Por Miguel Angel De Marco
De gran trayectoria política y universitaria, Zeballos fue uno de los intelectuales más lúcidos que Rosario brindó a la Nación.
Pocos fueron los campos que comenzado a reunir documentación que Estanislao S. Zeballos dejó de cultivar en la vida cívica y cultural argentina. Periodista, historiador, jurista de ideas originales traducidas en novedosos enfoques al derecho internacional de su tiempo; geógrafo, etnógrafo, profesor universitario, fue también legislador nacional, candidato a gobernador de la provincia de Santa
Fe y tres veces ministro de Relaciones Exteriores de la Nación
Hijo del teniente coronel Estanislao Zeballos y de doña Felisa Juárez, heredó del padre el temple, la gallardía y la elegancia, y de la madre la actitud tesonera frente a las adversidades. Nació en Rosario el 22 de julio de 1854 y se doctoró en jurisprudencia en la Universidad de Buenos Aires. Paralelamente con su carrera, hizo sus primeras armas periodísticas en el diario La Prensa, cuya conducción ejercería, directa o indirectamente, por largo tiempo. En 1872, siendo aún estudiante, fundó la Sociedad Científica Argentina, que aún desarrolla una intensa actividad. Siete años más tarde creó el Instituto Geográfico Argentino. Militó como oficial de guardias nacionales junto a Bartolomé Mitre en la revolución de 1874.
En 1879 fue elegido diputado provincial y un año después obtuvo una banca
de diputado nacional. Fue reelegido en 1884 y en 1888. Su nombre era popular
por sus libros relacionados con el indio y el desierto, como "La conquista de las
quince mil leguas" y “Viaje aI país de los araucanos", entre otros muy leídos en su
tiempo. Aun antes de esa época había comenzando a reunir documentación sobre
la reciente guerra del Paraguay, con el fin de escribir una obra que no llegó a concretar. Era un adolescente cuando dedicó unos versos a Mariano Grandoli, a quien en 1865 había visto desfilar por las calles de Rosario portando su enseña.
Imposible sería enumerar la polifacética producción bibliográfica de Zeballos, que
le ganó importantes distinciones académicas en el país y en el extranjero.
Presidió la Sociedad Rural Argentina. Su actuación como diplomático en espi-nosas misiones lo llevó a retirarse de la vida privada, en 1895. Tres años
más tarde fundó un monumento de la cultura argentina de su tiempo: la "Revista derecho, historia y letras”.
Luego de ser ministro de Relaciones Exteriores y de Instrucción pública durante la Presidencia de José Figueroa Alcorta, en 1912 fue designado miembro del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya.
Falleció el4 de octubre de 1923, en Liverpool (Inglaterra), en el transcurso de un
viaje destinado a presidir un congreso jurídico internacional y a dar a conocer Ia potencialidad de la cultura argentina.
Fuente:
Bibliografía de la revista de diario la capital de los 140 años
Bibliografía de la revista de diario la capital de los 140 años