La irrupción de la radiofonía
iba a producirse, como fenómeno de repercusión masiva en la ciudad, en la
década del 30 para ir convirtiéndose poco a poco en un ingrediente cuya
ausencia era impensable en las viviendas de los rosarinos, para muchos de los
cuales el aparato de radio era el único medio de comunicación con el mundo
cuando no se tenía acceso a la lectura de los diarios.
Sinembargo ya en los años 20
existieron en Rosario emisoras radiales de onda larga e incluso antes de 1923
se constataba la existencia de otras de onda corta, la mayoría de ellas fruto
de experiencias privadas. Se había producido poco antes -en agosto de 1920- un
hecho histórico, que abonaría en forma notoria el entusiasmo de los que veían a
la transmisión radiofónica como una necesidad de los tiempos, capaz de aunar la
difusión de la cultura y la información con un negocio redituable: la primera
emisión radiofónica en directo desde el Teatro Coliseo porteño.
Sus responsables (Enrique T.
Susini, César Gerrico, Miguel Mujica y Luis Romero), todos ellos
radioaficionados que habían elegido para aquella experiencia la transmisión
del "Parsifal" wagneriano, encontrarían muy pronto émulos rosarinos
en algunos adelantados como Fernando Maliandi y otros, que tendrían vinculación
directa con el nacimiento de las distintas emisoras radiales en la ciudad. La
creación del Radio Club Rosario en 1921 permitiría ordenar los primeros
ensayos nocturnos de transmisión radiofónica, experimentales, que
prea-nunciaban la pronta aparición de las broadcas-tings locales.
En esos años iniciales de la
década del 20, el modelo indudable era Radio Cultura de Buenos Aires, a la que
se considera la primera emisora argentina organizada como tal. En Rosario,
entretanto, y hasta la aparición de LT3, LT8 y LT1, algunas emisoras de vida
efímera experimentaban sus programaciones. Eran los casos de Telerradio,
perteneciente a la empresa presidida por el Ing. Gustavo Caesar, con sede en
Maipú 836, cuya onda utilizaría inicial-mente la Sociedad Rural de
Cerealistas para la lectura de sus boletines de cotización de granos, lo que
luego haría a través de su propia radio; E4 Radio Fugardo, de Sarmiento 1287,
iniciada en 1923 y extinguida en 1927; F.3, propiedad de Boero Hermanos, en
Santa Fe 1043. Todas ellas antecedentes valiosos de una rica cronología
rosarina: la de la radiofonía, cuyo período de esplendor correspondería sobre
todo al período 1930-1960, decaería con la irrupción de la televisión y
renacería en la década del 80, de la mano -sobre todo- de las radios de FM.
Fuente: Extraído de la
colección “Vida Cotidiana – Rosario ( 1930-1960)
Editada por diario la “La
Capital