Yo el
tema lo conozco bastante bien porque primero la «Y AFAdesignó una
comisión especial para elegir el estadio de Rosario. En esa época
el presidente de AFA era un Donofrio (se refiere a Raúl D'Onofrio,
N. del R). Yo integré esa comisión y el que tenía que hacer el
dictamen era un arquitecto (Juan) Alvarez de Buenos Aires. Alvarez me
ponía el mapa de Rosario sobre la mesa y me decía, acá esta la
cancha de Ñuls, acá vienen los de Casilda, Santa Fe, los de Buenos
Aires y San Lorenzo. Ustedes están en un rincón de la ciudad, es
decir que el acceso al estadio de Central es más difícil que el
acceso al estadio de Ñuls. Pero las condiciones del estadio en el
momento de la construcción mostraban que estaba en mejor posición
el de Central porque nosotros teníamos una tribuna en construcción
que era la que da sobre el río Paraná y teníamos todo el estudio
de más fácil remodelación que el estadio de Ñuls. La FIFA vino a
Rosario, se hizo una reunión en la Municipalidad y después los
dirigentes de FIFA visitaron el estadio de Ñuls y el de Central, y
finalmente esa comisión apoyó al estadio de Rosario Central. En esa
comisión estaba el presidente de Ferrocarril Oeste, Santiago Leyden,
que dictaminó a favor de Central».
De
esta manera, en apariencia sencilla, el entonces presidente Víctor
José Vesco, contaba en el programa televisivo «De cerca», emitido
por Canal 3 hace algunos años, lo que en realidad se había
transformado casi en una guerra entre los dos clubes para que su
cancha (en realidad, en el caso de Newell's no podemos hablar de «su»
cancha) fuera designada como sub sede del Mundial que se disputaría
en nuestro país cuatro años después.
La
historia, como siempre, fue bastante más compleja, según quien la
cuente. Es más, habrá que recordar que las opciones no eran sólo
dos —la cancha de Central o la municipal del Parque sino que el
periodista Evaristo Monti, que por aquel entonces tenía un poder
casi ilimitado, encabezaba una movida que pretendía la construcción
de un estadio único para la ciudad de Rosario.
En
una entrevista mantenida con el Dr. Osvaldo Rodenas, hijo del
entonces Secretario del Club, don Antonio Osvaldo Rodenas, éste
ubica el comienzo de la historia un par de años antes de lo que Io
hace Vesco: «Según lo que yo sé, las gestiones comienzan en
noviembre de 1972. En ese momento, mi viejo viaja a Puerta de Hierro
y ya se comenzaba a hablar sobre el Mundial '78. Mi viejo le lleva a
Perón la camiseta de Central, una pelota y una foto firmada por
todos los campeones de 1971. Esa habría sido la primera vez que se
habla de la posibilidad de que la cancha de Rosario Central sea la
sub sede del Mundial: se habla con Perón. Hay que tener en cuenta la
situación particular que vivía el país en esos momentos: recién
al año siguiente vino todo el episodio de Lanusse que decía que a
Perón no le daba el cuero para volver y todas esas cosas. Mi viejo
le habría hecho el planteo a Perón de que si Argentina era
designada sede del Mundial '78, la cancha de Central debería ser una
de las sub sedes. En esa reunión habrían participado también
Lorenzo Miguel y Eugenio Blanco. Cuando Perón muere, la charla se
vuelve a repetir con Isabel. Ella se acordaba de la charla en Madrid
y le asegura a mi viejo que la sub sede era para Central. Por eso,
todo lo que viene a posteriori, viene con la seguridad que él tenía
de esa decisión ya tomada. Es cierto que en un momento se designó
al de Newell's, pero mi viejo sabía que la
decisión
ya estaba tomada. Porque esa era una definición esencialmente
política y no otra cosa»
A
partir de este inicio oculto hasta el presente, se suceden hechos un
poco más conocidos: es cierto que, en un momento, la designación
como sub sede del Mundial 78 recayó sobre la cancha municipal del
Parque Independencia:
«Apareció
por esos días ( 1974, N. del R.) una versión según la cual el
espejo de agua del río Paraná conspiraba contra la irradiación de
ondas de enlace que el satélite encargado de transmitir las imágenes
televisadas de los partidos necesitaba, por lo que no cabía
alternativa respecto a la elección de la subsede: no podía ser el
estadio de Central; o sea, debía ser en el de Newell's. Tal
ramplonería, sin ningún sustento técnico según ezNQlicaron
los que sabían del tema, llegó también a los omnipotentes
funcionarios del EAM 78 (que no necesariamente entendían sobre
ciertas especificaciones técnicas), que seguían acopiando datos,
informes, recortes periodísticos, investigaciones privadas,
sugerencias y consejos. Aquí debemos clarificar un poco la cuestión
para la mejor comprensión del lector. FIFA, por lo general, aceptaba
la sugerencia de la entidad dueña de casa para asignar las sub sedes
por razones elementales, ya que ninguna inspección circunstancial,
por minuciosa que fuere, podía reemplazar el conocimiento acabado
que los propios dirigentes del país sede tenían de cada ciudad, de
cada estadio. Pero el Consejo Directivo de AFA estaba profundamente
dividido en torno a la elección del estadio rosarino. Y hubo un
momento durante 1974 que el platillo de la balanza pareció
inclinarse hacia el Parque Independencia. ( . . . ) Los dirigentes de
uno y otro club se movieron en busca de apoyatura política para
sustentar sus respectivas ambiciones. Central tenía muy buenos
contactos y excelentes relaciones en el gobierno peronista de la
época; pero también los tenía Newell's Old Boys. Y una noche,
mientras los aficionados al fútbol se aprestaban a ver uno de los
habituales partidos oficiales televisados —que se adelantaba en la
noche del viernes— recibió un profundo sacudón cuando el
periodista que presentaba la transmisión prometió para la
finalización del primer tiempo una noticia de extraordinaria
importancia, especialmente para el hincha ñulista: aseguró el
colega —caracterizado por la seriedad de sus datos informativos yla
profundidad de su juicio crítico— que dicha noticia merecería un
largo y explosivo festejo de los simpatizantes rojinegros. ( ) Una
hora después del anticipo, el colega aseguró tener información
fehaciente de que el Consejo Directivo de la AFA ya tenía decidida
la elección del estadio de Newell's para el Mundial. En ese mismo
momento, mientras los rojinegros festejaban, Vesco, Rodenas,
Scarabino y los demás miembros de la directiva centralista llamaban
por teléfono, concertaban citas, planeaban viajes a Capital Federal
y pedían audiencias con las más altas autoridades de la Nación. La
noticia era exacta. La decisión —aparentemente estaba tomada. Sólo
restaba darle forma y volcarla al papel, comunicarla. La celeridad
con que se movieron los dirigentes centralistas fue pareja con la
exactitud de cada movimiento. Finalmente, la firme postura del
presidente de Ferro, Santiago Leyden que acompañó junto con River y
las ligas del interior la candidatura del estadio centralista—
determinó que el interventor en AFA, doctor David Bracuto,
postergara la decisión que sometería finalmente a la impresión que
los delegados de FIFA pudieran tomar sobre el propio terreno. Muchos
vieron en aquel momento, en aquella postura de Bracuto, la que
creyeron decisiva influencia del secretario afista, Paulino Niembro,
ex diputado nacional por el peronismo y figura relevante del
sindicalismo de la provincia de Buenos Aires» . «Niembro, dirigente
del peronismo histórico, era la pieza clave en el tablero del poder
político—futbolero. Vesco y Rodenas lo sabían»
Rodenas
relata la misma historia desde su vivencia personal: «Una noche del
año 74 suena el teléfono en mi casa, en calle Valparaíso 1280. Era
Vesco. Me pregunta adonde estaba mi viejo.
Víctor,
la verdad es que no tengo idea.
—Necesito
ubicarlo en forma urgente, me dice Vesco.
—¿Por
qué?, pregunto yo.
Eligieron
la cancha de Newell's.
me
quería matar, porque yo, además de ser hijo del Secretario del
club, era hincha fanático de Central. Entonces Vesco me dice:
Decile
a tu viejo que yo ya hablé con Botti (en ese momento presidente de
Nuls) y se comprometió a esperar una semana para dar a conocer la
noticia oficialmente, pero la designación ya está.
Cuando
yo lo ubico a mi viejo, desesperado como hincha, no como hijo, mi
viejo me dice 'quedate tranquilo que ya está todo arreglado. Vesco
no sabe nada, pero la cancha del Mundial va a ser la nuestra'.
Lo
que había pasado es que se había llamado a una nueva elección y
Santiago Leyden (presidente de Ferro) cambia su voto y apoya a
Central. Leyden era peronista, muy amigo de mi viejo y seguramente a
él, como a cualquier porteño, le daba lo mismo que el estadio
designado fuera el de Central o el otro, pero por afinidad
ideológica, terminó votando al nuestro. Por eso en un partido
contra Ferro, que se juega al poco tiempo (4 de mayo de 1975,
documentado como el vigésimo abandono pechifresco en el fascículo
de la OCAL 'Ñuls, la hinchada que (casi) nunca abandona', N. del R.)
se armó un quilombo fenomenal, que tiraron plateas a la cancha y
alguno que lo veía de afuera se preguntaba por qué tanto despelote
entre Newell's y Ferro. Fue por eso, por el apoyo que Leyden le había
dado a Central el año anterior» .
El
hijo del entonces Secretario del Club pone en duda, empero, las
afirmaciones de Bossio en cuanto a la que habría sido determinante
participación de otras personas en la resolución favorable que tuvo
el conflicto: «La gente que estuvo más cerca de la negociación
final fueron tres personas: mi viejo, Eugenio Blanco de la UOM de
Villa Constitución) y Lorenzo Miguel. Y Lorenzo no lo hacía por una
decisión personal, sino por lo que le rompía las pelotas Eugenio
... Todo lo que se dice de la supuesta intervención fundamental en
las discusiones de Scarabino, Vesco y Vanrell no es cierto. No los
juzgo a ninguno, pero no es cierto que hayan intervenido en forma
directa erla designación de la cancha de Central como subsede de:
Mundial de 1978. Por otra parte, además de que los dos erar
demasiado jóvenes como para tener tanta injerencia, Vanrell siquiera
era dirigente de Central ( y otro que tuvo que ve no en las
decisiones, pero sí en el proyecto futuro) fu Gualberto Venesia,
porque él tenía un plan general para Rosaric y en especial para la
Costanera».
Como
se puede ver, si bien la cuestión ya se venía conversa:do desde
antes y cada uno trataba de hacer valer sus como mejor podía, la
fecha clave de todo este asunto parecía se: (porque en realidad no
lo fue), el viernes 11 de octubre de 1974 que para ese día estaba
prevista la visita a Rosario de una delegación de la FIFA que
supuestamente decidiría sobre el tema.
Puntualmente,
a las 10 de la mañana de aquel día, el entonces presidente del
organismo rector del fútbol mundial, el silero Joao Havelange,
bajaba del avión encabezando la delegación técnica de la FIFA que
inspeccionaría ambos estadios. primera reunión se produjo en la
Municipalidad de Rosario donde agasajaron a los huéspedes el
Intendente Rodolfo Ruggieri y el gobernador de la provincia de Santa
Fe, Carlos Sylves-Begnis. «En la intendencia rosarina había una
maqueta que autoridades de Ñuls habían llevado para que las
autoridades FIFA vean cómo iba a quedar el estadio y qué
comodidades te: an sus adyacencias. En medio del ágape los platitos
de los vasos de vino y gaseosa apoyados entre las tribunas de cartón
de la maqueta, hicieron que a los pocos minutos poco dara del
proyecto presentado» .
La
exposición de ambos clubes en la Municipalidad muy larga porque los
visitantes no tenían mucho tiempo rían verlas dos canchas in
situación, por lo que se subieron a los y hacia allá fueron. «Los
choferes que conducían los vehículos eran canallas y tenían
órdenes precisas. Desde Santa Fe y Aires, ir por Santa Fe hasta
Oroño y de Oroño derecho Parque. Eran horas del mediodía. El lento
tránsito de los móviles dieron la impresión a los alemanes de
estar en de alta congestión. Cuando pasaron por la zona de los
colegios apostados por Oroño la alarma se incrementó. Autos en
doble fila y una multitud en las inmediaciones lograron que la
comitiva demore más de 30 minutos en recorrer sólo 25 cuadras. Eso
no es habitual, se esforzaron en argumentar los leprosos. De allí
velozmente para Arroyito, los choferes tomaron Avenida Godoy,
Pellegrini, Avellaneda y de allí derecho al Gigante. Menos de diez
minutos para recorrer casi S kilómetros».
En
la cancha municipal del Parque, los dirigentes de FIFA tuvieron que
presenciar un «espectacular audiovisual presentado por Newell's Old
Boys. El documento fílmico fue un alarde de buen gusto y excelente
presentación. El 'producto' que se intentaba vender estaba prolija y
tentadoramente exhibido, exaltado hasta niveles difícilmente
igualables para cualquier competidor. Fue, en suma, una demostración
más de calidad de una agencia rosarina de publicidad que colmó de
gozo a los dirigentes ñulistas. Con ese audiovisual, los dirigentes
de la FIFA no podían hacer otra cosa ue señalar con su dedo
definitorio el estadio parquense>>
Una
vez en el Gigante (llegaron a las 12,15, después de haber visitado
la cancha municipal del Parque), el presidente Vesco y su Secretario,
Antonio Osvaldo Rodenas, comenzaron con una serie de argumentaciones
que iban de lo real a lo disparatado: « el escribano Vesco,
presidente de Central, anunció: 'No vamos a descansar para brindar
mayores comodidades al periodismo'. Sabía por qué lo decía. En el
Parque, los hombres de FIFA habían objetado el lugar reservado a la
prensa. Más ventaja para Central. Y para rematar la gran diferencia
que había entre Central y Newell's, Antonio Rodenas, quien
acompañaba a Vesco en la conducción del club, le dijo al brasileño
Havelange, de cara al río Paraná, que los simpatizantes de otros
países podrían venir por el río en barco y utilizarlos como
hoteles 'flotantes', una idea que se le acababa de ocurrir. Con el
mismo ingenio, Rodenas se había dado cuenta de que Hermann Neuberger
había captado la corta distancia que separaba el arco de la tribuna
en la cancha de Newell's, que no había foso. Central tampoco cumplía
las medidas, pero hizo escribir un informe en alemán donde explicaba
que era imposible solucionar esto en el Parque Independencia» .
«El
presidente Vesco, ante la prensa nacional, remarcó entonces: 'Quedó
demostrado que en pocos minutos se llega al centro de la ciudad'. Y
con aire peronista adelantó: 'Para 1978, con el plan
ferrourbanístico del gobierno del pueblo, seremos el estadio mejor
ubicado satisface que hayan admirado el espíritu progresista de
Rosario Central construyendo todo sobre terrenos propios, siguiendo
la línea que nos marcaron nuestro fundadores'. Havelange, Neuberger,
Franchi y Kãser volvieron a anoticiarse que, en cambio, Newell's
utiliza un terreno municipal» .
«Fue
una visita de médico la de la FIFA. A la una de la tarde ya estaban
volando hacia Córdoba. Haciendo gala de esa diplomacia que lo hacía
quedar bien con Dios y con el diablo, Havelange se despidió con un
'Cualquiera puede ganar la sede. Será una decisión de la AFA>
«Un
día después, el Día de la Raza, se puso en marcha la era Menotti.
La selección argentina empató 1 a 1 con España, y los dirigentes
de la FIFA estuvieron en River.
Carlos
Allende, enviado de 'La Capital', escuchó de Havelange la
posibilidad de que 'los dos estadios sean los escenarios para la Copa
del Mundo' en Rosario ya que 'esa determinación será la más justa,
los dos se lo merecen Pero, en recuadro a una columna, escribió: '
... circuló en fuentes autorizadas la noticia de que en el día de
ayer la AFA habría designado al estadio del Club Atlético Rosario
Central ... ' Y al preguntarle a Niembro sobre la versión, este
dijo: 'Todavía no hay nada definitivo. Niembro estimaba que debería
ser Central, pero uno de sus mayores opositores era el presidente de
la AFA: David Bracutto. Los días fueron pasando y la resolución no
salía. Es que existía una gran paridad entre las posturas del
Comité. En una reunión se dio la posibilidad de que se volcara la
balanza a favor de Newell's y una eléctrica reacción de Niembro
Mundial'78 Io impidió. Bracutto debió postergar la definición ante
la firme posición de varios delegados, entre ellos los de River,
Ferro y los clubes del interior. A todo esto, en los pasillos de AFA,
de la Casa de Gobierno, de sedes gremiales, las operaciones de dos
'canallas', el sindicalista de la UOM Eugenio Blanco y el joven
dirigente peronista Antonio Vanrell, eran cada vez más constantes. A
favor de Central, por supuesto» .
Las
posturas existentes en la Asociación del Fútbol Argentino se
encuentran perfectamente graficadas en el siguiente texto publicado
en aquel momento por la desaparecida revista Goles, citado en el
libro de Brisaboa: «Existían dos tendencias notables: una, la del
propio presidente de AFA, David Bracutto, que allá lejos y hace
mucho tiempo, se había comprometido con el contador Botti. La otra
era obra del 'bocho' yla amistad, y, ¿por qué no decirlo? , el
convencimiento personal de Paulino Niembro acerca de que la cancha de
Central era mejor y debía ser sub sede. Pues bien, el martes de la
semana anterior, a última hora, se habló en el seno del Comité
Ejecutivo de la visita que iba a hacernos el titular de la FIFA para
conocer Mar del Plata sub sede. Entonces Bracutto y Niembro,
reflotaron, delante de los demás integrantes del Comité, el caso de
la cancha rosarina, porque a dos meses vista, volvía Havelange y no
la habían designado. Fueron a votación y Paulino, que tenía
apalabrados a varios, ganó la mano.
El
barrio Arroyito será escenario de una de las sub sedes. Los demás
no objetaron pero a don David le quedó atragantado, porque se dice
que recriminó a Paulino. Una vez decidido, se juramentaron todos que
de ninguno de ellos saldría la noticia. Y a fe que cumplieron. Nadie
abrió la boca. Ningún periodista supo nada. Y cuando a las 23.30 de
la noche del pasado viernes nadie quedaba en la Casa del Fútbol,
sale un Boletín Oficial con la designación. Gran sorpresa, alguna
sonrisa (canalla), alguna bronca (de los otros) y se terminó. A don
Joao le presentaron un problema resuelto y listo. Es que el
secretario de la AFA, Paulino Niembro, está bien visto 'arriba' y lo
que él dice » «Finalmente, el 17 diciembre 1974, llegó al
despacho de Antonio Andrade, titular del consejo Municipal de Rosario
y entonces presidente del Comité Organizador Rosario Sub sede
Mundial 78 el despacho telegráfico no 11.470, que decía
textualmente: «Comunídole sus efectos decisión elegir estadio club
Rosario Central para partidos Copa Mundial 78 debiéndose entregar
antes día 20 corriente respuesta cuestionario remitido con nota
fecha 30 de octubre ppdo. Conjuntamente con informaciones sobre
necesidades infraestructura hoteleras, viales y aeropuerto. Saludos,
doctor David L. Bracuto, presidente. Paulino Niembro, secretario.
Comité Organizador Mundial 78'. La carrera estaba ganada. Hubo
grandes festejos y exaltaciones. La memoria centralista de aquel año
destaca, en su página 17, la 'preponderante actuación (que) en todo
momento es dable reconocer en la persona del señor Antonio O.
Rodenas» .
Por
todo lo relatado es absolutamente falso e injusto que nos
simpatizantes de Newell's sigan diciendo todavía: «A la cha se la
hicieron los milicos». La realidad fue que la designación de
nuestro estadio como sub sede del Campeonato Mundial de Fútbol de
1978 la realizó un gobierno democrático como-era el peronista que
gobernaba nuestro país en 1974 y contó con el aval de la FIFA. Es
más, fueron los inquilinos del Parque Independencia quienes, a
partir de la instauración de la dictadura en 1.976 comenzaron a
tender redes hacia ella para de torcer la decisión que ya estaba
tomada. En este tema todos coinciden, aunque no sean hechos
históricos muy conocí ¿ por la mayoría: «Con todo, habría que
pasar otra prueba fuego. Al producirse al golpe de Estado del 24 de
marzo de se movieron algunos intereses para tentar una modificación
era prácticamente imposible, desde que la decisión de FIFA era
irreversible. Pero hubo algún militar de muy alta graduación
vinculado por lazos familiares a dirigentes del fútbol argentino que
esbozó un intento que abortó casi antes de nacer. Central era el
estadio para el Mundial». « aprovechando el militar que derrocó al
gobierno peronista, hubo quienes a ron sin pudor a los despachos del
gobierno militar prodose como víctimas del gobierno derrocado v
acusando a Central como cómplice de ese gobierno peronista. Esta
actitud poco digna no les dio resultado, por más que tuvieran algún
dirigente amigo en la intervención militar que en la provincia
destituyó y desplazó al gobernador Carlos Silvestre Begnis».
También
es falso que la dictadura haya pagado el costo de remodelación del
estadio. Recordemos que ya veníamos contando todas las obras que
había hecho el Club para tener una cancha como la que tiene aún sin
saber siquiera si la Argentina sería designada como sede del Mundial
de 1978 y Rosario como una de las sub sedes; y que las obras para
unir el segundo anillo habían comenzado en 1972. Por eso, cuando el
estadio es designado sub sede en un acto de estricta justicia,
Rosario Central ya tenía construido alrededor del 85 % del total de
lo que se utilizaría a partir de junio de 1978. Esto lo dice
claramente el libro de Editorial Atlántida: « ... el Ente
Autárquico Mundial 78 (EAM 78), comandado ahora por la dictadura
militar que toma el poder por la fuerza el 24 de marzo y con el
almirante Lacoste a la cabeza, decidió que se haría cargo del
estadio centralista y que corría por su exclusiva cuenta final la
remodelación: campo de juego, torres de iluminación, foso
perimetral, vestuarios, sala de prensa, etc, además de las tribunas
altas que faltaban construir en las cabeceras, y el tramo que faltaba
terminar en la platea alta. Esto representó el 15% del estadio.
Claro, el 85% de la estructura del Gigante de Arroyito la había
hecho Rosario Central, por su exclusiva cuenta, antes de 1975: más
de 5.000 centralistas pagaron por medio de chequeras del Banco
Monserrat las nuevas plateas que hasta hoy son testigo de la emoción
de cada domingo>> .
El
entonces presidente Vesco informa en aquel momento — en un
reportaje publicado en el diario La Capital del 2 de junio de 1978—,
que «de acuerdo con un convenio suscripto entre el Ente Autárquico
Mundial 78 y Rosario Central, una vez terminada la Copa del Mundo se
realizará un inventario de los bienes, ya que el 20 de julio
recibiremos provisionalmente el estadio. Desde esa fecha al 31 de
diciembre de este año (1978) se elaborará dicho inventario de los
bienes que habrán de quedan en el estadio. Se va a constituir una
obligación hipotecaria a favor del estado y Rosario Central va a
pagar esa deuda en 20 años, sin intereses ni indexación,
semestralmente.>> « Cuánto va a costarla obra?» pregunta el
periodista, a lo que Vesco responde secamente «Veinte millones de
dólares». Además, debemos tener en cuenta que por aquella época
el club contaba con una masa de 45.000 socios que sustentaban
cualquier proyecto que se encarara.
También
vale la pena aquí hacer una aclaración que resulta necesaria: hemos
intentado contar la crónica de lo sucedido por aquellos días de la
manera más honesta posible y de la forma más detallada que pudimos.
Pero, así como quisimos desmentir aquella mentira de que «al
Gigante lo hicieron los milicos», tampoco debe quedar en nadie la
equívoca idea de que Central i tiene su gran estadio gracias a tres
o cuatro dirigentes con buenas relaciones en los círculos políticos
donde se necesitaba tenerlas. No fue sólo eso. Por lo que demuestra
la historia, por el esfuerzo de cientos de dirigentes y de miles de
socios a lo largo de más de 80 años, por la labor incansable de
hombres y mujeres canallas que sabían que se podía tener un estadio
Gigante y por el apoyo de la mayor parte de la ciudad donde creció,
Rosario Central iba a tener su Gigante con Mundial o sin Mundial.
Bien lo explica la OCAL:
«Newell's
sólo tenía tribunas bajas de cemento en un lateral, el de la vieja
visera, y detrás de un solo arco, el del Palomar. El resto era un
lateral con tribunas de madera, y detrás del otro arco, que da al
Hipódromo, no había tribuna, sólo existían 8 0 10 escalones. En
definitiva, había que hacer un estadio nuevo.
A
la hora de decidir, también se tuvo en cuenta la situación precaria
en que se encontraban —y encuentran— los clubes y otras
instituciones que ocupan tierras públicas en el Parque
Independencia.
En
1961, durante la intendencia de Luis Cándido Carballo, los clubes y
entidades que ocupan precariamente dichas tierras aceptaron, ante las
exigencias de las auto-
ridades
municipales, abandonar definitivamente dichas tierras, liberándolas
al uso público y cediendo al municipio todos los inmuebles
construidos. Así se pactó, cumpliendo con la concesiÓn original, y
se les concedió un tiempo prudencial para que las entidades
desalojadas pudieran trasladarse a otros terrenos. Nos referimos a la
Sociedad Rural, el Jockey Club, y los clubes Gimnasia y Esgrima,
Provincial y Newell's Old Boys.
El
golpe de estado que en 1962 derrocó al gobierno de Arturo Frondizi
permitió que las sucesivas intervenciones militares prorrogaran por
más años estos permisos precarios, y es así que el 45 por ciento
de la superficie del Parque Independencia continúa ocupado por
instituciones privadas.
Aquel
mandato de la intendencia de Carballo, acatado por los clubes e
instituciones del parque, está todavía pendiente.
Queda
en claro, pues, que las autoridades de la FIFA y del EAM 78 no
tuvieron ninguna duda a la hora de elegir, y en octubre de 1974, tras
la visita a Rosario de Havelange y Neuberger, todo debió quedar
resuelto sin ninguna connotación política.
Sin
embargo, las influencias políticas y de todo tipo que se usaron en
contra de la designación del estadio de Rosario Central casi da sus
frutos, pero los rápidos y ágiles reflejos de Rodenas
lograron desbaratar las maniobras que se urdieron desde arriba.
Realmente hubiera sido un fraude.
Hoy,
a la distancia, algunos pretenden 'vendernos' la historia al revés.
Los que usaron todas las artimañas para evitar que el estadio
canalla fuera la subsede del Mundial dicen que a Central le regalaron
el estadio porque Rodenas era Reiteramos: con Mundial o sin él,
Central tendría igual su Gigante de Arroyito, porque el Gigante ya
estaba en plena etapa en el estadio. Se va a constituir una
obligación hipotecaria a favor del estado y Rosario Central va a
pagar esa deuda en 20 años, sin intereses ni indexación,
semestralmente.» « Cuánto va a costar la obra?», pregunta el
periodista, a lo que Vesco responde secamente «Veinte millones de
Además, debemos tener en cuenta que por aquella época el club
contaba con una masa de 45.000 socios que sustentaban cualquier
proyecto que se encarara.
También
vale la pena aquí hacer una aclaración que resulta necesaria: hemos
intentado contar la crónica de lo sucedido por aquellos días de la
manera más honesta posible y de la forma más detallada que pudimos.
Pero, así como quisimos desmentir aquella mentira de que «al
Gigante lo hicieron los milicos», tampoco debe quedar en nadie la
equívoca idea de que Central tiene su gran estadio gracias a tres o
cuatro dirigentes con buenas relaciones en los círculos políticos
donde se necesitaba tenerlas. No fue sólo eso. Por lo que demuestra
la historia, por el esfuerzo de cientos de dirigentes y de miles de
socios a lo largo de más de 80 años, por la labor incansable de
hombres y mujeres canallas que sabían que se podía tener un estadio
Gigante y por el apoyo de la mayor parte de la ciudad donde creció,
Rosario Central iba a tener su Gigante con Mundial o sin Mundial.
Bien lo explica la OCAL:
«Newell's
sólo tenía tribunas bajas de cemento en un lateral, el de la vieja
visera, y detrás de un solo arco, el del Palomar. El resto era un
lateral con tribunas de madera, y detrás del otro arco, que da al
Hipódromo, no había tribuna, sólo existían 8 0 IO escalones. En
definitiva, había que hacer un estadio nuevo.
A
la hora de decidir, también se tuvo en cuenta la situación precaria
en que se encontraban —y encuentran— los clubes y otras
instituciones que ocupan tierras públicas en el Parque
Independencia.
En
1961, durante la intendencia de Luis Cándido Carballo, los clubes y
entidades que ocupan precariarnente dichas tierras aceptaron, ante
las exigencias de las autoridades municipales, abandonar
definitivamente dichas tierras, liberándolas al uso público y
cediendo al municipio todos los inmuebles construidos. Así se pactó,
cumpliendo con la concesión original, y se les concedió un tiempo
prudencial para que las entidades desalojadas pudieran trasladarse a
otros terrenos. Nos referimos a la Sociedad Rural, el Jockey Club, y
los clubes Gimnasia y Esgrima, Provincial y Newell's Old Boys.
El
golpe de estado que en 1962 derrocó al gobierno de Arturo Frondizi
permitió que las sucesivas intervenciones militares prorrogaran por
más años estos permisos precarios, y es así que el 45 por ciento
de la superficie del Parque Independencia continúa ocupado por
instituciones privadas.
Aquel
mandato de la intendencia de Carballo, acatado por los clubes e
instituciones del parque, está todavía pendiente.
Queda
en claro, pues, que las autoridades de la FIFA y del EAM 78 no
tuvieron ninguna duda a la hora de elegir, y en octubre de 1974, tras
la visita a Rosario de Havelange y Neuberger, todo debió quedar
resuelto sin ninguna connotación política.
Sin
embargo, las influencias políticas y de todo tipo que se usaron en
contra de la designación del estadio de Rosario Central casi da sus
frutos, pero los rápidos y ágiles reflejos de Rodenas lograron
desbaratar las maniobras que se urdieron desde arriba. Realmente
hubiera sido un fraude.
Hoy,
a la distancia, algunos pretenden 'vendernos' la historia al revés.
Los que usaron todas las artimañas para evitar que el estadio
canalla fuera la subsede del Mundial dicen que a Central le regalaron
el estadio porque Rodenas era peronista» .
Reiteramos:
con Mundial o sin él, Central tendría igual su
Gigante
de Arroyito, porque el Gigante ya estaba en plena etapa de
construcción cuando fue designado sub sede del Mundial: todos
coinciden que entre el 80 y el 85% del trabajo ya estaba hecho cuando
los militares de la dictadura tomaron a su cuenta la finalización
del frabajo, a lo que, por otra parte, Rosario Central no podía
oponerse, teniendo en cuenta que la Argentina era, en ese entonces,
un país tomado por un ejército de ocupación.
«En
cambio, Newell's en aquellos tiempos, recorrió un camino inverso. No
obstante tener su viejo estadio en terrenos municipales, con la
amenaza de desalojo pendiente de la época de Luis C. Carballo, en
vez de buscar soluciones para el futuro, como hizo el Club Provincial
con el complejo deportivo Barrio Cura, se desprendió de los terrenos
que tenía en Ovidio Lagos y Rueda. Luego malvendió el valioso
terreno que tenía en Paraguay al 800 (actual playa de
estacionamiento), invirtió en Circunvalación y Jorge Newbery, pero
luego lo vendió, lo mismo que hizo con la sede social del Parque
Independencia, y sólo atinó a extender el alambrado tomando para sí
más superficie de dicho Parque»
Fuente: Extraído del Libro " El Gigante de Arroyito - La verdadera historia" Autor Fabián Bazán. Edtcorial Secretaría de Cultura Canaya. Agosto 2009