En 1901 el uruguayo Cayetano Silva compone en Rosario su famosa
marcha de "San Lorenzo", con letra de Carlos Javier Benielli; en ese
año, María Barrientos, la notable soprano española, con 17 años de edad, enloqueció
a los rosarinos con su voz maravillosa. En junio de 1902, Florencio Sánchez
estrenó en el "Nuevo Politeama" "La gente honesta" y en
ese mismo año se produce en "La
Comedia" el estreno de la famosa obra "Canillita".
Por entonces dos acontecimientos extraordinarios arraigan en la memoria de los
ilustres visitantes de Rosario: Isadora Duncan, revolucionaria en el decir y
en el hacer y Ana Pawlova, una mujer de ensueño, de una suavidad irreal.
"Isadora Duncan, paseando por las barrancas del Paraná, quiso
avecinarse al río. Magnífico -exclamó- vendré una noche desnuda a bailar la Bacanal de Tan-hauser.
Aquí no me mandarán a la correccional como cuando bailé en el Chatelet (La Capital, 15 de noviembre
de 1967). Sabrán imaginar el revuelo que el atrevimiento de la diva causó en
la ciudad.
En 1910 llegó a Rosario aquel pintoresco,
tierno e inolvidable personaje que varias generaciones conocieron como el
"Poeta Aragón". Habla nacido en Zaragoza, cuna de Francisco de Goya
y Lucientes, en 1891. Por muchos años representó al Rey Momo en los carnavales
rosarinos. Fue de los que se quedaron. Falleció en Rosario el 22 de noviembre
de 1974.
El doctor Francisco Netri, italiano,
fundó la Federación
Agraria Argentina el 31 de agosto de 1912, al liderar la
huelga agraria llamada "El grito de Alcorta". En setiembre de ese año
fundó el periódico "La
Tierra", escrito por chacareros. Fue asesinado en Rosario
el 5 de octubre de 1916.
En el segundo decenio del siglo nos
visitaron tres notables representantes de la cultura europea: Ramón del Valle
Inclán, Enrique Ferri, socialista italiano que polemiza con Juan B. Justo y el
batallador George Ciernenceau; en 1916, José Ortega y Ga-set, para dictar
conferencias. En 1922 nos visitó Jacinto Benavente, el aviador Santos Dumont,
el poeta francés Le Gofrid y Raniero Nicolai. En 1924 -el 11 de agosto- Rosario
vivió un acontecimiento que la conmovió al arribar el príncipe Humberto de
Saboya, heredero de la corona de Italia, quien fue muy agasajado por la
colectividad radicada en la ciudad.
En marzo de 1926 llegó Ramón Franco
piloteando el "Plus Ultra", siendo agasajado en el Club Español por
toda la colectividad. En 1915, con la visita del gran Enrico Caruso, ganamos
al maestro italiano Nicola Mignone, integrante de su elenco y que se radicaría
definitivamente en Rosario dedicado a la enseñanza. Fue maestro de canto de
Agustín Magaldi.
El 10 de setiembre de 1930 el obrero catalán Joaquín Penina, que vivía
en la calle Salta 1581 fue fusilado en las Quebradas del Saladillo. Hecho
increíble y doloroso. Un baldón para la ciudad. Fuimos los rosarinos los primeros
en fusilar a un obrero.
En 1939, nos visitó el gran escritor
Stephan Zweig que poco tiempo después se quitaría la vida en Brasil. En junio
de 1942 brinda una serie de conferencias el escritor Waldo Frank y en julio, de
ese año, el dramaturgo Alejandro Casona diserta sobre "Las mujeres de
Lope de Vega". Los universitarios vivieron una jornada inolvidable el 18
de julio de 1946, con la conferencia ofrecida por el profesor Sir Howard
Florey, co-descubridor de la penicilina y premio Nobel de Medicina.
En octubre de 1950 el legado papal
Cardenal Ruffini, presidió en el Parque de la Independencia, las
memorables jornadas del V Congreso
Eucarístico Nacional.
El 15 de abril de 1961 nos visitó el presidente de Italia Giovanni
Gronchi, en medio del cariño y la emoción de la colectividad.
Todos recordamos la visita de los reyes
de España, Juan Carlos I y su esposa Sofía, el 17 de abril de 1985, como una
jornada jubilosa e inolvidable, especialmente en el lugar en donde en octubre
de 1992 será inaugurado el Complejo Cultural Parque de España, símbolo de
hermandad y festejo por el quinientos aniversario del descubrimiento de América,
quizás el hecho histórico más trascendente de la humanidad, y que nos conduce a
reflexionar que nuestra Argentina se convirtió en un "crisol de
razas", en tierra de promisión y esperanza para los miles de inmigrantes
que pisaron nuestra tierra generosa, ésta Patria nueva que cubrieron de mieses,
hijos y obras imperecederas.
Fuente. Extraído de revista “ Rosario aquí a la
vuelta” Fascículo Nº 21. Autor: Héctor Sebastianelli . De Junio 1992