Por Héctor N.
Zinni
Las fronteras de Europa no son definitivas, como creen los primeros ministros francés y británico. En el mes de marzo, todos los checos pasan a depender de Berlín. Bohemia y Moravia se convierten en protectorado alemán, y en la sesionada Eslovaquia —que había proclamado su independencia—, monseñor Tiso pone el país a disposición del Reich. En el mismo mes Alemania exige de PolQnia la anexión del Dantzig y del corredor contiguo. Pero, el gobierno polaco se siente seguro con la amistad de británicos y franceses.
Recorriendo el mapa europeo más abajo, al sudeste, nos encontramos que sólo han bastado 24 palabras para anunciar una victoria que exigiera 32 meses de lucha feroz: "En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado' El parte, que lleva la firma de Francisco Franco, está fechado en Burgos, 10 de abril de 1939.
La guerra, en verdad, había terminado un año antes., cuando las fuerzas sublevadas llegaron al Mediterráneo y cortaron en dos a la República; en todo caso, ya nada era posible tras la toma de Barcelona, el 26 de enero siguiente. Sin embargo, la contienda iba a tener un final simbólico: la caída de Madrid.
El 28 de marzo de 1939, Martes de Pasión, a las once de ¡a mañana y escoltado por tres oficiales, tres guardias civiles y tres soldados, el coronel Adolfo Prada rinde el Ejército del Centro ante el coronel Ríos Capapé en una oficina del hospital Clínico, dentro de la ciudad Universitaria. Formalizada la capitulación, Prada y sus acompañantes quedan arrestados en el Hogar del Combatiente. La bandera franquista ondea ya en el ex Ministerio de Hacienda, la sede de las últimas autoridades republicanas.
Desde el alba, la capital hierve. Silenciosa, lúgubre hasta unas horas antes, sus pobladores la transforman en un yacimiento de algarabía. . Los falangistas dejan su encierro y los espías --la Quinta Columna— su largo anonimato; de las embajadas y de las cárceles salen refugiados y prisioneros. Racimos de hombres y mujeres se apiñan en la Puerta del Sol: para unos es el triunfo de la causa; para otros, la clausura del hambre, la miseria, los Padecimientos. Vastas muchedumbres se dirigen a la Ciudad Universitaria, donde acampan las divisiones del general Eugenio Espinosa de los Monteros. Son las dos, y media: una vanguardia al mando del coronel' Losas invade la capital; junto a él marcha su colega Ríos Capapé.
Luego, en un desfile con sabor a gloria, el resto de las unidades se; adueña de Madrid; el único funcionario presente, Melchor Rodríguez, un anarquista, entrega la Municipalidad a Espinosa de los Monteros. Así, sin disparar un solo tiro, el Gobierno de Burgos conquista el mayor de sus objetivos, perseguido desde noviembre de 1936. Entonces, al grito de —¡No pasarán!, los habitantes y las escasas tropas republicanas detuvieron la ofensiva sediciosa. El 28 de marzo del 39, otro es el lema que se corea: "¡Han pasado!” 1
"—.El fin de la guerra, dónde lo sorprendió? —En Valencia.
—All (entraron las tropas de Franco.
—Entraron las tropas de Franco. Al principio, pensé que no pasaría nada, Pero pasó lo que pasa siempre. Durante la guerra había crecido mi popularidad a tal grado que hasta las consignas de los puestos de mando y centinelas se hacían en base a mis canciones. Cuando terminó la guerra comenzaron a decirme que los nacionalistas se iban a meter conmigo. Yo les respondía: "Por qué?. Si yo no he hecho maí que cantar y bailar? Pero tenía ese primer plano imperdonable. Y surgió un salvador, un empresario que era hermano de un militar de los del mando de Franco. —Cómo se llamaba?
—Se llamaba Aranda.
—¿Hermano del general Aranda?
—Exacto. Luis se dedicó a los negocios teatrales y fue él quién me contrató e hice una gira por la región de Valencia. El producía, pero quien dirigía era don Vicente Prieto, que más tarde tuvo una gran importancia en el espectáculo español.
—Entonces, se acabaron los problemas.
-¡Qué se van a acabar!. Seguí con problemas porque Carcellé quería hacer valer su contrato que había quedado en suspenso por la guerra,
como usted verá, una causa de fuerza mayor. Además, con Aranda estaba un poco menos que atrapado. Hicimos una gira por toda España pero con un cachet que ya se puede usted imaginar, un cachet de miseria. Yo agarré lo que me dieron. Era la única solución para que me dejaran tranquilo. Me presenté en Madrid tres o cuatro veces. Cuando yo terminaba la gira, precisamente en Valladolid, le dije que nuestro compromiso había caducado y que quería más plata.
—Y entonces?
—Ahora va a ver. Decidimos hacer la despedida en Madrid. Volvimos a Madrid, al Teatro Pavón, una sala muy popular. Teníamos programadas
dos funciones, una a la tarde y otra a la noche. El teatro estaba totalmente vendido. Pero entre la función de la tarde y la de la noche vinieron unos tipos, me sacaron del teatro, me maltrataron, me hicieron de todo. —¿Por qué?
- Ah!. Eso es lo que me pregunto yo. Porque no había hecho la guerra con ellos. En fin, un episodio muy desagradable. Y allí sí comenzó mi
calvario. Tuve que dejar de trabajar. Mi empresario, ante el éxito de Madrid, quería que cumpliera e! contrato. Tuve que esperar cuatro o cinco semanas para reponerme de la terrible paliza que me dieron y sobre todo del terror que me metieron en el cuerpo, porque yo creía que me habían matado (sic). Cumplí mi contrato de Madrid y al terminarlo, pues, el Director General de Seguridad me dijo: "No puedes trabajar más en la capital' Y me mandó, como desterrado, a unos cuantos kilómetros de Madrid, a Cáceres. ....2
Como consecuencia de la guerra que ha desangrado a nuestra Madre Patria, sobreviene un éxodo de escritores, periodistas, artistas y gente de los más variados oficios y ocupaciones hacia el Continente Americano.
Argentina recibe una cuota considerable de emigrados, entre ellos -.-por nombrar a uno— se encuentra el escenógrafo Gori Muñoz, quien se afincará definitivamente en nuestro país a partir de este año. Cuando llega junto con otros compatriotas suyos, entre los que viene el dibujante Arteche, se le impide el desembarco a todos por no tener autorización de las autoridades de inmigración. Pero la intervención del director de Crítica, Natalio Botana Zárate, logra que el escollo sea superado. Es que Botana ha asumido la responsabilidad acerca del trabajo que los recién llegados tendrán para sostenerse.
Con anterioridad, algunos emigrados han llegado a Rosario y otros se aprestan a hacerlo en momentos en que el obispo de la segunda ciudad de la República, monseñor doctor Antonio Caggiano, bendice e inaugura el 16 de abril, el Seminario San Carlos Borromeo, así denominado a pedido del Papa Pio XI con motivo del cuarto aniversario del cardenal italiano, patrono de los seminarios. Bajo el rectorado del padre José Camy se hacen cargo de dicha casa de estudios los padres del Sagrado Corazón, conocidos por padres bayoneses por ser este puerto de Francia el lugar de embarque de los primeros sacerdotes de esta orden que arribaron al país.
El otoño se presenta con una carga de inestabilidad que aburre a los rosarinos. El 9 de mayo, como. consecuencia de las prolongadas lluvias, se derrumba el muro exterior del cementerio El Salvador que da sobre la avenida Godoy, en una extensión de once metros y desde la calle Suipacha hacia el Este, quedando al descubierto numerosos ataúdes hacia la vía pública. El accidente apresurará la ejecución de un proyecto elaborado en 1929 para la construcción de nichos en tres plantas de galerías, una de ellas en subsuelo.
A las pequeñas anécdotas lugareñas, Europa responde con sucesos trascendentales para la marcha de la humanidad: el 22 de mayo se firma en Berlín el Pacto de Acero entre Italia y Alemania. En la Cancillería del Reich, el conde Galeazzo Ciano, ministro de Asuntos Exteriores —yerno del Duce, casado con su hija mayor Edda— que ingenuamente deja en manos de los nazis la redacción dei tratado, concede a Joachim von Ribbentrop, su par alemán, el Collar de la Anunziata, que el tedesco ex vendedor de champaña agradece con su acostumbrado gesto mezcla de empaque y desenvoltura. "A Goering —escribirá más tarde Ciano en su Diario—, cuya posición es siempre altísima, se le llenaron los ojos de lágrimas cuando vio el Collar de la Anunziata alrededor del cuello de Ribbentrop”.
Lo esencial del pacto está contenido en el artículo 3ro., que dice: "Si, contra los votos y esperanzas de las partes contratantes, una de ellas se viera arrastrada a complicaciones militares con otra potencia, u otras, la otra parte contratante intervendrá inmediatamente como aliada a su lado y la sostendrá con todas sus fuerzas militares, por tierra, mar y aire". En la eventualidad dé un conflicto armado, el artículo Sto. prohibe a las dos potencias concluir un armisticio o una paz por separado. Hitler se encarga de añadir un preámbulo agresivo: "Las dos naciones, unidas por una profunda afinidad ideológica, están resueltas a actuar juntas y unir sus fuerzas para obtener el espacio vital que les es necesario". Con este pasaporte para la masacre europea, el 24 de mayo Hitler congrega, en secreto, a sus jefes militares. El tema de la reunión: la invasión de Polonia.4
En la Argentina, otros personajes van tomando ubicación en la escena. Por de pronto, el 25 de mayo un suelto de la revista Caras y Caretas, informa:
Héctor Pedro Blomberg Escribe para Evita Duarte
"Decir que Héctor Pedro Blomberg escribe para una obra radioteiefónica, significa que dicha compañía tendrá rotundo éxito con poco que ponga de su parte en la interpretación. Y si esa compañía va encabezada, como en este caso, por una figura joven, talentosa y tesonera, con mayor razón puede asegurarse el triunfo. A Evita Duarte le tocó en suerte hacerse cargo del personaje protagónico de Los jazmines de/80 que es la obra que comenzó a propalarse por el micrófono de Radio Prieto y que, como todas las de Blomberg, es de una delicada factura y de efectos seguros".5
Demás está decir que a finales de la década del 30 ya está afirmado el radioteatro. Buenos Aires, Rosario y otras ciudades viven con intensidad este nuevo mundo de distracción, generando hinchas de cada una de las emisoras más importantes —Belgrano, Splendid o El Mundo— como si fuesen equipos de fútbol. Por ahora, la voz de Eva Duarte no llega más que a zonas aledañas de Buenos Aires y se pierde en los caminos tortuosos del éter. Ya vendrá el tiempo en que anclará en alguna de las tres radioemisoras mencionadas, las que con potentes transmisores o redes de emisoras, cubren todo el territorio nacional.
Pero, veamos otros aspectos de la sociedad. Tres revistas dan la tónica del círculo frívolo, mundano y ocioso de la época:
"En ninguna casa de la clase alta y de la clase media en ascenso faltan El Hogar y Mundo Argentino de la Editorial Haynes, y la revista quincenal ilustrada Atlántida. La Revista El Hogar es sin lugar a dudas la más prestigiosa y fiel intérprete del "gran mundo social porteño", como acostumbra ella misma a denominarlo. Una forma de corroborar la frase es la queja impresa sobre la invasión del gringuerfo en Mar del Plata: "Los grupos fundadores —rezonga— se alelan hacia los hermosos campos del Golf Club, haciendo rancho aparte, lejos del ruido y quedando en calidad de huéspedes de su propia casa. Como una lámpara votiva, el Ocean Club es en plena rambla la única realidad de la antigua opulencia dominante—.
"La revista Atlántida, entre otras cosas, califica al baile como el primero de los deportes. "Nuestra época se llamará en la historia la Era del Baile, y el fox-trot no sólo forma parte de nuestras costumbres, sino que ha pasado a ser de nuestras más indispensables necesidades' Preocupada, en una encuesta consultaba a Marcos Victorica sobre la ligereza de las costumbres, y éste declaraba: "Evidentemente, el frotamiento social se ha acrecentado con los transatlánticos y con la radio telefeo n ía, repositorios de papanatas y nuevos ricos”.
"Otra nota de la misma revista indica de dónde proviene la filosofía de estos años: ". . .El cabaret artístico de Estados Unidos es Hollywood, la ciudad del cine, donde a la luz enceguecedora de potentes reflectores se fabrican kilómetros y kilómetros de films. . . ¡y el Paraíso moderno está en las usinas de Ford!", y agrega: ' . . Multiplicar cilindros en los motores, multiplicar los pisos en los edificios, multiplicark multiplicar/ producción, multiplicar las masas obreras... ¡Realizar!"
"No obstante la persecución a las organizaciones de los trabajadores durante el provisoriato de Uriburu y el gobierno de Justo, la evolución mundial producida en el campo laboral, tiene su repercusión en la Argentina. Merced a la tenacidad de un diputado socialista, Francisco Pérez Leirós, se ha logrado que el gobierno apruebe en 1932 el descanso obligatorio en la tarde del sábado y, para los obreros que trabajen por día, por semana o por mes, el derecho a cobrar el salario del sábado como un jornal íntegro. De 1934 data un período mínimo y continuado de descanso anual, denominado vacaciones pagas.
"Con las nuevas leyes sociales aplicadas a regañadientes aumenta, sin embargo, el tiempo libre para la mayor parte de la población trabajadora. Es cuando empiezan a proliferar los clubes de barrio y el fútbol pasa a ser profesional y se transforma en una importante actividad. A la sombra de las esquinas de Buenos Aires y de Rosario, crecen como hongos durante esos años, algo que se puede denominar como clubes sin sede. La esquina, que es la "parada" de la barra de muchachos del lugar, cumple una función social muy importante. Debajo de esa especie de marquesina que tienen algunas ochavas, se dirimen todas las cuestiones. En los días de lluvia, sin fútbo, el tema mujeres surge inevitable, entre la niebla tenue del agua. Cuando hace buen tiempo aparece el fútbol. Todos van a "jugar a la pelota" —como actores o espectadores— a los escenarios habituales: el potrero o la calle.
"Salvo las partes céntricas, los sábados por la tarde y los domingos por la mañana, vastas áreas ciudadanas son escenario de miles de partidos rabiosamente disputados. Cuando en la barra se va incrementando el promedio de edad, se intenta dar mayor organicidad a los afanes deportivos e, infaliblemente, se funda un club cuya sede es la esquina. Decidida la empresa, el método es rápido y sencillo, aunque no fácil, por la escasez de medios económicos: nombre, adquisición de las camisetas y de una pelota número cinco. Aparecen así los clubes fantasmas donde los detalles para encontrar a sus integrantes se escriben en las paredes esquineras, a veces cubriendo los muros del barrio con inscripciones como esta: "Sport/ng A thletic Club, Sta. y 6ta., desafío”.
—Por supuesto, algunos clubes que en su origen son similares al ejemplificado, seguirán distintas trayectorias. Bernardo Verbitsky,6 en Grandeza y decadencia del Estrella del Sur, narrará las andanzas de una barra esquinera, similar a todas las existentes, a la que se acerca un nuevo vecino que ostenta en la puerta de su recién habitada casa la dorada chapa de odontólgo.
"El recién -llegado conversa largamente con la muchachada sobre entidades deportivas juveniles que, según él, le hacían recordar a su propia adolescencia y los exhorta a dar forma real al club que ya existe en potencia, sugiriéndoles con modestia que se hará cargo de los gastos principales si la barra se decidiera a buscar un local para instalar la sede. Entusiasmados, los jóvenes son arrastrados por la quimera y, en un derroche de energías, trabajan al regreso de sus ocupaciones diarias y durante los fines de semana para transformar un vetusto salón en decorosa sede. En síntesis, se habrá de repetir la historia del entusiasmo desinteresado que sirve de peldaño para el profesional que, con su maniobra, hace cotizar en un comité político su condición de presidente del club del barrio. "Estrella del Sur, como otros clubes similares, vivirá flanqueado por fauces que lo acosarán hambrientas: la política venal y los descubridores de cracks de potrero para los nacientes equipos profesionales. Una dentellada tras otra lo irán destrozando paulatinamente.
"Algunas de esas asociaciones con más suerte, llegarán a poseer su sede sin pasar por la experiencia política. Generalmente, un grupo de antiguos vecinos, guiando a los más jóvenes, avanza paso a paso hasta alquilar una simple sala a la calle o, en el mejor de los casos, arrendar o comprar una vieja casa en la zona. A partir de ese nivel, se produce una diversificación: por un lado se convierte fundamentalmente en el club de fútbol o básquet del barrio y, por otro, pasa a ser el refugio o segundo hogar de muchos solitarios que al contar con mayor tiempo libré, encuentran en el club compañía.
"Por otra parte, la sede es el salón donde se hacen las fiestas de casamientos, se celebran - las festividades patrias y los agasajos que, por distintos motivos, dan lugar a alegres fiestas. Regularmente se organizan bailes cuyas recaudaciones constituyen la principal fuente de ingresos.
"Los tangos, milongas, valses, pasodobles y tarantelas, que gozan del favor del público, poco a poco lo van perdiendo. Es decir, se va dividiendo la cosa cuando el auditorio comienza a escuchar El Rag de la ca/le Doce, El paso del tigre, De buen humor, Rapsodia en azul, Sa/nt Louis Blue, Serenata a la luz de la luna. Las emisoras difunden discos de los famosas Artie Shaw, Benny Goodman, Count Bessie, Glenn Miller y Louis Armstrong, con los que compiten sus réplicas criollas Eduardo Arman¡, René Cáspita, Raúl Sánchez Reynoso, Barry Moral.
"Es el tiempo de los discos de veloz girar en las victrolas, ya acopladas a la parte superior de las radios quienes ofrecen "en cualquier momento la noticia imprevista". Y mientras se ve en las películas la otra cara del mundo, para porteños y rosarinos constituye toda un rito ir a pasear al centro los fines de semana. En Rosario, es la calle Córdoba destinataria de multitudes que lucen sus mejores rapas: las mujeres de riguroso sombrero —a veces con tul—, guantes hasta el media brazo y otras atav(os no menos singulares. Los hombres de traje con chaleco en invierno, sobretodo, corbata can el correspondiente alfiler, camisa con gemelos en las puños, sombrero y hasta bastón y chalina a bufanda de seda blanca.
La mismo que en Buenos Aires donde "desde todas los barrios, apretujada en el interior de cien tranvías orquestales —idealiza Leopoldo Marechal en Historia de la calle Corrientes— una multitud gritona y riente viaja rumbo a la noche, acariciando los más audaces devaneos. La noche está en la calle Corrientes. . . La calle las espera con sus teatros y cines abiertos, con sus cafés rutilantes, can el vértigo de sus luces y sonidos. Las reposados burgueses con sus familias asientan sus reales en las cinematógrafos de lujo, y no faltan las patotas de muchachos que recorren las calles sin rumbo fijo.
"Otras grupos de jóvenes se alinean en la calle Florida luciendo generalmente su único y bien cuidado traje dominguero, camisa almidonada, zapatas muy lustrosos y cabello peinado a la gomina, para ver desfilar y piropear a las mujeres porteñas. El aspecto compuesto de esos galanes callejeros inspira a Rodolfo M. Taboada una graciosa duda: "No se sabe si se planchan el traje can gamma a se peinan el cabello con una plancha".7
Las mujeres, con sus polleras cortanas, inspiran a su vez a Alberto Pidemunt, quien estampa en la sección de Caras y Caretas, "Poniéndole el cascabel al gato": "Ante la pollera, absorta / ninguna queda al mirarla /y en cuanto a corta llevarla /ninguna se queda corta. Pese a los gritos airados / de quien no quiere ver tanto / la mujer es un encanto / y nosotros... ¡encantados! Quien tanguea sin buen norte / trabazones no soporta, / pues es la pollera corta / lo más bueno para el corte. Sólo el barrendero aflora / la antigua moda, dé veras / y dama por las polleras / que hacían de barredoras" 8
NOTAS
1 Primera Plana. NO 326. Págs. 36/38. Bs. Aires. 25.3.1969.
2 Miguel de Molina, rep. cit.
3 Gori Muñoz, n. en Valencia en 1906. Hijo del pintor Gregorio Muñoz Dueñas, estudió las primeras disciplinas de pintura en la Escuela San Carlos de su ciudad natal, para ingresar más tarde en la Academia de San Fernando, en Madrid, y completar sus estudios superiores en Barcelona. Interesado en la escenografía, realizó complementariamente estudios de arquitectura. Fue becado para perfeccionarse en Francia, Bélgica y Holanda. Expuso en París con elogios de la crítica. Designado miembro de la Academia Nacional de Artes de España, en 1937 realizó la parte decorativa del Pabellón de España en la Exposicion Internacional de París. Ya en la Argentina, tomó parte activa en espectáculos y temporadas teatrales, iniciándose como escenográfo cinematográfico con la película Canción de Cuna.
Creó la escenografía funcional en nuestro cine, con una decoración múltiple ininterrumpida que permitía un mejor aprovechamiento para el manejo de cámaras y la iluminacion adecuada para cada escena. Escenografo permanente de los Estudios San Miguel, ganó siete premiosen la desaparecida Academia de Artes y Ciencias de la Argentina, así como un número mayor de distinciones conferidas por la Asociación de Cronistas de Cine de la Argentina, y premio especial del Primer Congreso Hispanoamericano de Cine, realizado en Madrid, en 1947. Afectado por el mal de Parkinson en la década del 60, Gori Muñoz siguió trabajando sobre su caballete hasta el último momento, siempre con una expresión de esperanza y optimismo pintada en su rostro. Falleció en Buenos Aires, el 22.8.1978.
4.Primera Plana, NO 334. Págs. 47/48. Bs. Aires. 20.5.1969.
5 Caras y Caretas. Año XLII. Bs. Aires. 25.5.1939.
6 Bernardo Verbitsky. Desde mucho antes de que en 1941 se le otorgara el primer premio "Ricardo Güiraldes" por suprimera novela Es difícil empezar a vivir, el nombre de Ricardo Verbitsky ya había trascendido los ámbitos literari9s y periodísticos, motivado por sus penetrantes e inteligentes artículos que publicaba en Noticias Grdficas, con el título de Los libros por dentro. Más tarde pasó a Crítica; luego publicó Significación de Stefan Zweig (1942); En esos años (1947); El Café de los Angelitos (1950), Esquinas y calles de tango (1956), Villa miseria también es América (1956), Un hombre de papel (1967), Cuatro historias de Buenos Aires (1971) y, entre otras novelas, Etiquetas a los hombres (1973), donde uno de los personajes sostiene una definición que actualizaba una vieja obsesión del autor: "Yo he defendido mi derecho a vivir como un ser humano, sin encasillarme como judío". Sus obras alcanzan a catorce novelas y mas de veinte títulos entre ensayos y poemas. Una obra unificada por una única preocupación: su convicción de que el hombre ha de sobrevivir a la mecanización, a la rutina, a la crueldad, a la desesperanza, y una fe inquebrantable en la fraternidad humana, en la amistad y en el amor familiar. Falleció en Buenos Aires, a los 72 años de edad, el 15.3.1979. Y. Clarín. 16.3.1979.
7 Oscar A. Troncoso. La Argentina de los años 30, en revista Panorama. Págs, 48/51. Bs. Aires. 26.1.197 1.
8 Caras y Caretas; Año XLII. N°2130. Bs. Aires. 5.8.1939.
Fuente: Extraído del Libro “ El Rosario de Satanas Tomo II . Editorial Fundación Ross.