Escudo de la ciudad

Escudo de la ciudad
El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

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lunes, 23 de mayo de 2022

ALBERTO GARY VILA ORTIZ - Periodista y Escritor

 




El otoño rosarino no ha perdido su vigencia


Resulta hasta tautológico pedirle a hv Vila Ortiz que hable de Rosario. Ya lo dijo todo o casi todo. Sin embargo, se predispone con su mejor voluntad, olvida por unos minutos el dolor que lo aqueja y habla como siempre, como si la ciudad tuviera ojos azules.

—¿Qué rasgos que distinguen a la ciudad?

—Rosario y su zona de influencia tienen una caracterististica que no tienen otras ciudades argentinas: es una ciudad, en el mejor sentido de la palabra, cosmopolita por excelencia. Una ciudad a la que las colectividades extranjeras le han dado un rumbo, una forma de ser, una forma de estar, sobre todo la española y la italiana, sin desmerecer el aporte de las otras. De allí viene tal vez muy injustamente que la consideren, por su potencial económicco, una ciudad fenicia y no de creadores.

—¿Tan así?

—Lo que no es cierto, porque Rosario tiene grandes creadores. Lo que sí cuenta entre los defectos de Rosario es la indiferencia que tienen los rosarinos frente a sus personalidades más notables. Rosario parece como ajena a cuestiones a las que no tendría que ser ajena porque pertenecen a la ciudad.

—¿Por ejemplo?

—Un caso extremo en música es Cristián Hernández Largura, que le dio a Rosario una trascendencia en el mundo como centro coral, de una música que ya se practica muy poco, como son los cantos medievales, los cantos gregorianos. Un concierto de Cristián hoy por lo general no se comenta, cuando los diarios europeos suelen hacerle críticas de alabanza. —¿Por indiferencia o ignorancia?

—Bueno, la indiferencia es desde siempre. Pero además, hay un gran desconocimiento del pasado rosarino. Lo estoy viendo con más nitidez porque estoy trabajando en el tabloide El Centón sobre el Rosario viejo. Las nuevas generaciones de rosarinos no tienen ni la menor idea de lo que significaron los plásticos en Rosario. Sólo se vio una muestra el año pasado donde se mostró su aporte. Como ser, lo que dio el Grupo Litoral fue formidable. Pero en su momento fue reconocido y después olvidado.

—En ese grupo estaban Grela y Gambartes.

—Estaban Grela, Uriarte, Gambartes, Herrero Miranda, Giacaglia, Ludueña, pintores estupendos, con mayor o menor repercusión. Estaba Vanzo... Bueno, Vanzo fue una personalidad aparte de todos los grupos. Tiene cosas magníficas y muchas se han perdido. Porque el lugar donde vivía, donde lo visité muchas veces, tenía una cantidad de cosas, sobre todos los escritores, pintores, como con César Tiempo, González Tuñón. Y tenía numerosa correspondencia que se perdió. Con Gustavo Cochet pasó algo parecido.

—¿Cómo se revierte esa desidia?

—Por empezar Rosario no puede seguir siendo una subsidiaria de Buenos Aires. Acá el éxito depende, salvo algunas excepciones, del resultado que se tenga en Buenos Aires. —Hay quien dice que es similar a Londres, París y Nueva York.

—Bueno pero en esos países hay otras ciudades donde se produce y trasciende. En Rosario hay dos editoriales: Homo Sapiens, que ahora está mejorando la calidad, y Ross, más algunas más pequeñas que publican a jóvenes. Pero la gente joven también tendría que conocer y reconocer quiénes fueron los precursores. Las ediciones de la Municipalidad y la provincia son buenas y deben seguir.

—¿A qué bares vas ahora?

—Ahora voy al Welch, porque me queda al lado, y de noche solía ir a Mengano. También voy a El Anda, pero ya no soy el habitué de antes, es que muchos han desaparecido. Y al cine prácticamente he dejado de ir. De vez en cuando voy al Monumental. Veo películas por tevé o en video, lo cual es un crimen.

—Seguís siendo apasionado por el otoño.

—El otoño rosarino no ha perdido su vigencia Hay varias cosas que no han perdido vigencia desde mi juventud: leer, que para mí es un placer único, la mujer, el whisky, el cigarro, los cafecitos perdidos, que ya no existen pero si encuentro alguno entro, el cine.

—¿Qué te devuelven los rostros de la calle?

—Ahora salgo poco. Tal vez exagere y la gente sigue siendo siempre igual, aunque veo algo que me parece inquietante, preocupante, sobre todo en los más jóvenes. Creo que las dimensiones que se proyectan para este país no se están dando o bien se están dando al revés, como una farsa de otra época, donde sí se vivieron cosas en serio. Por ejemplo, ningún acto político de hoy tiene algo de parecido al 17 de octubre, eso no existe más.

—Cómo te gustaría que te recuerden? —Como alguien que intentó ser mejor de lo que fue y a veces no pudo.

Fuente: Extraído de la Revista del diario” La Capital- Rosario la ciudad que amamos”- 145 animersario- año 2012.