Escudo de la ciudad

Escudo de la ciudad
El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

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martes, 24 de julio de 2018

Los impactos de la crisis



No es fácil reunir información estadística que permita un análisis detallado del impacto inmediato de la crisis de 1929 sobre la estructura económica de la ciudad, especialmente en el momento inicial de la sustitución de importaciones.

Pero sí es posible inferir que sus efectos fueron muy importantes ciado que la crisis quebró el sistema de comercio y finanzas internacionales, de cuyo buen funcionamiento la prosperidad de Rosario dependía tan fuertemente. Un síntoma de esto fue el estancamiento demográfico durante la década de 30 y parte del 40, cuando la inmigración europea virtualmente desapareció y en momentos en que la migración interna todavía no era significativa. Como ya se dijo, la crisis puso fin al crecimiento basado en la expansión de la demanda externa de productos agrícolas y derivados, marcando el comienzo de una etapa difícil. La caída del comercio exterior y el estancamiento del sector rural determinaron un reducción del rol intermediador que había jugado durante mucho años, disminuyendo los movimientos de mercancías por el puerto local.

La capacidad para importar se reduce por el menor volumen de exportaciones en i 930 y, sobre todo, por la fuerte disminución de su valor al caer los precios internacionales de los productos de exportación argentinos. La caída de los precios agrícologanaderos provocó la cesación de pagos de numerosos arrendatarios de tierras.

El sistema financiero se vio obligado a disminuir los créditos,dada la menor cantidad de depósitos y el aumento en los índices de morosidad, causando así mayores efectos adversos en el circuito económico.

Las décadas de 1920 y 1930 fueron también las de las aparición del automotor de personas y mercaderías. Conjuntamente con las consecuencias de la crisis, este hecho redujo la importancia relativa del sistema ferroportuario local, en el marco de una reestructuración general de los medios de transporte.

Entre 1929 y 1930 la ciudad presentaba entonces un panorama desalentador, con un puerto agroexportador —otrora impulsor del desarrollo regional—debilitado, con relocalización de industrias y comercios, muchos de los cuales se trasladaban a Buenos Aires, dejando en la ciudad, a veces, alguna sucursal; también obviamente, se cerraban establecimientos industriales y comerciales. Ramas como la molinera y la de refinería de azúcar decayeron. En 1930 por ejemplo, cierra la planta Refinería Argentina de Azucares. En ese mismo predio comenzó a funcionar, en 1953, la Mal- tería Argentina, que pasó luego a denominarse Maltería Rosario SAFAC. Según un texto publicado por la Fundación Banco de Boston en 1989 en Rosario, «el número de quebrantos comerciales fue aumentando: en el año 29 se produjeron 251; en 1930 llegaron a 293, y en 1932, 435. Para 1934, la situación mejora sensiblemente, hasta situarse en niveles inferiores a los de 1929». Se señala, además, que otro grave problema era el precio de los alquileres, lo que motivó la constitución de la «Liga pro rebaja de alquileres», que llegó a tener 600 delegados.



En los años siguientes, la crisis también se manifiesta en la disminución de los permisos concedidos para edificar que disminuyen en un 50% en los primeros tres años-de la década, repercute en el nivel de empleo y la situación laboral. Así en 1931 aproximadamente un 10 % de su población estaba desocupada, sucediéndose una serie de huelgas y conflictos laborales. lnternamente comenzaron a surgir rigideces en la oferta de factores productivos y de bienes.

La ocupación de la tierra pampeana se completa, por lo que el incremento de la producción agropecuaria, que históricamente dependía de la incorporación de capital .a. nuevas superficies explotables (margen extensivo), se estanca. A su vez, la oferta interna de procluctos manufacturados de consumo y de bienes de capital importados se reduce por las dificultades internacionales y las bajas disponibilida- es nacionales de monedas fuertes.

En suma, el cierre de los mercados externos dejó nuestro país sin capacidad de obtener las divisas necesarias para cornprar los productos manufacturados que antes se importaban . Esto creó la necesidad producirlos en el país, y se inició así el proceso conocido corno “ industrialización sustitutiva de importaciones” donde, la industria se constituyó en el sector dinámico del desarrollo.

Este desarrollo, es cierto, fue favorecido por me-dictas de política económicas. Así, para superar- la crisis se restringía el gasto público pero simultáneamente, se incrementaban las obras públicas, financiadas a través de empréstitos y se trataban de establecer medidas de protección para las industrias nacionales.
 
Fuente: Historia de Rosario