Por
Marcelo Menichetti
La pasión según Cristián
Aquel niño que subía a la tarima que le había construido su padre para que alcanzara la victrola a cuerda y cambiara los discos clásicos no sospechaba que estaba dando los primeros pasos de una larga y fructífera carrera profesional.
El arquitecto Hilarion Hernández Larguía había encontrado el modo de entretener a los, dibujantes de su estudio y a interesar al pequeño Cristián. Ese gesto marcó el rumbo de quien sería director del Coro Estable de Rosario, desde 1940 en adelante, batiendo los récords de permanencia en ese puesto que mantiene en la actualidad; quien cosecharía premios nacionales é internacionales para el conjunto vocal rosarino y quien fundaría el Conjunto Pro Música de Rosario, agrupación señera en la Argentina.
Viviendo a un ritmo difícil de emular, este joven de 85 años sigue demoliendo prejuicios y al frente de su coro y orquesta es capaz de sumarles más de 10 mil voces que nunca desentonan, sobre el filo de cada año,en el clásico Concierto de Navidad que se ofrece en el Monumento a la Bandera. Todos los galardones obtenidos en su carrera se pueden resumir en dos palabras: talento y trabajo. Tuvo una formación autodidacta y aunque no frecuentó los claustros, tomó lecciones con grandes maestros como Pau Casals, Juan José Castro y Robert Shaw.
La carrera del coro rosarino fue impulsa da por el nervio de su joven director, quien se convirtió en la guía que llevaría al conjunto a obtener los primeros premios de los concurso nacionales de 1957 y 1980. El grupo plasmó su trabajo en nueve discos.
En 1962 la inquietud artística y la vocación docente lo llevaron a fundar el Conjunto Pro Musica de Rosario, un grupo de excelencia volcado a las obras de la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco que lleva realizadas casi 30 grabaciones, lo que convierte al maestro en uno de los más prolíficos de la ciudad. En 1972 el mismo impulso le permitió crear el Instituto Pro Música.
La vocación docente también se tradujo en la actividad desplegada en los claustros de la Universidad Nacional de Rosario y la del Litoral. Y tantos años sobre la tarima le permitieron recibir innumerables galardones. Quizá entre los más preciados se cuenten la declaratoria de ciudadano ilustre de Rosario, en 1985, yel Premio Konex de Platino, que le otorgaron en 1989.
Aunque se lo considera un precursor en el rescate de la música antigua, es un rebelde que reniega de los encasillamientos en nombre de la libertad imprescindible para cualquier creador. Sus conciudadanos no se sorprendieron jamás al verlo circular por la ciudad al mando de su viejo Citroen 3 CV.
No existen dudas de que se trata de la misma persona que cambiaba discos en la vieja victrola de su padre. El impulso vital sigue siendo el mismo y se alimenta por un inagotable amor a la música.
Fuente:
Extraído de la Revista del diario “ La Capital de los 140
aniversarios” . De 2007