Provistos de lupas, libros ¿microscopios; poblado el salón de ortigas, cuyas armas no nos amedrentan, realizamos un estudio mas detenido de la plantita Realizada la observación directa, completárnosla con datos extraídos de los libros, acerca de su utilidad. Sabiendo ya que el ácido fórmico sirve para hacer formal y las aplicaciones de éste son conocidos ya, nos trasladamos a la farmacia de enfrente de la escuela.
Allí solicitamos se nos permita ver y oler el formal. Y asi uno por uno, protegiéndose su vista, aspiran y dan a conocer sus impresiones.
Después de asistir a clase de canto, nos trasladamos al grado de Marta. Allí los chicos exponen lo que han observado y leído facilitando a los companeros las lupas y las plantitas para observar. Hemos aprendido que las orugas se deslizan sobre las hojas de ortiga sin que les haga daño. Explican ¡os chicos a sus compañeros qué son las orugas. Como un niño del otro grupo encuentra diez oruguitas en una planta de ortiga, todos observan con interés, recurriendo a las lupas para ver mejor. ¡Las lupas!¡ ...Elemento incorporado a sus vidas, juguete maravilloso que descubre nuevos horizontes y que hoy constituye para ellos la novedad fascinante.
Y todo lo quieren ver con lupa. Y en la seriedad del estudio surge la risa fresca; -¡Qué dedo gordo! exclama Osvaldo. (Mí dedo pulgar sosteniendo una hojlta asoma debajo del vidrio adquiriendo proporciones de gigante).
Fuente:
Extraído de la Revista “ Rosario Historias de aquí a la vuelta.
Fascículo Nº 19. Autora. Amanda Paccotti de marzo 1992