Escudo de la ciudad

Escudo de la ciudad
El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

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miércoles, 28 de marzo de 2018

El ascenso del 42

Por Jorge Brisaboa



Nuevamente, la pasión viaja en tren y se prolonga en las calles rosarinas. Nuevamente, Central está en primera.

La locomotora aún no ha detenido su marcha y los hinchas se arrojan desde los vagones hacia los andenes de Rosario Norte para mezclarse y abrazarse con los que esperan y han copado la estación. Estos suben desaforadamente por las ventanillas, en busca del "Torito" Aguirre, del "Maestro" Rubén Bravo, de Ricardo "el Negro" del arco, de Alfredo Fogel, de Villariño...

Miles de hombres, mujeres y chicos inician la caravana, con los jugadores en andas, y marchan por calle Wheelwright hacia el centro con destino final en la sede de calle Mitre.

Rosario es una fiesta. Central le ha ganado en Buenos Aires a Ml Boys 2 a 1, ha obtenido el ascenso, y el regreso es triunfal, con el pueblo centralista feliz.

Atrás ha quedado un año de triunfos y de hazañas como la del "Torito" Aguirre, que marcó 14 goles en cinco partidos, en dos (contra Nueva Chicago y Dock Sur) hizo 6 y terminó siendo el goleador con 32. 0 aquel viaje a Santa Fe para enfrentar a Unión en el que no bastó con reforzar los servicios habituales del ferrocarril sino que la empresa debió agregar un convoy: ganó Central 5 a O y miles de "canallas" acompañaron al equipo. O la derrota en Villa Luro por 2 a O con Vélez Sarsfield, con el que se peleaba el título desde el principio; o esa caída inesperada en la primera rueda con Dock Sur por 4 a 3, que llevó a aplicarles una multa de 100 pesos a todos los jugadores por "no tener ninguna explicación la actuación desganada y deficiente del conjunto que disputa el torneo de ascenso", según la resolución firmada por el presidente Rodríguez Araya.

El plantel fue prácticamente el mismo que se había ido al descenso. Pero la defensa ganó en fortaleza. Como siempre, con la pelota en los pies los delanteros ponían el sello del fútbol rosarino y si no hubiera sido por las exageraciones en el control de la pelota, Central habría convertido más goles. Un cronista de la época escribió: "La delantera era inofensiva dentro del cuadro grande rival, sabía hacer muchos chiches pero pocos goles". Pese a esto, en varios partidos marcaron más de cinco, claro, contra los rivales más débiles (Sportivo Alsina, El Porvenir, Nueva Chicago, Almagro). Ricardo; Perucca y De Zorzi; Casalini, Rivero y Fogel; Villariño, De Cicco, Bravo, Aguirre y Vidal. Este era el equipo base dirigido por Enrique Palomini. Este fue el equipo campeón.

Dos partidos antes de que terminara el torneo, en Floresta contra Ml Boys, con goles de Aguirre y Vidal, Central logró el título.

Desde la estación Rosario Norte hacia la sede, y en cada rincón de los populosos barrios de la ciudad, esa noche del 21 de noviembre de 1942 —como la tradición centralista lo fijaba a partir de aquellas celebraciones de principios de siglo en el barrio Talleres— Rosario fue una fiesta.
Extraído del Libro “ de Rosario y de Central” Homo Sapiens. Editado 1996

martes, 27 de marzo de 2018

Tres grandes edificios escolares: 29 de marzo de 1941



El gobernador Manuel de Iriondo inauguró oficialmente tres modernos y amplios edificios para las escuelas "José Manuel Estrada", en Juan José Paso y cortada Chaco; "Mariano Moreno", en Paraguay 1251; y la Escuela Hogar, en las instalaciones de Refinería Argentina. Las tres respondieron a un mismo estilo arquitectónico.

Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia y Región “ Fascículo N.º 94 de Marzo 2011

lunes, 26 de marzo de 2018

Creación de la Asociación de Martilleros: El 13 de marzo de 1941


A iniciativa de Juan Blas Cafferratta, Guillermo Ortiz de Guinea y Manuel Peduzzi, se congregó en los salones del Jockey Club un grupo de martilleros rosarinos a efectos de constituir una entidad que los representara y defendiera en el ejercicio profesional y que al mismo tiempo, programara un plan gremial y cultural. Luego incorporó a corredores y consignatarios. La primera comisión, estuvo presidida por Virgilio Sánchez Granel e integrada por Horacio Pacual, Ortiz de Guinea, Adrián Bunori, Alfredo Gueglio, José Genta, Oscar Casas, Martín de la Riestra y Alfredo Rouilión Echesortu. Veinte años más tarde pudieron adquirir una sede propia en Entre Ríos 238.
Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia y Región “ Fascículo N.º 94 de Marzo 2011

miércoles, 21 de marzo de 2018

Arsenio: un creador trashumante

Por Rafael Ielpi




Uno de los grandes nombres vinculados al folklore tendría asimismo una entrañable vinculación con Rosario, pese a no ser oriundo de ella, y su obra lo ubicaría, sin discusión, entre los grandes autores de ese vasto género cuya mayor popularidad se daría a partir de la década del 50: Arsenio Aguirre.


Nacido en Juncal, provincia de Santa Fe, en agosto de 1923, su familia se radicaría en Rosario un año más tarde y en ella viviría los años de infancia y juventud, en una casa de inquilinato de la calle Virasoro al 1400. De su padre —talabartero y panadero- heredaría la afición por el canto y la guitarra, pero su muerte en 1936 lo obligó a ejercer trabajos y oficios diversos: vendedor de diarios en la esquina de San Martín y Córdoba; de pastillas en Virasoro y Entre Ríos, vecino al Hospital Rosario, actual Clemente Alvarez; fabricante con sus hermanos de pequeñas jaulas para pájaros. Un empleo como chocalatinero en el legendario Cine Sol de Mayo y luego como dependiente en el Bazar Manavella serían algunas de sus ocupaciones de esos años.


El estudio autodidacta de la guitarra que perfeccionaría luego con maestros rosarinos de la talla de María Luisa Anido, le permitiría ya a los 15 años acompañar a cantores populares conocidos de esos años como Héctor Mauré y Oscar Alonso y dos años después a concretar sus primeras giras por Sudamérica. Un asma crónica que lo obligaría a la búsqueda de climas propicios lo llevó sucesivamente, entre 1930 y 1980, a Mendoza, Jujuy, Bolivia y La Rioja, hasta su regrero a Rosario, donde moriría el 18 de octubre de 1990.


En Mendoza actuaría junto a grandes músicos del folklore como Hilario Cuadros y Tito Francia; en Jujuy y La Paz reafirmaría su amor por los instrumentos y la música andina, puesto de manifiesto en su etapa como músico de la folklorista Margarita Palacios, a comienzos de la década del 50, con la que accede a la radiofonía en Buenos Aires y a las grabaciones. Algunos de sus temas iniciales, como el yaraví Quena, llegan entonces a conocimiento de la gran cantante y soprano peruana Ima Sumac, que lo integra a su elenco en una gira por Argentina, Uruguay, Chile, Perú y Ecuador.


Sería sin embargo en la década del 50 y comienzos de la siguiente cuando su obra autoral y sus personalísimas cualidades de inobra autoral está vinculada de modo estrecho a la temática de la región y, en especial, a elementos arquetípicos de la misma: el río, las islas, los oficios vinculados a ambos, el paisaje distintivo del Litoral. A esas vivencias y escenografía, Muller ha dedicado algunos de los temas más personales del repertorio litoraleño, desde La isla o Mujer de la isla a Creciente de nueve lunas, Corazón de curupí y otros, aunque no son menos innovadores algunos de sus temas de raíz pampeana.


Del período 1930-1960 son asimismo algunos otros artistas vinculados con el folklore, como Alfredo Santos Bustamante, esforzado continuador de una tradición de hondas raíces populares. En radios, en peñas, en el cierre de muchas presentaciones de las compañías de radioteatro, el Payador Bustamante sostendría hasta muy avanzada la década del 60 el ingenio y la rima de viejos maestros de ese arte.


Similar fidelidad a las tradiciones vernáculas tendrían los Hermanos Forcat, de larga trayectoria, Víctor Villamayor y Lily Ortiz, dedicados a la difusión de la música paraguaya y Leonidas Montero, uno de los pioneros en la formación de orquestas folklóricas.


Igualmente recordables, a mediados de los años 50, serían grupos como Los Huayra Rupa, también formado por estudiantes universitarios de Arquitectura e Ingeniería en 1956, —habitantes de pensiones legendarias como "El Fortín", en Alem 2160 o "El Infierno" en Alem 1731-, entre cuyos integrantes pueden mencionarse a Rubén Pinazo, Rubén Hernández, Angel Moukarzel, José Oveja Montoya, este último un relevante autor y compositor de música santiagueña, Román Sturn y el Moto Hoffman y el Pata Suarez, cuyos apodos borrarían casi del todo a sus nombres, aunque no el recuerdo de su autenticidad. También estudiantes secundarios serían Los Cuimbaé,


(Codaglio, Berbel, Kanner, Dorín), primer grupo vocal dedicado a la música del Litoral, con un repertorio que la jerarquizaba, y cuyos escasos discos, casi inhallables, son testimonios de la calidad de aquel grupo, como su versión de Viejo Caá Caatí.

 Extraido de la Revista la Vida Cotidiana Rosario 1930-1960

martes, 20 de marzo de 2018

ARSENIO AGUIRRE

Por Daniel Cozzi


La Guitarra trasnochada





Arsenio Aguirre nació en Juncal, pequeña localidad del sur santafesino, el 28 de agosto de 1923, pero antes de cumplir el primer año de vida, sus padres se trasladaron a la ciudad de Rosario donde fijaron su residencia.

Los Aguirre eran una familia de escasos recursos económicos, por lo que la niñez de Arsenio transcurrió entre los conventillos de la ciudad, punto obligado de encuentro de todas las familias humildes que llegaban en búsqueda de mejores condiciones de vida.

Era una época en que no existían políticas de estado dirigidas a satisfacer las necesidades esenciales de las clases populares, por lo que para aquella creciente migración interna que se iba asentando en los suburbios de las grandes urbes, la vida estaba llena de dificultades. Frente a esta dura realidad,

su padre, no desdeñó ningún oficio para sostener con dignidad a la familia, que en nuestra ciudad se completaría con la llegada de otros dos hijos. Don Arsenio padre, como era parte de la cotidianeidad de los habitantes de las zonas rurales, cantaba y tocaba la guitarra, forma esencial de vincularse con los hombres y afianzar su identidad cultural manteniendo vivo el saber popular tradicional.

Por entonces el folklore recién comenzaba a conocerse en las grandes ciudades de la mano de la compañía de don Andrés Chazarreta, por lo que, este oficio de "cantor y guitarrero", no ofrecía más que la posibilidad de una vida llena de privaciones, que lo llevaron concientemente a tratar de preservar a su hijo, que desde pequeño hizo evidente su interés por la guitarra, de las durezas del oficio.

Si bien tenía la guitarra vedada, el pequeño Arsenio no se dejó ganar por la resignación y procuró agudizar su atención sobre los músicos y el instrumento en los ensayos que su padre realizaba con otros guitarristas y en clases que daba a sus alumnos particulares, guardando en su memoria cada indicación técnica, cada movimiento de los dedos sobre el diapasón, cada gesto, para ponerlos en práctica de manera oculta, cada vez que se le presentaba la oportunidad: "Desde temprana edad mi preferencia por la guitarra e tan grande que solía abandonar los juegos de niño, para quedarme al lado de mi padre, no sólo a escuchar las interpretaciones que realizaba mi progenitor sino que, con un palito lo remedaba, y en horas altas de la noche, era todo un drama sacarme del lado de las guitarras en las tertulias familiares" .

Su madre, doña Elena Aranda, que supo ver y comprender desde siempre, la natural facilidad de su hijo para volcaren el instrumento de manera audidacta, lo que observaba y escuchaba, siempre lo alentó y hasta logró que su esposo llegara a comprender a su hijo y accediera a darle algunas indicaciones técnicas, que nunca llegaron a transformarse en una enseñanza metódica y formal.

En 1936, a los 42 años de edad fallece su padre tras una enfermedad que lo venía desgastando desde hacía unos años. En esta última etapa de su vida, la única entrada económica de la familia provenía de las clases particulares que dictaba en su casa de la calle Virasoro 1460.

Con solo 13 años, Arsenio debió abandonar la escuela y salir a vender diarios para colaborar con el sustento familiar. "Frente a su casa había un almacén, al que caían guitarreros y payadores. Cuando iba a hacer algún mandado, se "prendía". Aquello era el gusto de cantar, el gusto más lindo de la vida, sacar lo que se tiene adentro, en el canto. Así, preguntando, fue aprendiendo, perfeccionando su ejecución en la guitarra"

A los 17 años comenzó a presentarse como guitarrista acompañando a cantantes de la ciudad, tanto de folklore como de tango, en diversos locales nocturnos, entre ellos en el ya desaparecido Bar "La montañita", ubicado en el Parque Independencia, frente al laguito.

Poco tiempo después, pasó a ser guitarrista acompañante estable de LT2 Radio Splendid, donde realizaba además audiciones nocturnas actuando como solista, en el que el locutor intercalaba entre los temas, glosas ilustrativas, modalidad común en esa época.

A los 18 años, acompañando a la cantante Tita Dubal en una gira por el noroeste del país, llegó hasta Tarja, capital del departamento homónimo del sur de Bolivia, donde, cumplidos los compromisos adquiridos, decidió separarse del grupo. "Me desvinculé de ella porque había comprendido lo interesante que resultaba para mis inquietudes de viajero enamorado de paisajes y tradiciones el andar sin compromiso, moviéndome hacia cualquier rumbo, sobre todo donde estuviera el canto indiano de la copla".

Fascinado por la cultura chapaca decide quedarse una temporada en Tarja para aprender sus particularidades, donde algunas danzas como la cueca, la chacarera, el bailecito, las tonadas y coplas, y el chamamé, adquieren )nodalidades regionales distintivas, al al que algunos instrumentos como "la camacheña" y "la quenilla", típicos de la región, que son claras variantes de la quena y particularmente el violín "chapaco"'instrumento emblemático de su identidad cultural. "Vibré emocionado con los yaravíes de la puna, con las danzas de los Chunchos Tanjeños, con las canciones del campesino chapaco. Me fascinó la presencia de montañas que entregan metales preciosos, desde tiempos lejanos en que el Inca era amo y señor de vastísimas comarcas de América".

Este contacto con la cultura viva del pueblo andino, le señala el camino hacia el americanismo que se evidencia en muchas de sus obras, tanto en lo musical como en lo poético. "Danzas y cantares de Aymará, ruinas del Tiahuanaku, vestigios del Machu- Pichu, El Cuzco (capital arqueológica de América), llenaron mi alma de pasados cantos ancestrales. Mis versos nacían a raudales, encendidos por los colores del paisaje, pero muchos de esos versos tenían un resentimiento al comprobar que en tierras de fabulosas riquezas, los hombre vivían en una conmovedora miseria"

Su guitarra fue absorbiendo el color propio de la sonoridad andina: algunos temples particulares, el empleo de la escala pentáfona y del modo menor en todas sus variantes, el especial uso de los bajos (bordoneo) cruzados rítmicamente con la melodía, el uso de terceras paralelas y particularmente el empleo de Glissandos y vibratos, voz y llanto del imperio incaico. Todas estas técnicas serían llevadas a su máxima expresión por otro instrumentista autodidacta, nueve años menor que él, Raúl García Zárate.

Como ejemplo de lo que decimos vale recordar y escuchar las grabaciones que realizó de obras propias como los bailecitos "Paso de las llamas" y "Coplas a Tilcara", el kaluyo "Imperio perdido", los yaravíes con fuga de huayno "Quena" y "Canción andina", el preludio "Inmensidad", y particularmente "Recordando a Tarja", tema con todas las características de las cuecas chapacas.

En las coplas de algunas de sus canciones se alza la voz doliente de la raza sometida, como exorcizando el olvido y el silencio en que la sumió la historia oficial. Ya no es la exaltación heroica del conquistador ambicioso y sanguinario, sino la resistencia heroica de un pueblo y su líder, y la sumisión en la pobreza de los dueños de los Andes.

Se estremece el viento andino
y todo el Alto Perú
las quenas están llorando
mataron al inca Tupac Amarú.
Tus montañas de oro y plata
el invasor te quitó
fuiste cautivo y esclavo
y no escuchó el ruego
tu Dios que era el Sol.
Inca, América llora
tu muerte cobarde
y la Pachamama en los yaravíes
alarga su llanto por todos los andes
"Imperio perdido" (kaluyo) Letra y
música de A.Aguirre


De regreso a la Argentina, fue guitarrista acompañante, entre otros, de figuras como Oscar Alonso, Héctor Mauré y Nelly Omar.

En Rosario se casa con Blanca Chazarreta con quien tuvo dos hijos: Perla Argentina que ha seguido los pasos de su padre y Dardo Gabriel.

Blanca Chazarreta integraba junto a Delia Chazarreta del Dúo "Las Hermanas Chazarreta", que en 1934 al sumarse Atahualpa Yupanqui y su amigo Angel Gandino, pasó a llamarse cuarteto "Los indios".

Al poco tiempo de casados Arsenio y Blanca se fueron de gira por Bolivia junto al guitarrista Antonio Luzzi que tocaba con el seudónimo de Antonio Palacios con quien formaron el "Trío Argentino". Durante largo tiempo actuaron por América del Sur hasta que disuelto el trío, continuaron como dúo, Blanca en el canto y Arsenio como guitarrista acompañante.

En la década del 50, "Después de quince de años de andar caminos, llegué a Buenos Aires para trabajar con mi dilecta amiga Margarita Palacios, siendo responsable de los arreglos musicales y desempeñándome como quenista, guitarrista y bailarín".

Formando parte del conjunto de Margarita Palacios participó en dos producciones cinematográficas: "Rebelión en los llanos" (1953) dirigida por Belisario García Villar y "Cerro guanaco" (1959), dirigida por José Ramón Luna.

En 1956 compuso en Santiago de Chile, inspirado por el imponente paisaje cordillerano, donde "la luna se hacía pedazos sobre la cumbre de las montañas" la zamba "Guitarra trasnochada" que inmediatamente fue grabada en Buenos Aires por el Dúo Arboz y Narváez, en un disco doble de 45 r.p.m, para el Sello Music-Hall, convirtiéndose en una de las obras de su creación, que más éxito alcanzó.

Sobre finales de la década, la notable cantante peruana Yma Surnac; tras la separación de su esposo y manager musical Moisés Vivanco, se encontraba en Uruguay como parte de una gira que estaba realizando por América, con el fin de recuperar parte de la fortuna que había perdido tras los manejos fraudulentos de su esposo, ante el fisco norteamericano. Yma Sumac era una estrella de proyección internacional, con un registro vocal que abarcaba cinco octavas, único caso en la historia de la música.

Lo escuchó a Arsenio mientras ensayaba su obra "Quena", de la que queda inmediatamente enamorada, poniendo de manifiesto su interés por grabarla, iniciativa que nunca se concretó. Tras escuchar otras obras del repertorio del maestro, lo contrató integrándolo a su compañía como primera guitarra. La acompañó en su gira por Montevideo, Buenos Aires, Santiago de Chile, Perú y Ecuador. Si bien la gira concluía en la ciudad de Los Ángeles (USA), lugar de residencia de la cantante, Arsenio Aguirre, se desvinculó de la compañía en Lima.

En "Quena", nuevamente hace expreso su profundo amor por la cultura y la raza incaica:
Quena, quena del alma
como llora en tus notas
el dolor de la raza
Se perdió en el tiempo
tu alegría indiana
desde que Pizarro
traicionó a Atahualpa.
Que nunca se apague
tu antigua nostalgia
quena de los incas
quena de Humahuaca
grito de los Andes
dolor del Curaca
símbolo del inca
pena del Amautha.


Con la salud quebrantada entró al país desde Santiago de Chile a Mendoza donde quedó internado por un año en el Hospital Lencinas enfermo de tuberculosis.

Radicado en la capital de la provincia cuyana durante un tiempo, trabajó como guitarrista estable de Radio Aconcagua - hoy Radio Nacional - junto a Tito Francia, Martín Ochoa y Honorato, que ya trabajaban en la emisora, donde todas las noches el auditorio se colmaba de gente que se congregaba en la puerta para recibirlos con entusiasmo antes de la audición. En Mendoza tocó y grabó con Hilario Cuadros como integrante de Los Trovadores de Cuyo y con Alfredo Alfonso y José Zabala, los reconocidos guitarristas de Mercedes (San Luis) que acompañaran por largos años a Juan Carlos Mareco.

En esta ciudad abrió por primera vez su peña “ El rancho de Arsemio Aguirre" a comienzos de la década de 60, que debió cerrar debido a los reclamos hechos "por ruidos molestos" un militar vecino al local. Más tarde lo abriría en Comodoro Rivadavia donde las actividades se desarrollaban en las instalaciones de un Club.

En sus numerosos retornos a su amada da Bolivia compuso la música para un cortometraje filmado en La Paz titulado "Cerro Illman" y otro de grandes éxitos, el bailecito "Adiós Quiaca", que, nacido improvisadamente te en medio de una fiesta de despedida que le hacían los lugareños, se po lanzó en la región rebautizado por gente como "El quiaqueño".

En busca de nuevas canciones para su repertorio, Los Fronterizos, lo escucharon en la zona y lo grabaron convirtiéndolo inmediatamente en un éxito comercial. Al igual que "Viva Jujuy", "El quiaqueño", se ha folclorizado, como uno de los bailecitos más populares, de nuestro patrimonio musical.

Finalizando la década del 60, fue llamado a nuestra ciudad para hace cargo de la dirección de LT8, cargo que, por cuestiones políticas del momento no llegó a concretarse, por que decide en 1969 abrir en Rosario, como antes lo había hecho en Mendoza y Comodoro Rivadavia, '"El rancho de Arsenio Aguirre" en la avenida Corrientes 1774, en la que se presenron grandes figuras del folklore, como Horacio Guarany, Margarita Palacios, María Elena, y Cholo Aguirre, por nombrar solo algunos.

Los artistas locales siempre tuvieron en la peña un espacio abierto para actuar, por lo que fue un centro importante para su promoción.

A comienzo de la década de los 70 había generado en España un gran interés por la música folklórica latinoamericana y particularmente por la argentina, por lo que muchos artistas organizar giras por ese país. En sintonía con la tendencia favorable a nuestra música, su colega y amigo Cholo Aguirre, lo convence de viajar a Europa. Tomada la decisión de viajar, en 1972 cierra el rancho y el núcleo familiar se traslada vivir en Buenos Aires.

En Europa, además de trabajar juntos, recorrió toda España acompañado por Eduardo Rodrigo, pasando luego a Francia y Portugal. Especialmente en España el particular sonido de guitarra, la pulsación segura y timbricamente poderosa, y la interesante factura de sus obras para pasaron inadvertidas para el público y la prensa.

En Madrid abrió nuevamente su peña que funcionó hasta 1974.

De regreso a nuestro país se radica en La Rioja, donde dio clases en el Centro Polivalente de Artes, durante nueve años. Al jubilarse retorna a Rosario donde pasará el resto de su vida.

"Papá gustaba de reunir guitarristas en todas las ciudades donde vivió, armonizarlas y tocar juntos un bello repertorio nativo. "La banda guitarrera" estaba formada por jóvenes alumnos de él, entre ellos algunos sobrinos que participaban con gran entusiasmo de este proyecto y papá se sentía feliz de transmitir sus conocimientos. Amaba los conjuntos de guitarra y esta banda llegó a presentarse en Rosario. Se disolvió cuando papá comenzó a agravarse y murió. A los jóvenes les faltó el entusiasmo de papá que era el motor que los impulsaba a disfrutar de ensayos y presentaciones."

En nuestra ciudad fue delegado local de a Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC).

Entre canciones y piezas para guitarra sola, su producción comprende cerca de 400 obras.

El ya inexistente Diario "La Tribuna" de Rosario publicó en una edición rústica, su libro "Las coplas de mi silencio", que contenía canciones, poemas y coplas de su autoría.

El maestro Arsenio Aguirre falleció en Rosario el 18 de octubre de 1990. En su homenaje en 1994 fue bautizada con su nombre el aula donde daba clases en el Centro Polivalente de Artes de La Rioja.

Por Decreto N° 25.750 del 16 de junio del 2005, fue declarado "Ciudadano ilustre" (Post morten) de la ciudad de Rosario. La ceremonia se realizó en el Palacio Vasallo el 6 de octubre de ese mismo año.

(*) Agradezco a la Señora Perla Argentina Aguirre por la colaboración prestada para la redacción de la presente nota sobre su padre.

Bibiografia
1"Arsenio Aguirre se confiesa' Reportaje publicado en la Revista Folklore. Copia sin fecha de publicación.
2 Extraído de la página Web "Biografía del folklore argentino" (http.//biografias-folklore.com.ar/arsenioaguirre.hlml). Artículo sin firma.
3 Tita Duval (Domingo Salazar Azula) fue una cantante argentina que se radicó en Colombia, donde falleció en el 2008. El tango y lo que por entonces se denominaba "música tropical" constituía lo esencial de su repertorio.
4 ldem 1
5 Con el nombre étnico de "Chapacos" se designa a poblaciones del Departamento de Tar(ja consideradas como herederas de una tradición y cultura mestizas que surgieron en una situación conflictiva durante la etapa colonial.
6 ldem 1 -
8 Grabado con ese nombre pero registrado en SADAIC como "Kaluyo del Imp eno perdido"
9 El preludio "Inmensidad"fue grabado con ese nombre por Arsenio Aguirre, pero con posterioridad, al registrarlo en SADAIC, como el nombre estaba ocupado, lo tituló "Infinito azul"
10 Datos suministrados por Perla Argentina Aguirre.
11 Idem 1
12 De los versos de "Guitarra trasnochada"
13 Palabras de Perla Argentina Aguirre.
Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia y Región “ Fascículo N.º 94 de Marzo 2011

lunes, 19 de marzo de 2018

AGUIRRE, Arsenio. MUSICO ( 1923-1990)


Por Rafael lelpi
GUITARRA LUMINOSA



Notable instrumentista y sensible poeta, creó clásicos inolvidables del folklore en el marco de una época marcada a fuego por el amor a lo nacional. Tan ajena al pintoresquismo como a la ingenuidad lírica, su obra tiene ganado para siempre un lugar en la música popular argentina.


Sin embargo, la humildad y la sencillez fueron su impronta inmodificable


Miles, cientos de miles, tal vez millones de argentinos cantaron, sin conocer a su autor, esa melodiosa zamba cuyos versos iniciales: "La noche me está envolviendo/ con su luna color de plata./ De lejos me trae el río/ un rumor, suave de agüita clara. /¡Qué noche, vieras que noche!! La cordillera toda nevada;/ la luna se hace pedazos/ sobre las cumbres de la montaña" traían consigo un refrescante viento poético que los alejaba del pintoresquismo y las metáforas ingenuas de buena parte del folklore tradicional.

Eso ocurría en aquellas noches en las que el folklore convocaba a lo largo de este extenso territorio a hombres y mujeres alrededor de una mesa, en un patio, en las peñas que por entonces (finales de los años 50 del siglo XX) se habían convertido en una especie de santuarios donde homenajear, con voces y guitarras, a esa resurrección de "lo nacional" bajo el ropaje de canciones que esa generación sintió como propias.
La irrupción del folklore del Noroeste de la mano de grupos que, como Los Chalchaleros o Los Fronterizos, traían consigo la  de poetas notables como Castilla, Dávalos o Perdiguero y la sensibilidad de músicos como Falú, "Cuchi" Leguizanión o el "Chivo" Valladares, hizo posible que creadores. valiosos como el autor de aquella zamba llamada "Guitarra trasnochada" encontraran por fin la posibilidad de que sus canciones se conocieran y se valoraran. Ese fue el caso de u talentoso rosarino adoptivo llamado Arsenio Aguirre.

El boom folklórico de esas dos décadas hizo que temas suyos como "El quiaqueno" o zambas como "La dejé partir" integraran el repertorio de los artistas más notorios del género, se grabaran en múltiples ocasiones incluso en el  y se corearan en festivales y encuentros populares que son hoy parte de un pasado irrecuperable. Pero él había comenzado bastante antes a crear músicas y letras de valía, de la mano de su condición de notable guitarrista y compositor y de sensible poeta popular, y lo seguiría haciendo luego del decaimiento de aquella fulguración folklórica hoy por la modernidad.

Ese hombre sencillo, cortés, atildado en el vestir, convertido en artista trashumante no sólo por sus compromisos profesionales sino por las demandas  una salud frágil que lo llevó a vivir por años en geografías de climas más benignos y menos húmedos que el Litoral,  La Rioja, Jujuy, Bolivia o Mendoza, había acompañado con su guitarra  a grandes voces como las de la peruana Ima Sumaj o las tangueras de Héctor Mauré y Edmundo Rivero; había llevado el bordado siempre delicado de sus zambas, milongas, bailecitos, tonadas y cuecas por buena parte de América latina, como un embajador más humilde pero mucho más representativo que los que ocupan las embajadas; había dejado, en escasas e inhallables grabaciones, muestras de su inspiración y talento; y había regresado, finalmente, a esa ciudad a orillas del Paraná que eligiera como Propia para seguir creando, enseñando y difundiendo ese legado musical al que él —callada, humildemente— había aportado tanto.
 Fuente: Extraído de la Revista del diario “ La Capital 140 años” de 2007.

viernes, 16 de marzo de 2018

PERUCCA Angel Fulbolista



Nació: 19/8/1918 en San Martín ( Buenos Aires)

Jugó: 273 partidos entre 1938 y 1947

Goles: 23 ( 1 a Central)

Título: 0

Un patrón dentro de la cancha, dueño del mediocampo en los 40. Fiereza para marcar y claridad para jugar la pelota.

Lo bautizaron el León del Parque debido a su asombrosa facilidad para marcar diferencias en el mediocampo. Perucca nació en San Martín, Buenos Aires, pero su familia se estableció en Rosario cuando él era muy joven. Dio sus primeros pasos en el Club Atlético Social Intercambio, en la zona oeste de la ciudad, y se trasladó a Newell's en 1938. De inmediato impuso su estampa: a los 20 años se consolidó como centrehalf titular. Pese a ser infranqueable, manejaba muy bien la pelota con los pies y solía salir jugando al ras de piso. Un batallador con todas las letras, que tenía claridad y elegancia. Lo fueron a buscar desde River en infinitas ocasiones, pero Angel dejó de lado la chance de jugar en La Máquina por su amor a la casaca rojinegra. Brilló en la Selección Argentina y le ganó el puesto a Pipo Rossi: en el Sudamericano del 45 fue la figura del combinado nacional y en el continente se lo apodó el Portón de América. En 1948 pasó a San Lorenzo y más tarde se fue a Colombia. Le gustaba afirmar que la pelota era su novia, y él la trataba como un verdadero caballero

Extraído de la Revista “ El grafico” Libro de colección /Edición N.º 36 de Febrero de 2012

jueves, 15 de marzo de 2018

ADOLFO CELLI FUBTOLISTA

 

Adolfo Celli es un emblema en la historia rojinegra. Llegó a Newell's procedente de Gimna sia y Esgrima de Santa Fe en 1917 y a partir de allí estuvo ligado toda su vida al club. Fue jugador, director técnico y dirigente.



"El alemán tal como lo apodaban, es una gloria muy destacada del club. Jugó ocho años en Newells en la era amateur. Su temple, su voz de mando y personalidad para liderar la defensa hicieron que su paso por la institución no fuese uno más entre tantos. El viejo back derecho tenía una tarea titánica: dominar toda el área. Debía ser tiempista, veloz, corajudo y de marca firme. Se le exigía cubrir los espacios que dejaba por derecha el haif y por izquierda el otro back. Debía ser el patrón del área. Adolfo era un jugador que cumplía con esos requisitos a la perfección.

Celli era un ganador por naturaleza. A tal punto que al año siguiente de haber recalado en Newell's se proclamó campeón de la Copa Vila, torneo que la lepra estuvo cinco años sin poder lograrlo, debido al recambio de jugadores que sufrió por entonces. Llegó al equipo acompañado de su hermano Ernesto que desempeñaba como delantero.

El alemán Celli llegó a los 20 años a Newell's. Tenía un físico privilegiado. Humilde y con estirpe trabajadora. Defendía con orgullo y mucho amor la camiseta que llevaba puesta. Todo eso, más el legado de "triunfar sólo triunfar" lo llevaron a conseguir todo lo que se propuso a nivel deportivo. Tenía el sentido de pertenencia marcado a fuego. El único tanto que le marcó al rival de toda la vida fue de visitante y en el último minuto de juego para darle el empate sobre la hora. Algo que representa el ciento por ciento a su persona, jamás se dio por vencido en ninguna ocasión.

Defendió 123 veces la camiseta rojinegra, convirtió 8 goles y conquistó 4 títulos con estos colores. Además de la Copa Vila en 1918, también la obtuvo en 1921 y 1922, ésta última de manera invicta por tercera vez en la historia del club. Sumado a estos trofeos, el alemán también se dio el lujo de alzar la Copa Ibarguren.

Hasta que en 1924 jugando para la Selección Argentina la Copa América en Uruguay, un jugador local le quebró la tibia y peroné. Fue aquel 2 de noviembre que decidió terminar su carrera como futbolista debido a la lesión sufrida.

Sin embargo, lo más trascendental que pudo lograr dentro del club fue su vocación de maestro en la formación de juveniles. Comenzó un modelo de captación y formación en el que varios años después se apoyó Jorge Griff para idealizar el suyo y materializarlo a través de títulos. Pero el mentor d todo fue el alemán Celli. Él fue quien creó este modelo por primera vez e el club para que posteriormente lo tomaran otros maestros. Además fu quien trajo a Griffa al club en un viaje de captación de nuevos valores par las divisiones inferiores en la ciudad de Casilda. Sin dejar de menciona que el alemán fue quien lo promovió Primera a Griffa a los 19 años. Adolf Celli fue un cazador de talentos nato. Descubrió grandísimos jugadore que luego triunfaron en la Primera de Newell's tales como Eduardo Góme2 Juan Carlos Sobrero, René Pontoni Julio Musimessi, Juan Carlos Colmar Francisco Lombardo, Juan Benavidez, Raúl Contini entre otros.

Luego le tocó ser entrenador del primer equipo de Newell's. En su prime ciclo dirigió cuatro temporadas, partir del segundo año que la lepra in gresó a los campeonatos organizado por la AFA. En el segundo torneo que estuvo al frente del equipo Newell's finalizó tercero, siendo la gran revelación del certamen. Tuvo la dicha de poder ser entrenador de la delantera que muchos piensan, fue la mejor de la historia de Newell's. Se dio el gusto a falta de tres fechas de condenar al eterno rival a jugar en Primera B tras golearlo por 5 a O y ostentar el récord de la mayor goleada en la historia de los derbis rosarinos.

Al año siguiente, en 1942 el equipo siguió de la misma manera. Humillaba a cualquier rival que venía a jugar a Rosario, a tal punto que ese equipo de Don Celli tiene el récord de más victorias seguidas de local hasta el día de hoy, fueron 12 entre el final del 41 y el comienzo del 42, muy dificil de superar. El cuarto puesto manifestaba a las claras el poderío de Newell's en sus primeros años del profesionalismo a nivel nacional, sobre todo por la calidad de sus delanteros. Su última temporada en su primer paso como Director Técnico leproso no fue buena. De local no perdió contra ninguno de los 5 grandes pero el problema

fue saliendo de casa, donde no obtuvo triunfos y eso le impidió siquiera llegar a mitad de tabla.

En el último año en el que estuvo al frente del equipo, obtuvo el único título internacional que hasta entonces tiene Newell's Oid Boys. La Copa de Oro de 1943, o como popularmente se lo llamó "El Torneo de los Grandes" fue el primer torneo internacional logrado por un equipo rosarino. Al no existir todavía la actual Copa Libertadores, dicho torneo pasaba a ser el más importante a nivel sudamericano. Los demás equipos participantes eran Boca, San Lorenzo, Independiente, Racing, Peñarol y Nacional, éstos últimos dos de Uruguay.

Si bien ese fue su proceso más largo como Director Técnico de Newell's, luego estuvo al frente en 5 períodos más. Después de conseguir su primer logro internacional, la institución tuvo que soportar un lustro sin volver a estar en los puestos de vanguardia, sufriendo una gran transición desde lo futbolístico. En 1946 el alemán volvió a hacerse cargo del equipo pero no

realizó una buena campaña en Primera División. Fuera de Rosario los resultados no fueron buenos, a tal punto que sólo ganó un partido y el equipo no tuvo la regularidad necesaria para ser protagonista. Y luego de perder por goleada con Estudiantes en La Plata por la tercera fecha del torneo de 1947 dio un paso al costado a la dirección técnica.

En 1953 Adolfo Celli regresa en un momento crítico a nivel deportivo. Cinco derrotas consecutivas al comienzo del torneo decretan la salida de Ezequiel Tarrío como entrenador del club. El alemán consigue levantar el equipo con resultados positivos y por diferencia de gol con Estudiantes termina salvándose del descenso. La salvación fue con el último suspiro, el alemán cumplió con el objetivo de mantener la categoría y sus ganas de ayudar al club fueron muy valoradas por los hinchas.

Luego de 5 años volvió a tratar de llevar al club a los primeros planos del país como cuando asumió por primera vez a la conducción de su querido Newell's. La década del 50 fue decididamente mala para la institución desde lo futbolístico. La campaña de 1958 con Celli como entrenador no iba a ser la excepción y fue muy mala ya que finalizó penúltimo, gracias a la pésima campaña de Tigre. Sólo 4 partidos pudo ganar en el torneo. Faltando 3 fechas para el final el Adolfo renunció.

Luego de que se decretara el único descenso de la historia, Celli volvería una vez más en la hora más delicada del club en el plano futbolístico. Se hizo cargo del equipo las últimas tres fechas de ese torneo sólo para cumplir con el calendario. En el torneo de la Primera B asumió a la dirección técnica cuando faltaban 9 encuentros, en los cuales ganó 8 y perdió 1 y se aseguró el primer puesto. Continuó al mando del equipo en 1962, pero en la fecha 12 luego de caer 2 a O con Central Córdoba se aleja de la conducción del primer equipo.

Su último paso como Director Técnico de Newell's fue en una dupla junto a Ángel Tulio Zof en 1965, donde ambos dirigieron la mayor parte del torneo desde la fecha 11 hasta la 30 finalizando en mitad de tabla.

El alemán Celli pasó toda una vida en el club. Recorrió muchos momentos dentro de la institución, de los buenos y los malos, tanto como jugador como entrenador. Estuvo siempre trabajando en Newell's dando una mano en todo momento que se lo necesitara. Realizaba todo tipo de informes y recabo de información. Hasta se desempeñó como cobrador de cuotas. Siempre listo para cuando su querido Newell's lo necesitara. Una persona que le dio todo a la lepra, jamás se guardó nada.

La importancia de Celli en la institución excede cualquier resultado deportivo. El alemán comenzó una formación educativa y deportiva que luego continuó Griffa, dejando a Marcelo Bielsa como máximo discípulo y exponente. Por eso es importante mantener esta línea y seguir por éste camino, instaurando cada vez más el sentido de pertenencia en los jóvenes a través de un maestro. Claro que no es una tarea fácil y sencilla para eso se debe contar con la persona indicada y sobre todo que sienta los colores como lo hacía el querido alemán.

Hoy en día se desarrollan diversas actividades culturales en la sede club del Parque Independencia en lo que se denomina "Salón Adolfo Celli” en honor al alemán. El lugar que le asignaron condice con su vocación maestro, ya que con sus conocimientos futbolísticos y educativos, culturizó a Newell's para siempre. Adolfo es un parte importante e indiscutida la historia rojinegra que nadie puede soslayar ni desconocer. Hizo mucho por esta camiseta y es un gran responsable de que los valores que Isaac enseñaba día a día hoy sigan vigentes dentro del club.

Fuente: Extraído de la “Revista Epidemia Leprosa” N.º 7 de Agosto de 2014

miércoles, 14 de marzo de 2018

PONTONI, René. Futbolista ( 1920-1983)

Por Miguel Pisano

GLORIA  DE ANTAÑO





Fue para muchos el mejor jugador que vistió en el pasado la camiseta de Newell's. Formó una delantera inolvidable con la Bruja Belén, Canteli, Morosano y Ferreyra. Después triunfó en San Lorenzo y brilló en la selección nacional.

Con la camiseta del Ciclón, dónde formó una gran dupla con Rínaldo Martino. Jugó en la Lepra hasta noviembre del 44 y dejó un recuerdo que será imborrable.




En el parque Independencia apareció un bailarín", tituló con maestría un periodista del diario porteño "Noticias Gráficas" la lejana tarde de 1941 cuando René Alejandro Pontoni fue la figura de la milonga que Newell's le pegó a Huracán en el viejo y coqueto estadio rojinegro, que apenas tenía 11 años.

Si me dieran a elegir a tres jugadores de Newell's que me hubiera gustado ver actuar, el primero sería seguramente la Chancha Pontoni, junto a su compañero, la Bruja Belén, y al Polaco Sacchi. Unívocamente influido por la fuerza conmovedora de la tradición oral, firmemente apoyada en la letra de las sepiadas hojas de LA CAPITAL y de "El Gráfico", uno arma su equipo ideal de viejas glorias como si fueran aquellas figuritas redondas de cartón del tren de la infancia.

La Chancha Pontoni fue quizá el mejor jugador que vistió la gloriosa camiseta del Newell's de antaño, según los apasionantes relatos de los hinchas rojinegros que hace rato peinan canas, en aquella delantera que recitamos de memoria hasta quienes no tuvimos la fortuna de verlo jugar ni siquiera en una borroneada cinta en blanco y negro: Belén, Canteli, Pontoni, Morosano y Ferreyra. Nacido el 18 de mayo de 1920 en el barrio La Facultad, de la ciudad de Santa Fe René debutó con apenas 14 años como centrodelantero de la primera de Gimnasia y Esgrima de Santa Fe, que jugaba en la liga local.

Un nueve lujoso, hábil y cerebral. Un definidor exquisito y gran goleador, al punto de que los viejos hinchas comparan a Pontoni con jugadores de la talla de Adolfo Pedernera, Jaime Sarlanga y Arsenio Erico.

El Alemán Celli, aquel recordado técnico de Newell's que vivía en una casa ename de la esquina de Italia y Pellegrini, lo trajo su equipo en el 40, cuando hacía apenas un año que los rosarinos jugaban en campeonatos de APA, pero ese año hizo colimba y recién debuto en el 41.

En la primera práctica la Chancha le metió tres goles a Heredia, el arquero titular, y debutó el domingo 30 de marzo de 1941, en una memorable goleada por 51 sobre San Lorenzo.

Con semejantes condiciones no tardó debutar en la selección nacional en apa un año, en mayo del 42, cuando jugó a tra Uruguay en la cancha de River, en una lujosa delantera que formaba con Muñoz, Moreno, Pontoni, Rinaldo Martino y Chueco García.

Jugó en Newell's hasta el 5 de noviembre del 44 y fue vendido a San Lorena 40 mil pesos más los pases de Mario Fernández y de Arnaldo, tasados insólitamente en 60 mil pesos.

"El mejor partido que jugué fue contra Huracán. Les ganamos 5 a 1. Les dimos un baile bárbaro. No me conocían mucho en Buenos Aires por entonces", confió la Chancha a "Noticias Gráficas", antes de emigrar a San Lorenzo.

Y en el Ciclón formó una brillante delantera junto a Farro y Martino, a que bautizaron con el inapelable Manucho desde la inolvidable tarde en que declaró con honestidad brutal: "Pontoni juega má'mucho mejor que yo".
Fuente: Extraído de la Revista del diario “ La Capital 140 años” de 2007.

martes, 13 de marzo de 2018

RENE PONTONI FUtBOLISTA



Nació:18/5/1920

Jugó 118 partido entre 1941y 1944

Goles: 72 ( 5 a Central)

Titulo: 0



Delantero tenaz de los 40, de pegada firme, cerebral y veloz. Priorizó jugar en Newells sobre Central y Boca.



Cuando era solo un adolescente, en Gimnasia y Esgrima de Santa Fe lo llamaban la Mula por su potencia a la hora de rematar. Nunca había jugado profesionalmente, pese a que muchos equipos quisieron llevárselo. Llegó a Newell's en 1941, tras haber rechazado ofertas de Boca, Peñarol de Uruguay y Central. Integró una de las delanteras más recordadas junto a Morosano, Belén, Ferreyra y su compinche el Chengo Canteli. Apenas cuatro días después de haber llegado, marcó su primér tanto con la casaca rojinegra en la goleada 5-1 frente a San Lorenzo. Ese día la rompió y comenzó a escribir su leyenda. Un delantero certero y veloz, inteligente e impredecible. Siempre afirmó que jugaba para divertirse y que le gustaba gambetear. En su primer clásico, el 12 de octubre de 1941, convirtió el gol que le dio el triunfo a Newell's. Y en la vuelta, anotó dos en aquel 5-0 que sentenció al Canalla a jugar en la B. En 1945, pasó a San Lorenzo para hacerse más famoso aún. Es el jugador con mejor promedio de gol en la historia leprosa: convirtió 72 tantos en 118 partidos

Extraído de la Revista “ El grafico” Libro de colección /Edición N.º 36 de Febrero de 2012

lunes, 12 de marzo de 2018

¡ MOZO UN CARLITO!


Por Oreste Francisco Cirimele y María Cecilia Civilotti
Fotografías María Andrea Babsia



Rosario, fue la cuna del famoso Carlitos

degustado por propios y extraños. Este

famoso sándwich trascendió las fronteras de

la ciudad para adueñarse del paladar de

otros lugares argentinos. Nacido en el bar

Cachito, su creador cuenta aquí la historia.



Un bar es el escenario adecuado para conversar con Rubén Luis Ramírez (Cachito), este rosarino de 70 años de edad quien cincuenta años atrás creó el tan famoso y rico sándwich caliente. Ramírez nació en la cortada Palermo del barrio Bella Vista. Después su familia se mudó a Necochea y Paseo y luego a Pellegrini y Maipú. Allí, su padre, don Jacinto, abrió un bar al que denominó Cachito, en su honor. Fue su segunda casa, iniciándose en la atención del local en 1941. Quienes recuerdan la esquina sabrán de la atención en la vereda en aquellos días de primavera y verano, cuando sentarse a tomar algo era motivo refrescante para charlas con amigos, encuentros familiares y días de noviazgo. El bar siempre resulta mágico, entre sus mesas se cuentan historias y se respira una atmósfera de bullicio a charlas y tazas de café con el paso acelerado de los mozos y la destreza de manos en la cocina para cumplir con los pedidos.

Ahora, otro escenario similar descubre las palabras de Rubén, el creador del Carlitos, el que se originó, según reconoce, a partir de su propio gusto, de su forma preferida de preparar el sándwich, poniéndole como aderezo ketchup. Cuando le preguntamos el motivo del nombre, la respuesta fue tan simple como la clave de su preparado: "se me ocurrió".

¿Cómo se popularizó el Carlitos? ¿Cómo fue ganando adeptos?
- La gente lo fue conociendo y su fama corrió sola: Si es buen producto te imaginas que no necesitás publicidad. Se da a conocer de boca en boca. A parte al negocio iba mucha gente. En verano nosotros sacamos permiso

por 80 mesas en la vereda y mi papá los sábados y los domingos sacaba 20 mesas más. Teníamos hasta la mitad de cuadra ocupada con mesas por Pellegrini y por Maipú también.

¿Cuántos mozos trabajaban en el lugar?
En verano había 15. En una época poníamos mesas en la vereda de enfrente, y el mozo tenía que cruzar la calle...

¿Tenés algún recuerdo de los orígenes del Carlitos? ¿Por ejemplo la primera carta en que se presentó al cliente?

Eran clientes tradicionales, fijos. No era gente que venía de paso. La clientela era de todo el año, ya conocía qué se comía: Carlitos; cazuelas; picadas; la picada especial. Eso era lo más común. Después con el tiempo se hacían minutas: pastas; entrecot; tenía la rotisería, se vendía lechón. Inclusive el Carlitos se hacía mucho para llevar.

¿Recordás cuánto costó el primer Carlitos?
Ni idea porque ha cambiado todo tan rápido. Yo sé que una vez en el año 73 cuando pusieron los precios máximos de nuevo, no sé si valía $1,50, había cambiado la moneda. Me acuerdo de una anécdota con uno de los habituales clientes, porque al principio se jugaban a las cartas, era como un café de barrio antes de que se hiciera tan popular. Dijo: "Ah! Tuvieron que bajar el Carlitos porque vi que lo cobraban $2 y ahora $1,50". Nosotros le respondimos: "Si, pero vale $1,50 la mitad".

¿Cómo la mitad?

El Carlitos como se conoce es la mitad del pan no el pan entero que hacíamos nosotros. En otros bares, nos empezaron a copiar pero hacían la mitad. En cambio nosotros hacíamos el pan entero y lo partíamos en cuatro.

¿Por qué pensaste que el Carlitos tendría éxito?

Porque me gustó a mí.

¿Te imaginaste la repercusión que el mismo iba a tener?
No, no. Ni remotamente. Después pasaron los años, y una vez, cuando aún era muy joven, fui a Buenos Aires para comprar un televisor a mi papá. Entro al negocié y me pongo a charlar con el vendedor. Le cuento que soy de Rosario y el señor me dice que iba a Rosario a comer Carlitos pero que en Buenos Aires no se conocía, estaba el tostado, nadie conocía el Carlitos en Buenos Aires. Así me fui dando cuenta de cómo se había ganado su propio lugar.

A partir del Carlitos, ¿ideaste otra receta con tanta popularidad?

Sí, al sándwich que le puse el nombre de "Frankfurt" pero que se lo conoció luego como Fantasía.

¿Entonces el "Frankfurt" también debería ser una marca registrada rosarina?

El "Fantasía" lo comenzamos elaborar nosotros. No llegó a ten el éxito del Carlitos pero se vendí muchísimo.

¿Cuál es la mejor bebida par; acompañar un Carlitos?

La cerveza.

¿Qué opinás de las distinta variedades que se fuero¡ incorporando, como por ejemplo el Carlitos especial, de pollo, cm espárragos, etc.?

Son inventos que no son e verdadero Carlitos.

¿Tampoco "el especial"?
Nosotros hacíamos un Carlito especial con mucha más mercadería: más queso y más jamón. Era una pequeña diferencia. Se preparaba si el cliente lo pedía. Eran muy pocos los que pedían ese "especial".

¿Entonces hay un solo Carlitos?
Claro.

¿El verdadero lleva mayonesa?
No...!!! Ahora por lo general le ponen mayonesa cuando debe llevar manteca, entonces sale húmedo. Vos te sentás y pedís un Carlitos y al rato está húmedo. ¿Cuándo abrió sus puertas el bar Cachito?

En el año 41 y lo vendimos en el 74. Los que vinieron lo fundieron en 3 o 4años.

¿Cómo se explica?

Desatención. Nosotros estábamos toda la familia. Nunca el negocio quedaba sin alguien de la familia. Así finalizamos la entrevista regresando de las postales de otro tiempo y otro bar pero con la misma esencia rosarina del encuentro y sintiéndonos orgullosos de ostentar en las páginas de tantas y tantas cartas que aguardan en las mesas anónimas de otras cafeterías el nombre de una creación rosarina, el Carlitos.  
 
"El Carlitos como conoce es la mitad del pan no el pan entero que hacíamos nosotros."

Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia”. Fascículo N.º 41 de Mayo de 2006