La propia Olga explícito la función docente, en una conferencia dictada en el Museo Castagnino en 1941: "...con los compañeros de tarea hemos llegado a común acuerdo y la práctica con sus resultados, nos ha dado amplia aprobación de que para llegar al alma del niño es necesario que el maestro modifique su imperativo pedagógico; es él, siempre él, quien imprime a la clase se artificiosidad, el que crea i ambiente frío, clima doctoral, tan opuesto al natural del niño, emotivo, cálido, sincero siempre".
"Es el maestro, sobre el cual operan un sinnúmero de factores, primando la influencia deformadora de la escuela, y más tarde el cúmulo de exigencias, de programas, horarios, campanas suministra- das en dosis de minutos. Y por sobre todo esto, la ciencia pedagógica que en forma de preceptos, normas y principios j abstractos ha recibido. El I maestro, repetimos, es el que con su esterilizante indiferencia agosta la vida en flor del niño en la escuela".
"Y es el maestro a quien corresponde contrarrestar con inteligencia, sabio discernimiento y un profundo amor, esa influencia que pesa sobre el niño con los fatales resultados, que de tan comunes, son apenas tenidos en cuenta por una minoría de maestros..."
Fuente:
Extraído de la Revista “ Rosario Historias de aquí a la vuelta.
Fascículo Nº 19. Autora. Amanda Paccotti de marzo 1992