"La muerte
del rufián es digno fin de su miserable vida: termina victima de sus propias
lacras, carcomido por el germen que llena los hospicios, las cárceles y los
hospitales".
Julio
L. Alsogaray
Ningún final
próspero o tranquilo acompaña a tahúres y rufianes. A veces mueren
accidentalmente en pleno ascenso o en la cúspide de su triste carrera: eso los
salva de vivir la miseria de una caída inevitable. Generalmente, de un pasado
oscuro saltan a la brillazón de un presente donde rápidamente van quemándose
las etapas. Mal vistos y peor aconsejados -aun por las leyes, como en el caso
de la prostitución oficializada-, el término de sus existencias es aleccionador
en el tiempo y la distancia que cubren las historias muchas veces no escritas
por un natural pudor historiográfico. Pero que se hallan latentes en los
recovecos de la memoria, en los papeles amarillentos de las viejas crónicas
policiales y en empolvados prontuarios que esperan el fuego de la purificación.
Hacia 1915 está por sentar sus reales en Pichincha Pedro Mendoza,
conocido capitalista de juego que ya ha hecho su estreno en la sección 4a
como propietario de un garito. Las leyes lo favorecen, aunque no a sus colegas.
Tal es así, que las fuerzas del orden arrasan sin miramientos la competencia
que se ha instalado a poco] metros de la
gran casa que ha comprado.
«Garito en Jujuy
y Pichincha.
«Veinticuatro
sujetos jugaban por dinero. Fueron detenido Nicolás Delpino, Víctor Alcides,
Pedro fvuy, Salomón Jacovich, P. Elfer, Juan Nenme, Bern.irdino Valilez, Sergio
Masot, Alejandro Makoski, Basilio Bordoni, José Kirioskrt,
Salomón Saina,
José Ferman, José Viskel, Adolfo Virniesky, Salomón Spierman, José Pirota,
Jacobo Arechio, León Peu-ser, Jacobo Khan, Julio Bonacosa, Enrique Heineik y
José Spiro» (1).
Pero todo se aquieta con la llegada de Pedro Mendoza
quien se instala con su familia en Pichincha 127 y abre la casa de juego, —que
será famosa en toda la ciudad— en la finca ubicada bajo el número 151 de la misma calle.
"—También
me acuerdo de este hombre que tem'a las casas de juego, llamado . . . esteeee
. . . Pedro Mendoza. Tenía también algunos choferes que iban a recolectar la
plata de lo que le llaman "la gañota", no se si usted conoce, que es
un cajón abajo y acá una abertura donde se ponía la guita. De estos choferes,
uno se llamaba Angel Bellorini, atias El Ñato
Musolino ... El otro era Yulica, que después se
fue para Córdoba. Esos señores eran los choferes predilectos de Pedro Mendoza.
Y cuandoooo . . . había gentes amigas que quedaban secas en la timba, le
pedían a don Pedro, a eso de la madrugada cuando el hacía traer el asado que
sobraba de La Carmelita, "Vea don Pedro, quedé seco . . . déme algo",
entonces don Pedro Mendoza les daba un par de pesos de aquellos tiempos y
hasta los invitaba a comer. Otros dejaban sus alhajas empeñadas, ¿eh?; porque
Pedro Mendoza tenía cajones de alhajas empeñadas, y todo eso . . . Este hombre
también murió en la última miseria".2
"—El
Ñato Musolino era secretario de Pedro Mendoza y como yo era pibe y me metía en
la casa de juego para colocar las cositas que yo vendía El Ñato me corría
siempre ... y siempre me decía: "Te
voy a levantar a patadas . . .". Un día,
efectivamente, salió de atrás del mostrador El Ñato y me pegó un cachetazo.
Entonces, El Paisano Díaz que estaba con cuatro o cinco secuaces de el . . .,
me defendió. Yo a Venancio Díaz lo conocí muy bien, de pibe y de grande. Nunca
me gustó. Lo que el hizo, lo hizo apañado por la policía y todo eso. Ni fue tan
taura, ni fue . . ., entonces entró a caminar El Paisano Díaz y dice: "Le
has pegado al Rubito. Ñato . . .", y el otro
le respondió: ¡Yo le pego al Rubito ya
cualquiera!". Se atajó El Ñato porque se la vio
venir. Pero no pasó de ahí".3
Pedro Mendoza,
de físico robusto y buena presencia, monopoliza por otra parte la concesión de
varias loterías como la Nacional, Córdoba, Tucumán y Montevideo, levanta
quinielas y regentea otros tugurios dedicados a la timba en la ciudad. En su
casa de la calle Pichincha se juega casi con exclusividad al monte.
«-Hablando de
Pedro Mendoza, ¡hay cada anécdota de él!.. Era taura y buen hombre don Pedro.
Existe una anécdota famosa de él, de esa época en Pichincha cuando tiraban al
monte. Porque atrás tiraban al monte día y noche y se paraba ahí a las seis menos cuarto. A
esa hora se levantaba el escolaso para barrer. Barrían, pasaban el plumero así,
en serio... y a las seis de la mañana seguía el escolaso otra vez. Bue... en un
momento dado se estaba tirando al monte y estaba Heno de gente ahí... y un tipo
que estaba seco...; tiran las cartas así y dicen, un suponer: '¡Ganó la
sota!.. «Entonces
el tipo que estaba parado ahí, que estaba seco y no había puesto ni medio, le
dice al tallador: •'Tallador, usted me llevó el peso de la sota'». «No
señor -dice
el tallador, usted
no puso nada". El hombre dice: « Yo puse». «No
señor, usted no puso nada». Entonces Pedro Mendoza, con esa calidad que tenía,
le dice: «Tallador,
el señor puso el peso. Pagúele» (4).
Con total
impunidad y en el corazón mismo de Pichincha, teniendo como vecinos inmediatos los prostíbulos, así como
bares, cafés concerts, casas de comida, canchas de bochas, tiendas y un número
crecido de negocios menores, prospera a pasos agigantados la timba de Pedro Mendoza.
Este se ha casado con la hija de doña Julia Carvelli, propietaria del varieté
que lleva su nombre y que se encuentra instalado a pocos metros -frente al
teatro Casino-, de cuya existencia y posterior transformación en cine -el Mitre- y luego en café
-el Osaka- se diera
información en Prostitución y
Rufianismo.
La anuencia policial que ampara a Pedro Mendoza es pública y
notoria. Por si alguna duda queda, un suelto del diario La Capital se encarga,
hacia 1924, de aventarla:
«LOS
GARITOS CONTINUAN FUNCIONANDO.
"Causas
que impiden su clausura.
"La
conducta descarada de las autoridades policiales respecto a las autorizaciones
que a diario conceden para la instalación y funcionamiento de garitos, ha
colmado ya todo el límite de nuestra ciudad. Mientras en la Capital Federal sin
que sea necesaria ninguna denuncia de la prensa se combate tenazmente el juego,
aquí en cambio la policía busca afanosamente a los tahúres para que
contribuyan con dinero mal habido a los ingresos de la caja del partido
situacionista y en especial para aumentar los recursos de sus dirigentes. El
contraste es vergonzoso y sin embargo el P.E. aunque mas no sea por decoro, no
ordena ninguna medida. Todas las casas de juego que en distintas ocasiones
hemos venido denunciando continúan tranquilamente funcionando, porque las
amparan los respectivos comisarios seccionales de acuerdo a una orden de la
Jefatura. Una vez mas, vamos a dar a conocer los nombres de los propietarios y
las fincas donde están instaladas: Pedro Mendoza, en la calle Pichincha 163;
José Gastaldi, en la avenida Carlos Pellegrini 1444; Mateo Llabrés, en la calle
Gral. Mitre 759; Bartolo Barra, en esa misma arteria nro. 460; Francisco
Estévez, en los sótanos del edificio del Bar de los Baños del Saladillo.
También informaremos acerca de las causas que impiden sus clausuras:
sencillamente porque los tahúres han hecho efectivo adelantado el pago, hasta
mayo inclusive de las cuotas exigidas para su libre funcionamiento".5
El tahúr en el
ocaso debe bajar todos los escalones que lo llevaran otrora a su privilegiada
posición. Un testimonio da cuenta del descanso forzoso a que se ve obligado:
«-Cuando Pedro
Mendoza ya estaba mal y en el ocaso, casi fundido, se dedicó a jugar. Lo
invitaban algunos tipos famosos como Faustino Castañeira, el Rengo Berto, Felipe
Can-tatore, Tosforito...
a jugar al
monte. Y se fueron a jugar al barrio Refinería, en la casa de la cortada Santa
María de Oro 292, que
no sé si vivía allí el turquito Camilo Asaf, famoso en el juego. Bueno, ahí le
ganaron a Pedro Mendoza con un naipe marcado, ¿vio? Le ganaron los últimos
pesos que tenía... Entonces el tipo, que era vivo, dijo: «Bueno, muchachos...
¿me dan el naipe de recuerdo?». Claro, sabía que el naipe estaba marcado. De haber
sido banca, Pedro Mendoza pasó a ser punto» (8).
Por fin, detrás de la decadencia viene,
inexorablemente, la muerte. El relato que revive en labios de un hombre de 83
años de edad, ex empleado de Mendoza, es estremecedor
"—Era
un alma buena ... Me acuerdo que
tenía muchas armas de gente que las dejaba empeñadas y no las venía a buscar. "¿Que
voy a hacer con esto?", decía, "toma, guárdatelas para vos". Otra vez: "¿Cuánto
necesitas?: ¿diez, veinte pesos. ..?". Nunca me dijo
que no. Era muy generoso, es todo lo que puedo decir. —Murió sin nada . . .
—. . . Don
Pedro tenía diabetes. Todas las vacaciones que se tomaba eran para ir a buscar
aguas termales que lo aliviaran. Esa enfermedad le hizo salir un grano muy
grande acá . . ., debajo de la oreja, en el cuello. Le aconsejaban que no se
operara, pero el decía que era amigo de todos los médicos y que ellos opinaban
que tenía que operarse. —Y se arriesgó el hombre.
—Lo
operaron a las 8 de la mañana, a las 10 tenía la cabeza así, toda hinchada,
uno lo veía y no parecía Pedro Mendoza . . . Parecía . . . ¡que se vo ...!.. . todo deformado . . . Bueno, murió.
Juntamos los amigos unos pesos y compramos un nicho en El Salvador. Vino un
señor Giménez y se hizo Cargo de la
compra . , . puso el nicho a nombre de el y cuando la señora de Pedro Mendoza
hizo el reclamo, este hombre dijo que lo había comprado para el, y la señora no
tocó nada. Don Pedro murió sin cinco centavos.
—Como es la
vida . . .
—Cuando ya
andaba mal y sin medio, hipotecó una casa que era de la suegra de el, en
Pichincha y Jujuy. —¿Donde estaba el varieté de Doña Julia?
—Eso es,
doña Julia Carvelli era la suegra. El hipotecó con consentimiento de ella, pero
el dinero se esfumó. Pedro Mendoza está enterrado en El Salvador en un nicho a
nombre de un tal Giménez que no se quién es. Que yo sepa no se hizo ningún
traspaso del nicho ni a la señora ni a la hija. Al hijo lo mataron en Entre
Ríos . . . creo que en una partida. Yo nunca me podré olvidar de Pedro Mendoza,
porque fue el hombre mas generoso que conocí.
—¿Usted
trabajó en Pichincha?
—Yo no
trabajé ni en Pichincha, ni en el chalet de Mendoza y Guatemala. Yo trabajé en
una de las sucursales que tenía en algunos barrios. Ocho años estuve, el me
llevaba de una casa a la otra. Mendoza tuvo un socio que se hizo muy rico, que
se casó y desapareció cuando don Pedro murió.
Benjamín
Robattino se llamaba, ya murió el también ...
en Buenos Ai-res".9
"—Cotocho
era un individuo un poquito mas alto que yo, delgadito, melenudo, de taquito
alto. Me parece que lo estoy viendo. Conocí a Cotocho en el almacén que
todavía está frente al Casino .. ."10
"—El
apellido de Cotocho era Retamar. Flaco, narigón, bastante fulero de cara,
caminaba así ... de costado. Yo soy
chiquito, pero Cotocho al lado mi'o era mas chiquito. El padre era cochero y
vivía en San Lorenzo y Presidente Roca". 11
"—¿Usted,
recuerda a Cotocho?.
—Si, si, el
finado Cotocho, que fue el que le dio muerte al finado Tom Mix. Resulta
que, anteriormente, el finado Tom Mix lo había insultado a Cotocho en el bar Los
Colonos, cuyos dueños eran Juan y Eugenio Robba, bastante bajito este último.
Bueno, en la primera noche esto pasó. En la segunda noche el finado Cotocho
vino ya preparado con su mantita en la que llevaba envuelto su revólver y,
entonces, parece que ahí' fue el tiroteo . . ., que pegaron, dicho sea de paso,
un tiro en la caja registradora de Los Colonos, en Súnchales, frente a la
Estación Rosario Norte".12
El
apelativo por el que se conoce al autor principal del tiroteo, comienza a
circular de boca en boca, luego de aquel suceso que tiene lugar el 21 de julio de 1926. Que el
apodo de Cotocho comience a hacerse familiar
debe agradecérsele al mismo Retamar y también a la crónica policial que,
comenzando por un título a dos columnas, da cuenta de lo acontecido en la
edición que saca a la calle La Capital el 22 de julio de 1926:
FRENTE
A ROSARIO NORTE, EN UN CAFE, SE PRODUJO ANOCHE UN
GRAVE HECHO
Resultó
muerto un hombre que se trabó en riña a tiros de revólver con otro. Un
hermanastro del extinto recibió también heridas.
Parece que
el suceso tuvo origen en una cuestión relacionada con una mujer.
Desde
anoche, las autoridades de la comisaría 9a. realizan activas diligencias
tendientes a tratar de esclarecer las causas originarias de un grave hecho de
sangre que se produjo aproximadamente a las 21.15 en un comercio situado en la
zona de su jurisdicción.
Resultó muerto un
chauffeur que se llamaba José Enrique Pinero (a) Tom Mix, argentino, de 32
años, soltero, y herido un hermanastro suyo, .osé Marcos, de 30 años, también
argentino, soltero, empleado, domicilios ambos en la calle Balcarce 71.
El autor del homicidio de Pinero y de la herida que
recibió Marcos fue José Retamar (a) Cotocho, argentino, de 30 años, soltero,
conductor gualmente de automóviles, con domicilio en San Lorenzo 1521.
El suceso ocurrió en el café y bar denominado Los
Colonos, que Euge-- a Robba tiene establecido
en la avenida Aristóbulo del Valle 2739, "ente a la estación Rosario
Norte, del ferrocarril Central Argentino.
Riña a balazos
"A estar a las informaciones suministradas por
la policía seccional, Retamar se encontraba, desde momentos antes de la hora
al principio indicada, en el negocio de Robba, en el que había además un
sinnúmero de oarroquianos. Poco después, aparecieron allí Pinero y Marcos, y el
prime-ro, estacionándose ambos en el umbral de la puerta, llamó a
Retamar.
De inmediato éste acudió y acto continuo sostuvo con
Pinero, no se sabe por qué causa, un breve cambio de palabras, que fue
epilogado a tiros de revólver.
Se produjeron consecutivamente en el umbral de la
referida puerta del negocio siete detonaciones, las que provocaron la confusión
que es de imaginar, entre la clientela y alarma consiguiente en los comercios
próximos y demás contornos.
Atraídos por los disparos concurrieron en el acto
varios agentes de la comisaría 9a., que se encontraban apostados de facción en
las inmediaciones, y numeroso público, entre el que figuraba gran cantidad de
conductores de automóviles.
Renacida la calma, se
comprobó que sin conocimiento estaba tendido en el suelo, herido de tres balazos,
Pinero y a unos metros suyos, de pie e
ileso, Retamar. Empuñaba éste un revólver de fabricación Smith Wesson, de
calibre 32, cuyas cinco cápsulas habían sido recientemente descargadas, y Pinero uno de caño
largo, imitación Eibar, calibre 32 también, con cuatro cápsulas intactas y dos
descargadas.
En cuanto a Marcos, había desaparecido.
Entre los agentes que se constituyeron desde un
principio en el lugar del suceso, estaba Antonio Torres, chapa 766, quien de
inmediato procedió a la detención de Retamar y se incautó de su revólver y del
que tenía el herido.
Los demás agentes, al propio tiempo que requerían la
presencia de sus superiores, resolvieron hacer trasladar sin tardanza a Pinero
en un automóvil al consultorio central de la Asistencia Pública.
La diligencia resultó inútil: Pinero dejó de existir
al llegar el vehículo a dicho establecimiento.
Otro Herido
"Al llamado de los
vigilantes que intervenían en el suceso, concurrió rápidamente el superior de
guardia en la comisaría 9a., señor Fernando Tagliaferro, en compañía del
oficial inspector Dionisio Ríos. Luego, informados de la gravedad de lo
ocurrido, llegaron el comisario seccional, D. Manuel V. Frontini, que estaba de
servicio en la jefatura, el subcomi-sario D. Pantaleón Páez y el auxiliar,
señor Guido Gutiérrez.
Los funcionarios
policiales realizaron diligencias tendientes a establecer la forma en que se
había producido el hecho y aproximadamente a las 22, en momentos en que se
poseían ya casi todos lo detalles, apareció Marcos en el local de la comisaría,
con una herida de bala en la pierna izquierda.
Declaró que se la había causado Retamar, al
producirse la riña a tiros con su hermanastro. Poco después, por ser de
gravedad la herida, se condujo a Marcos al consultorio central de la
Asistencia Pública, donde lo atendieron y quedó internado en curación,
rigurosamente incomunicado.
Acerca de su desaparición en el primer momento, se
estableció más tarde que Marcos se había dirigido a su domicilio de la calle
Balcarce. Allí se cambió las ropas que vestía cuando se produjo el suceso y
luego se hizo trasladar a la comisaría.
La escena
del hecho
"Como se dijo al principio, la policía
seccional ha informado que a Retamar lo llamó desde el
umbral de la puerta del café Los Colonos Pinero, quien se encontraba
en compañía de Marcos.
Allí sostuvieron Retamar y Pinero un breve cambio de
palabras e inmediatamente después se atacaron a balazos. Retamar hizo cinco
disparos, de los cuales tres recibió Pinero y uno Marcos. Pinero descerrajó
dos tiros que no dieron en el blanco, ni tampoco hirieron por fortuna a nadie.
Falta ahora establecer cuál de los dos principales protagonistas sacó primero
el revólver. Marcos dice que trató de intervenir en defensa de su hermanastro.
Los proyectiles que alcanzaron a Pinero quedaron los
tres alojados en SU cuerpo, uno en el lado izquierdo, a la altura del
tercer espacio intercostal, línea mamilar; otro en el mismo lado, en el quinto
espacio intercostal, dentro de la línea mamilar, y el último en la boca,
camino superior derecho.
Origen del suceso
"Además
del punto antes indicado, las autoridades policiales tratan de conocer en
debida forma las causas originarias del hecho.
Según la primera versión que circuló, habíase
producido por cuestiones relacionadas con el oficio de los dos principales
protagonistas. Se decía que lo habían motivado unas incidencias provocadas por
las continuas pinchaduras en los neumáticos de sus respectivos coches.
Más tarde quedó esa
causa descartada y se afirmó con fundamento que el asunto tuvo origen en una
cuestión referente a una mujer que se aloja en un café de la zona de
la calle Pichincha.
Se supo también más tarde que varias horas antes del
hecho. Retamar y Pinero ya habían sostenido una violenta discusión acerca del
mismo asunto.
El revólver que empleó Pinero parece que ha sido
adquirido recientemente.
Retamar, que se encuentra alojado en el local de la
comisaría, prestará hoy declaración indagatoria, lo mismo que Marcos.
Manifestarán ambos, sin duda alguna, que el suceso lo motivó la cuestión de la
mujer aquella.
Tanto Retamar, como Pinero, registraban ya desde
hace tiempo antecedentes judiciales y policiales en Rosario.
El juez instructor en
turno, doctor Luis Pedroni, a quien desde un principio se le informó de lo
ocurrido, ha dispuesto que hoy se practique la autopsia al cadáver de
Pinero".
"—Pero, ¿de que vivía Cotocho?
—Había sido chofer muchos años en la Jefatura.
También fue chofer del doctor Giménez Meló, que cuando se retiró del servicio,
en atención a su lealtad, este profesional le regaló un auto que Cotocho puso
de taxi.
¿Y así
trabajaba el hombre? —Claro, hasta que se mató".13
Pero Cotocho, que tiene
fama de guapo e integra el gremio de los taxistas de Rosario, además de ser
admirado y querido por muchos de sus colegas, tiene con algunos de ellos una
cosa en común: la explotación de mujeres. Ellas parecen signar muchos actos de
su vida que un día, se troncha casi inexplicablemente
"—Un dia, mucho tiempo después de haber dado
muerte al finado (sic) Tom Mix, salió Cotocho con otros hacia un prostíbulo de
Villa Gobernador Gálvez una noche . .. —¿No había ido a Pueblo Nuevo?
-No. Pueblo Nuevo se levantó cuando el cierre en Pichincha,
antes no había quilombos allí.
¿Y
entonces?
—Bueno, fueron a Villa Gobernador Gálvez, Cotocho,
el ruso Sánchez que era patrón del prostíbulo España y otro
muchacho, un tal Juan que se ganaba la vida lavando autos a los taximetristas
en Rosario Norte. Y hubo un accidente donde Cotocho perdió la vida . .. —¿Y ...
cómo fue el asunto?
-Sánchez se salvó y este muchacho Juan también se
salvó, que después murió en el Hospital Centenario a raíz de un cáncer...
—Pero, ¿hubo alguna pelea? —No. Chocaron.
¿Iban o
venían?
-Venían de vuelta, se llevaron una especie de
barrera o algo así por delante". 14
No deja de llamar la
atención que alguien como Retamar, experimentado en el volante, se lleve una
barrera por delante. Es mas: ¿existió la mentada barrera?. Por otra parte: ¿qué
extraña asociación había unido a Cotocho con el dueño de un prostíbulo y un
lavador de autos?. Otro testimonio arroja algo mas de luz sobre este recordado
caso:
"Cotocho se mató
en un accidente ferroviario. Venía con dos o tres en el mismo auto desde Pueblo
Nuevo . . . —¿Y se llevaron una barrera por delanta?
—No, el tren. En ese
tiempo no había barreras, en la calle San Martín no había barreras . . . Porque
ellos para achicar el camino, en lugar de venir por el centro, por San Martín,
cortaban ahí, entraban por Ovidio Lagos y seguían derecho. Cotocho le tiró al
maquinista. —¿Durante el choque o antes?
—En el choque . ..
volando y todo le tiró dos tiros al maquinista. Fue un accidente tremendo, vea.
A Cotocho lo conocieron por los zapatos, que no eran mayormente de tacos muy
altos, sino por la forma, porque eran hechos a medida por ... un gringo que se llamaba Marinelli que
en ese entonces tenía el boliche frente a la timba de Pedro Mendoza. — ¿Cotocho
iba manejando el auto que le regalara Giménez Meló?. —Si. El auto quedó a la
miseria. Cotocho se mató ... no
tendría cuarenta años". 15
El ejemplar del diario rosarino La Reacción
correspondiente
al domingo 3 de febrero de 1929, debajo de una extensa crónica con la reseña
de los preparativos que concitan los bailes de Carnaval a realizarse en teatros
y sociedades rosarinas, inserta a tres columnas la noticia de la tragedia
"EN LAS
PRIMERAS HORAS DE LA MADRUGADA DE AYER EN EL PASO A NIVEL DE LA AVENIDA ARIJON, EL TREN RAPIDO DE RETIRO,
EMBISTIO A UN
AUTOMOVIL EN EL QUE VIAJABAN 5 SUJETOS DE MAL VIVIR
"Resultan 3 muertos y 2 heridos
En realidad, la única novedad que trae La Reacción
en su única edición semanal vespertina, es una fotografía donde se pueden
apreciar, de pie: un civil con la gorra puesta, un policía de riguroso kepi y
otro civil con sombrero en la mano, todos ellos en actitud de observar
—seguramente en el patio de la comisaría— tres cadáveres desnudos de la
cintura para arriba y alineados en el suelo unos al lado de otros.
Porque, en lo que hace al relato del trágico suceso,
aquel es copia fidedigna del que el conocido cronista policial Manzuoli había
escrito para La Capital, diario de la mañana que en su edición del 2 de febrero
diera un anticipo del accidente en estos términos:
"Un
tren expreso atropello anoche a un automóvil". Resultaron tres
personas muertas y dos heridas.
"En un paso a
nivel del ferrocarril Central Argentino que hay en la avenida Arijón, en
jurisdicción de la comisaría Tiro Suizo, se ha producido anoche, minutos antes
de las 23, un gravísimo accidente. El tren expreso procedente de Retiro que
llega a la hora ya indicada a la estación Rosario Norte atropello a un
automóvil ocupado por varias personas, tres de las cuales fallecieron en el
acto a consecuencia de las lesiones recibidas.
En el paso a nivel de
referencia ya han ocurrido otros accidentes parecidos, a raíz de la falta de
barreras. La avenida Arijón es hoy una arteria de mucho tráfico hasta la
avenida Ovidio Lagos.
El automóvil que fue
atropellado por el convoy ostentaba las chapas 236, de Cosquín.
Tan pronto como
tuvieron conocimiento del suceso acudieron a aquel paraje el comisario de Tiro
Suizo, D. Antonio Crivelli, y los oficiales Tebal-do Cimarelli y Domingo Arancibia.
Los referidos funcionarios
hallaron a una costado de las vías el automóvil totalmente destrozado y en
distintos sitios, tendidas en el suelo, a las víctimas, algunas hasta a quince
metros de distancia. Recién se supo que los ocupantes del coche eran cinco,
tres de los cuales habían perdido la vida en el acto.
La marcha del tren fue
detenida en seguida y la noticia del grave suceso causó honda impresión entre
los numerosos pasajeros del mismo. Cuando llegaron las ambulancias, los dos
heridos fueron llevados al Hospital Rosario y momentos mas tarde el convoy
reinició la marcha, entrando en Rosario Norte después de las 24.
Los cadáveres fueron
recogidos en las primeras horas de la madrugada de hoy y se les trasladó a la
comisaría citada. Los heridos resultaron ser Juan Manuel Suspa, argentino, de
23 años, domiciliado en Pichincha 131, y David Kalm, alemán o ruso, de 32
años, que vive en Pichincha 184. Suspa sufrió la fractura de la pierna
izquierda, a la altura del muslo, y Kalm lesiones leves en distintas partes
del cuerpo.
Uno de los muertos se
llamaba José Retamar (a) Cotocho, con domicilio en Ovidio Lagos 240, otro
Miguel Chernosky y el otro se sabe que lo apodaban El Sastre".
El domingo
3 de febrero de 1929, Manzuoli publicará en La Capital todos los pormenores del
hecho sangriento, rectificando ligeramente algunos nombres y comentando al
pasar que Cotocho ha sido el matador de Tom Mix "en defensa propia".
Por resultar un documento de especial interés, leamos como Manzuoli publica su
crónica en el decano de la prensa argentina el dia y mes indicado al principio
de este párrafo.
SE CONOCEN TODOS LOS PORMENORES DEL TRAGICO SUCESO
OCURRIDO EN LAS ULTIMAS HORAS DE ANTEANOCHE EN EL PASO A NIVEL DE LA A VENIDA
ARIJON
Ninguna de
las víctimas había advertido la proximidad del veloz tren, a raíz de la
polvareda levantada por otro automóvil que marchaba adelante y por impedir la
visual hacia el Sur en aquel paraje una casa que hay cerca délas vías
LA LOCOMOTORA ALCANZO AL
COCHE CUANDO SOLO FALTABA FRANQUEAR UN RIEL
"En las primeras horas de la mañana de ayer las autoridades policiales de
Tiro Suizo lograron dejar completamente aclarado el grave suceso ocurrido anteanoche en el paso a nivel del
ferrocarril Central Argentino sito a la altura de la avenida Arijón, cerca del
Barrio Las Delicias.a consecuencia del cual, como se sabe, perdieron la vida
tres personas y otras dos resultaron lesionadas una de ellas de gravedad.
Dos de las tres primeras víctimas fueron, como
lo adelantara LA CAPITAL en la edición anterior, José Retamar, argentino, de
31 años, soltero, chauffeur, con domicilio en la avenida Ovidio Lagos 240, y
Miguel Charnosky, ruso, de 27 años, de oficio pintor, que vivía en la misma
casa.
Al otro cadáver se consiguió identificarlo
debidamente al amanecer resultando ser el extinto Miguel Rosembrock (a) Mil
Colores o El Sastre, ruso, de unos 30 años, de oficio sastre, domiciliado en
Pichincha 127.
Los lesionados fueron, según también ya se
informara, David Kali (a) Sánchez, alemán, de 32 años, soltero, mozo del café
París, sito en calle Jujuy entre las de Pichincha y Suipacha, domiciliado en
Pichincha 184, y Juan Manuel Soeta, argentino de 23 años, soltero, lavador de
automóviles, con domicilio en Pichincha 127.
Dirigido el coche por Retamar todos los
nombrados viajaban en el automóvil particular 236, de Cosquín, que era de
fabricación Rugby. El vehículo circulaba a regular velocidad por la avenida
Arijón hacia el Oeste, marchando adelante otro automóvil que levantaba gran
polvareda. A corta distancia del paso a nivel, en el lado Nordeste, hay una
casa donde se domicilia una familia. En el lugar de referencia las vías férreas
son ya dobles. Por las de la parte Oeste circulan los trenes que vienen a
Rosario y por las del Este los que salen.
El automóvil mencionado llegó al paso nivel
entre la polvareda del otro coche y después de haber cruzado la primera vía y
uno de los rieles de la segunda, serían las 23.30, apareció el tren expreso
procedente de Retiro.
La
tragedia
"La locomotora 173, que lo
arrastraba, alcanzó al automóvil en la parte posterior y lo arrojó al costado
Oeste del paso a nivel, yendo a caer varios de sus ocupantes a distancias no
menores de quince metros.
Ninguna de las víctimas había visto hasta ese
momento el tren, a causa, en primer término, de la polvareda que levantaba el
otro automóvil y en segundo lugar por la causa antes citada que impide ver
hacia el Sur, de ese lado, el peligro.
El convoy hallábase a cargo del maquinista
Menotti Sitta y fogonero Ceferino Galante, quienes alcanzaron a presenciar la
terrible embestida sufrida por el automóvil y detuvieron la marcha tan pronto
como les fue posible. Se comprobó poco después que había tres muertos y dos
heridos, presentando uno de los dos primeros, que resultó ser Charnosky, el
cráneo destrozado. Rosembrock y Retamar sufrieron múltiples fracturas y, lo
mismo que Charnosky, fallecieron a raíz del accidente en forma instantánea. No
tuvieron tiempo siquiera de pensar en la muerte y los dos sobrevivientes en ningún
salto.
Al sitio del suceso llegaron
instantes después el comisario de Tiro Suizo, D. Antonio Crivelli, oficial
inspector D. Tebaldo Cimarelli y escribiente Domingo^ Arancibia, que
realizaban una recorrida y, precisamente, no andaban lejos de aquel paraje en
esos momentos. Los referidos funcionarios hicieron conducir luego al Hospital
Rosario a Soeta y Kali, donde quedó internado el primero por presentar dos
fracturas i en la pierna izquierda. Kali sufrió solamente algunas contusiones
y momentos después se retiró a su domicilio.
Los cadáveres fueron trasladados en las
primeras horas de la madrugada a la comisaría de Tiro Suizo y tan pronto como
se obtuvo la identificación quedaron a disposición de sus respectivos deudos
por disposición del juez federal de turno, doctor Pedro Morcillo Suárez, que
tuvo conocimiento en seguida de lo sucedido por intermedio del comisario señor
Crivelli.
Antecedentes
"De los restos de Retamar
se hizo cargo al amanecer un pariente suyo. Los cadáveres de Charnosky y
Rosembrock fueron retirados poco antes de mediodía por unos compatriotas y
amigos de ambos, los que resolvieron hacerse cargo de la inhumación. Carecen
los dos de deudos en Rosario y vivían de su trabajo. Charnosky era obrero
pintor y Rosembrock 'rabajaba como oficial en una sastrería que hay en la calle
Salta entre las de Vera Mujica y Gobernador Crespo.
Rosembrock y Charnosky y tampoco Soeta no
registraban anteceden-Te alguno en la policía de Rosario, Retamar le prestaba
servicios en calidad de chauffeur a un abogado y en su gremio era muy estimado
cono-: endósele con el apodo de Cotocho. En el año 1926, Retamar estuvo deten
do unos días, a raíz de un homicidio ocurrido en un café situado "-ente a
la estación Rosario Norte, hecho en el que resultó muerto un co-ega suyo
apodado Tom Mix. Se comprobó desde un principio que Retacar había obrado en
legítima defensa.
Los padres de Retamar, gente humilde y honesta,
se domicilian desde nace no menos de treinta años en la calle San Lorenzo 1521,
donde se realiza
el velorio.
El automóvil destrozado por el tren pertenecía
a Kali, desde hace un -•es, según éste lo ha comprobado. Anteanoche habían
salido a pasear los cinco en el coche dirigiéndolo Retamar, porque era un
experto volante. Anduvieron por algunos sitios, circulando a regular velocidad
siempre, y ruando los alcanzó el tren regresaban a sus respectivos domicilios.
Habían resuelto entrar en la zona urbana por la avenida Ovidio Lagos, que
:iene comunicación con la de Arijón.
Entre los lugares que habían estado figuraba el
domicilio de determinado jockey, a quien invitaron a dar una vuelta en el
coche. El jockey no aceptó, porque en la mañana de ayer tenía que aprontar a
primera hora unos caballos en el hipódromo.
El paso de
la muerte
"Debido a la falta de barreras son ya
muchas las personas que han perdido la vida en el paso a nivel de que se
trata. Años atrás acaeció un accidente que causó consternación en nuestra
sociedad: Un tren atropello a un automóvil conducido por un chauffeur japonés,
en el que viajaba el doctor Pedro T. Larrechea Muñoz, en compañía de su
familia. El doctor Larrechea Muñoz sufrió lesiones mortales y su familia se
salvó providencialmente.
No hace mucho, el 18 de enero último, el
expreso que sale diariamente a las 8.15 para Retiro atropello a una jardinera
de la panadería Siam guiada por Juan Baudini. La jardinera fue lanzada a varios
metros de distancia, juntamente con Baudini, resultando muerto el equino que
la arrastraba. Baudini tuvo suerte: sólo sufrió lesiones leves.
Los vecinos del Barrio Las Delicias dicen que
no pasa día sin que ocurra algo en aquel paso a nivel. Casi diariamente los
trenes matan allí a animales vacunos y caballos. La noche del jueves, un tren
de pasajeros que llega a Rosario Norte a las 21.30 estuvo a punto de atropellar
también a un automóvil ocupado por una familia. El conductor del coche
consiguió felizmente plantar el vehículo, mediante los frenos, en la vía del
lado Este y por esa causa se salvaron. El convoy pasó como una exhalación a pocos
centímetros del automóvil por la otra vía".
Finalmente, un testigo de aquellos momentos
esclarece definitivamente las causas. Se trata del veterano periodista Justo
Palacios:
"—De
Pueblo Nuevo no venían porque Pueblo Nuevo se levantaría tres años después,
cuando el cierre de Pichincha. Me acuerdo del accidente porque yo tuve que
hacer la crónica para el diario Reflejos. Cuando llegué al lugar, los muertos
ya estaban embolsados. —¿Quién murió, además de Cotocho . ..?
—Murieron dos
o tres mujeres también. Lo que se escribió en los diarios fue para que la
opinión pública no se enterara y se taparan las causas del accidente. Porque
Cotocho no se que lío había tenido en un prostíbulo con esas mujeres que eran
de el y había procedido a secuestrarlas. Venían amontonados en el auto y a todo
lo que da, quisieron pasar antes que el tren y se hicieron puré. —¿Los venían
corriendo?
—No, creo que
no. Aunque esa hipótesis podri'a entrar ya que la cosa fue al lado de la
comisaría. — ¿Qué comisaría?
—La que estaba
en la Avenida del Rosario del lado de allá. Ellos tenían que subir con el auto
por un terraplén y pasar arriba de las vías del ferrocarril. Al costado
existían unos cañaverales altos que no dejaban ver nada y detrás, la comisaría.
En ese lugar ya habían pasado algunos otros accidentes, porque los cañaverales
tapaban todo y no se podía ver si venía el tren o no. En ese entonces estaba de
moda El Rápido que cubría la distancia de Rosario a Buenos Aires en 3 horas 40
minutos. ¡Como sería que Roberto Firpo le había hecho un tango!. A mi me
mandaron del diario Reflejos y yo fui con Chiavazza, que el iba a sacar las
fotos. En la comisaría estaban los muertos como si fueran papas .. . -¿Y
Cotocho?
—Irreconocible.
Tenía una oreja pegada con la otra. El auto también estaba destrozado. La
policía había juntado los pedazos de los muertos y los había embolsado ... Yo hice la crónica con un recuadro que
empezaba mas o menos así: "Ha muerto Cotocho. Ha muerto el Rey del Hampa
. . .", y terminaba: "... Ha muerto Cotocho. La sociedad no ha perdido
nada". Me entusiasmé con la crónica y se armó el lío . . . —¿Hubo bronca?
—Daba la
casualidad que mi hermana trabajaba en una casa de modas que estaba en calle
Salta al lado de la cigarrería de Carrasco, y que era donde todas las minas de
Pichincha se vestían. También se hacía la ropa allí la viuda de Cotocho. La
cosa es que apareció, toda vestida de negro, y le contó a la dueña lo que había
pasado: "Lo que mas me duele —dijo— es como lo trató "Reflejos" a mi
marido... estoy buscando al que escribió eso, que me dijeron es un tal
Palacios. En cuanto lo encuentre lo mato", y le mostró a la dueña del
negocio un revólver chiquito que tenía en la cartera. — ¿Y después?
—Bueno, la
dueña habló con mi hermana y le preguntó: "Decime che, ¿no es tu hermano
el que trabaja en "Reflejos"?, porque lo anda buscando la viuda «te
Cotocho para hacerlo sonar". ¡La que se armó!. Se enteró mi mamá y me
quería hacer renunciar del diario. Yo por aquel tiempo vendía los cigarros
"Avanti" también, pero me tiraba el periodismo. "No se aflija,
mamá", le decía, "son cosas del oficio. No se aflija que no va a
pasar nada". Pero la bronca estaba. Menos mal que la dueña de la casa de
modas habló varias veces con la viuda de Cotocho y la fue calmando. Le dijo:
"Lo que pasó, pasó. ¿Para que se va a meter en líos...?a ese muchacho en
una de esas lo mandaron y el tuvo que cumplir con su obligación". Y así
paso todo". 16
Otro conocido personaje que no les va en zaga a
los demás es Angel Alfonso Bellorini (a) El Ñato Musolino, nacido el 15 de
julio de 1891 y de profesión chofer. Bellorini es hombre de confianza de la Zwi
Migdal quien lo envía tres veces a Europa para traer mujeres, es persona confiable
de los caudillos políticos para quienes compra libretas de enrolamiento en
épocas de comicios y, como hemos visto, goza de amplio crédito con Pedro
Mendoza. Mide un metro sesenta y ocho de estatura, es de complexión robusta y
posee un pellizco por nariz en medio de su cara. Todo en su persona, comenzando
por el rostro, recuerdan la estampa de Benito Mussolini. De allí el alias con
que lo han motejado y que llevará de por vida y aún después de muerto.
El Ñato Musolino comienza su
carrera a los 16 años con una detención por faltar a la moral el 28 de enero de
1908, y el 8 de junio de 1909 registra una entrada por heridas. En la noche
del 21 de diciembre de 1910, Bellorini que es por entonces cochero y cuenta con
19 años de edad, se balea con Emilio Campa, de igual edad, causándose ambos
lesiones en forma recíproca. Al igual que en el caso anterior, es sobreseído.
El 4 de mayo de 1912 es detenido por complicidad de hurto, logrando el
sobreseimiento el 19 de agosto de ese mismo año. El dictamen es escueto.
"Estela
Ruiz (alias La Chilena) y Angel Bellorini, hurto a Lucia Tomalli-ni. Rosario, agosto 19 de
1912. Vistos estos contra Estela Ruiz, alias La Chilena y Angel Bellorini,
hurto a Lucía Tomallini, por los fundamentos del auto consultado y atento a lo
dictaminado por el señor Fiscal de Cámara, la Sala del Tercer Turno resuelve:
Aprobar el auto de sobreseimiento dictado a fojas treinta y dos. Hágase saber
y bajen".17
No alcanza a terminar el
año sin ser detenido otra vez, en esta oportunidad por atentado a la
autoridad, el 5 de noviembre; "lógicamente", es sobreseído. El 7 de
julio de 1914 es vuelto a detener por encubrimiento de hurto siendo sobreseído;
el 10 de setiembre de 1918 vuelve a ser requerido y sobreseído
definitivamente; el 9 de octubre del mismo año cae preso por desacato y
atentado a la autoridad, de lo que también es sobreseído.
Después de este récord, El Ñato Musolino está listo
para viajar al exterior como mandadero de la Zwi Migdal, lo que cumple al pie
de la letra. El 21 de abril de 1928 es reidentificado para solicitar pasaporte,
cédula y certificado para viajar al extranjero; el 16 de setiembre de 1929
solicita certificado por renovación de pasaporte y certificado para ir a
Italia, y el 6 de noviembre de 1931 es vuelto a reidentificar por solicitar
pasaporte para viajar a Europa. El 26 de agosto de 1932, después de conocerse
la Ordenanza Municipal N° 7 fechada el 30 de abril de ese año, por la que se
dispone el cierre de las casas de tolerancia a partir del 1° de enero de 1933,
Bellorini es requerido una vez más, ahora por el comisario de órdenes de la
sección novena.
"—Yo, la verdad, perdí contacto con
mucha gente porque cuando cerraron los prostíbulos desaparecieron todos los
personajes. Y fíjese que yo estaba de librero en el ferrocarril, así que no me
moví del barrio. Cuando se cerraron, no se hacían los grandes embrollos de la
época de Pichincha, pero en un restaurante famoso de Súnchales, La Primavera, que en ese entonces
era de Fossatti, como era uno de los mejores lugares donde se comía y era
tranquilo, todos los negocios se hacían ahí, comiendo; después fue un lugar muy
serio. Pero, al cerrar Pichincha, todo el mundo se concentra en La Primavera y
el famoso Ñato Musolino, que tenía taxi y vivía a la vuelta, era el que
organizaba todas las reuniones y preparaba todos los matetes ... los negocios que se hacían con las
mujeres. Porque, siguió un tiempo la cosa ...
no muere del todo cuando se cierra Pichincha. Entran a distribuir, mandaban
para acá y para allá". 18
Los domicilios de El Ñato
Musolino —que será requerido el 24 de febrero que 1934 otra vez por el
comisario de órdenes de la sección 9a.— son varios desde 1910 a 1958: Santiago
15, Brown 2777, Güemes 2835, Brown 2769 y Güemes 2735. Como se ve, no se mueve
de la zona de Súnchales. El 8 de marzo de 1939 circula la captura de Bellorini
—que por ese entonces es propietario del dancing
"La Primavera" en
Pueblo Nuevo—, dada en la Orden del Dia N° 53 por infracción a la ley Nacional
de Profilaxis N° 12.331.
El
11 de marzo la división Investigaciones solicita al jefe de la misma brigada en
Avellaneda, provincia de Buenos Aires, la detención del ma-croft por creerse
que se encuentra en dicha ciudad "en una finca de la calle Mitre N° 140,
donde existe una agencia de loterías, propiedad de una persona de nombre
Benjamín, apodado Gorrión. Vana esperanza, en ese domicilio existe un comercio
de despensa donde el nombrado es desconocido. En el sumario por infracción a
la Ley 12.331 figura complicado, entre otros, Natalio Leibovich, el conocido Ruso Natalio propietario
de prostíbulos y tratante de blancas. La fortuna económica y política sabiamente
amasada por este hombre en sus actividades tenebrosas, es suficiente para
calmar los ánimos. El 23 de marzo, pasados los primeros apuros, comparece El
Ñato Musolino espontáneamente en el juzgado de instrucción de 1ra. nominación,
siendo levantada su captura y decretada su libertad " por ahora y sin
perjuicio".
El 11 de setiembre de 1940, Bellorini, que cuida
ante todo su prontuario, dirige una nota al jefe de Investigaciones don
Ernesto Carreras, que dice: "El que suscribe, Angel Bellorini, con
domicilio en la calle Brown 2837, ante el señor Jefe respetuosamente se
presenta y expone: Que mi prontuario ha sido pasado a la Sección Moralidad
Pública en virtud a un proceso que se me instruyó con otros, en virtud a un
funcionamiento del dancing La Primavera en jurisdicción de Pueblo Nuevo en cuya
causa fui sobreseído de culpa y cargo. Con ese motivo ruégole al señor Jefe
quiera disponer el pase de dicho prontuario a la Sección Información General
que es de donde fue pasado a la mencionada Sección Moralidad Pública. No
dudando que el señor Jefe encontrará atendible esta petición, aprovecho la
oportunidad para saludar a usted muy atentamente". Después del natural
procedimiento informativo, Investigaciones se expide favorablemente el 17 de
setiembre de 1940.
Plinio Montenegro (a) El Pibe Montenegro ó Temporelli El Cantor, de
quien hemos hablado ya, es el que acompañará a El Ñato Musolino en la casa de
la calle Güemes 2735, a vivir sus años postreros.
"—¿Y cómo vino a
vivir aquí usted?
—Yo estaba parando en un hotel frente a la Estación Rosario Norte, el 25 de Mayo y ... me robaban vuelta a
vuelta cuando me iba por ahí y dejaba la'pieza unos días. Era, y soy
descuidado. No me interesa que me roben, nunca digo nada ni hago denuncias ... ¡a mi que me importa! . .. Todavía, si
hago la denuncia, voy a tener que estar a cada momento que me llaman "a
ver, si reconoce a este o a aquel otro . . .". Y yo no reconozco a nadie.
¿Para que?, si de todos modos no me voy a encontrar con lo que han robado, ni
con nada . . . Entonces Musolino me dice: "Venite acá . . . quédate ahí. , .". El era medio tacaño, no comía si no lo invitaban o le daban . ..
—Pero, ¿hacía algo?.
—No. No hacía nada. Entonces, como a mi siempre me gustó comer bien,
compraba dos o tres kilos de costeletas y las ponía en la cocina. El Ñato me
decía: "¿Para que traes tanta carne? ¿Sos loco
vos?". Al último yo trabajaba bien y empecé a
comprar los vinos buenos .. . estee Don Valentín, la marca esa. Hacía traer
los cajones por unos amigos que trabajaban en el coche comedor del ferrocarril que veni'a de Mendoza, ahora no
viene mas el coche. Musolino se enojaba: "Pero, ¿qu'hacés?", protestaba. "Déjeme a mi —le contestaba yo—, la plata es mía y yo la
gasto como quiero . . . a mi me gusta comer bien y chupar mejor. De esta vida
llevarás, panza llena y nada mas, Ique tanta macana/". —Usted, ¿trabajaba en el ferrocarril?.
—Yo vendía revistas. Me iba a las seis de la tarde a agarrar el tren y
volvía a las once o doce de la noche. Me iba hasta San Nicolás y volvía. Total,
con una hora de trabajo estaba hecho el día, me sobraba".19
Al igual que otros
rufianes, Bellorini se encuentra, de pronto, solo, enfermo y sin un centavo.
Temporelli El Cantor será en este caso el encargado de cerrar los ojos a uno
de los personajes mas conspicuos de la historia prostibularia rosarina.
"—Murió acá en
esta casa, ¿verdad? —Si, en esta casa.
—¿Ya estaba enfermo el hombre?
—Ehhh . . ., tenía un cáncer. Yo lo hice internar tres veces en el
Sanatorio Británico y la última vez que lo hice internar vino un médico que era
yerno de Toquero, este que murió ahogado el otro dia. Lo encaré al médico y le
dije: "A propósito, doctor, estoy cansado de venir
de trabajar y encontrarme a este hombre tirado aquí, el está solo y yo ando de
viaje... la ver si algún dia le pasa cualquier cosa y van a creer que yo lo he
matado para robarle algo aquí!. El Nato no tiene nada, aquí lo mantengo yo y
todos lo saben bien. Escúcheme bien, si usted a las tres de la tarde no viene
a llevárselo, yo me voy a presentar a la policía diciendo esto, esto y esto de
usted, para que salga en el diario después..." —¿Y que pasó?
—A las tres menos veinte vino una ambulancia y se lo llevaron y
después me lo trajeron en coma, que vivió dos días. Con unos amigos tuvimos que
hacer los preparativos para enterrarlo porque aquí no aparecería nadie, ni
parientes ni nadie . . . Recién a eso de las cuatro y media o cinco de la
mañana aparecieron dos sobrinos, después otro sobrino mas. Y ahí andan en
pleito todavía con esta casa y yo metido aquí que no puedo salir. Se pelean
entre ellos y han puesto abogados separados y aquí estoy yo solo esperando que
el asunto termine.
—¿Cuánto hace que murió Musolino? —Hace nueve años.
—¿Sabe donde está
enterrado?
—En el cementerio La Piedad, en un panteón que era de el y se lo
prestó a un amigo. Ahora resulta que está ahí, pero como no hay escritura en
una de esas lo desalojan al Ñato. El panteón se lo hizo un amigo de el que era
chofer, de apellido Alsina".20
NOTAS
1 La Capital. 16.7.1915.
2 Calixto
Gallo, id.id. 3/4 Jorge Ross, id.id.
5
La Capital. 2.2.1924.
6
León Alsina (a) Pata Lisa, entrevista realizada el 7.1.1976.
7
Calixto Gallo, id.id.
8 Alfredo
Franchi, entrevista realizada el 5.1.1976 en el bar Fu
9
Pablo Miguel, id.id.
10
Antonio Sciara. V. La Mafia en Argentina, op.cit. Pág. 72.
11 Julio
Schiavone, id.id.
12 Calixto
Gallo, id.id.
13 León
Ahina, id.id.
14 Calixto
Gallo, id.id.
15 León
Alsina, id.id.
16 Justo
Palacios, id.id.
17 Documentación
inédita.
18 Jorge
Ross, id.id.
Fuente: Extraído del
Libro “El Rosario de Satanás del Autor Héctor Nicolás Zinni, el Capitulo 2, del
Tomo II . Editorial Fundación Ross. Año 2000.