Por
Patricia Tica*
Enclavada
en el centro de la ciudad de Rosario, en la esquina de Córdoba y
Bal-carce se alza el edificio de la Escuela Normal N° 2, a
pocos metros de la plaza San Martín y del señorial Boulevard Oroño.
La piedra fundamental fue colocada el 8 de mayo de 1904 por el
Gobernador Rodolfo Freyre y funcionó en sus instalaciones,
desde el 20 de marzo de 1905, la "Casa
central de las escuelas de Rosario"
La
génesis, como institución educativa dedicada a la formación de
maestras, está directamente enlazada a la conmemoración de los cien
años de la Revolución de Mayo, porque esa generación progresista
que jerarquizó la educación como vía para la construcción
del "ciudadano
argentino", instruido
en los conocimientos de la lengua castellana, la matemática, la
historia y la geografía nacional, decidió la apertura en distintos
puntos del país, de veinte escuelas de maestras.
La
ciudad de Rosario contaba por entonces con una única institución
normal, frente a la plaza Sarmiento, la escuela "Nicolás
Avellaneda", y
el aumento de la población, por la llegada de gran cantidad de
inmigrantes, así como su progreso económico y edilicio, hacían
necesaria la creación de nuevas escuelas.
Por
decreto del Poder Ejecutivo del 14 de enero de 1910, que lleva la
firma de los doctores José Figueroa Alcorta como presidente y Rómulo
Naón como Ministro de Justicia e Instrucción Pública, se creó la
Escuela Normal N° 2 de Rosario. El mismo decreto
nombró director
al señor don Martín Herrera.
De
manera inmediata, el Gobierno Nacional, realizó las gestiones para
que el edificio conocido como "Escuela
Freyre", construido
por el Gobierno Provincial fuera adquirido. El contrato de venta se
firmó el 20 de mayo de 1910 y el 1o
de junio del mismo año empezó a funcionar la Escuela Normal N° 2.
Con este acto se nacionalizaba una Escuela Provincial. Desde los
primeros tiempos, la institución se proyectó hacia la comunidad con
la realización de conferencias, conciertos y jornadas destinadas a
la difusión de temáticas de interés. Destacadas personalidades
nacionales e internacionales tuvieron en su seno la posibilidad de
difundir sus ideas, porque desde la época de don Pedro Arias,
Inspector General de Escuelas de Rosario, se bregó porque la
"Escuela
Normal sea una institución abierta a la vida..."
En
la década del 20, el aumento del número de alumnas hizo necesario
pensar en una serie de ampliaciones. La escuela poseía un terreno
que lindaba con la calle Santa Fe; hacia esa dirección se
proyectaron las obras.
El
progreso edilicio en el año 1931 se hizo a costa de la desaparición
de la huerta que existía en ese terreno, en la que crecían un
Jacaranda, una higuera, un palo borracho, una palmera y un pino, y
del pequeño zoológico, en el que convivían un guanaco, un oso
hormiguero, un ñandú, un zorro y un coatí, que entretenían a las
alumnas.
El
año 1934 fue de vital importancia para la institución: se creó el
Jardín de Infantes, gracias al proyecto que contó con la iniciativa
del Centro Estudiantil y de la entonces directora Dolores Dabat y el
aval de la Asociación Pro-Cultura Popular y la inauguración de "La
Querencia", un amplio recreo de deportes que había sido el
mayor anhelo de las autoridades: contar con un lugar de esparcimiento
para la comunidad educativa y para que el alumnado pudiera disfrutar
y vivenciar la naturaleza.
Camino
al centenario
A
dos años del centenario de la escuela y tras gestiones realizadas
por la Rectora Profesora Adriana Bertolotti, el Gobierno Provincial
autorizó un importante aporte y nombró a un equipo dirigido por el
arquitecto Zammito para llevar adelante la restauración completa del
edificio en vistas al gran evento.
Junto
a esta tarea, en el seno de la comunidad educativa, una serie de
proyectos institucionales, organizados por docentes, directores,
alumnos de los cuatro niveles educativos que tiene la escuela,
junto a los padres, la Asociación de ex-alumnos y la
Cooperadora, se están realizando para rescatar su historia, para
poner palabras a la memoria, para procurar una revalorización de la
trayectoria institucional que permita recrear el pasado para ser guía
en el presente, y proyectarse hacia el futuro. Entre las propuestas
de trabajo se cuentan la realización de entrevistas a
protagonistas esenciales para rescatar la historia oral, un
relevamiento fotográfico que recupere "lo
visible y o oculto " del
edificio y el tradicional certamen para la elaboración de la quinta
estrofa de la Canción del estudiante de la Escuela Normal Nº 2, que
cada 25 años, se propone seleccionar.
El
"palacio-escuela'' El
edificio orgullo de la arquitectura de su tiempo- conserva aún
las características de "palacio-escuela"
con
un imponente portón de ingreso desde calle Córdoba que permite el
acceso a un distinguido hall, con tres vitró, con majestuosos
paisajes argentinos, donde se encuentra el busto del estadista,
filósofo y político argentino Juan María Gutiérrez, que da nombre
a la escuela. En el interior, se recorren dos galerías con
columnas monumentales, arcadas y capitales, que enmarcan el moderno
salón de actos y un patio central de importantes dimensiones.
El edificio alberga también, la sala de las pinturas, donde
luce restaurado el óleo que Alfredo Guido realizara para la feria
Internacional de Sevilla, donde obtuvo el gran premio de Sevilla en
1929. Pero, como sostiene la Asociación de ex -alumnos "Ana
María Benito": "por sobre todas esas posesiones físicas,
aún conserva inmutable su espíritu", guiado
por la antorcha de formar profesionales docentes capaces de Saber
pensar. Saber hacer. Saber ser.
Patrimonio
Histórico Nacional
Por
Ley 26.113 -presentada por los senadores santafesinos Roxana Latorre
y Carlos Reuteman- y promulgada el 10 de julio de 2006, el Congreso
de la Nación Argentina, declaró monumento histórico nacional
al edificio de la Escuela Normal Superior N° 2 Juan María
Gutiérrez,
quedando éste bien amparado por las disposiciones de las
Leyes 12.665 (modificada por la Ley N° 24.252) y 25.197 sobre
patrimonio nacional. El buen estado de conservación del edificio, a
lo largo de los años, habla del celo, del cuidado, de la dedicación
tanto de las rectoras, como de cada una de las direcciones de
los distintos niveles; quienes con el esfuerzo mancomunado de padres,
alumnos y ex alumnos continúan trabajando muchos sábados -mañana y
tarde- para mantener en excelentes condiciones las diferentes
dependencias de la institución. Nervios vitales del funcionamiento
de la escuela son: la Asociación de ex alumnos "Ana
María Benito" y
la Asociación Cooperadora. El cuidado material y el acrecentamiento
del acervo cultural son los pilares de sus acciones.
Niveles
de educación
En
la actualidad se cursan en la Escuela Normal Superior N° 2
Provincial N° 35 los niveles de educación: Inicial, Primario y
Secundario y Educación Técnico-Profesional
en Tiempo Libre, Recreación y Turismo. Desde el año 1990, la
formación de maestras se
centró en el
nivel terciario a través
de los profesorados de Educación Inicial y de Educación Primaria.
En el año 2003 la institución creció con la apertura del
Profesorado para el Tercer Ciclo de la EGB y Educación Polimodal en
Filosofía, el primero en la provincia de carácter laico, público y
gratuito.
La
Pérgola de la Escuela Normal N° 2 Ayer y hoy
La
pérgola de la Escuela Normal Superior N° 2 se erige desde 1928 en
un espacio de encuentro, de diálogo, de risas, de secretos
compartidos, de juegos animados por alumnos de todas las edades.
Reconoce
su origen en una de las siempre activas reuniones de la comisión
organizadora de la Fiesta del árbol, presidida en agosto de 1926-
por el señor Leopoldo Uranga. Allí se vislumbró la idea de
transformar la antigua cortada en un jardín.
En
el año 1928, la entonces directora de la escuela, profesora
Dolores Dabat solicitó al intendente
municipal
señor Solari, la construcción de una pérgola, en la
antigua
cortada
que desde años atrás fuera anexada a la escuela. Ante la aceptación
de la solicitud por parte del intendente, la Dirección de
Paseos Públicos se puso al frente de la construcción de la misma
con una extensión de 83 metros de largo y engalanada con enredaderas
y rosales fue inaugurada el 7 de mayo de 1928- como consta en el
artículo del diario La Capital que por gentileza del doctor Miguel
Ángel De Marco hijo, pudimos consultar.
El
Ministro de Instrucción Pública de la Nación, doctor Antonio
Sagarna, junto al embajador de México, en nuestro país, asistieron
a la inauguración de la glorieta. En esa ocasión la directora en un
encendido discurso agradeció la entrega de la pérgola e hizo luego
alusión a las obras de ampliación que iban a iniciarse en la
escuela.
La
pérgola se construyó, en parte de la cortada que -con el nombre de
pasaje Juan María Gutiérrez- ya había sido cedida por la
Municipalidad a la escuela.
La
dirección de la institución, llevó adelante la tarea de
sustitución de las paredes que cerraban dicha cortada por verjas
artísticas, que permiten en el presente compartir los tiempos de
juegos de los alumnos de Nivel Inicial.
Dolores
Dabat y
la
Escuela Nueva
Una
personalidad clave en la historia del Normal N° 2 es la de Dolores
Dabat; la entrerriana que egresada de la Escuela Normal de Paraná,
en 1909, empezó a ejercer la docencia en la institución en el año
1912, a los 23 años, desempeñándose como vice regente y desde el
20 de marzo de 1924 como directora nombrada por el Ministro
de
Educación de la Presidencia de Alvear: Antonio Sagarna.
Profesora
de Ciencias y Letras, se dedicó desde los inicios de su carrera al
estudio de las Ciencias Naturales y trabajó activamente para
dar a la institución un protagonismo esencial. Formada en la
filosofía de la Escuela Nueva orientó la enseñanza y la dirección
de la escuela, procurando dejar de lado el verbalismo y bregó por
una nueva educación que fuera activa, que preparara para la vida
real y que partiera de los intereses reales que tenía el niño.
Por eso dio gran importancia a la afectividad, al protagonismo,
al hacer. El interés del niño, es el punto de partida del
aprendizaje, sostiene la Escuela Nueva. Es imprescindible tener en
cuenta el desarrollo del niño. Es necesario que la escuela se
impregne de la vida misma. La escuela es activa si incluye todas las
formas de actividad humana: tanto la intelectual como la manual y la
social. La valoración positiva que realiza de la energía del niño
en educación, apuntala su libertad y el trabajo colectivo, en
conjunto, porque -sostiene- es en la situación de enseñanza social,
donde se cimentan los conocimientos. El lema de esa escuela era
Amar, Pensar y Obrar. Esta es la filosofía que impregnó Dolores
Dabat a la escuela y a su dirección. Como se expresa en la
publicación "90
Años Escuela Normal Superior N" 2 " como
mujer activa, laboriosa y entusiasta "sostuvo
a la escuela como referente cultural y espacio ideal para inculcar
valores democráticos, y promovió la belleza como dimensión
inseparable del acto de educar ".
A
su impulso e iniciativa se debió la creación en el año 1936 del
Profesorado en Artes
Plásticas. Se ocupó de la organización
y orientación del Museo de la escuela; dirigió la publicación Quid
Novi y apuntaló la incorporación de un grupo de artistas que
se unieron al personal de la institución. Su gestión estuvo
acompañada de un
gran
dinamismo y de una entrega cabal a la tarea de enseñar.
*Doctora
en Historia Regente de Nivel Superior de la Escuela Normal N"º
2
Fuente:
Extraída de la Revista “Rosario, su Historia y Región” .
Fascículo Nº 66 de Agosto de 2008.-