La revista Gráfica del Domingo del diario porteño La Prensa incluyó, en la primera página de la edición del 12 de julio de 1981, la nota ilustrada Talento y humor de "Pelele", firmada por Rolando Dorcas Berro (h), que incluye reproducciones de diez caricaturas originales del celebrado artista que, llamándose Pedro A. Zavalla. firmaba sus trabajos con el seudónimo de Pelele.
Anotó el citado autor que Zavalla fue ciudadano uruguayo pero omite recordar haberse educado en Rosario y que aquí siendo niño, se reveló como hábil caricaturista. En enero de 1898 con su condiscípulo Emiliano Ferreyra (h.), posteriormente considerado como sagaz periodista con el apodo de Batitú, comenzaron a editar en forma manuscrita la revista semanal ilustrada El Eco, publicación de la que en Estampas del pasado de esta revista (Año VIII, N9 20, 20 semestre de 1970) se reproduce la tapa del N° 21, edición extraordinaria del 25 de Mayo de 1898.
Comenzó Pelele poco después a colaborar con ilustraciones en periódicos de Rosario y, en 1904, lo hizo en Martín Fierro, revista de Buenos Aires dirigida por Alberto Ghiraldo. Ya era reconocido como original caricaturista de gobernantes y. políticos cuando se trasladó a París, ciudad donde durante catorce años hizo vida bohemia en compañía de notables artistas y literatos. En 1906, en esa ciudad publicó el álbum Les Sud-Americains en Europe, prolongado por Ruben Darío, valiosa colección de caricaturas que el ilustre escritor nicaragüeño juzgó complacido por seguir Pelele un rumbo distinto a los caricaturistas de fama en esa época, haciendo sonreir sin degradar. Sus agudezas —dice Darío—, encierran el lado cómico de los sujetos--lado cómico que como el trágico es inseparable de nuestra condición de hombres— sin que haya el flagrante rebajamiento estético que señala a otros humoristas. Tiene dignidad y conciencia mentales, lo cual es la mayor alabanza. No quiero creer que aspire a ser en Lutecia el Sem de Rastilandia; antes bien un joven filosófico que con sus ricos dones gráficos cultiva una de las variadas formas de la divina alegría.
De regreso al país con motivo de la primera guerra mundial, se integró a los cenáculos porteños de las bellas artes. Fue tanta la popularidad alcanzada que su seudónimo figuraba en la guia telefónica. En 1917, con la colaboración de Ramón Columba, editó el álbum Los neutralistas con caricaturas de conocidas personalidades argentinas, partidarias de la neutralidad de nuestro país durante aquel conflicto bélico. Publicó también el álbum Gente conocida y otro más, en 1937, con el título Figuras del 119 Congreso Internacional de Historia de América, colección de cincuenta y cinco caricaturas de autoridades y participantes de aquel memorable encuentro.
El 25 de mayo de 1919 inauguró en Rosario, ciudad a la que nunca olvidó, el Primer Salón de Caricaturistas; con su compañero Ramón Columba expuso 120 lienzos de consagrados caricaturistas. En Buenos Aires hizo exposiciones en 1917, 1929 y 1937; en la misma ciudad publicó en 1934 La llave de Buenos Aires, anuario—guia y con el ilustrador rosarino Arístides Rechain atendió, a comienzos de la década del treinta, una cátedra de dibujo publicitario en una academia de exitosa trayectoria.
W.E.M.
Fuente:
Extraído de la “ Revista de Historia de Rosario”. Año XIX N.º
33. Año 1981