes
Football Club, cuya modesta sede se emplazaría en General López 183, hoy calle
Estanislao Zeballos.
El pionero de los
clubes deportivos de la ciudad fue el Rosario Cricket Club, cuyas actividades
se iniciaron el 27 de marzo de 1867, presididas por el británico E.
Harry Woods. Su primera sede estuvo emplazada en la calle Progreso (Mitre)
entre San Lorenzo y Santiago (Urquiza), en tanto que el campo de juego se
instalaba en la manzana delimitada por Buen Orden (España), Salta, Independencia
(Presidente Roca) yjujuy, actualmente ocupada por el Colegio Salesiano San
José.
A mediados de 1884, la
entidad pasa a denominarse Atlético del Rosario y ocupa en 1889 el predio
cedido por los hermanos Carlos y Eduardo Jewell, en Córdoba entre Crespo e
Iriondo, que sigue siendo aún hoy el de su campo de deportes e instalaciones
sociales. Allí el club, que estuvo integrado en sus comienzos mayoritariamente
por ciudadanos británicos, protagonizaría algunas reales epopeyas deportivas
como la obtención de la
Copa Competencia en 1902, al derrotar al casi invencible
Alumni de los hermanos Brown, y el mismo galardón en 1904-1905, cuando su
vencido fue Peñarol de Montevideo.
En 1889, en los
terrenos de la conocida como Quinta Sanguinetti, lindante con la Avenida Alberdi y
en las cercanías de los grandes talleres del Ferrocarril Central Argentino, se
reunía una serie de trabajadores y empleados de la empresa inglesa para
practicar con entusiasmo un deporte introducido en el país por ciudadanos de
esa nacionalidad, como el legendario Alejandro Watson Hutton: el fútbol o
foot-ball. Aquel entusiasmo por el balompié llevaría a un grupo de ellos a considerar
la posibilidad de fundar un club que lo tuviera como actividad pi mcipal.
Sucesivas reuniones en un café de Avenida Alberdi —que había sido primero sede
de la iglesia anglicana luego trasladada a Paraguay y Urquiza y más tarde sede
de la Escuela Taller
del Central Argentino— concretarían sobre diciembre de aquel año la fundación del que fuera bautizado como
Central Argentine Railway Club, cuya pi esidehcia recayó por aclamación
en Colin Bolin Calder.
El club, que en 1905
adopta la camiseta auriazul, recibe un año antes decisivo impulso de
crecimiento al aceptarse la propuesta de Miguel Green de que los criollos no
ferroviarios pudieran asociarse a la flamante entidad, que como otro
acto de independencia respecto de la empresa británica, pasa a llamarse Rosario
Central a secas. Después de intentar un emplazamiento
definitivo en la zona, en septiembre de 1925 el club obtiene la cesión de los
terrenos ubi cados en Bulevar Avellaneda, Calle 31 (actual Cordiviola),
Avenid.i Central (actual Genova) hasta el río Paraná, predio donde se instalaría en forma definitiva
hasta nuestros días.
La historia de Newell's Oíd Boys —el
otro gran club de la ciudad— se vincula también con la colectividad británica
y está íntimamente ligada a la acción tesonera de Isaac Newell, un pedagogo nacido
en el condado de Kent, en Taylor Lañe, arribado a Rosario en 1896. Su inmediata
vinculación con su compatriota Guillermo Wheelwright, en cuya vivienda se
alojaría inicialmente, le facilitarían las relaciones con el medio, hasta
terminar fundando en Rosario el Colegio Anglo Argentino, en el solar en el que
se alzara justamente la residencia del pionero de los ferrocarriles.
Reemplazado en la dirección del mismo por Claudio Newell, su hijo, en 1900, es
éste quien motoriza la fundación de un club que nuclearia a los jóvenes
alumnos con predisposición y aptitudes para el fútbol.
El 3 de noviembre de
1903 queda oficialmente fundado el que pasaría a llamarse por decisión unánime
de sus impulsores Newell's Oíd Boys —"los viejos muchachos de
Newell"—, cuya forma legal termina por concretarse dos años más tarde. El
club adquiere notoriedad justamente en 1905 al ganar la Copa Pinasco y, un
año después, al hacer suyo el primer campeonato organizado por la flamante
Liga Rosarina de Fútbol.
Su campo de deportes
(el "field" de los ingleses) estaría ubicado sucesivamente en un
terreno cercano al Hipódromo Rosarino en Sorrento; en otro de Bulevar
Avellaneda y Humberto Primo; en la zona de Barrio Vila hacia 1907, hasta
obtener el actual e importante predio en el Parque Independencia, en 1911.
Cuando ya los dos
anteriores tenían presencia en la ciudad, en 1902 surge una tercera institución
de extensa trayectoria posterior: Gimnasia y Esgrima de Rosario, uno de cuyos
impulsores seria
Carmelo
Zanni y cuyos gestores pioneros fueron los integrantes de un animoso grupo de
muchachos que se congregaban en los baldíos de la zona de Necochea y Bulevar
Argentino (luego Avenida Pelleg] ini) para jugar al fútbol.
Ellos son los fundadores ese año del Hámulo mi cialmente Estudiantes Football Club, cuya
modesta sede se emplaza
ría en
General López 183, hoy calle Estanislao Zeballos.
En
1904 y luego de un frustrado intento de fusión con el Club Provincial, nacido
un año antes, el flamante club decide solicitar al 11 n endenté Santiago
Pinasco los terrenos del Parque Independencia cine hasta hacía poco habían sido
ocupados por elVeloz Club Rosario, ante la disyuntiva de la extinción de este
último. Un pedido similar realizado por el Club Atlético Argentino obliga a
Pinasco a una solución salomónica: la unión de las dos entidades que
solicitaban el predio y la entrega de éste al club que se constituyera. El
enroque del intendente tendría éxito y el 10 de septiembre de 1904 la nueva institución,
que conservaría el nombre de Club Atlético Argentino, queda concretada formalmente
y se instala en el corazón del amplio paseo rosarino. Diez años más tarde, el 9
de agosto de 1914, pasa a llamarse Gimnasia y Esgrima de Rosario, con Ricardo
Foster como presidente.
Sería
en la zona cercana al Mercado Modelo, emplazado en Bulevar Oroño y Jujuy, donde
tendría su origen otra de las instituciones rosarinas tradicionales, el Club
Atlético Provincial. Según unánimes testimonios, la idea de constituir un club
de fútbol se originaría en él entusiasmo de algunos jóvenes adeptos a ese
deporte que frecuentaban la peluquería de Risso Patrón, cercana al mercado aludido,
en los primeros años del siglo XX.
El
proyecto se concretaría en el originalmente denominado Club San Martín, merced
al apoyo decidido de un funcionario del Banco Español, Juan A. Cecchi, que el
25 de mayo de 1903 preside la reunión en la que el flamante club adopta el
nombre de Provincial. El primer campo de juego estaría emplazado en la misma
zona, en Pueyrredón entre Urquiza y Tucumán, y allí se disputarían los
encuentros de fútbol hasta 1908, cuando queda inaugurado el estadio de la
institución en terrenos del Parque Independencia cedidos por la Municipalidad de
Rosario.
Como
ocurriría con otros equipos rosarinos, Provincial lograría —desde el inicio
mismo de su trayectoria— algunos triunfos notables, como la conquista de la
"Copa Competencia", en el año del Centena-no (1910), al vencer al
famoso Alumni por 3 a
2, infligiéndole la primera derrota de su historia en el
interior del país.
Contemporánea
de la del anterior sería la fundación de otros clubes rosarinos como Tiro Federal,
fundado el 29 de marzo de 1905 y cuya cancha se instalaría en terrenos vecinos
al Stand del I
iro Federal
Argentino, en el barrio Talleres, y el Club Sparta, cuyo nacimiento si produciría primero
espontáneamente al conjuro del empeño de quienes jugaban al fútbol en la
llamada "Quinta La
Amistad", de San Martín y Amenábar, y tendría acta
fundacional el 8 de septiembre de 1905. El periodista Alejandro Berutti sería
quien propondría el nombre definitivo para el nuevo club, antes del traslado
del mismo a la zona norte de Rosario.
En los mismos años
surgiría el club Albion Rosario, integrado sobre todo por empleados de
comercio, de casas cerealeras o de importadores de artículos navales, con el
apoyo del Banco Español del Río de la Plata. Hacia 1905, su modesto estadio —en
realidad una cancha y unas casillas de madera— se emplazaba en terrenos
ubicados en Vera Mujica y Mendoza.
Un año más tarde, el 6
de septiembre de 1906, se produce en el barrio Tablada el nacimiento de otro de
los grandes clubes de fútbol de la ciudad: Central Córdoba cuyas primeras
actividades se llevarían a cabo en improvisados campos de juegos que enmarcaban
el edificio de la estación del Ferrocarril Córdoba y Rosario. La extracción
ferroviaria de muchos de sus primeros adherentes y el peso de la empresa misma
decidieron el primer nombre de la institución: The Córdoba and Rosario Railways
Athletic Club, que subsistiría hasta 1914, cuando pasa a llamarse como en la
actualidad.
Los
"charrúas" (mote cuyo origen forma parte ya del folklore de la
ciudad, como el de "leprosos","canallas" o
"salaítos" en los casos de N.O. Boys, Rosario Central o Argentino de
Rosario) iban a tener una tradición de grandes jugadores en su historia —que
llega hasta nuestros días—, tres de los cuales bien pueden ser considerados
paradigmáticos desde las primeras décadas del siglo a la actualidad: el
legendario Gabino Sosa, acerca de cuya habilidad y talento futbolístico
coinciden los testimonios de quienes lo vieron vistiendo lanío esa
casaca como la de la selección argentina; Vicente "Capote" de la
Mata, que iniciado en el club obtuviera su
consagración en Independiente, uno de los
clubes "grandes" de la
Argentina, en la década del 30 al 40, y Tomás
"Trinche" Carlovich, uno de los más talentoso', fulbolistas de los
años 70.
Estaba la estación Central Córdoba, que era muy
importante, y también lo era el club que tenía el mismo nombre: yo era hincha y
vi la época gloriosa del cuadro. A los 10 o 12 años iba a la cancha cuando
jugaba Gabino Sosa, que fue un gran jugador: era un morocho que tenía el naso
colorado de tanto tomar. Nosotros íbamos a los boliches que él solía frecuentar
antes de los partidos y le llevábamos la valija con la ropa y los botines.
Ibamos con él a la cancha y entrábamos gratis. Gabino tomaba antes de jugar
pero generalmente se moderaba, aunque según cómo iba el partido uno sabía si
había tomado un poco de más, porque era imparable... El fútbol que se jugaba
era más lento, más vistoso que el de hoy. Hoy es mucho más rápido pero mucho
más violento también.
(José Rescia: Testimonio personal recogido en
agosto de 2000)
En
1911 puede fijarse en cambio el nacimiento del Club Belgrano, que tuvo su
origen en el llamado Centro Recreativo Mercado Central, cuyas actividades
deportivas se llevaban a cabo en la zona oeste de la ciudad, en Barrio Vila,
donde se congregaban en forma regular obreros y trabajadores de dicho mercado.
Posteriormente, Belgrano trasladaría sus instalaciones a los terrenos ubicados
en Italia y Rueda, entonces calle América.
Sería otro de los
"barrios populares", el de Refinería, el ámbito para el surgimiento
de otro de los clubes reconocidos de la ciudad: Argentino de Rosario. Éste
quedaría constituido el 6 de mayo de 1912 como Club Atlético Io de
Mayo, bajo la presidencia de Zenón Cabral, debiendo modificar al poco tiempo su
nombre por la existencia de un homónimo que sintió afectados sus derechos de
prioridad, pasando a denominarse Club Atlético Embarcadero Córdoba y Rosario, y
luego Club Atlético Nacional hasta adoptar la denominación actual, con la que
ingresara en la historia del deporte en Rosario.
Fuente: extraído de libro rosario del
900 a la
“década infame” tomo III editado 2005 por
la Editorial
homo Sapiens Ediciones