Escudo de la ciudad

Escudo de la ciudad
El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

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miércoles, 11 de agosto de 2021

El Rosariazo

 




Todo comienza en Corrientes. Allí, debido al aumento de las tarifas del comedor universitario, se produce la reacción de los estudiantes y el asesinato de uno de ellos —llamado Juan José Cabral— por la policía.

La respuesta en nuestra ciudad es inmediata, y el 16 de mayo el rector José Luis Cantini decide la suspensión de las actividades. Al día siguiente la protesta se concentra en el comedor universitario (Corrientes al 700). Desde ese lugar una marcha se dirige hasta la calle Córdoba, donde se arrojan piedras contra la Bolsa de Comercio. La acción policial origina el desbande de los manifestantes, que huyen en distintas direcciones. Un grupo es acorralado en la galería Melipal y allí resulta herido de un disparo en la cabeza el estudiante Adolfo Bello, de 22 años, quien fallece en la Asistencia Pública.

La indignación es la unánime respuesta. Encabezado por los estudiantes, se gesta un movimiento de rechazo a la desmedida represión policial.

Un editorial

Vale recordar la posición adoptada por este diario en tales circunstancias, que se ve reflejada en el editorial del 18 de mayo de 1969: "Se justifica, pues, la sensación unánime de Rosario, espantada y conmovida ante una muerte que la ciudadanía cataloga de criminal...... Luego se agrega, calificando las medidas adoptadas por las autoridades: ". . . antipopulares y restrictivas, como las que ocasionaron los sucesos de Corrientes y ahora en Rosario por los agentes del orden, que actúan con total irresponsabilidad en relación con el presente estado de efervescencia que viven las aulas universitarias"

La marcha

La muerte de Bello genera un encendido clima colectivo, y se gesta la Marcha del, Silencio.

Los principales incidentes se producen en la esquina de Corrientes y Córdoba. Allí se concentra la policía, que —es oportuno recordarlo— sale con las armas descargadas. Desde las calles Santa Fe y Rioja avanzan las columnas de manifestantes.

Las fuerzas del orden, concentradas en dicha esquina, apelan a los gases lacrimógenos. La gente, desde los balcones, arroja todo tipo de proyectiles, además de gran cantidad de papeles a los que previamente les ha prendido fuego; su efecto contribuye a paliar el de los gases. La policía se retira y la esquina queda en poder de los manifestantes. Las palabras de un testigo presencial son elocuentes: La represión consistió, además de los gases, en arrojar agua con camiones hidrantes. En un principio estaba coloreada de rojo. Luego se comenzó a lanzar simplemente agua, y por fin se agotaror las reservas. Cuando la esquina quedó vacía, era realmente impresionante el aspecto que presentaba: a causa del agua enrojecida el suelo se hallaba cubierto de lo que parecía sangre, y sembrado —además— de los múltiples proyectiles que se habían arrojado. Para mí es una imagen inolvidable, que expone lo que esa noche fue para Rosario, la cual —durante un breve lapso— se asemejó a una ciudad en guerra". Hugo Diz, en su poema narrativo "Secuencias de mayo", y Jorge Riestra, en su relato 'El fluir del tiempo"incluido en el libro "A vuelo de pájaro"—, describen aquellas jornadas.

Las columnas se enfrentan nuevamente con la policía. En ese momento resulta herido de un balazo —luego fallece en el Sanatorio "Belgrano"— un joven de quince años, el obrero metalúrgico Luis Blanco.


Emergencia

Como consecuencia de la gravedad de los acontecimientos, Rosario es declarada zona de emergencia. El 23 de mayo se realiza un paro general de actividades, que es acatado por todos los sectores y logra repercusión nacional.

LA CAPITAL advierte, en el editorial de esa jornada: "La represión, la vigilancia o la misión de hacer justicia, y en su caso, de punir, tiene que regirse por cánones de mesura y juridicidad. Así había manifestado uno de los bandos publicados por la autoridad castrense; pero a su letra, y a su espíritu, han de ajustarse todas y cada una de las actuaciones que tienen a su cargo los procedimientos. No deben excederse en su cometido, para no desvirtuarlo abriendo una brecha entre los habitantes y el poder público".


Fuente: Extraído de la Revita del “diario Las Capital” 125 años – 1997.