La historia del Monumento, a Lo largo de más de medio siglo, está impregnada de marchas y contramarchas; de esfuerzos para cristalizar el homenaje al Creador de la Bandera y de situaciones conflictivas para contar con los fondos necesarios-para ejecutar los trabajos. Se inaugura el 20 de junio de 1957, cincuenta y nueve años después de haber sido colocada la piedra fundamental de la obra.
El 26 de mayo de 1936, durante la intendencia de Miguel J. Culaciati, se constituye una comisión encargada de concretar 'una larga aspiración de varias generaciones de argentinos", según expresa un decreto del presidente de la Nación, Agustín P. Justo, cuyo gobierno reconoce oficialmente a la comisión el 18 de junio de ese año.
Se designa una junta ejecutiva en el seno de ese cuerpo, para cumplir la tarea de "honrar al símbolo de la nacionalidad en un monumento que debe ser el más grandioso y artístico de los existentes en el país", buscando así dar cumplimiento al decreto del Poder Ejecutivo Nacional del 16 de mayo de 1927.
En septiembre de 1943, el gobierno central designa presidente de la Junta Ejecutiva Nacional al general Alberto Guglielmone e inmediatamente se inicia la obra.
Recién en 1944 el gobierno nacional dispone la expropiación de los terrenos destinados al futuro Parque Nacional a la Bandera, pero los trabajos sufren interrupciones. Los diarios de circulación nacional de la época publican editoriales sobre "la interminable construcción del Monumento".
En 1954, el concejal peronista Tulio Cardarelli presenta un proyecto para que sean depositados en el futuro monumento los restos del general Manuel Belgrano. La obra se reactiva y se anuncia —varias veces— su inauguración para 1956. Sin embargo, el Monumento debe esperar un año más.
El 20 de junio de 1957 se produce la postergada inauguración del proyecto de los arquitectos Angel Guido y Alejandro Bustillo y de los escultores José Fioravanti y Alfredo Bigatti. Rosario se prepara para una semana de festejos y el gobierno declara feriado a partir del mediodía del 19 de junio. Toda la actividad de la ciudad está vinculada con el acontecimiento. Incluso el gobierno de la provincia, a cargo del interventor federal Clodomiro E. Carranza, se instala en Rosario desde el martes 18 al viernes 21.
El 17 de junio se trasladan desde el convento de San Carlos, en San Lorenzo, hasta el propileo del Monumento los restos del soldado argentino muerto por la libertad de la Patria.
El 19 llegan a Rosario el presidente Pedro Eugenio Aramburu y el vicepresidente Isaac Rojas. También arriban contingentes militares de las tres fuerzas armadas y delegaciones de cadetes de países latinoamericanos, que participan de un brillante desfile castrense.
El jueves 20 de junio la ciudad amanece envuelta en espesa niebla y las nubes cubren el cielo. Sin embargo, al mediodía el sol asoma sobre el Paraná para asociarse a la celebración. Las máximas autoridades nacionales, provinciales y locales e inmensa cantidad de público se suman a la inauguración del Monumento, símbolo de la ciudad a partir de entonces.
Fuente: Extraído de la Revista del diario “ La Capital del 125 aniversarios” del año 1992