Por Miguel Ángel De Marco
La paralización afectaba sobre todo a la importación, pero salvo en 1947, en que el puerto estuvo transitoriamente a la vanguardia en el país con respecto al embarque de granos y subproductos oleaginosos, la situación no varió. Aparte de los inconvenientes de la política centralizadora adoptada, las imposiciones gremiales contribuían a reducir las perspectivas. Los dirigentes sindicales impedían que actuasen los tripulantes en las operaciones de trasbordo y exigían que todo se ejecutase por medio de trabajadores portuarios. Como contrapartida, crecía en la ciudad y su zona de influencia el sector manufacturero, a punto de otorgarle una fisonomía de urbe industrial. Al sostenido movimiento que señalamos en el capítulo anterior, se agregó una creciente actividad en los años del peronismo. En 1952 las fábricas de importancia representaban el 62 por ciento de las industrias existentes en la provincia de Santa Fe.
Cuatro años antes se había realizado una muestra en la que se expusieron productos rosarinos: embarcaciones, implementos y herramientas agrícolas, etcétera. Para apoyar nuevas radicaciones, el Concejo Deliberante proyectó eximir de impuestos municipales por diez años a los establecimientos industriales que abrieran sus puertas en la ciudad.
La industria del metal logró gran despliegue. La muestra de automotores nacionales realizada en 1952 destacó que un 25 por ciento del material y de las piezas que llevaban dichos vehículos fabricados en Córdoba procedían de Rosario, y un año después se calculaba que la ciudad contribuía mediante. la industria privada con aproximadamente el 50 por ciento de los productos elaborados que requería la empresa oficial Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado para la fabricación de tractores Pampa y camionetas rastrojeras. El énfasis puesto en la promoción industrial, agregado al relativo interés por el agro que se manifestó a lo largo del período peronista, situación que impulsó el éxodo hacia las ciudades, castigó duramente a esa pampa gringa cuya producción había ayudado al crecimiento del país desde los días de la Organización Nacional. Tal situación comenzó a ser revertida muy lentamente en 1952, sin alcanzar la vitalidad de otra.
Fuente: Extraído del Libro” Rosario desde sus orígenes hasta nuestros días. Sintesis histórica. 2da. Edición. Libreria Apis. Año 1994.