Es del grupo de ricos y emprendedores ciudadanos rosarinos de la época que surge la necesidad de construir un teatro de calidad que supliera el vacío dejado por anteriores intentos de conformar un espacio permanente para los espectáculos que desde 1854 comenzar por la llegar al teatro Nacional, primer edificio teatral rosarino'.
La iniciativa se concretó con la inauguración del teatro Olimpo el 24 de junio de 1871, sala comercial que funcionó como tal hasta 1929 bajo la conducción de empresarios radicados en la ciudad. Entre ellos se destaca Luis Carpentiero, "decano de los empresarios teatrales de Rosario", "auténtico hombre de teatro", "decreta la época de oro del Olimpo, Colón y Odeón" según lo destaca la prensa cada vez que se realiza una crónica que lo recuerda2 . La programación de los espectáculos depende de la iniciativa y "sensibilidad" empresario. La misma prensa que ensalza a Carpentiero ofrece modelo contrario a través de una serie de atributos negativos: aquel otro que "no habla nunca de lo que ocurre en el escenario", "conceptúa al teatro una reunión social", o al que "sólo le interesa la taquilla el borderau (sic)".
El éxito empresarial, artístico y de concurrencia de público fomentó la construcción do nuevos edificios teatrales3 y alentó la contratación permanente de compañías europeas y nacionales que
1 Primeras salas teatrales:Nacionales (1854-1856), (fundado por el actor Benito
Jirnénez; teatro "La Esperanza" (1856-1868); teatro "Litoral" (1869- circa 1879).
2 Sobre este punto ver: "Árbol frondoso de empresarios", en "Rosario teatral. Cien años al servicio de la Patria chica" (La Capital, 15/11/1967).
3 La Comedia —1894 hasta la actualidad; en 2002 reabrió sus puertas como Teatro Municipal La Comedia—, Nuevo Politearna (1895-1917), Colón (1904-1958), La Opera
(1904 hasta 1943 en que pasa a llamarse El Círculo y continúa hasta nuestros días), Odeón. levantado en 1927 por don Enrique Astengo en el mismo predio que ocupará El Politeama a partir de 1961 pasó a denominarse "Fundación Héctor l. Astengo" hasta la actualidad.
Habían prolongadas temporadas en Rosario, con repertorio variado y con actuaciones durante toda la semana. Se radicaron en la ciudad empresarios extranjeros o porteños que reconocían la importancia comercial de la plaza rosarina. Según Francisco M. Santillán, referiéndose al teatro, ya hacia 1860 la nueva ciudad "va tomando rango” y “fluir artistas de todos los géneros". Concluye. así que “ Rosario es ya un buen mercado" ("El desenvolvimiento cultural rosarino “ ,La Nación, 4/10/1925).
El cambio de siglo ha sido considerado por la crítica como un momento de esplendor del teatro en Rosario. Adolfo Casablanca, periodista y crítico de teatro en el diario La Capital en un artículo titulado "Rosario evoca y añora una época de gran esplendor para el arte teatral" afirma que esa época "puede ser señalada con un término que ha adquirido definida precisión: el 900 y que puede extenderse a las últimas décadas del siglo pasado y a las dos primeras del actual " (La Capital, 15/11/1959).
Esa tradición "añorada" se caracterizó por apropiarse de la modalidad implementada en Buernos Aires, ciudad faro en la actividad teatral. El empresario, generalmente dueño del teatro, contrataba compañías que venían precedidas de la aprobación de la crítica periodísticas y del público porteño, aunque en este punto se plantean variantes interesantes que demuestran que algunos espectáculos fueron contratados directamente de Europa y que, muchas veces el éxito siguió la vía inversa: espectáculos y actores que no habían tenido aún la aprobación del público ni de la crítica de la capital, fueron aceptados en Buenos Aires después de triunfar en Rosario.
De acuerdo con el modelo porteño, el gusto de la época y teniendo en cuenta público rosarino, los empresarios, desde los primeros años, contrataron compañías líricas italianas; italianas de operetas, dramáticas italianas, españolas, francesas e inglesas;españolas de zarzuelas y sainetes; dialectales; nacionales: del género chico, de dramas y comedias; dc variedades; circo (Aletta del Sylvas, 1925) (Ensinck, 1973).
Si bien en los comienzos cada sala ofreció una variedad en la selección de compañías y repertorio, con cl paso del tiempo fueron optando por determinados tipos de espectáculos. El teatro Comedia fue, la "catedral del Género Chico" y albergó las mejores compañías españolas y nacionales del género; El Olimpo, el Colón y el Odeón alternaron en su cartelera las compañías líricas y las dramáticas europeas y nacionales: "Recordar los espectáculos del Olimpo sería pasar revista a lo más selecto del teatro mundial de esa época" (Ensinck, 1973: 307). Por su estructura edilicia, cl Politeama fue además apropiado para los elencos circenses, y el Opera, que 1943 pasó a llamarse El Círculo, ofreció lo más relevante de la lírica y de la música clásica.
Fuente: Extraído del libre “ Historia del Teatro en Rosario 1900-1959”Autor : Clide Tello. UNR Editora. Año: 2021
