Escudo de la ciudad

Escudo de la ciudad
El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

Vistas de página en total

lunes, 6 de septiembre de 2021

NOCHES NEGRAS DEL FUTBOL ROSARINO

 



Por Rafael Ielpi

El estribillo, como una interminable letanía, retumba en todo Rosario a altas horas de la madrugada del jueves 3 de julio: "¿Adónde puso el Roque ,la Pelota?. Yo no sé. Yo no sé.." El misterio a que aluden las más fanáticas gargantas de los hinchas de Newell´s -después del ya enronquecidas festejado triunfo frente a su eterno rival rosarino por 1 a 0 con gol de Avallay- tiene mucho de la habitual ironía y mofa en la que suelen trenzarse desde hace años los simpatizantes de las dos instituciones.

La en aparente desmedida euforia ñulista, es sin embargo justificada por los diversos factores que se han conjugado para otorgar a la victoria reciente ribetes muy distintos de los habituales: se ha dado un gran paso rara lograr que Newell´s OId Boys ingrese en el certámen nacional. Rosario Central, con su derrota, debe jugar su reclasificación -una especie de ominoso semidescenso- y, lo que es más ruidosamente festejado, se quebrado la paternidad ejercida por los auriazules desde hace casi cuatro años atrás. Tres pájaros de un tiro.

En la clasificación final del Campeonato Metropolitano de la AFA, en las dos zonas en que se dividiera el mismo, no habían aparecido entre los seis primeros equipos de cada una, ni NewelI´s OId Boys ni Rosario Central. Sin embargo, al ocupar Bandfield una de las tres últimas colocaciones en su zona respectiva, permitió la aplicación de una rara suerte de estructuración inexplicable: un petit torneo entre los cuatro equipos ubicados en los puestos séptimo y octavo de ambas zonas, que jugarían entre sí para clasificar finalmente al decimotercer equipo para el certámen Nacional. De tal modo, debieron enfrentarse el séptimo de la zona B (Newell´s) con el octavo de la zona A (Rosario Central), en tanto que el otro encuentro estuvo a cargo del santafesino Unión contra Gimnasia y Esgrima de La Plata.

Desde el domingo 29 de junio hasta el miércoles siguiente, fecha fijada por la intervención en la AFA para el partido entre los rivales rosarinos, el encontronazo comenzó a apasionara la ciudad. Prácticamente nadie quedó marginado en la disputa, y la espectativa creada en torno a la misma se tradujo en una recaudación extraordinaria: 7.762.940 pesos, que superaron holgadamante los 4.884.839 fijados como récord hasta ese momento.

A las 20.30, hora de la iniciación del partido, la cancha del parque Independencia, neutral esta vez, presentaba un aspecto imponente. Cuando Luis Pestarino, el árbitro designado para dirigir las acciones, dió comienzo a la brega, se iniciaba simultáneamente otra disputa no menos ardorosa en las tribunas, en las que -alambrado protector por medio- las dos barras fuertes de cada hinchada intercambiaban constantemente insultos y botellazos, dirimiendo una supremacía tan violenta como inútil.

Al cabo de los noventa minutos, Newell's se encontraba triunfador en los duelos: en el futbolístico, mediante una oportuna entrada del infalible mendocino Roque Avallay, y en el 'de las hinchadas -por lógica derivación de lo anterior-, ante la silenciosa retirada de los centralistas, despedidos con un clamoroso' ¡Al descenso, al descenso!" coreado por toda la parcialidad triunfadora.

Los festejos prosiguen sin pausa hasta altas horas de la madrugada. Largas caravanas de automóviles, algunos de ellos totalmente cubiertos por banderas rojinegras, recorren la ciudad, haciendo sonar las bocinas y cantando y bailando en cada detención. Las alegres y ruidosas manifestaciones tienen una culminación violenta cerca de las dos de la mañana, hora en que a un grupo de adictos a la casa rojinegra se le ocurre exteriorizar su euforia frente al restaurante La Herradura, donde los futbolistas centralistas se estaban consolando -parrillada por medio- del duelo de horas antes.

Hombres de pocas palabras, ya¡ parecer de acción contundente, varios cracks auriazules con Biassuto, Bustos y Messiano entre otros, la emprenden a trompadas, puntapiés y pedradas contra los que entonan peyorativas coplas en la vereda del local. Estos últimos optan por una urgente, inteligente y oportuna retirada. Cansados roncos, y en algunos casos golpeados pero contentos en el fondo, los adictos del equipo del parque siguen sus recorridas hasta el alba. La misma dimensión de la euforia no les permite, seguramente, intuir el tristísimo final que tendrá el año futbolístico para su equipo predilecto.

Es bueno hacer un poco de memoria: El 19 de junio de 1966, los dos rivales han salido 0 a 0. El seis de noviembre del mismo año, con goles de Pignani y Poy, ha ganado Central por 2 a 0. El 19 de marzo de 1967, ha vuelto a ganar Rosario Central a Newell's por 1 a 0 anotando Bielli la victoria auriazul. El 4 de junio de 1957, es otra vez Rosario Central quien derrota al conjunto rojinegro por 2 a 1, con goles de Availlay por NOB y por RC Gennoni y Poy.

Y llegan los años de los empates. 1968, el 10 de abril, salen 1 a 1 cuyos goles pertenecen a Miranda, por RC y a Fernández por NOB. El 30 de junio, otro 1 a 1 con goles de Fernández por NOB y Miranda de RC. El 12 de febrero de 1969 salen 0 a 0 ambos equipos. Pero la racha se corta ahí nomás, el 14 de este mismo mes: Grigol, Gennoni y Castronovo hacen tres goles para Rosario Central, en tanto que Newell's consigue dos realizados por Becerra y Martinoli. Vuelven a jugar en marzo y empatan en dos goles, que hacen por el lado de RC Gennoni y Silva Pacheco y por el de NOB Montes y Avallay. El 1ro. de junio se da otra vez el empate: O a O y el 2 de julio, el comentado partido donde Newell's supera a Central por 1 a 0 con gol de Avallay.

Tres días más tarde, Newell´s Old Boys debe dirimir supremacías con Unión de Santa Fe, vencedor a su vez de Gimnasia y Esgrima de La Plata en la otra semifinal. Por extraña coincidencia, ambos equipos se han enfrentado una semana atrás, por la última fecha del campeonato Metropolitano, oportunidad en que los rosarinos vencieran por dos goles a uno. El resultado permanece fresco todavía, y la victoria sobre Rosario Central contribuye a pintar de rosa el futuro de los todavía alegres ñulistas. El insólito 4 a 0 con que Unión ha apabullado a Gimnasia, eliminándolo de la disputa, es simplemente eso: una insólita casualidad.

Son casi cinco mil aficionados rosarinos los que se han trasladado a la cancha de San Lorenzo de Almagro, en el mitológico barrio de Boedo, para presenciar el match. Todas las conjeturas hechas antes del mismo se transforman en dulce realidad a poco que la pelota comienza su caprichoso rodar por el césped. Dos goles en el primer tiempo y otro al promediar el complemento reflejan claramente la superioridad rojinegra: todo parece felizmente concluido.

Sin embargo, en los veinticinco minutos finales, Unión logra lo que no ha conseguido en más de una hora de juego: tres goles casi sin solución de continuidad. Entonces, de acuerdo a la reglamentación aprobada previamente por la AFA, se debe jugar otra media hora de alargue en la que los santafesinos -ya decididamente dominadores psicológicos del asunto- logran todavía una cuarta conquista.

Cuando el árbitro da por terminado el encuentro, lo que poco antes parecía una imposibilidad, una utopía, un mal sueño, era triste realidad: Newell´s Old Boys ganaba tres a cero y perdió cuatro a tres.. Las derivaciones ulteriores están a la altura y fervor del resultado: sanciones a jugadores, amenaza de rescisión de contratos, insistentes y poco edificantes rumores sobre el comportamiento de alguno de los hombres de la casaca rojinegra en el partido famoso. Todo ello servirá para tipificar aún más esta página como la más negra de toda la prestigiosa historia ñulista, sin contar con que este equipo empatará con Central durante este año en dos oportunidades más.1

Notas:

1. Boom. Año 1 NQ 11. Rosario, julio 1969.

Fuente: Extraído del Libro “ El Rosario de Satanás” Tomo III. Editorial Fundación Ross. Año 2000