Por Andrés Bossio
Diecisiete equipos integraron la nómina de conjuntos que disputaron en 1942 el torneo de ascenso de la Asociación del Fútbol Argentino. El número impar determinó que cada elenco tuviera una fecha libre de compromisos en cada rueda. A Rosario Central le tocó descansar justamente en la primera jornada por lo que recién debutó al cumplir los restantes elencos su segundo compromiso. Fecha a fecha, con el respectivo resultado y los goleadores centralistas, éste es el detalle de la triunfa! campaña auriazul.
La impresionante campaña de Central le llevó a alzarse con el título en disputa tras 25 encuentros ganados, 3 empatados y 4 perdidos. Y marcó todo un récord en el fútbol profesional argentino al conquistar en sus 32 partidos disputados nada menos que 118 goles a favor contra sólo 39 que sufrió su defensa. Como punto de referencia tomamos el más famoso, contundente y recordado quinteto (en esa época eran quintetos ofensivos) que señaló una marca inigualada en goles convertidos en toda la historia de la primera división; al quinteto de Independiente, integrado en casi todos sus compromisos con Vilariño, de la Mata, Erico, Sastre y Zorrilla, que llegó a una marca de 115 goles a favor contra 37 que sufrió su defensa en el campeonato de primera división de 1938, en 32 partidos oficiales.
Como podrá advertir el lector, en idéntica cantidad de encuentros disputados (aunque en distintos certámenes), la delantera de Central (Vilariño, De Cicco, Bravo, Aguirre y Vidal) de 1942, logró 3 goles más que la famosa línea de ataque de Independiente.
Es fácil deducir a través de! seguimiento atento de la crónica de este brillante año centralista, que el máximo goleador fue Waldino Aguirre, quien conquistó 32 tantos; Rubén Bravo le siguió con 18 y, entre de hombres de bien— a quienes le habían antecedido en las difíciles circunstancias vividas en 1942. Al hacer el balance de las dificultades que debieron afrontar, dice la memoria de aquel período que " .. .venía la institución de pasar por el trance más difícil de su historia, y si bien quienes la dirigieron en el año de la terrible prueba supieron poner al servicio de la gran causa de recuperación deportiva, valentía, dedicación y sacrificio, uniéndose a ello el poderoso factor del aliento y cariño de socios y simpatizantes, pudo la institución surgir moral y deportivamente, no dejó empero de sufrir serias lesiones en su estructura económica, capaces de socavar las bases de su propia existencia".
Es que —añadimos nosotros casi medio siglo después— fue desbordada; el baile, los besos, llantos y abrazos siguieron por las calles adyacentes, en los cafés, en las veredas. Fue una noche larga, prolongada por un sentimiento que clamaba orgulloso la razón y el motivo de semejante desenfreno; el sentimiento por una casaca con una dilatada y brillante historia; esa noche, miles de anónimos rosarinos, estaban escribiendo una página más para agregarle a aquella. Nadie pensó en el hambre, la sed o el sueño. Todos querían gozar ese momento inolvidable: CENTRAL ERA EL CAMPEON. ¡CENTRAL RETORNABA A LA [PRIMERA DIVISION!
Quedaban todavía dos partidos por disputar pero.la cosa estaba ya .terminada para todos. Estaba el campeón, Central y el condenado al descenso, El Porvenir. Vendrían dos partidos últimos en uno de los cuales ef stguiente a su consagración— los jugadores auriazules se tomaron revancha de la derrota infligida por Dock Sur, apabullando a su rival por 9 a 0; para terminar, con un equipo integrado por varios suplentes, ganansole a Temperley por 1 a 0, que cedió su condiión de local y se vino hasta Arroyito para asociarse a los festejos preparados para celebrar la despedida de la división B.
La pesadilla había pasado Central estaba, otra vez en el lugar que le correspondía.
Fuente: Extraído de la Colección de Rosario Central. Autor Andrés Bossio.