por Javier Etcheverry.
Isaac Newell había nacido en Newbury (estado de Massachussets) en 1798 y murió en Londres (septiembre de 1873). Gran parte de su vida transcurrió en Sudamérica, donde forjó su fortuna, estrechamente ligada al desarrollo de los ferrocarriles. Su accionar -refiere Andrew Graham-Yooll en otra obra histórica no menos sustanciosa titulada La colonia olvidada. Tres siglos de presencia británica en la Argentina- fue el típico de los aventureros financieros del siglo XIX. Este norteamericano protegió al joven Isaac Newell, empleándolo como aprendiz de telegrafista en la Estación Rosario y luego en San Luis. Concluido el aprendizaje, dejó esa empresa y se incorporó a la Inspección General del Telégrafo Trasandino, con sede en Villa María (nudo ferrocarrillero de la provincia de Córdoba). Trabajó allí hasta 1873, cuando regresó a Rosario al enterarse del fallecimiento de Wheelwright. Tras dejar su oficio de telegrafista, se dedicó a la enseñanza, instalando un colegio (el mencionado Anglo-Argentine Commercial School) en la misma casa que perteneciera a su protector. Primero la alquiló y luego la compró. El club Newell's surgió en un terreno aledaño -propiedad del FFCA- al colegio, donde los alumnos efectuaban ejercicios físicos. Es decir, tanto Newell's como Rosario Central iniciaron sus actividades en terrenos de la misma empresa. En ese predio se concretaron los primeros partidos de fútbol de la entidad rojinegra. Posteriormente, la cancha se instaló en la intersección de las calles Humberto 1º y Boulevard Avellaneda, al lado del Club Atlético Tiro Federal (otra institución histórica del fútbol rosarino), que había sido fundado recientemente (25 de marzo de 1905). Hacia 1908, el intendente Vila cedió a Newell's terrenos ubicados en la calle Provincias Unidas, entre Córdoba y Rioja (zona oeste de la ciudad). Los aficionados llegaban hasta allí en tren. Posteriormente, en 1911, se le entregó a la institución -en carácter de concesión- el actual predio ubicado en el Parque Independencia