Por Rafael Ielpi y Marcelo Menichetti
En 1943 en Rosario, como en todo el mundo, se asistía al comienzo de la agonía del monstruo que arrasaba Europa y parte de Asia y África. La Segunda Guerra Mundial transitaba su tramo final y los aliados planificaban ya cómo sería, tras el reparto ulterior, el mundo de la posguerra.
La tapa del diario La Capital, en su edición del 16 de diciembre de 1943, anunciaba en grandes titulares: Las tropas del octavo ejército británico se apoderan de Caldari. La aviación aijada atacó diversos objetivos en Grecia. Fueron derrotados los alemanes en el sector de Zara. Aquí las expectativas eran otras: en esa misma fecha se celebraba en todo el país el Día del Empleado Público y el acontecimiento se comentaba en la página 4 del matutino rosarino. En la tapa del diario, copada entonces por avisos, uno de ellos destacaba el llamado "Crédito Cassini" aunque prevenía por las dudas: Compre temprano. A las 20 horas se suspenden las ventas...
Mientras tanto, el fin de año se acercaba y se aceleraban los preparativos para los tradicionales festejos de esas fechas. En la víspera de ese 16 de diciembre otra publicidad traía una novedad que, con el paso de los años, se convertiría en una cuasi institución en la vida social de la ciudad. El "reclame" —como se decía entonces— consignaba: Mañana Inaugura "El Cairo". "El Cairo" desea merecer su confianza y le invita a probar sus exquisitos helados, cocktails, completos, minutas, etc. Seguro de que en adelante será para Ud. su lugar predilecto. Salón para familias. Sarmiento y Santa Fe.
De las grandes promesas que suelen hacer los publicistas, se cumplió al pie de la letra en este caso la que aseguraba en adelante será para Ud. su lugar predilecto. Y si no lo fue para familias, al menos lo fue para distintos grupos de hombres solos primero y de hombres y mujeres después, que adoptaron el lugar como arena de discusiones políticas, espacio de disquisiciones filosóficas de alto, medio y bajo vuelo y escenario de los más descarados "levantes". También allí se jugaría a la quiniela, se pactarían citas conspirativas y románticas y se cerraría más de un negocio, con el fondo del choque de las bolas de billar o el apagado estruendo de las bochas derribando los palos en el bowling subterráneo.
Para entender la ciudad en la que nacía el nuevo bar es menester volver a la lectura de los diarios de ese momento: Llegarán hoy a nuestra ciudad el interventor y los ministros, proclamaba un título. La información aclaraba que se trataba del interventor federal en la provincia de Santa Fe, ingeniero Manuel Argüelles, quien realizará el viaje acompañado por los ministros de Gobierno e Instrucción Pública, doctor Juan Alvarez Prado; de Hacienda y Obras Públicas, ingeniero Luciano Micheletti, y de Salud Pública y Trabajo, doctor Máximo Etcheco par, cuyos nombres fueron sin duda mucho menos perdurables que el de "El Cairo".
Junto a la información se destacaba el aviso que revelaba la existencia de máquinas de coser en las casas de familia y de modistas y sastres en una ciudad donde las prendas de confección aún no habían derrotado al trabajo artesanal de las costureras. A ellas estaban especialmente dedicadas publicidades como la que avisaba: La Tropical. La casa de todos los hogares. Retazos. Nueva oportunidad por lluvia de ayer 15. Hoy 16, mesas repletas de saldos y retazos. "La Favorita", otra de las tiendas tradicionales, también anunciaba sus Grandes Ventas de Fin de Año. Capelina en paja fantasía $13.8 0. Vestido en tejido imitación lino-seda $12. 90. Vestido en grueso romain de puro rayón $ 20.50. Traje de seda rayón $ 45. Juguetes: Hermosa muñeca de paño lenci $ 4.95. Caja Nacimiento $ 9.80. Juego de carpintero $ 0.70. Juego de menaje $1.95.
Los entretenimientos de la época pasaban entretanto por las visitas al cine, la radiofonía y la lectura de diarios y revistas. En ese mismo día un importante aviso revela la aparición de un nuevo medio de comunicación: ¡Algo Nuevo! "Estudiantina". ¡Apareció hoy! Revista argentina que trata problemas de todos los sectores de la vida nacional. Habla Houssay. Conceptos del eminente profesor sobre un terna de actualidad. La publicación duró lo que una estudiantina.
La inminente llegada de las fiestas se advertía también en los anuncios de otro comercio legendario de esos años, "Gath & Chaves", que invitaba a apreciar su Gran exposición de golosinas, canastos, bebidas, juguetes, regalos.
El día en que se inauguraba aquel nuevo establecimiento gastronómico (en la publicidad no se hablaba de bar o café) en la céntrica esquina de Santa Fe y Sarmiento, también fue día de novedades cinematográficas. Aquel 16 de diciembre se estrenaron Pasión teatral, con Judy Garland y Van Heflin, en el Palace Theatre y Yacaré, una obra única en su género donde el hombre demuestra su coraje dominando el terror de la selva amazónica, según describía el anuncio de la película, que se publicitaba curiosamente con la foto de un yaguareté capturado, transportado por dos hombres que lo llevaban atado de patas y manos a un palo que apoyaban en sus hombros. Del yacaré, ni noticias.
En el mismo día, en el Cine Córdoba, se anunciaba la segunda semana de exhibición de Las sorpresas del divorcio, mientras que el Imperial presentaba El Gran Vals y el Empire Theatre, cuyo hall de entrada era más largo que la sala, exhibía la corta pero acerada figura de James Cagney en Triunfo supremo.
Otra variante la ofrecía el Castel Rojo, que anunciaba: Jueves Selecto. Cene y diviértase con Característica Caribe y Típica Pasqual. El lugar debía ser más que conocido por los rosarinos de entonces ya que el aviso no consignaba la dirección del ese lugar tanto bailable como gastronómico.
Pero la mayor parte de la ciudad escuchaba la radio. Desde las 9 de la mañana, LT8 anunciaba la lectura del diario La Capital y a las 10.30 comenzaba un programa de masiva audiencia: "Complaciendo su pedido", con una pareja de conductores escudados tras los nombres de Clarita y Severito. En una radio dominada por los "números vivos" a las 12.45 se anunciaba a la cancionista argentina Tita Bernal y a las 13 al "Trío Los Indios", de música popular. LT3, por su parte, presentaba entre otros tantos conjuntos y solistas al Quinteto Viviano, Cuarteto Julio Barboza, Aldo Calderón y la Orquesta Faustino, mientras que LT1 retransmitía los programas de LR3 Radio Belgrano.
En aquellos años en los que los portentos que hoy nos depara la tecnología aún eran inimaginables, el entretenimiento era proporcionado para muchos espíritus sensibles por los sonidos más naturales, como los de las aves, por ejemplo. Un aviso aparecido en La Capital a toda página y a una columna invitaba: Regale jaulas, incluyendo ilustraciones de diversos modelos de ellas a $ 3.90, $15, $ 17.50 y $ 68, ofrecidas a crédito por Petit, en España 444.
Otra de las grandes tiendas rosarinas fuera del microcentro, "La Buena Vista", ofertaba trajes para hombres: Elegante y fresco $ 49.80. De puro hilo blanco de Irlanda $ 85. De líneas modernas $ 49.80. Más adelante, el matutino demostraba que ya en aquellos años las estimaciones se hacían a ojo de buen cubero, a juzgar por la cotización que un hombre hacía de una prenda robada de su domicilio comparada con las ofertas de "La Buena Vista": De la casa de la calle Ayacucho 3208 —decía la crónica— donde se domicilia Máximo Clauser, argentino, de 49 años, le sustrajeron a éste un traje valuado en $ 130. Clauser denunció el hecho en la comisaría 18º ...
Las noticias policiales del día denunciaban, por su lado, la relativa paz con la que se desenvolvía la vida en Rosario. La más relevante consignaba: En la casa de la calle España 1630, donde trabaja en calidad de fámula, Rosa Zamudzo de Gómez, argentina, de 44 años, se cayo de una escalera y sufrió una lesión de cierta importancia...
Tras disfrutar de un cocktail en "El Cairo", flamante ámbito para coronar un paseo por el centro, el rosarino podía llegar a su casa y descansar en un "Sofá-Cama" que se ofrecía por $ 90 en Zotto y De Bonis, de San Martín 1065. Todas minucias de la parafernalia cotidiana, en una ciudad cuyo puerto comenzaba a decaer lentamente y en la que las pequeñas fábricas y los talleres diseminados en los barrios mostraban un desarrollo industrial que hoy parece tan lejano como irrepetible.
Fuente: Extraído del Libro Historias de “El Cairo” 1er. 2007. HomoSapiens Ediciones .