Escudo de la ciudad

Escudo de la ciudad
El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

Vistas de página en total

jueves, 27 de junio de 2013

EL TIEMPO DE LO FRANCES


La ciudad tuvo un importante periodo volcado al gusto por lo academicista francés, auge que signa el comienzo del siglo XX y que toma un punto de enlace aproxi­mado con los últimos diez años del S. XIX y la construcción del puerto moderno con inauguración de los trabajos en 1902, por la empresa francesa Hersent e Hijos. Se ha destacado la incidencia e impor­tancia del puerto en el florecimiento de la planta urbana respecto de la cantidad y calidad de edificios que la poblaron paulatinamente dejan­do un sello indeleble, por suerte aún de mucho peso y reconocible por el caminante de la ciudad, a pesar de las desapariciones casi irracionales producidas por la fie­bre especuladora inmobiliaria de las décadas del 60, 70 y parte del 80.
Como bien lo destacan Gutiérrez-Viñuales "... el surgimiento de la arquitectura del academicismo francés, había predominado níti­damente en Buenos Aires, donde los sectores de la oligarquía ten-a­teniendo, habían adherido a la po­lítica de la élite del 80 basada en la confluencia del aporte económico británico, la formación cultural francesa y la mano de obra italiana y española. El hecho de que llegue a Rosario (lo francés) con veinte años de retraso, debemos atribuirlo por un lado al inevitable efecto de mimetización de las burguesías del interior, es decir que es una acep­tación meramente superficial. Quizás el elemento esencial debe buscarse en el hecho de que el Rosario cosmopolita carecía de una oligarquía tradicional que pudiera apoyarse en un aparato cultural francés, y que más aún, aceptara y deseara vivir a lo francés, tal cual sucedía con la élite porteña". De una manera u otra, clientes engolo­sinados por estar a la moda de "lo que ocurra en Buenos Aires", más que por su adhesión a "lo francés", desearon su cuota borbónica en el palacete privado, o un petit hotel que recordara un rincón de algún boulevard parisino. Así también florecieron negocios y estableci­mientos variados con igual tenden­cia. Este período, antecedente cro­nológico inmediato del Art-Nouveau, cuenta con el concurso de importantes arquitectos y dise­ñadores formados en la Ecole de Beaux Arts francesa y dejó hitos que no logran la contundencia y brillo de sus similares porteños. pero constituyen referentes inevi­tables en el patrimonio rosarino. Un ejemplo está en la ya citada esquina de Córdoba y Corrientes, con dos casas de rentas que arman la intersección con indudable maestría: el academicismo francés está presente en "La Agrícola" del Arq. Collivadino (1908) y en "La Inmobiliaria" de Buschiazzo (1910), mostrando la escala urbana de los emprendimientos del momento.
Emilio Hugué, también académi­co formado en Europa, sitúa sabia­mente en la esquina de Sarmiento y San Lorenzo, el edificio del ex-Banco Francés del Río de la Plata que con su remate en cúpula, de­termina el carácter de la esquina, haciendo de verdadera "rótula", en el punto en donde el trazado de San Lorenzo hace un desvío que se ob­serva claramente en el plano de la ciudad.
Lisandro de la Torre, junto a otras personalidades, integra para la ce­lebración del Centenario una comi­sión encargada de convocar nada menos que a un concurso interna­cional para dotar a la ciudad de un hospital de avanzada. Así nace el "Hospital del Centenario" debido al francés Rene Barba, que decide establecerse en Rosario para su­pervisar el proyecto que actual­mente sigue prestando un inesti­mable servicio, aunque con el fren­te histórico sobre calle Urquiza desaparecido, a raíz de importan­tes trabajos de ampliación en la década del 70-80.
De mucha importancia dentro de la tendencia francesa son las obras realizadas por Alejandro Cristophersen en Rosario, destacándose la salvedad de Gutiérrez-Viñuelas sobre: "... la superación del rigor normativo, que va adecuando di­versas respuestas, por un lado proponiendo una relativa libertad formal y ornamental que lo emparentan tenuemente con el art-nouveau y por el otro disecando casi la propuesta académica, don­de su mayor mérito radica en las proporciones y la escala". Referen­tes de lo expresado, son la mansión que proyecta para la familia Pinasco en Córdoba e Italia (actualmente ocupada por la Universidad Nacio­nal de Rosario) y la vivienda en Pje. Juan Alvarez frente a Plaza Pringles que hoy cobija a la Delegación Rosario reconoce un periodo tar­dío-francés, que involucra en la década del 30 a los edificios de la Aduana y del Correo Central reali­zados por los equipos del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, el ex-Banco Municipal de Préstamos en Sarmiento al 1400 hoy destina­do a dependencias militares con Importantes modificaciones, y a varias casas de rentas debidas en­tre otros a Juan Durand y Emilio Maissonave, como el ubicado en Córdoba y Laprida, esquina sur­oeste.
Fuente: extraído de la revista “Rosario, Historia de aquí a la vuelta  Fascículo Nº 23 .  De Abril 1993. Autor: José Mario Bonacci