La
popularidad de los titanes del ring
LAS
CABEZAS DE SERIE DEL TORNEO DE 1941
ERAN
EL HOMBRE MONTAÑA Y KAROL NOWINA.
CATCHERS DE CASI UNA DOCENA DE NACIONES, A LOS QUE SE AGREGABAN LOS
LOCALES ARGENTINOS FORMABAN EL PLANTEL DE ATLETAS. EL CRÉDITO
ROSARINO FUE EL
RUGBIER
ANTONINO "TONY" BIASETTON.
Por
Eduardo Sánchez*
EL
CACHASCAN LLEGA A ROSARIO
Varios
años después que se impusiera en Buenos Aires en 1934, el
catch llegaba a nuestra ciudad. En 1940, varias "barras"
(que no eran bravas, pero si estruendosas) con grandes
cartelones, matracas, y bocinas, expresaban su aliento a sus
boxeadores favoritos. Era la nota destacada y colorida de
los espectáculos rosarinos de boxeo, que luego se extrapolaría
al catch.
Por
aquella época, la empresa Lento que manejaba el Teatro Odeón,
organizó para la témpora 1941, un campeonato de match,
aprovechando el entusiasmo que había producido ese deporte en Buenos
Aires.
Los
luchadores que se Rosario, eran los campeones mundiales que actuaban
en el Luna Park, entre ellos: Karol Nowina; Abie Kaplan; Juanita
Olaguibel; Richard Schikat; Francesco Marconi; Tomás Hanley;
Henry Piers; Bobby Bruns; y Vanka Zelezniak, más conocido como el
"Hombre Montaña", que era la verdadera sensación del
campeonato. Nombres poco conocidos en la actualidad, pero que en
aquel tiempo causaban furor. Se habían pactado una serie de cinco
presentaciones, que luego se hicieron siete, a realizarse todos los
sábados en funciones nocturnas.
Decían
los comentarios periodísticos que en Rosario había gran
número de personas que les gustaba el catch, pero para verlo tenían
que trasladarse expresamente al Luna Park de Buenos Aires.
Como
la mayoría de los aficionados no tenían posibilidades económicas
de viajar, solo seguían la emoción de las luchas por las crónicas
radiales o periodísticas. La ciudad merecía disfrutar el
cachascan en vivo y en directo, y ese espectáculo.
EL
LUGAR
No
disponía Rosario un local cerrado para ese tipo de actividad,
eran todos a cielo abierto, y se consideró que el más adecuado
sería el llamado Estadio N° 2 de Rosario Central, con una
capacidad para más de 5000 espectadores, y ubicado en un lugar
estratégico: Ovidio Lagos y San Lorenzo, con líneas de ómnibus y
tranvías que permitían el fácil acceso, y con tribunas cómodas.
En el local se realizaban partidos de básquetbol, kermeses y otras
actividades.
LOS
LUCHADORES
Las
características de los personajes ya comenzaban a definirse
por las crónicas periodísticas previas. Los comentarios de semanas
anteriores ya predisponían: por un lado los recios y rudos, que
provocaban jocosidad en los mayores y terror de los chicos;
luchadores que conseguían antipatía por actitudes
antideportivas, y por otro los catchers caballerescos que respetaban
las reglas del cachascan. La lucha eterna entre los buenos que eran
ovacionados, y los enemigos públicos que recibían silbatinas y
abucheos.
Las
cabezas de serie del torneo eran el Hombre Montaña y Karol Nowina.
Catchers de casi una docena de naciones, a los que se agregaban
los locales argentinos formaban el plantel de atletas.
Karol
Nowina, campeón mundial polaco y presentado como un romántico, con
una vida llena deaventuras y despertando pasiones en el sexo
femenino. Fotografiado a menudo acompañado de bellas damas.
Vanka
Zelezniak, el "Hombre Montaña", fornido ex leñador
de la Rusia Soviética. Fuerte, espectacular, rudo, que apelaba
a recursos ilícitos que no eran bien recibidos por el público.
Todos iban a "verlo perder", pero era la mayor
atracción y el más publicitado de todos. Abie Kaplan, campeón
judío, luchador irascible, pintoresco, y muy recio que no siempre se
valía de recursos legales para triunfar. El público rosarino lo
había apodado "el llorón". Juanito Olaguibel, campeón de
España, impetuoso, fuerte y con recursos técnicos. Ex
boxeador, discípulo y protegido del campeón español de boxeo
Paulino Uzcudum. Richard Schikat, campeón alemán de extraordinaria
fuerza, con 30 años de lucha en los rings del mundo. No cometía
fules, pero si lo buscaban... lo encontraban.
Francesco
Marconi, campeón italiano, ex soldado que hizo la campaña de
Abisinia. De escuela pulida, llena de hábiles tomas.
Tomas
Hanley, campeón del Canadá, con 147 kilos que apostaba al juego
violento y golpes prohibidos, de recursos ásperos, lleno de
maldad. Era el antipático oficial, aunque buen luchador. Los
aficionados rosarinos lo llamaban "el gordo", pero
seguramente cualquier espectador la pasaría mal si lo agarraba aquel
gordito en el ring... Henry Piers, conocido como el "Hombre
Tijera" por ser especialista en ese tipo de toma, y campeón de
Holanda.
Bobby
Bruns, campeón norteamericano de 1937 y 1939. Kola Kwariani,
campeón de la rusia blanca, que se alimentaba de espinaca al estilo
"Popeye". Charles Ulzemer, ' de la escuela clásica
francesa, ágil, de estilo elegante y caballeresco. Ramón Cernadas,
campeón porteño. Alfredo Saavedra ex campeón amatour
argentino de levantamiento de pesas.
Antonino
"Tony" Biasetton, un jugador de rugby local y
extraordinario atleta de tan solo 19 años. Un forzudo descomunal que
representaba a Rosario en aquel torneo. Para compensar la falta
de experiencia en el cachascan, y debido a sus cualidades fuera
de lo común, Tony debió viajar a Buenos Aires un par de
semanas antes de comenzar las luchas, para ser entrenado
personalmente bajo la supervisión directa de Karol Nowina.
El polaco no ocultaba sus esperanzas respecto al porvenir de
Biasetton.
LAS
LUCHAS
Con
gran expectativa comenzó el petit campeonato pasados mediados de
enero de 1941, con cuatro luchas formidables: Cernadas vs. Hanley -
Piers vs. Kwariani - Bruns vs. Kaplan - Schikat vs. Olaguivel. Para
calentar el ambiente y como preliminar, aficionados rosarinos
del C Macabí realizaron una presentación lucha greco romana. La
primera presentación fue todo un éxito.
El
sábado siguiente debutaba la sensación, y mayor atracción del
torneo: Hombre Montaña, a quien el público esperaba con ansiedad,
ya que solo conocido a través de los noticieros los cines, o de las
crónicas porte Vanka dejó fuera de combate a Mar ni, después de
arrojarlo tres veces fuera del ring, y fue silbado por el público
por sus acciones antideportivas. En la tercera jornada se anunciaba
quien más prestigio tenía entre el público femenino: el polaco al
que se agregaba la grata de Antonino Biasetton (aunque siempre
anunciado como Beassetton) el crédito local, quien en la primer
lucha de su exitosa y prolongada deportiva, le tocó enfrentar al
porteño
Coleman.
Beaseton
ganó por puesta de espaldas a los cinco minutos de lucha, y demostró
tener aptitudes que lo mostraban como una figura promisoria de este
vigoroso deporte.
Durante
los días de semana Antonino continuaba con el entrenamiento en
el Luna
bajo la direcciones. Nowina.
El
Estadio Nº 2 de Rosario Central,
rugía con el aliento del público cada vez se presentaba Tony
setton.
Dada
la falta de un e cubierto y ante la lleí del otoño con bajas
peraturas, la temporada reinició a fines de 1941.
Antonino
Beasetton (como
se
lo anunciaba), pocos
meses
después ya como
Antonino
Roca, de hablaremos en el próximo escrito, realizó una carrera en
el chascan, que en mi opinión, ningún luchador argentino de
ninguna época pudo superar.
*http://arroyitoderosarioblogspot.com.ar
Fuente:
extraído de la Revista “Rosario y su historia y región”
Fascículo N• 137 de Febrero de 2015.