Posteriormente, la atracción
de los baños hizo que se concretara la habilitación de un servicio de tramway
desde la Plaza López
hasta el denominado Puerto Plaza, un puerto de cabotaje construido por el
mismo Arijón en 1885. en la desembocadura del
Saladillo, y que era utilizado por embarcaciones cuyas cargas y
descargas eran frutos del país no sujetos a derecho. Esta línea pasaba por los
baños y lo mismo ocurría con otro servicio atendido por el vapor "La Abeja", que partía de
la rada 34 de la bajada cada hora y media.
El horario del establecimiento de Arijón,
para tomar aquellos baños presuntamente curativos, era de 4 a 6 de la tarde, contando
para ello con una organización de características inéditas para la ciudad,
que incluía la debida preparación del personal a cargo del lugar y de la
atención de los usuarios del mismo.
Como complemento de estas construcciones
-que se habían convertido en un hábito de muchos rosarinos atraídos por esos
baños que muchos creían realmente termales- se inauguró en 1891 el restaurante
"Los Baños", aprovechando la gran afluencia de bañistas que se daban
cita en el balneario. Ese éxito había motivado también la puesta en servicio
de una galera para llevar y traer pasajeros desde Rosario. En los meses de
verano, el vehículo partía diariamente a las 6 de la mañana, desde el Almacén del Pobre Diablo, situado en la calle San
Luis frente al Mercado Central. Mikielievich (invalorable aporte para el
rescate del pasado histórico rosarino) apunta: "Los
pasajeros podían dejar calle y número para que la galera los recogiera. El
costo del pasaje de ida y vuelta era de 3 reales y el regreso se cumplía a las
4 de la tarde..."
Los sucesores de Manuel Arijón vendieron
los terrenos del Saladillo en 1906. a la Sociedad Anónima del Saladillo y lo
propio ocurrió con la empresa de tranvías a caballo que iba desde Rosario a
Puerto Plaza, que aportó mayor progreso al ba- rrio y pasó a llamarse desde
entonces Saladillo. En 1937, el predio volvió a tener nuevo dueño al ser
vendidos a la denominada Sociedad Anónima del
Baños y Parques del Saladillo de origen municipal, tanto los terrenos
como las instalaciones y otras superficies adyacentes.
Durante el año del Centenario —y tal vez
en el marco de la fiebre de realizaciones que embargara a los rosarinos— se
inició la edificación del Hotel y Casino, y posteriormente comenzó su
actividad el Saladillo Club, a instancias de algunos conspicuos ciudadanos de la Rosario de comienzos de
siglo: Pinasco, Vila Ortiz, de la
Rúa, Albretch, que buscaban entusiasmar a los vecinos con la
posibilidad de la recreación.
Para el mismo período se inauguró el
puente del Saladillo, un símbolo del barrio, tendido sobre la Avenida Nuestra
Señora del Rosario, con el fin de salvar el cauce del brazo norte del arroyo
(cegado en 1972), lo que permitió que el tranvía eléctrico N* 8, que por
entonces debía detenerse varias cuadras antes del balneario y el restaurante,
pudiese extender su recorrido hasta esos establecimientos.
Poco a poco, el barrio iba adquiriendo
un carácter residencial por la presencia de grandes mansiones que respondían a
los más variados estilos arquitectónicos: barroco, mudejar, colonial, holandés,
etc Daniel Malaponte, político rosarino y vecino del barrio desde su infancia
consigna ese hecho: "El Saladillo llegó a competir con Fisherton, ya que
la gente adinerada construía aquí sus residencias de fin de semana, y muchos de
esos chalets ocupaban más de media cuadra. En Avenida del Rosario (antes Av.
Lucero) se encuentra aún, por ejemplo, el chalet de Orfero, que contaba con
sótano, sala de juegos, ascensor, etc.. comodidades inusuales para la mayor
parte de la población. En Ayacucho al fondo, ocupando una manzana, se alzaba el
chalet de los Vernet, de tres plantas, con veinte habitaciones, seis o siete baños estiló alemán, con mármoles y revestimientos de madera, con calefacción
central a caldera. Tanto esa mansión como la de Chaza-rreta tenían también
caballerizas... ".
Todos los cambios que
se produjeron a partir de la segunda década de este siglo (1920-1930) se
conectan con la tercera etapa de la historia del barrio. Deben considerarse,
en este punto, dos datos relevantes para la misma: la instalación, en 1924,
del frigorífico Swift, sobre la margen sur de la desembocadura del arroyo
Saladillo en el río Paraná, y del matadero municipal, en jurisdicción del distrito
de Villa Gobernador Gálvez El primero ofrece franco acceso a las vías férreas
desde sus ramales propios, y a través de su muelle, a todos los buques
provenientes de los puertos de cabotaje y ultramar.
La apertura del Swift vino a sumarse, y
coincidió, con las nuevas oleadas inmigratorias europeas que introdujeron en la Argentina mano de obra
no calificada y necesaria para la expansión y el desarrollo de un país
Inmerso entonces en un crecimiento que muchos creyeron indetenible. Buena
parte de aquellos inmigrantes provenientes del Viejo Mundo, y en especial de
naciones del centro europeo y de la Europa oriental, llegó a
Rosario y se instaló en aquella zona sur de la ciudad, transformando
definitivamente la fisonomía de ese Saladillo que por entonces parecía un
lejano suburbio...
Fuente: Extraído de la revista “Rosario, Historias de aquí a la vuelta”.
Fascículo Nº 15 de Julio 1991. Autores:
Sandra A. Bembo-Nelly I. Sander de Foster – Marisa Richa