Por Héctor N. Zinni
Mientras en Buenos Aires Fiorentino se desvincula de Troilo y forma una orquesta que le dirige Astor Piazolla, en Rosario el movimiento musical se desliza más o menos plácidamente apoyándose en la radio como elemento catalizador por excelencia de voluntades y gustos afines. Los programas de LT1, Radio del Litoral, por ejemplo, siguen distinguiéndose no sólo por una moderna y dinámica orientación, sino también por el prestigio y calidad de muchos de los números que animan diariamente sus propalaciones. Las expresiones, de difusión de una cultura elevada, el número de "alta jerarquía artística", junto con la nota popular .y digna, alternase en horarios ricos en manifestaciones variadas y atrayentes— donde el buen gusto es la característica más sobresaliente. Entre los calificados intérpretes que ocupan el plantel de la emisora cuéntase Alberto Lac Prugent quien, de acuerdo a una publicación de la época, "ha sabido destacar al frente de la Panamá Jazz —con su vocalista Ricardo. Valdez--, sus ya conocidas condiciones de conductor indudablemente compenetrado de las fórmulas más adelantadas de la música de jazz '
El Trío América, constituido por auténticos exponentes de melodías y canciones continentales —Del Río, Roussy y Di Salvo—, alterna sus presentaciones de buena calidad con la notable concertista de piano Arminda Canteros de Farrugia, quien ofrece brillantes recitales en base a las páginas más calificadas de la música clásica. Y Rosarito Montes, que trasluce en su voz la gracia y el colorido de la canción española, es ubicada en programas en los que se integra, además, la orquesta característica conducida por el maestro Alfredo Barone —con el pianista Alfredo Bernardoni— yen la que canta Osvaldo Guidar.
No solamente LT1 —donde actúa una orquesta clásica estable bajo la dirección del maestro Tomás Santesteban— posee expresiones culturales para todos los niveles. También LT2 Stentor, LT3 de la Sociedad Rural de Cerealistas y LT8 Radio Rosario, agrupan fuertes atractivos para el oyente dando trabajo a numerosos músicos, cantores, cancionistas, locutores e intérpretes de la más variada gama. A los programas de las radioemisoras porteñas, que —salvo horarios especiales y radioemisoras también especiales—, se los capta bajo un matiz de descargas eléctricas, se oponen las prolijas e impecables emisiones de las radios rosarinas en las que actúan, entre otros, la típica de José Alberto Migliazzo con su cantor Ricardo Gómez, el cantor melódico Félix Ocampo, el cantor criollo Armando Paredes, las cancionistas Dorita Alanís y Manuelita Peña, el pianista Alfonso Carlino, la orquesta típica de Leopoldo Liberjen, la jazz característica Continental de Alfredo Serafino con Perlita Iris en los cantables, la jazz Dados Negros de Juan Grisiglione, la orquesta ritmica Biarritz de Roberto Rial, la orquesta típica Los Provincianos de Héctor Lincoln Garrot, y la de José Sala con los cantores Ricardo Faglia, Ricardo Valdés, Pedro Bassini y Tito Morel.
La ciudad se enorgullece de poseer un tenor como López Montemar —Manuel L. Banús Vinyals en los papeles— que ha cursado estudios de violín con el malogrado maestro Emilio Güell, de canto con la ya desaparecida profesora Clarisa Escalante y de armonía con el conocido maestro argentino Alfredo Schiuma. Montemar, que ha interpretado como tnor solista en un gran espectáculo sinfónico-coral nada menos que Rosa Mística de don Luis Ortiz de Guinea, ante el presidente de la República doctor Castillo en ocasión de la Coronación de la Virgen del Rosario, ha sido llevado a los estudios de RCA Víctor en Buenos Aires para realizar grabaciones con la orquesta estable del teatro Colón, bajo la dirección del maestro francés Alberto Wolff. Viven aún legendarios músicos e intérpretes de la Guardia Vieja, como don Angel Baracco, autor del tango más antiguo compuesto en Rosario que fuera estrenado el 22 de junio de 1905 en el Café San Martín a toda orquesta: Agarrate Catalina, El maestro Nicolás Donadío que fuera primer violín y subdirector de la celebérrima comparsa Los pierróts de la Noche se prodiga en tres conjuntos fundados por él: la Orquesta Donadío, el Conjunto de Arte Nativo La Flor del Pago y el Trío Típico Donadío en el que actúan sus hijos Pedro (guitarra) y Francisco (bombo criollo), además de Juan Alejandro (flauta) y Juanita Sánchez (vocalista). Sobre los nombres de los guardiaviejistas José Pepe Mulé, José María García y Alfredo Rodríguez, flota el del maestro, director, autor y compositor porteño José Luis Roncallo, .el gran músico que, olvidado y paralítico, pasa sus días —que concluirán el 11 de junio de 1954— en su domicilio del Pasaje Central (que luego llevará el nombre de Perito Moreno, en el barrio Azcuénaga) N° 1251, José Luis Roncallo, burlando la aduana de los prejuicios ha sido el primero en ejecutar El choclo y El porteñito de Angel Villoldo, así como El Entrerriano de Rosendo Mendizábal y Joaquina, de su cuñado Bergamino, entre otros no menos célebres, en r confitería céntrica de Buenos Aires, allá por 1903; además, y entre otras cosas, ha sido quien ha llevado al papel el tango deJosé Luis Padula 9 de Julio, estrenándolo con su orquesta en el cine teatro Casino de Rosario. ¡Casi nada!1
Actúan en el medio rosarino de 1944, el maestro José F. Traviglia, un italiano más rosarino que muchos, con 105 obras editadas; Manuel R. López, autor y compositor de 48 obras, muchas de ellas grabadas en discos Víctor por Adolfo Carabelli, Feliciano Brunelli, Los Nativos Víctor, Osvaldo Fresedo y Félix Scorticatti. Sigue la lista de intérpretes-con Enrique Cavestri, ejecutante máximo de un instrumento de moda: el acordeón a piano; el violinista José Valdivia, integrante, copista y miembro de directorio del Profesorado Orquestal de Rosario; Laerte Carroli, también violinista de prestigio que esa la vez integrante y fundador de la jazz Chicaguito, compañero de gira del famoso ilusionista Wu-Li-Chan, autor del tango Carmelita —dedicado a la famosa casa de comidas—y director de conjuntos típicos orquestales que desgranan sus acordes en los palcos tangueros de los bares como La Comedia donde Carroli ha sido director de la orquesta estable desde 1933 hasta 1937.
Son nombres corrientes los de muchos autores y compositores, como Benito R. Atella, Juan Manuel Baños, Ramón del Rey, Amalia C. de Passerini, María Matilde Mom Prudencio Lacámara, Alberto Hidalgo, Francisco Tortosa, Eduardo Tortosa, Eduardo Pérez, Santiago París —verdadera reliquia del tiempo de oro de nuestro tango—, Santiago Pablo Scherini, Oscar H. Ferrari, Dora López Zamora de Torres (Dilzit), José Marchese, José Di Paolo, Florencio Tapia, Francisco Ledda, Angel Mazzola, Mateo Castagno, Juan Carlos Comini, Nicolás Coniglio, José J. Muñoz, Miguel Giorgio, Héctor Grasano, Vicente Zangara y Nicolás Juan Zinni, padre del autor de este libro.
La reseña de este importante movimiento autora¡ de Rosario se completa con los músicos Juan D'Amico, director de una orquesta de jazz que, entre otros lugares de actuación, se destaca en la Confitería Córdoba. ubicada en la intersección de las calles Córdoba y Mitre; Alfredo Serafina quien hace veintitrés años que ocupa el cargo de director de la Escuela Instrumental y Banda de la Sociedad Protectora de la Infancia Desvalida, es profesor de canto y música en las escuelas Juana Elena Blanco y Hogar del Niño, dirige el conservatorio que lleva su nombre y ha sido presidente del Club Rosarino de Autores y Compositores de Música (CRAIC); Francisco Maggiolo, italiano, intérprete de pistón e integrante de prestigiosas orquestas de jazz, y Aldo Gily, un extraordinario violinista, también italiano, afincado en Rosario desde 1910, que cuenta entre sus logros el haber ganado una baca sobre 74 concursantes para ingresar a la Real Academia de Santa Cecilia en Roma, el haber sido maestro interno del Teatro Real de Roma, director de orquesta de grandes compañías líricas italianas en Europa y en América y fundador, en Rosario, de un renombrado conservatorio. Otro violinista con conservatorio propio al que llama Julián Aguirre, es Antonio De Vita, rosarino de nacimiento y socio fundador de CRAIC, sin olvidar, por supuesto, a José y Humberto De Nito, directores del celebérrimo conservatorio Beethoven.
A músicos de real valía como Francisco Plano, autor de popularísimas rancheras, y Luis Milici, alumno predilecto de Juan B. Massa, agréganse Cayetano Castiglione, Eduardo Abad Lemas; Atilio Cavestri, creador del Cuarteto América; Víctor Orlando; Julio del Puerto, quien es autor de la música de las peli'culasAsi'es la vida y Lo que le pasó a Reynoso; Aibino Donizetti, con música grabada por Feliciano Brunelli; el jazzrnan Juan Pueblito; Roberto Maurano, director de orquesta y saxo solista para Argentina Sano Film en películas con Libertad Lamarque, Amanda Ledesma, Floren Delbene, etc., y ex integrante de la Orquesta Sinfónica de Radio Belgrano y de las orquestas de jazz de Sam L iberman, Don Galán, Los Filipinos, José Rogers y Héctor Lagnafietta.
En la numerosa lista siguen los consagrados pianistas Ernesto de los Santos y José Acotto, el clarinetista Jesús Ochoa, el baterista Domingo Morica y su hermano el excelente músico Carlos A. Morica.,Unense a los bandoneonistas Juan Prisco y Angel Yacoponelli otro celebrado ejecutante del mismo instrumento: Marcelo Gilberto Polato, cuyos pasos se perderán en México. Y viven y actúan en Rosario, el maestro Miguel Minacore, creador de la Orquesta Sinfónica de la Sociedad Artístico Musical de Rosario; Franco Corvini, cuyos hijos Franco, Alberto y Mario llevarán por el mundo la calidad de intérpretes rosarinos bien formados. Tan bien formados como el legendario bandoneonista Abel Bedrune, cuya hija tratará de seguir la huella paterna en calidad de directora de orquesta. En realidad es una auténtica pionera en su sexo que pisa Buenos Aires.
"Ebe Bedrune se había venido en 1944 desde Rosario para causar sensación en Radio Splendid, boites y bailes, con su frac blanco (vestida de varón, porque en la música las mujeres todavía estaban en los inicios, como cuando las cancionistas tuvieron que disfrazarse de compadres). La rubia Ebe Bedrune, como flor exótica que era, se agostó rápidamente en un medio que no le era favorable y desapareció".2
Un alumno de Abel Bedrune, Félix Lipesker, que con el tiempo ha llegado a ser el primer bandoneón en la orquesta de su maestro, también ha emigrado a Buenos Aires, Pero tiene más suerte que la hija de don Abel. Luego de integrar la orquesta de Julio De Caro por espacio de diez años como primer bandoneón, está contratado desde fines de 1943 por Osvaldo Fresedo. El nombre de Lipesker se hará famoso junto ci de Homero Manzi, con quien compondrá algunos valses de renombre.
Pese a la enorme cantidad de autores y compositores rosarinos, las letrillas musicalizadas no contienen —salvo alguna excepción el vuelo poético de los vates porteños. Aún así, quedarán para la histeria como un reflejo del ingenuo ambiente, donde han sido elaboradas y, aunque de una perdurabilidad dudosa, testificarán las actitudes de un pueblo sencillo, trabajador e ilusionado. Prueba de ello son los versos del tango Mar del Plata, escritos por Theodoro Guilierns, autor también de la música:
"Volvió contenta de su viaje a Mar del Plata / la rosarina que soñaba con el mar / trayendo alegre su carita bien yodada / y muchas cosas de la playa ciue contar: En la escollera de La Perla, una mañana, / con un turista, improvisado pescador, / mezcló su charla muy entusiasmada / el turista, mozo diestro, le pescó su corazón. . Varias cartas le escribió ¡ninguna el joven llegó a contestar / ella tenía fe en el corazón / Y un día triste tuvo que dudar. . . / Ya le ahogaba su dolor / y su piecita buscó para llorar. . . Pero una mañana de improviso llegó / él. . que la venía a visitar. En Mar del Plata se paseaban siempre juntos. . . / los dos vivían en un mundo de ilusión / todas las playas visitaron y en las noches / iban alegres a bailar al Pueyrrd6n. El regresó para cumplir con su promesa / para pedirla, como as( se lo juró / el día que los dos se separaron / al. flamear de los pañuelos, desde el tren y la Estación. . . '3
NOTAS
1 Y. Héctor N. Zinni. Autores, compositores e intérpretes de la guardia vieja en Rosario, en Revista de la Sociedad de Historia de Rosario. Año XV. NO 29. Año 1977. Págs. 3/32y, del mismo autor,ElRosario de Satanás, Págs. 146/147. Ed. Centauro. Rosario. 1980.
2 Estela Dos Santos, op. cit. Págs 2447.
3 La Canción Rosarina. Edit. por el Club Rosarino de Autores y Compositores de Música, con motivo de celebrarse la primer gran "Semana de la Música Rosarina". Número único. Mayo 3 al 9. Año 1943.
Fuente: Extraído del Libro “ El Rosario de Santanas” Tomo II Año 1991. Editorial Fundación Ross.