a escultura de "Stella Maris" Recuerdo a la tragedia del Fournier
Por Miguel Alfredo Chiarpenello
La "Semana de Rosario" siempre fue recordada por nuestra ciudad con ceremonias de alto relieve. En distintos lugares del ejido urbano se realizaban reuniones culturales, sociales, deportivas o artísticas con gran participación ciudadana otorgando a los festejos un auténtico espíritu rosarino.
La "Semana" de octubre de 1949 se recordará siempre por un acontecimiento que penetró profundamente en todos los corazones envolviendo de una fuerte emoción, no solo a Rosario, sino a todo el país. El acto de referencia estuvo constituido por la inauguración y bendición de una estatua de la Virgen Stella Maris que el Colegio del sagrado Corazón y su Asociación de Exalumnos donaron a su ciudad con motivo de cumplirse los 50 años de la llegada de los Padres Bayoneses a Rosario. Esa congregación religiosa abrió las aulas de su tradicional colegio al año siguiente.
La ubicación de la imagen es destacada. Fue emplazada en los altos de la barranca situada en las alturas de las avenidas Manuel Belgrano y Carlos Pellegrini. El lugar había sido determinado por el propósito de que sea visible desde el río Paraná a los efectos de que los navegantes, de quién StelIa Maris es Patrona, puedan tributarle su homenaje al pasar las embarcaciones frente a ella. Con sus siete metros de altura la blanca estatua de la Virgen luce triunfal elevándose como celestial patrona y protectora de Rosario.
La ceremonia, auténticamente rosarina, contó con la presencia del Gobernador de la Provincia con sus ministros, las autoridades municipales, militares y judiciales de Rosario, todos los alumnos del colegio donante y delegaciones de otros colegios de la ciudad y de diversos puntos del país. Participaron también una nutrida banda militar, una sección de granaderos que se situaron a ambos lados del monumento, una compañía de soldados y una más que numerosa concurrencia.
Después de entonarse el Himno Nacional y el Himno oficial del colegio del Sagrado Corazón, el Cardenal Caggiano bendice la imagen y el padre Urani, en su carácter de superior del establecimiento educacional, ofrece entonces la escultura a la ciudad con términos conmovidos, estallando tras sus palabras fuertes y conmovedores aplausos.
Desde entonces los barcos que por el Paraná entran a la ciudad hacen sonar largamente su sirena al pasar frente a "Stelia Maris" dando gracias por haber llegado felizmente a puerto y al emprender el regreso también hacen sonar la sirena invocando su protección para la travesía. La advocación a la Virgen Stella Maris estaba tan difundida que el 18 de agosto de 1937 un decreto presidencial aprobó su designación como "Patrona de la Armada Argentina y de los Navegantes". El mencionado decreto firmado por el entonces Presidente Agustín P. Justo expresa entre sus considerandos "que la advocación a Nuestra Señora "Stella Maris" tiene singular significado para los hombres del mar". Su advocación surgió como una necesidad de los marinos y sus familias que quedan en tierra de contar con una más que alta protección. Estrella del Mar llamaban a la Virgen marinera desde antiguo. En la oscuridad de la noche los navegantes por siglos confiaban en las estrellas para orientarse hacia puerto seguro.
El Almirante Brown nuestro prócer naviero, siempre invocaba su protección al igual que otros jefes marinos. Juan Bautista Azopardo solía orar ante una imagen traída desde Cáliz. El culto se extendió a los hombres que compusieron las dotaciones de las primeras naves de guerra argentinas en la lucha por la independencia y se mantiene hasta hoy con plena vigencia entre los integrantes de las naves nacionales.
Esta ceremonia se realizó en lo que es hoy el Parque Urquiza. En su momento fue un sitio no urbanizado y casi desértico. Posteriormente debido al trabajo creador y progresista del agrimensor Alberto Montes, se creó en 1951 el denominado Parque "Los derechos de la ancianidad". Montes, oriundo de Buenos Aires se consideró siempre un rosarino más. Paisajista de alto nivel sus trabajos sobre nuestra ciudad fueron de suma importancia para su posterior desarrollo.
El Parque "Los derechos de la ancianidad" lo planificó sobre los antiguos terrenos del Ferrocarril Oeste Santafesino encontrando así un destino urbano a ese territorio. Recién a partir de 1960 el "Parque Urquiza" fue embellecido por el gobierno municipal realizando las importantes obras que actualmente disfrutamos, constituyéndose en el sitio magnífico que ubicado en la barranca del río Paraná es orgullo de los rosarinos.
La inauguración de la estatua de "Stella Maris" fue y es desde entonces un ícono rosarino. La Estrella de Mar siempre estará presente otorgando su guía a los corazones esperanzados de los hombres del mar.
Fuente: Extraído del Libro “ Historias Trascendentes de Rosario” 2da,.Edicciónde agosto 2015.Editado Gráfica Amalevi SRL