Escudo de la ciudad

Escudo de la ciudad
El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

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martes, 19 de diciembre de 2023

1974-1978 Sub sede Mundial'78

 

Yo el tema lo conozco bastante bien porque primero la «Y AFAdesignó una comisión especial para elegir el estadio de Rosario. En esa época el presidente de AFA era un Donofrio (se refiere a Raúl D'Onofrio, N. del R). Yo integré esa comisión y el que tenía que hacer el dictamen era un arquitecto (Juan) Alvarez de Buenos Aires. Alvarez me ponía el mapa de Rosario sobre la mesa y me decía, acá esta la cancha de Ñuls, acá vienen los de Casilda, Santa Fe, los de Buenos Aires y San Lorenzo. Ustedes están en un rincón de la ciudad, es decir que el acceso al estadio de Central es más difícil que el acceso al estadio de Ñuls. Pero las condiciones del estadio en el momento de la construcción mostraban que estaba en mejor posición el de Central porque nosotros teníamos una tribuna en construcción que era la que da sobre el río Paraná y teníamos todo el estudio de más fácil remodelación que el estadio de Ñuls. La FIFA vino a Rosario, se hizo una reunión en la Municipalidad y después los dirigentes de FIFA visitaron el estadio de Ñuls y el de Central, y finalmente esa comisión apoyó al estadio de Rosario Central. En esa comisión estaba el presidente de Ferrocarril Oeste, Santiago Leyden, que dictaminó a favor de Central».

De esta manera, en apariencia sencilla, el entonces presidente Víctor José Vesco, contaba en el programa televisivo «De cerca», emitido por Canal 3 hace algunos años, lo que en realidad se había transformado casi en una guerra entre los dos clubes para que su cancha (en realidad, en el caso de Newell's no podemos hablar de «su» cancha) fuera designada como sub sede del Mundial que se disputaría en nuestro país cuatro años después.

La historia, como siempre, fue bastante más compleja, según quien la cuente. Es más, habrá que recordar que las opciones no eran sólo dos —la cancha de Central o la municipal del Parque sino que el periodista Evaristo Monti, que por aquel entonces tenía un poder casi ilimitado, encabezaba una movida que pretendía la construcción de un estadio único para la ciudad de Rosario.

En una entrevista mantenida con el Dr. Osvaldo Rodenas, hijo del entonces Secretario del Club, don Antonio Osvaldo Rodenas, éste ubica el comienzo de la historia un par de años antes de lo que Io hace Vesco: «Según lo que yo sé, las gestiones comienzan en noviembre de 1972. En ese momento, mi viejo viaja a Puerta de Hierro y ya se comenzaba a hablar sobre el Mundial '78. Mi viejo le lleva a Perón la camiseta de Central, una pelota y una foto firmada por todos los campeones de 1971. Esa habría sido la primera vez que se habla de la posibilidad de que la cancha de Rosario Central sea la sub sede del Mundial: se habla con Perón. Hay que tener en cuenta la situación particular que vivía el país en esos momentos: recién al año siguiente vino todo el episodio de Lanusse que decía que a Perón no le daba el cuero para volver y todas esas cosas. Mi viejo le habría hecho el planteo a Perón de que si Argentina era designada sede del Mundial '78, la cancha de Central debería ser una de las sub sedes. En esa reunión habrían participado también Lorenzo Miguel y Eugenio Blanco. Cuando Perón muere, la charla se vuelve a repetir con Isabel. Ella se acordaba de la charla en Madrid y le asegura a mi viejo que la sub sede era para Central. Por eso, todo lo que viene a posteriori, viene con la seguridad que él tenía de esa decisión ya tomada. Es cierto que en un momento se designó al de Newell's, pero mi viejo sabía que la



decisión ya estaba tomada. Porque esa era una definición esencialmente política y no otra cosa»

A partir de este inicio oculto hasta el presente, se suceden hechos un poco más conocidos: es cierto que, en un momento, la designación como sub sede del Mundial 78 recayó sobre la cancha municipal del Parque Independencia:

«Apareció por esos días ( 1974, N. del R.) una versión según la cual el espejo de agua del río Paraná conspiraba contra la irradiación de ondas de enlace que el satélite encargado de transmitir las imágenes televisadas de los partidos necesitaba, por lo que no cabía alternativa respecto a la elección de la subsede: no podía ser el estadio de Central; o sea, debía ser en el de Newell's. Tal ramplonería, sin ningún sustento técnico según ezNQlicaron los que sabían del tema, llegó también a los omnipotentes funcionarios del EAM 78 (que no necesariamente entendían sobre ciertas especificaciones técnicas), que seguían acopiando datos, informes, recortes periodísticos, investigaciones privadas, sugerencias y consejos. Aquí debemos clarificar un poco la cuestión para la mejor comprensión del lector. FIFA, por lo general, aceptaba la sugerencia de la entidad dueña de casa para asignar las sub sedes por razones elementales, ya que ninguna inspección circunstancial, por minuciosa que fuere, podía reemplazar el conocimiento acabado que los propios dirigentes del país sede tenían de cada ciudad, de cada estadio. Pero el Consejo Directivo de AFA estaba profundamente dividido en torno a la elección del estadio rosarino. Y hubo un momento durante 1974 que el platillo de la balanza pareció inclinarse hacia el Parque Independencia. ( . . . ) Los dirigentes de uno y otro club se movieron en busca de apoyatura política para sustentar sus respectivas ambiciones. Central tenía muy buenos contactos y excelentes relaciones en el gobierno peronista de la época; pero también los tenía Newell's Old Boys. Y una noche, mientras los aficionados al fútbol se aprestaban a ver uno de los habituales partidos oficiales televisados —que se adelantaba en la noche del viernes— recibió un profundo sacudón cuando el periodista que presentaba la transmisión prometió para la finalización del primer tiempo una noticia de extraordinaria importancia, especialmente para el hincha ñulista: aseguró el colega —caracterizado por la seriedad de sus datos informativos yla profundidad de su juicio crítico— que dicha noticia merecería un largo y explosivo festejo de los simpatizantes rojinegros. ( ) Una hora después del anticipo, el colega aseguró tener información fehaciente de que el Consejo Directivo de la AFA ya tenía decidida la elección del estadio de Newell's para el Mundial. En ese mismo momento, mientras los rojinegros festejaban, Vesco, Rodenas, Scarabino y los demás miembros de la directiva centralista llamaban por teléfono, concertaban citas, planeaban viajes a Capital Federal y pedían audiencias con las más altas autoridades de la Nación. La noticia era exacta. La decisión —aparentemente estaba tomada. Sólo restaba darle forma y volcarla al papel, comunicarla. La celeridad con que se movieron los dirigentes centralistas fue pareja con la exactitud de cada movimiento. Finalmente, la firme postura del presidente de Ferro, Santiago Leyden que acompañó junto con River y las ligas del interior la candidatura del estadio centralista— determinó que el interventor en AFA, doctor David Bracuto, postergara la decisión que sometería finalmente a la impresión que los delegados de FIFA pudieran tomar sobre el propio terreno. Muchos vieron en aquel momento, en aquella postura de Bracuto, la que creyeron decisiva influencia del secretario afista, Paulino Niembro, ex diputado nacional por el peronismo y figura relevante del sindicalismo de la provincia de Buenos Aires» . «Niembro, dirigente del peronismo histórico, era la pieza clave en el tablero del poder político—futbolero. Vesco y Rodenas lo sabían»

Rodenas relata la misma historia desde su vivencia personal: «Una noche del año 74 suena el teléfono en mi casa, en calle Valparaíso 1280. Era Vesco. Me pregunta adonde estaba mi viejo.

Víctor, la verdad es que no tengo idea.

Necesito ubicarlo en forma urgente, me dice Vesco.

¿Por qué?, pregunto yo.

Eligieron la cancha de Newell's.

me quería matar, porque yo, además de ser hijo del Secretario del club, era hincha fanático de Central. Entonces Vesco me dice:

Decile a tu viejo que yo ya hablé con Botti (en ese momento presidente de Nuls) y se comprometió a esperar una semana para dar a conocer la noticia oficialmente, pero la designación ya está.

Cuando yo lo ubico a mi viejo, desesperado como hincha, no como hijo, mi viejo me dice 'quedate tranquilo que ya está todo arreglado. Vesco no sabe nada, pero la cancha del Mundial va a ser la nuestra'.

Lo que había pasado es que se había llamado a una nueva elección y Santiago Leyden (presidente de Ferro) cambia su voto y apoya a Central. Leyden era peronista, muy amigo de mi viejo y seguramente a él, como a cualquier porteño, le daba lo mismo que el estadio designado fuera el de Central o el otro, pero por afinidad ideológica, terminó votando al nuestro. Por eso en un partido contra Ferro, que se juega al poco tiempo (4 de mayo de 1975, documentado como el vigésimo abandono pechifresco en el fascículo de la OCAL 'Ñuls, la hinchada que (casi) nunca abandona', N. del R.) se armó un quilombo fenomenal, que tiraron plateas a la cancha y alguno que lo veía de afuera se preguntaba por qué tanto despelote entre Newell's y Ferro. Fue por eso, por el apoyo que Leyden le había dado a Central el año anterior» .

El hijo del entonces Secretario del Club pone en duda, empero, las afirmaciones de Bossio en cuanto a la que habría sido determinante participación de otras personas en la resolución favorable que tuvo el conflicto: «La gente que estuvo más cerca de la negociación final fueron tres personas: mi viejo, Eugenio Blanco de la UOM de Villa Constitución) y Lorenzo Miguel. Y Lorenzo no lo hacía por una decisión personal, sino por lo que le rompía las pelotas Eugenio ... Todo lo que se dice de la supuesta intervención fundamental en las discusiones de Scarabino, Vesco y Vanrell no es cierto. No los juzgo a ninguno, pero no es cierto que hayan intervenido en forma directa erla designación de la cancha de Central como subsede de: Mundial de 1978. Por otra parte, además de que los dos erar demasiado jóvenes como para tener tanta injerencia, Vanrell siquiera era dirigente de Central ( y otro que tuvo que ve no en las decisiones, pero sí en el proyecto futuro) fu Gualberto Venesia, porque él tenía un plan general para Rosaric y en especial para la Costanera».

Como se puede ver, si bien la cuestión ya se venía conversa:do desde antes y cada uno trataba de hacer valer sus como mejor podía, la fecha clave de todo este asunto parecía se: (porque en realidad no lo fue), el viernes 11 de octubre de 1974 que para ese día estaba prevista la visita a Rosario de una delegación de la FIFA que supuestamente decidiría sobre el tema.

Puntualmente, a las 10 de la mañana de aquel día, el entonces presidente del organismo rector del fútbol mundial, el silero Joao Havelange, bajaba del avión encabezando la delegación técnica de la FIFA que inspeccionaría ambos estadios. primera reunión se produjo en la Municipalidad de Rosario donde agasajaron a los huéspedes el Intendente Rodolfo Ruggieri y el gobernador de la provincia de Santa Fe, Carlos Sylves-Begnis. «En la intendencia rosarina había una maqueta que autoridades de Ñuls habían llevado para que las autoridades FIFA vean cómo iba a quedar el estadio y qué comodidades te: an sus adyacencias. En medio del ágape los platitos de los vasos de vino y gaseosa apoyados entre las tribunas de cartón de la maqueta, hicieron que a los pocos minutos poco dara del proyecto presentado» .

La exposición de ambos clubes en la Municipalidad muy larga porque los visitantes no tenían mucho tiempo rían verlas dos canchas in situación, por lo que se subieron a los y hacia allá fueron. «Los choferes que conducían los vehículos eran canallas y tenían órdenes precisas. Desde Santa Fe y Aires, ir por Santa Fe hasta Oroño y de Oroño derecho Parque. Eran horas del mediodía. El lento tránsito de los móviles dieron la impresión a los alemanes de estar en de alta congestión. Cuando pasaron por la zona de los colegios apostados por Oroño la alarma se incrementó. Autos en doble fila y una multitud en las inmediaciones lograron que la comitiva demore más de 30 minutos en recorrer sólo 25 cuadras. Eso no es habitual, se esforzaron en argumentar los leprosos. De allí velozmente para Arroyito, los choferes tomaron Avenida Godoy, Pellegrini, Avellaneda y de allí derecho al Gigante. Menos de diez minutos para recorrer casi S kilómetros».

En la cancha municipal del Parque, los dirigentes de FIFA tuvieron que presenciar un «espectacular audiovisual presentado por Newell's Old Boys. El documento fílmico fue un alarde de buen gusto y excelente presentación. El 'producto' que se intentaba vender estaba prolija y tentadoramente exhibido, exaltado hasta niveles difícilmente igualables para cualquier competidor. Fue, en suma, una demostración más de calidad de una agencia rosarina de publicidad que colmó de gozo a los dirigentes ñulistas. Con ese audiovisual, los dirigentes de la FIFA no podían hacer otra cosa ue señalar con su dedo definitorio el estadio parquense>>

Una vez en el Gigante (llegaron a las 12,15, después de haber visitado la cancha municipal del Parque), el presidente Vesco y su Secretario, Antonio Osvaldo Rodenas, comenzaron con una serie de argumentaciones que iban de lo real a lo disparatado: « el escribano Vesco, presidente de Central, anunció: 'No vamos a descansar para brindar mayores comodidades al periodismo'. Sabía por qué lo decía. En el Parque, los hombres de FIFA habían objetado el lugar reservado a la prensa. Más ventaja para Central. Y para rematar la gran diferencia que había entre Central y Newell's, Antonio Rodenas, quien acompañaba a Vesco en la conducción del club, le dijo al brasileño Havelange, de cara al río Paraná, que los simpatizantes de otros países podrían venir por el río en barco y utilizarlos como hoteles 'flotantes', una idea que se le acababa de ocurrir. Con el mismo ingenio, Rodenas se había dado cuenta de que Hermann Neuberger había captado la corta distancia que separaba el arco de la tribuna en la cancha de Newell's, que no había foso. Central tampoco cumplía las medidas, pero hizo escribir un informe en alemán donde explicaba que era imposible solucionar esto en el Parque Independencia» .

«El presidente Vesco, ante la prensa nacional, remarcó entonces: 'Quedó demostrado que en pocos minutos se llega al centro de la ciudad'. Y con aire peronista adelantó: 'Para 1978, con el plan ferrourbanístico del gobierno del pueblo, seremos el estadio mejor ubicado satisface que hayan admirado el espíritu progresista de Rosario Central construyendo todo sobre terrenos propios, siguiendo la línea que nos marcaron nuestro fundadores'. Havelange, Neuberger, Franchi y Kãser volvieron a anoticiarse que, en cambio, Newell's utiliza un terreno municipal» .

«Fue una visita de médico la de la FIFA. A la una de la tarde ya estaban volando hacia Córdoba. Haciendo gala de esa diplomacia que lo hacía quedar bien con Dios y con el diablo, Havelange se despidió con un 'Cualquiera puede ganar la sede. Será una decisión de la AFA>

«Un día después, el Día de la Raza, se puso en marcha la era Menotti. La selección argentina empató 1 a 1 con España, y los dirigentes de la FIFA estuvieron en River.

Carlos Allende, enviado de 'La Capital', escuchó de Havelange la posibilidad de que 'los dos estadios sean los escenarios para la Copa del Mundo' en Rosario ya que 'esa determinación será la más justa, los dos se lo merecen Pero, en recuadro a una columna, escribió: ' ... circuló en fuentes autorizadas la noticia de que en el día de ayer la AFA habría designado al estadio del Club Atlético Rosario Central ... ' Y al preguntarle a Niembro sobre la versión, este dijo: 'Todavía no hay nada definitivo. Niembro estimaba que debería ser Central, pero uno de sus mayores opositores era el presidente de la AFA: David Bracutto. Los días fueron pasando y la resolución no salía. Es que existía una gran paridad entre las posturas del Comité. En una reunión se dio la posibilidad de que se volcara la balanza a favor de Newell's y una eléctrica reacción de Niembro Mundial'78 Io impidió. Bracutto debió postergar la definición ante la firme posición de varios delegados, entre ellos los de River, Ferro y los clubes del interior. A todo esto, en los pasillos de AFA, de la Casa de Gobierno, de sedes gremiales, las operaciones de dos 'canallas', el sindicalista de la UOM Eugenio Blanco y el joven dirigente peronista Antonio Vanrell, eran cada vez más constantes. A favor de Central, por supuesto» .

Las posturas existentes en la Asociación del Fútbol Argentino se encuentran perfectamente graficadas en el siguiente texto publicado en aquel momento por la desaparecida revista Goles, citado en el libro de Brisaboa: «Existían dos tendencias notables: una, la del propio presidente de AFA, David Bracutto, que allá lejos y hace mucho tiempo, se había comprometido con el contador Botti. La otra era obra del 'bocho' yla amistad, y, ¿por qué no decirlo? , el convencimiento personal de Paulino Niembro acerca de que la cancha de Central era mejor y debía ser sub sede. Pues bien, el martes de la semana anterior, a última hora, se habló en el seno del Comité Ejecutivo de la visita que iba a hacernos el titular de la FIFA para conocer Mar del Plata sub sede. Entonces Bracutto y Niembro, reflotaron, delante de los demás integrantes del Comité, el caso de la cancha rosarina, porque a dos meses vista, volvía Havelange y no la habían designado. Fueron a votación y Paulino, que tenía apalabrados a varios, ganó la mano.

El barrio Arroyito será escenario de una de las sub sedes. Los demás no objetaron pero a don David le quedó atragantado, porque se dice que recriminó a Paulino. Una vez decidido, se juramentaron todos que de ninguno de ellos saldría la noticia. Y a fe que cumplieron. Nadie abrió la boca. Ningún periodista supo nada. Y cuando a las 23.30 de la noche del pasado viernes nadie quedaba en la Casa del Fútbol, sale un Boletín Oficial con la designación. Gran sorpresa, alguna sonrisa (canalla), alguna bronca (de los otros) y se terminó. A don Joao le presentaron un problema resuelto y listo. Es que el secretario de la AFA, Paulino Niembro, está bien visto 'arriba' y lo que él dice » «Finalmente, el 17 diciembre 1974, llegó al despacho de Antonio Andrade, titular del consejo Municipal de Rosario y entonces presidente del Comité Organizador Rosario Sub sede Mundial 78 el despacho telegráfico no 11.470, que decía textualmente: «Comunídole sus efectos decisión elegir estadio club Rosario Central para partidos Copa Mundial 78 debiéndose entregar antes día 20 corriente respuesta cuestionario remitido con nota fecha 30 de octubre ppdo. Conjuntamente con informaciones sobre necesidades infraestructura hoteleras, viales y aeropuerto. Saludos, doctor David L. Bracuto, presidente. Paulino Niembro, secretario. Comité Organizador Mundial 78'. La carrera estaba ganada. Hubo grandes festejos y exaltaciones. La memoria centralista de aquel año destaca, en su página 17, la 'preponderante actuación (que) en todo momento es dable reconocer en la persona del señor Antonio O. Rodenas» .

Por todo lo relatado es absolutamente falso e injusto que nos simpatizantes de Newell's sigan diciendo todavía: «A la cha se la hicieron los milicos». La realidad fue que la designación de nuestro estadio como sub sede del Campeonato Mundial de Fútbol de 1978 la realizó un gobierno democrático como-era el peronista que gobernaba nuestro país en 1974 y contó con el aval de la FIFA. Es más, fueron los inquilinos del Parque Independencia quienes, a partir de la instauración de la dictadura en 1.976 comenzaron a tender redes hacia ella para de torcer la decisión que ya estaba tomada. En este tema todos coinciden, aunque no sean hechos históricos muy conocí ¿ por la mayoría: «Con todo, habría que pasar otra prueba fuego. Al producirse al golpe de Estado del 24 de marzo de se movieron algunos intereses para tentar una modificación era prácticamente imposible, desde que la decisión de FIFA era irreversible. Pero hubo algún militar de muy alta graduación vinculado por lazos familiares a dirigentes del fútbol argentino que esbozó un intento que abortó casi antes de nacer. Central era el estadio para el Mundial». « aprovechando el militar que derrocó al gobierno peronista, hubo quienes a ron sin pudor a los despachos del gobierno militar prodose como víctimas del gobierno derrocado v acusando a Central como cómplice de ese gobierno peronista. Esta actitud poco digna no les dio resultado, por más que tuvieran algún dirigente amigo en la intervención militar que en la provincia destituyó y desplazó al gobernador Carlos Silvestre Begnis».

También es falso que la dictadura haya pagado el costo de remodelación del estadio. Recordemos que ya veníamos contando todas las obras que había hecho el Club para tener una cancha como la que tiene aún sin saber siquiera si la Argentina sería designada como sede del Mundial de 1978 y Rosario como una de las sub sedes; y que las obras para unir el segundo anillo habían comenzado en 1972. Por eso, cuando el estadio es designado sub sede en un acto de estricta justicia, Rosario Central ya tenía construido alrededor del 85 % del total de lo que se utilizaría a partir de junio de 1978. Esto lo dice claramente el libro de Editorial Atlántida: « ... el Ente Autárquico Mundial 78 (EAM 78), comandado ahora por la dictadura militar que toma el poder por la fuerza el 24 de marzo y con el almirante Lacoste a la cabeza, decidió que se haría cargo del estadio centralista y que corría por su exclusiva cuenta final la remodelación: campo de juego, torres de iluminación, foso perimetral, vestuarios, sala de prensa, etc, además de las tribunas altas que faltaban construir en las cabeceras, y el tramo que faltaba terminar en la platea alta. Esto representó el 15% del estadio. Claro, el 85% de la estructura del Gigante de Arroyito la había hecho Rosario Central, por su exclusiva cuenta, antes de 1975: más de 5.000 centralistas pagaron por medio de chequeras del Banco Monserrat las nuevas plateas que hasta hoy son testigo de la emoción de cada domingo>> .

El entonces presidente Vesco informa en aquel momento — en un reportaje publicado en el diario La Capital del 2 de junio de 1978—, que «de acuerdo con un convenio suscripto entre el Ente Autárquico Mundial 78 y Rosario Central, una vez terminada la Copa del Mundo se realizará un inventario de los bienes, ya que el 20 de julio recibiremos provisionalmente el estadio. Desde esa fecha al 31 de diciembre de este año (1978) se elaborará dicho inventario de los bienes que habrán de quedan en el estadio. Se va a constituir una obligación hipotecaria a favor del estado y Rosario Central va a pagar esa deuda en 20 años, sin intereses ni indexación, semestralmente.>> « Cuánto va a costarla obra?» pregunta el periodista, a lo que Vesco responde secamente «Veinte millones de dólares». Además, debemos tener en cuenta que por aquella época el club contaba con una masa de 45.000 socios que sustentaban cualquier proyecto que se encarara.

También vale la pena aquí hacer una aclaración que resulta necesaria: hemos intentado contar la crónica de lo sucedido por aquellos días de la manera más honesta posible y de la forma más detallada que pudimos. Pero, así como quisimos desmentir aquella mentira de que «al Gigante lo hicieron los milicos», tampoco debe quedar en nadie la equívoca idea de que Central i tiene su gran estadio gracias a tres o cuatro dirigentes con buenas relaciones en los círculos políticos donde se necesitaba tenerlas. No fue sólo eso. Por lo que demuestra la historia, por el esfuerzo de cientos de dirigentes y de miles de socios a lo largo de más de 80 años, por la labor incansable de hombres y mujeres canallas que sabían que se podía tener un estadio Gigante y por el apoyo de la mayor parte de la ciudad donde creció, Rosario Central iba a tener su Gigante con Mundial o sin Mundial. Bien lo explica la OCAL:

«Newell's sólo tenía tribunas bajas de cemento en un lateral, el de la vieja visera, y detrás de un solo arco, el del Palomar. El resto era un lateral con tribunas de madera, y detrás del otro arco, que da al Hipódromo, no había tribuna, sólo existían 8 0 10 escalones. En definitiva, había que hacer un estadio nuevo.

A la hora de decidir, también se tuvo en cuenta la situación precaria en que se encontraban —y encuentran— los clubes y otras instituciones que ocupan tierras públicas en el Parque Independencia.

En 1961, durante la intendencia de Luis Cándido Carballo, los clubes y entidades que ocupan precariamente dichas tierras aceptaron, ante las exigencias de las auto-

ridades municipales, abandonar definitivamente dichas tierras, liberándolas al uso público y cediendo al municipio todos los inmuebles construidos. Así se pactó, cumpliendo con la concesiÓn original, y se les concedió un tiempo prudencial para que las entidades desalojadas pudieran trasladarse a otros terrenos. Nos referimos a la Sociedad Rural, el Jockey Club, y los clubes Gimnasia y Esgrima, Provincial y Newell's Old Boys.

El golpe de estado que en 1962 derrocó al gobierno de Arturo Frondizi permitió que las sucesivas intervenciones militares prorrogaran por más años estos permisos precarios, y es así que el 45 por ciento de la superficie del Parque Independencia continúa ocupado por instituciones privadas.

Aquel mandato de la intendencia de Carballo, acatado por los clubes e instituciones del parque, está todavía pendiente.

Queda en claro, pues, que las autoridades de la FIFA y del EAM 78 no tuvieron ninguna duda a la hora de elegir, y en octubre de 1974, tras la visita a Rosario de Havelange y Neuberger, todo debió quedar resuelto sin ninguna connotación política.

Sin embargo, las influencias políticas y de todo tipo que se usaron en contra de la designación del estadio de Rosario Central casi da sus frutos, pero los rápidos y ágiles reflejos de Rodenas lograron desbaratar las maniobras que se urdieron desde arriba. Realmente hubiera sido un fraude.

Hoy, a la distancia, algunos pretenden 'vendernos' la historia al revés. Los que usaron todas las artimañas para evitar que el estadio canalla fuera la subsede del Mundial dicen que a Central le regalaron el estadio porque Rodenas era Reiteramos: con Mundial o sin él, Central tendría igual su Gigante de Arroyito, porque el Gigante ya estaba en plena etapa en el estadio. Se va a constituir una obligación hipotecaria a favor del estado y Rosario Central va a pagar esa deuda en 20 años, sin intereses ni indexación, semestralmente.» « Cuánto va a costar la obra?», pregunta el periodista, a lo que Vesco responde secamente «Veinte millones de Además, debemos tener en cuenta que por aquella época el club contaba con una masa de 45.000 socios que sustentaban cualquier proyecto que se encarara.

También vale la pena aquí hacer una aclaración que resulta necesaria: hemos intentado contar la crónica de lo sucedido por aquellos días de la manera más honesta posible y de la forma más detallada que pudimos. Pero, así como quisimos desmentir aquella mentira de que «al Gigante lo hicieron los milicos», tampoco debe quedar en nadie la equívoca idea de que Central tiene su gran estadio gracias a tres o cuatro dirigentes con buenas relaciones en los círculos políticos donde se necesitaba tenerlas. No fue sólo eso. Por lo que demuestra la historia, por el esfuerzo de cientos de dirigentes y de miles de socios a lo largo de más de 80 años, por la labor incansable de hombres y mujeres canallas que sabían que se podía tener un estadio Gigante y por el apoyo de la mayor parte de la ciudad donde creció, Rosario Central iba a tener su Gigante con Mundial o sin Mundial. Bien lo explica la OCAL:

«Newell's sólo tenía tribunas bajas de cemento en un lateral, el de la vieja visera, y detrás de un solo arco, el del Palomar. El resto era un lateral con tribunas de madera, y detrás del otro arco, que da al Hipódromo, no había tribuna, sólo existían 8 0 IO escalones. En definitiva, había que hacer un estadio nuevo.

A la hora de decidir, también se tuvo en cuenta la situación precaria en que se encontraban —y encuentran— los clubes y otras instituciones que ocupan tierras públicas en el Parque Independencia.

En 1961, durante la intendencia de Luis Cándido Carballo, los clubes y entidades que ocupan precariarnente dichas tierras aceptaron, ante las exigencias de las autoridades municipales, abandonar definitivamente dichas tierras, liberándolas al uso público y cediendo al municipio todos los inmuebles construidos. Así se pactó, cumpliendo con la concesión original, y se les concedió un tiempo prudencial para que las entidades desalojadas pudieran trasladarse a otros terrenos. Nos referimos a la Sociedad Rural, el Jockey Club, y los clubes Gimnasia y Esgrima, Provincial y Newell's Old Boys.

El golpe de estado que en 1962 derrocó al gobierno de Arturo Frondizi permitió que las sucesivas intervenciones militares prorrogaran por más años estos permisos precarios, y es así que el 45 por ciento de la superficie del Parque Independencia continúa ocupado por instituciones privadas.

Aquel mandato de la intendencia de Carballo, acatado por los clubes e instituciones del parque, está todavía pendiente.

Queda en claro, pues, que las autoridades de la FIFA y del EAM 78 no tuvieron ninguna duda a la hora de elegir, y en octubre de 1974, tras la visita a Rosario de Havelange y Neuberger, todo debió quedar resuelto sin ninguna connotación política.

Sin embargo, las influencias políticas y de todo tipo que se usaron en contra de la designación del estadio de Rosario Central casi da sus frutos, pero los rápidos y ágiles reflejos de Rodenas lograron desbaratar las maniobras que se urdieron desde arriba. Realmente hubiera sido un fraude.

Hoy, a la distancia, algunos pretenden 'vendernos' la historia al revés. Los que usaron todas las artimañas para evitar que el estadio canalla fuera la subsede del Mundial dicen que a Central le regalaron el estadio porque Rodenas era peronista» .

Reiteramos: con Mundial o sin él, Central tendría igual su

Gigante de Arroyito, porque el Gigante ya estaba en plena etapa de construcción cuando fue designado sub sede del Mundial: todos coinciden que entre el 80 y el 85% del trabajo ya estaba hecho cuando los militares de la dictadura tomaron a su cuenta la finalización del frabajo, a lo que, por otra parte, Rosario Central no podía oponerse, teniendo en cuenta que la Argentina era, en ese entonces, un país tomado por un ejército de ocupación.

«En cambio, Newell's en aquellos tiempos, recorrió un camino inverso. No obstante tener su viejo estadio en terrenos municipales, con la amenaza de desalojo pendiente de la época de Luis C. Carballo, en vez de buscar soluciones para el futuro, como hizo el Club Provincial con el complejo deportivo Barrio Cura, se desprendió de los terrenos que tenía en Ovidio Lagos y Rueda. Luego malvendió el valioso terreno que tenía en Paraguay al 800 (actual playa de estacionamiento), invirtió en Circunvalación y Jorge Newbery, pero luego lo vendió, lo mismo que hizo con la sede social del Parque Independencia, y sólo atinó a extender el alambrado tomando para sí más superficie de dicho Parque»



Fuente: Extraído del Libro " El Gigante de Arroyito - La verdadera historia" Autor Fabián Bazán. Edtcorial Secretaría de Cultura Canaya. Agosto 2009