Escudo de la ciudad

Escudo de la ciudad
El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

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miércoles, 30 de septiembre de 2020

ALFREDO "MONO" OBBERTI

 




Por Ma. Belén Salvañá y Marisa Zec ( Texto) 

Willy Donzelli ( Photo) 




"La hinchada de Newelis copa cualquier cancha del país." 

ESTIRPE DE GOLEADOR 




A diferencia de otros emblemas rosarinos, Alfredo Domingo Obberti nació en Capital Federal y vivió allí hasta sus 24 años cuando decidió instalarse en Rosario para convertirse en uno de los ídolos de Newell's OId Boys. ~ La camiseta número 9 lo acompañó en casi todos los partidos jugados en Primera División y fue testigo de momentos inolvidables, como el campeonato del 74 y los 138 goles convertidos a lo largo de su carrera futbolística. 

~ Aunque sea difícil de creer su corazón de hincha está dividido en cuatro: River, Colón, Huracán y Newells. Según el centro delantero "el tipo que juega al fútbol y recibe cariño dentro de un club no se lo olvida jamás". ~ Se retiró del ambiente futbolístico en el año 76 y a partir de ese momento emprendió diferentes negocios. Algunos resultaron y otros no, por lo que atravesó momentos muy duros a nivel económico. Hoy es el Secretario General de la Asociación de Técnicos, Filial Rosario, y en sus tiempos libres disfruta de sus tres nietos que son el motor de su vida. ~ En este diálogo exclusivo con SOCIEDAD, "el mono Obberti" (como se lo conoce en el ambiente), recordó su época de oro en el fútbol y habló de su familia, valores, miedos y de la situación por la que atraviesa la sociedad argentina, ~ ¿Hincha de Newells? No. Soy hincha de varios equipos. Esto te sorprenrá pero el tipo que juega al fútbol y recibe cariño dentro de un club no se lo olvida jamás. La gente no me cree pero yo nací hincha de River y actualmente soy de Colón, Huracán y NOB. Con Colón salí campeón cuando tenía 20 años; imaginate lo que significó para mí a esa edad. Actualmente, voy a Santa Fe y para los más veteranos soy un héroe. _ 

¿A qué se dedica en la actualidad? Desde el año 2000 soy el Secretario General de la Asociación de Técnicos, Filial Rosario. Tengo 100 alumnos, trabajo mucho y tengo una secretaria que me ayuda muchísimo. ~ 

¿Qué pasó cuando se retiró del fútbol? En el año '74, aún jugando en NOB, emprendí otro negocio. Era un motel en la zona de Granadero Baigorria. Había salido campeón, se me presentó la oportunidad ylo compré. O sea que antes de que me retirara del fútbol, ya tenía el motel. Lo tuve hasta el '89 y después lo vendí. Me arrepiento muchísimo de esa decisión porque era una actividad muy lucrativa. 

¿Y después? Tuve momentos malos a nivel económico. Hice negocios que no resultaron y quedé muy mal hasta que en 1994 empecé con las escuelitas de fútbol. En el 2001, debido a la crisis que vivimos en el país, dejaron de ser rentables pero en ese momento ya estaba metido en la Asociación de Técnicos, por lo que continué trabajando. ~

¿Cuál considera que fue su época de oro? Los años '70, específicamente el 71. El equipo era una maravilla, jugaba muy bien. Para que te des una idea, iban a vernos todos los equipos de Primera División. Se nos acercaba la gente y nos llenaban de lindas palabras y augurios. Hoy, el fútbol cambió mucho. ~ 

¿Porqué? Y... yo creo que por la gente. Hoy, al público, a los hinchas, no les interesa otra cosa más que ganar. Antes se pretendía que el equipo jugara bien y si no se llegaba a ganar o a ser Campeón, bueno... Hoy es ganar cueste lo que cueste y eso hace que no se juegue lindo. 

¿Por ejemplo? Por ejemplo la actuación de NOB en el último campeonato. Llegó al lugar que llegó pero no jugó del todo bien, le faltó algo. Ganó tres o cuatro partidos con mucha suerte y otros jugando bien. El caso de NOB del año pasado es el que yo le repito siempre a mis alumnos: el equipo que no juega bien difícilmente llega a destino. ~ 

¿Qué es lo que más extraña de la época en que jugaba al fútbol? El grupo de jugadores. Era una maravilla. ~ 

¿Algún amigo que recuerde? En todos los clubes donde jugué hice muchísimos amigos y con muchos me sigo frecuentando. Del grupo que jugábamos en NOB recuerdo a Sanabria, Berta, Santamaría, los brasileros... 

¿Qué es lo que más destaca del NOB de aquella época? Además de los jugadores que, como te dije, eran de primera, la dirigencia era muy buena gente. Y de la actualidad? Sin dudas que hay que destacar la hinchada. Es un monstruo, copa cualquier cancha del país. ~ 

¿Qué cosas lo asustan? A mí no me asusta nada, pero me preocupa la situación general por la que está atravesando la sociedad argentina, principalmente la inseguridad. Creo que día a día la cosa empeora y en cualquier momento me toca a mí o te toca a vos. Si hubiese tenido plata para irme, hoy no estaría aquí. ~ 

Para usted, ¿cuál es la principal causa de la inseguridad? La droga. ~ Y teniendo en cuenta los "mitos" del ambiente futbolístico, 

¿alguna vez le ofrecieron droga? Una vez me dieron un porro y me hizo muy mal. No sabía cómo fumarlo, me ahogué... un papelón (risas). La verdad, vi gente drogada pero yo no conocí la droga. ~ 

¿Qué diferencias económia ve entre el fútbol de su época y las cifras actuales? Antes se ganaba bien aunque mei plata que hoy. Hay jugadores que no quiei hablar de plata o no quieren decir cuái ganan con gente desconocida porque se c cuenta que es una fortuna. Ahora bien pensá que si un jugador gana tanta plata porque el negocio del fútbol lada. Los club son ricos, tienen mucha plata. Es un buen negocio para todos. ~ 

¿Qué opina de la televisación abierta del fútbol? Para mí e bien. Yo no voté ni votaría jamás al gobierno de turno, pero me parece bien que la gente que no puede pagar un cable también ten acceso al fútbol. ~ 

¿Qué piensa de Marcelo Bielsa? Es un fenómeno. Lo ha demostrado en varias oportunidades, más allá que en el Mundial no le haya ido bien. Es son cosas que pasan. Yo creo que, en el ca puntual del Mundial, se equivocó con algunos jugadores. ~ 

¿Qué le parece que cancha de Newells lleve su nombre? Me parece y no me parece. Creo que hay mucha gente que también se hubiera merecido semejante reconocimiento. ~ ¿Obberti por ejemplo? No, yo no soy de acá. El rosarino es muy localista y es muy difícil que enganchen a alguno de afuera para ese reconocimiento. Yo me gané a la gente porque jugué bien, hice muchos goles y, además, el equipo era bueno. - 

¿Cómo le gustaría ser recodado el día de mañana? Soy de perfil bajo. Me gustaría que me recuerden por mis hijos y mis nietos. ~ 

¿Cómo se define? Un buen tipo. A veces, demasiado. 


Nombre Completo: 

Alfredo Domingo Obberti 

Edad: 64 

Nació: Palermo (Capital Federal) 

Estado CivL Casado 

Hijos - Nietos: 2 hijos y 3 nietos 

Debut en Primera :los 17 años 

Goles: 138 

Se retiro: en el año 1976 

Hincha de: River, Colón, Huracán y Newell's OId Boys 

Recuerdo: Cuando los hinchas de NOB iban a la cancha disfrazados de mono en homenaje a mí. 

Que me recuerden por lo que fui con mis hijos y nietos 






Fuente: Extraído de la “Revista Sociedad” del 7/2/2010

martes, 29 de septiembre de 2020

ALFREDO OBBERTI

 




Nombre y Apellido: Alfredo Domingo Obberti 

Nació: 12/8/1945 en Capital Federal 

Jugó: 147 partidos entre 1970-1971 y 1974-1975 

Goles: 88 ( 2 a Central) 

Títulos: 1 ( Metropolitano 1974) 




Contundente, rápido y fino en Colón y Los Andes 

Tuvo dos etapas en Newell's, con 88 goles convertidos y un campeonato ganado el Metro 74 


Desde sus comienzos en Primera, el Mono luchó incansablemente para reconocido. Debutó en Huracán en 1962, pero no consiguió muchos minutos y decidió suerte en Colón de Santa Fe. Gracias a su contundencia y gran capacidad para hacer goles, se volvió ídolo sabalero y artífice de la campaña del ascenso. Retornó al Globo en el 66 y poco después pasó a Los Andes, siendo goleador en ambos equipos. Recaló en el Parque Independencia en 1970. Sus gritos no tardaron en llegar y de inmediato se ganó a los hinchas. Fue un compañero efectivo de Zanabria, Santamaría, Bezerra y Rocha, moviéndose como centrodelantero o -eventualmente- por afuera. El físico siempre le jugó en contra por su baja estatura, aunque se las arreglaba para generar sus propias situaciones. En el 72 emigró al Gremio, pero volvió al club en 1974 y fue una de las figuras en la campaña que terminó con el título en cancha de Central. Veloz, audaz y certero para la definición. Gracias a sus 88 goles, es el quinto máximo anotador de Newell's en el Profesionalismo 


Fuente: Extraído de la Revista “ El grafico”Libro de colección / Edición N° 36 / Febrero de 2012.-

lunes, 28 de septiembre de 2020

“ Don Ángel “, mucho más que un director técnico

 



Por Oscar Delgado



Conocido así por los menores a quien educó futbolística y moralmente, por sus pares y no, por sus enemigos, pues no los tiene. Hombre humilde y de ética intachable, muy generoso y honesto por sobre todas las cosas.

Angel Tulio Zof nace el 8 de julio de 1928, cerca de donde se fundaba el club de sus amores, entre los barrios Talleres y Refinería. Sus padres más tarde compran una casa en Carriego y Zeballos y luego otra vivienda de la zona. Todavía recuerdo cuando su padre, Antonio, recorría el barrio y paseaba por el andén - plataforma de la estación Rosario Oeste del Ferrocarril Belgrano- y también recuerdo cuando don Angel antes y después de las prácticas en Central, pasaba por el bar de "Barbarroja" que estaba en la esquina de Paraná y 3 de Febrero; y nosotros pasábamos por allí cuando queríamos aprender algo de la vida, del fútbol, o compartir charlas con otros futbolistas como Raimondo. También ese bar fue la obligada reunión para efectuarle un reportaje para otro medio a Zof.


Don Angel fue técnico de NOB y de Central, jugó para los auriazules de half izquierdo. Debuta en cancha "canalla" el 12 de octubre de 1950 ante NOB, partido que terminó empatado en un tanto. Y en tino de us últimos clásicos jugado en casa "canalla", Central formó con: Tissera, Biagioli y Cardozo; La Rosa, Minni y Zof, Gauna, Mottura, Massei, Vilarifo y Cazaubón. El "rojinegro" con: Castro, Griffa y Danelutti; Mastrogiuseppe, Ramaciotti y A. Echeverría; Nardiello, Bellotti, Bernardo, Pico Yudica. A los 14' del primer tien abrió el marcador Massei para el loc a los 24' del complemento, llegó el e pate "leproso" a través de Ramaciotti. Esto fue el 14 de agosto de 1955, en que Zof se va de Central porque vendido a Huracán, luego pasa a Quilmes, emigra a México, luego a Canadá y termina su carrera de futbolista Estados Unidos. Retorna a su ciudad como Técnico dirige al "canalla", si' do el D.T. que más actuaciones esta en la vida de ese club. Lo dirige en ( partidos, con 235 triunfos, 212 empate y 160 derrotas. Pero estuvo como art ce entre tres campeonatos Nacionales y una Copa Internacional.


En abril de 2005, el Concejo Municipal de Rosario lo declaró Ciudadano ilustre y todos aplaudieron a don Angel



Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia y Región” Fascículo N.º 132. Año Agosto de 2014
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viernes, 25 de septiembre de 2020

Angel Tulio Zof, la historia de una nobleza deportiva

 




Con el siguiente reportaje a don Angel Tullo Zof, ciudadano ilustre de Rosario y actual director técnico del Club Atlético Rosario Central, efectuado por Oreste Francisco Cirimele, continuamos con la serie de entrevistas que la revista "Rosario, su historia" realiza sobre la identidad histórica de los dirigentes y referentes culturales, sociales y deportivos de la ciudad y su región




Son las 19 y don Angel dio por finalizada la práctica del primer equipo de Rosario Central en el Complejo Palos Verdes. En los últimos días asumió como director técnico del equipo de la mencionada institución por novena vez en la historia. El siguiente diálogo se inició en el bar del predio y luego continuó en el marco de una amena caminata. 


Algunos persiguen la gloria, otros el confort económico, algunos la fama 

¿Cuál fue su principal motivación ala horade ser jugador? 

En aquellos años jugábamos en las divisiones inferiores de Rosario Central. La satisfacción más grande nuestra era jugar en la primera. Nunca pensamos en el dinero. Se ganaba como en un trabajo más, quizás algunos pesitos más.., pero ahí. La gran satisfacción la tuve entonces al debutar en primera. 

¿Fue contra Newell' s? 

Sí, y salimos uno a uno. 

¿Con gol de Di Loreto? 

No, yo creo que fue el Torito (Aguirre). 

¿Pudo mantener económicamente a su familia como jugador? 

Sí, pero como jugador de fútbol fueron pocos años porque yo dejé de jugar al fútbol cuando nació mi hija más grande y yo llevaba dos años de casado. Así que sin tener familia no me fue difícil. 

¿Después de Rosario Central jugó en México? 

El año que yo me fui de Rosario Central 'fue en 1955. En 1956 jugué en Huracán, de Buenos Aires; en 1957 en Quilmes, que ya estaba en la B; y en 1958 viajé a México, donde jugué cuatro años. 

¿Allí terminó su carrera como jugador? 

No. De México fui a Canadá, y en este último país también inicié m etapa de Director Técnico, en el Toronto Italia. De allí fui a los Estados Unidos y terminé mi carrera como futbolista en Nueva York. 

¿De dónde son originarios sus padres? 

De Italia. 

¿Es cierto que su madre cruzó el atlántico embarazada de usted? 

Sí, pero nací en Rosario. 

¿Qué aspectos de la cultura de sus padres usted recuerda, en costumbres, comidas, dichos, etc? 

De mis padres (Antonio y María) siempre tengo el mejor de los recuerdos. Eran muy humildes. Mi papá en aquellos años trabajaba de peón de albañil, de obrero, en el campo... de esto y lo otro. Me acuerdo que siendo yo muy chiquitito mis padres iban al campo a juntar maíz. En aquellos años se juntaba manualmente. Eran trabajadores. Lucharon por hacerse su casita. Vivíamos muy humildemente pero bien. 

¿Qué le gustaría destacar de lo que aprendió de sus padres? 

A nosotros nos enseñaron la honestidad. Tal así que yo recuerdo todavía, me quedó grabado (podría tener tres años de edad, era muy chiquito), teníamos unos parientes que vivían a dos cuadras de nosotros a quienes visitábamos seguido. Una vez me volví a casa con una pelota de goma que encontré allí. Nosotros no teníamos en casa. Al día siguiente empecé a jugar. Me preguntaron de donde la había sacado y yo le dije "de la tía", entonces me dijeron "andá y devolvé esa pelota". Así que fui y la tuve que devolver. Me dieron un ejemplo. 

¿Cuál es el barrio de su infancia? 

Donde viví hasta hace no mucho: Barrio La República. Aunque de chico estuvimos en el campo, y en la zona de Ituzaingo y Provincias Unidas. En frente de nuestra casa había una quinta "La Nelida", donde iban los pibes. Pero ahí vivimos no más de un año. En Barrio La República viví en frente de la cancha de Gath y Chaves (la tienda de San Martín y Córdoba alquilaba una cancha en Montevideo entre Paraná y Carriego; Pellegrini, todavía se encontraba cerrada al tránsito como avenida). Comencé a jugar en la división más chica de ese club, y a los 16 o 17 años ya jugaba en la primera de Gath y Chaves. Teníamos muy buen equipo. Era una cancha preciosa para jugar y participé de muchísimos torneos con otros clubes de barrio. 

¿Quién fue su primer maestro en el fútbol? 

En Rosario Central había un técnico que manejaba todas las divisiones inferiores. Venía a ser como un coordinador. Y yo lo tuve al paraguayo Gerardo Ríos, un gran jugador internacional paraguayo y que después jugó en Central. Después, la imagen de Alfredo Fogel. Yo lo veía jugar y era que se yo... a mi me mató siempre... amén de otros jugadores. Nosotros queríamos imitar como Alfredo Fogel jugaba en la cancha. 

¿Quién fue su primer maestro en la vida? 

Yo no me acuerdo de los nombres de las maestras que tuve.., pero de una de ella me acuerdo bien, Zara Nimo, era hija de una persona que trabajaba en el Registro Civil. Fue mi maestra de quinto o sexto grado en la Escuela 120, en Mendoza al cinco mil pico. 

¿Cuáles fueron sus ídolos deportivos en la niñez y juventud? 

A mi me impactaron muchos jugadores de la época cuando éramos chicos. Ya le digo, Alfredo Fogel. Me encantaba el "Torito" Aguirre; Rubén Bravo, Benjamín Santos... 

Gran goleador... 

Goleador y cómo le pegaba a la pelota, fuertísimo. Y después, por supuesto, grandes jugadores, como Arsenio Erico, (Paraguayo), Vicente de la Mata, Moreno, Pedemera, Mario Boye, Ricardo por ejemplo. 

El arquero Ricardo? 

El arquero, volaba de palo a palo. Dezorzi me parecía impasable, grandote, con un gran fisico. 

¿El fútbol fue para usted diversión o trabajo? 

Yo creo que el fútbol para mí siempre fue una diversión. De chico jugábamos al fútbol para divertirnos porque nos gustaba. Era una diversión jugar en los equipos de barrios. Poníamos los palos del arco y lo sacábamos porque si no nos lo robaban. Para nosotros era una gran satisfacción jugar todo el día. 

Después, sin darnos cuenta fuimos progresando, seguimos jugando y llegamos a hacer profesionales, casi sin damos cuenta. Y si no hubiera sido profesional hubiera seguido jugando hasta cuando pudiera porque me gustaba. 

¿Le tocó vivir como futbolista una situación insólita o sorprendente? 

Me tocó por ejemplo viajar, conocer otros países, como México, Canadá y Estados Unidos. Giras que hicimos con equipos mexicanos por Centroamérica, Nicaragua, Honduras, Costa Rica... Conocer todo esos países... y todo por el fútbol, porque si no no creo que los hubiera Gonocido. 
 

¿Qué recuerdos tiene de los estadios futbolísticos de la ciudad de su niñez? 

Comparándolo con los estadios actuales se ha progresado enormemente porque antes yo recuerdo que Rosario Central tenía una cancha donde jugaba la primera, entrenaba la primera, la reserva, divisiones inferiores, las locales, se jugaba y se entrenaba allí. La cancha no aguantaba. Estaba linda el primei mes. En verano estaba todo verde, no. Pero inmediatamente después quedaba pelada. Por eso hoy ya hay canchas auxiliares y distintos predios. 

¿Cuál fue su mayor emoción profesional? 

Cómo jugador cuando debuté en primera división y salí a la cancha con la camiseta de la primera. Ver en ese estadio, en esa cancha, jugaban los que yo iba a ver siempre, mis ídolos, los grandes jugadores y que yo me encontrara también dentro de eso, con la gente en las tribunas. 

Después por supuesto, algunos triunfos que se han logrado como técnico, ser campeón... Ver a la gente contenta, feliz... Porque el fútbol tiene eso: familias felices y contentas. Todas esas cositas siempre fueron impactantes para uno. 

¿Cuál fue su mayor emoción personal? 

El casamiento fue un hecho trascendental, luego el. casamiento de los hijos, de los nietos.., los yernos que llegan... son todas etapas muy lindas en la vida. 

¿Hay un gol que usted recuerde como memorable? 

Recuerdo un partido que estábamos jugando contra Independiente en cancha de Rosario Central. Creo que ese partido lo ganamos 3 a 2. Se originó un ful favorable a Central. Del medio de la cancha, un poquito más allá, era lejos, como a unos cuarenta metros del arco y tirado hacia las plateas de abajo, se acuerda, las que estaban sobre Cordiviola... Y el que pateaba fuerte y muy bien con nosotros era Federico Vairo. 

El era ful bak izquierdo... 

Sí. El era fool back izquierdo pero le pegaba con las dos piernas, más bien era derecho pero le pegaba con las dos. Viene a tirar ahí y en ese sector, el izquierdo de Independiente, jugaba Ernesto Grillo, un gran jugador que fue número 10 en la selección... Grillo le dijo: "Que vas a hacer, vas a patear al arco desde acá". Yo estaba al lado de Federico por eso recuerdo el diálogo. El le contestó: "Este te lo dedico a vos". Sacó un zapatazo y fue un golazo impresionante. 

Hablando de este tipo de anécdotas imborrables recuerda un partido en el que Central le ganó a Tigre 9 a 2, en un día de mucha lluvia. El arquero de Tigre era Rugilo. Fue un día de tanta lluvia que medio se suspendió el partido. Nos tuvimos que refugiar bajo un inmenso árbol donde estaba el buffet de la Cerveza Quilmes. Fue en ese partido que Humberto Rosa hizo un gol con la cola. 

¿Lo recuerda? 

Yo jugué ese partido. Vino el centro y el estaba a un metro de la línea. En vez de tocarla con la pierna puso la cola (se rie)... 

¿Alguna vez vio algo similar? 

No. De ese partido recuerdo que debutó como número 5 Duca. 

Recuerdo que también jugaron Rugílo, Cuchíaroní y Zin, de número 10. 

¿Humberto Rosa se radicó en Italia? 

Si está allá. Fue un jugador espectacular, bárbaro. Cuando paraba con el pecho la pelota parecía que se le pegaba. Cómo la pisaba. Y qué personalidad. En algún momento fue muy resistido porque era muy gambetero, y cuando las cosas no salían bien la perdía y la perdía. El siguió, y siguió pisándola hasta que se impuso, le salió y fue el gran maestro. Cuando nos reunimos con los muchachos de aquella época siempre lo recordamos con cariño. ¿Oscar Massei? 

Otro gran jugador de la misma época. También está radicado en Italia. Gran cabeceador, rápido y habilidoso. 

¿Un dirigente de Rosario Central que usted destaque? 

A Federico Flyn, fue prácticamente el primer presidente de Central cuando yo me incorporé al Club. Viajaba con nosotros en el micro, en el tren, y nos acompañaba en las giras. Para mí fue uno de los grandes directivos de Central. Dejó un estadio plantado y un club sin deudas. También tengo grandes recuerdos del escribano Víctor Vesco, especialmente de su primera etapa. 

¿Le tocó hacer el servicio militar? 

Sí, cuando era el Regimiento 11 de Infantería, hoy Batallón de Comunicaciones 121. 

¿Se casó muy joven? 

Tenía, a ver... 27 años. Linda edad. En aquellos años que uno salía todo los días, vio como es, más un jugador de fútbol... Casarse muy jovencito quizás hubiera significado perder cuatro o cinco años. 

¿Cuándo pudo tener su propia casa? 

Cuando regresé del extranjero, al poquito tiempo. Tuvimos en una casa que se la compré a mis padres, porque era de ellos. Pero no se si le pagué una cuota o dos y después no le pagué más... Le dije "viejo".... y el me dijo no hay problema... El sabía que si faltaba un mango siempre estaría con ellos. En la familia nos ayudamos mucho, entre los padres y mis hermanos. 

¿Su primer auto? 

Ya de grandecito. Primero yo no había manejado, salvo en México, un poquito. A la vuelta podía haberme comprado un auto pero como no era una costumbre para mí dije no.. no.. Me manejaba en taxi de allá para acá. Pero cuando me tocó ir a dirigir a Ledesma, la distancia era más grande y no tuve más remedio que comprarme un coche. 

¿Cuántos hijos tiene? 

Tres. 

¿Nietos? 

Ocho. Uno de mis yernos es Mur, hijo del Tato, es preparador fisico. De ese matrimonio nacieron Santiago, María Rosario, Francisco, y Valentín. Después de mis otras hijas: Benjamín, Estanislao, y María. Me falta uno que tiene el nombre de un tenista ruso famóso. 

¿Le interesó la política? 

No. A veces me quisieron incorporar como concejal o algo de eso. La pensé bastante y no. Yo sigo con lo mío que es esto. Posiblemente a lo mejor yo no tenga la capacidad de ser político. No la tengo. Pero también se que lo más importante es la buena voluntad. Lo que pasa que uno sólo no lo puede hacer, usted se debe a un partido. Un ejemplo: Por ahí puede pasar que se proponga aumentar el boleto diez centavos y para mi sea una barbaridad. Pero que pasa si el partido dice hay que levantar la mano y votar el aumento... ya no me gusta eso. 

¿Algún político o dirigente u hombre público que admire? 

En mi juventud me encantó Perón, al igual que a muchos de mi generación. Perón nos impacto porque nosotros éramos muy jóvenes, recién comenzábamos con cosas... Nos dio las vacaciones, licencias, algunos beneficios laborales. No significa que yo sea peronista. Yo he votado al hombre y no al partido y por eso he votado a distintos partidos. A lo mejor le erré casi en todas... (se ríe). 

¿Le tocó presenciar algún acontecimiento histórico para la ciudad, por ejemplo la visita de un personaje ilustre? 

A mi me impactó muchísimo cuando vino el Papa Juan Pablo II. Nosotros fuimos con mi señora y mis hijas al Monumento a la Bandera. Lo vimos pasar en el Papamóvil. 

¿Cuál es el lugar que más le gusta de Rosario? 

Rosario es todo lindo. Es una maravilla la costa, la apertura del río a la ciudad. Veo un progreso enorme. La veo distinta. Hay avenidas y calles siempre en construcción. Porque a lo mejor estuvo mucho tiempo estancada. Pero ahora es una ciudad de turismo. 

¿Cuáles virtudes usted más aprecia en las personas? 

Por sobre toda las cosas la honestidad. Una persona que no es honesta no sirve. Cada uno es como es pero ser honesto es fundamental. Lo peor que le puede ocurrir a una persona es ser deshonesto. Porque no vive tranquila con su propia conciencia. Hoy se escuchan cosas increíbles. 

¿Un jugador bajo sus órdenes que lo haya sorprendido por su técnica? 

Siempre hubo muchos jugadores. Voy a nombrar a uno solo para no olvidarme de varios. A través de él quiero recordar a otros. Me refiero a Omar Palma, un jugador espectacular. Una gran calidad, y en la cancha todo sacrificio. 

¿Alguno que lo haya sorprendido por su calidad humana? 

En la época que nosotros comenzamos no todos veían con buenos ojos al jugador de fútbol. Hoy sí, pero no fue siempre así. El jugador de futbol es como un ser humano cualquiera, con defectos y virtudes, pero generalmente el jugador de futbol es una buena persona, y aquellos que han tenido la suerte de triunfar tienen actos solidarios. A mí me han dado muchas satisfacciones. Como jugador un• es' un compañero pero como director técnico hay muchos intereses y por ahí usted tiene que reemplazar a uno o dejar sin jugar a otro, puede haber problemas pero soi los menos. El deportista es ni hombre sano.

¿Cómo definiría a la ciudad d Rosario? 

Es una ciudad pujante. Yo creo que está en una etapa de progreso. Cada vez está más preciosa y más linda Una ciudad muy linda para vivir. 

¿Cómo se definiría usted a s mismo? 

Es dificil no. Yo me defino como una persona sencilla, humilde. Mi vida siempre fue así. Me crié en un familia humilde, en un medio humilde, con amigos así. Mis amigo: de la infancia son los amigos d ahora. En la vida uno es así, es honesto, y sin que uno lo quiera hace uno es honesto porque nuestro: padres nos han educado de es manera. Seguimos siéndolo Nuestros hijos son de la mism manera. No existe la deshonestidad Soy amigo de los amigos e igual que todos en virtudes y defectos. Sigo siendo un apasionado del fútbol. Me gusta de alma. Gozo viendo ni partido de fútbol cuando se juega bien y soy muy feliz cuando se juega bien y la gente está toda contenta. Una felicidad mía es esa, la felicidad de h gente. Uno quisiera ver a todo e mundo alegre pero no se puede. Por eso a veces sufro cuando veo esos chiquitos por la calle, en la noche pidiendo una monedita en la esquinas. Desamparados. Esos son problemas de los gobernantes Tienen que buscarle una solución todo eso. Yo que he viajado por el norte he visto tanta pobreza y usted va a Buenos Aires y es otro mundo La República Argentina es Bueno Aires, ¿pero los demás?... Hay muchas provincias que nada que ver... Es difícil, yo no se como se puede hacer... Ver esa gente, esa criaturas.., y yo cuando veo eso sufro Yo me pongo en el pellejo de ellos) digo "qué triste". Estos chicos no conocen otra cosa no conocen nada.. Algún día se va a arreglar todo eso Nosotros tenemos un país, por lo que veo y lo que leo, rico. A diez minutos de aquí uno ya ve los campos sembrados. No puede ser que s mueran chicos de hambre. Algo habría que hacer. Por lo menos darle de comer, darles estudio, enseñarles los chicos encarrilarse en la vid como corresponde. Así como están s encarrilan hacia la delincuencia. 

Algunos datos en la vida de don Angel 

Según le dijeron sus padres (Antonio Zof y María Boemo, inmigrantes italianos) nació el 8 de julio de 1928 en barrio Talleres o en Refinería pero luego se mudaron a Carriego y Zeballos; luego vivieron unos años en el campo; más tarde cerca de la Quinta Luciani y a partir de sus seis años de edad la familia se afincó definitivamente en Montevideo y pasaje Jorge Newbery. Debutó en primera el 12 de octubre de 1950 y se quedó en Rosario Central hasta que en 1956, fue transferido a Huracán. Fue director técnico de Newell's OId Boy's. A comienzos de la década del 70 su figura, como director técnico, alcanzó a cobrar mayor dimensión en el fútbol argentino. Fue el artífice del equipo de 1979 bautizado como Ia Sinfónica" y que logró el Nacional de 1980. El 21 de abril de 2005, en un acto que se desarrolló en el Concejo Municipal y ante gran cantidad de público y simpatizantes canallas, el legendario técnico de Rosario fue declarado ciudadano ilustre de Rosario. 


Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario su Historia. Fascículo Nº 37 de Diciembre de 2005.- 

jueves, 24 de septiembre de 2020

Rosario Central vs. Newell's

 





Por Guillermo Ferretti

Colaborador: Daniel Kowalczyz





Llegar a la primera era el sueño de todos. Pero, el que era hincha de un club, quería hacerlo en ese equipo. El que era de Central, soñaba con llegar a la primera de Central. Pero si lo venían a buscar de Newell's, no había tantos problemas como se hacen ahora. Creo que nadie se hubiera negado si lo venían a buscar del otro equipo del que era hincha. Antes no había tanta rivalidad entre Central y Newell's. El lío entre los hinchas se resolvía en un par de trompadas. Inclusive, algunos profesionales de Newell's pasaron a Central y viceversa. Ahora, la rivalidad crece cada vez más. 

A mí me tocó empezar a dirigir en Newell's, y más tarde en Central. Cuando dirigí en Newell's, la mayoría me aceptaba, pero otros no tanto. Mantuvimos siempre un respeto mutuo. Pero uno no puede tener todo a su favor, en ningún equipo. Todos sabían que yo era de Central. Por ejemplo: la mayoiía de los hinchas de Central me aprecian y me respetan. Pero siempre hay gente que no está conmigo. Esto es así en todas partes. Como se dice: en la democracia, cada uno piensa a su manera. No existe la obligación de que la vean todos igual. 

Cuando estuve en Newell's tuve algunos problemitas. En los partidos en los que no salían bien las cosas, había gente que me hostigaba. Cancillón, canaulón me gritaban. Está ganando tu equipo, canaulón, me decían. Y uno estaba luchando a muerte por Newell's, porque uno es un profesional, por sobre todas las cosas. Estando en Newell's me tocaron algunos clásicos. Ganamos y perdimos. Me tocó ganar en cancha de Central, en un partido en el que hubo muchísimos problemas. Ganamos uno a cero, con un gol del brasileño Joao Cardozo cuando faltaban cinco minutos para el final. Fue en un córner. El arquero de Central era el Gato Andrada. El nuestro (mire: le digo nuestro), era Gironacci. Me acuerdo que le tiraban de todo desde la tribuna, y el partido se paraba a cada rato. 

Newell's fue el primer equipo profesional de la Argentina que me dio una oportunidad muy grande. Por eso soy un agradecido. Porque, para ellos, fue una decisión difícil la de darme esa posibilidad a mí: yo había jugado en Central. No sé por qué lo hicieron, pero siempre estaré agradecido. En ese momento, luché a muerte por Newell's. Quería que ganáramos todos los partidos. Es lo que corresponde. 

Algo parecido le sucedió a Victorio Spínetto. Más hincha de Vélez que él no hubo jamás. Sin embargo, en los equipos que dirigía jugando contra Vélez ganó casi siempre. Luchaba a muerte para ganar esos partidos. Era un acto de honestidad. Si quiero ganarle a aquel equipo, por qué no voy a querer ganarle a éste. ¿Porque soy hincha? No, eso no se vive así. Esa actitud sirve para no dejar dudas. 

Cuando me tocó irme de Newell's, fue por un problema que tuve con el Presidente. Me llamó para hablar con él y discutimos por un jugador. Él realizó unas declaraciones a la prensa, en las que manifestó que, si hubiera jugado ese futbolista, el partido no se perdía. El muchacho jugaba bien; pero cada uno tiene su idea del fútbol, y en ese momento yo consideraba que había otros que estaban en mejores condiciones para ser titulares. Por supuesto que a mí no me gustaron las declaraciones del Presidente. Entonces, me fui al club; me reuní con él y con la Comisión de Fútbol y presenté la renuncia. Ellos no querían aceptarla pero les expliqué que lo que había pasado me había molestado mucho. Les dije que, silo hubiéramos discutido entre nosotros, sin que nada saliera a la luz, la cosa hubiera sido diferente. Pero esa acusación me impedía, por una cuestión ética, seguir siendo el técnico. Y me fui diciéndoles: el tiempo será testigo de cjuie'n tenía razón, respecto del jugador en cuestión. 

El veedor mío en Buenos Aires era Ubaldo Fama, un gran jugador que había pasado por Newell's, San Lorenzo y la Selección Argentina. Al cargo para reemplazarme se lo ofrecieron a él, y por eso vino a visitarme a casa, dos o tres veces. Me preguntaba cosas acerca del equipo, y yo colaboraba en todo lo que podía. Pero cuando tocábamos el tema de este jugador, yo le explicaba que esa era una cuestión que debía resolver él. Si a vos te gusta, ponelo, le decía siempre. Entonces, decidió ubícarlo como titular. A los tres o cuatro partidos, lo tuvo que sacar porque no anduvo; inclusive, la gente se le volcó en contra. Era delantero, pero el nombre no se lo voy a decir, porque no quiero que salga. Además, yo no tenía nada contra este chico... Bueno, está bien: se llamaba Justich, pero por favor, no lo publique. Tiempo más tarde, cuando estaba dirigiendo en Los Andes, este muchacho vino a yerme, para saber si tenía posibilidad de jugar en el club. Yo le manifesté que no, y que él ya sabía lo que yo pensaba; pero le dije que lo iba a ayudar en lo que pudiera. Entonces, lo recomendé para que pasara a River, en donde estaba Gironacci, a quien yo conocía por haberlo tenido como arquero en Newell's. El muchacho fue a probarse a River, pero tampoco quedó. Jugaba bien, pero era un poco lento; de todos modos, terminó firmando en un equipo del ascenso. 

Pasó el tiempo, y vino a yerme el tesorero de Newell's, (el contador Bequi), para invitarme a una cena en el Rich con el escribano Lucente. Fui a cenar, y Lucente me dijo que estaba arrepentido de lo que había expresado en aquella oportunidad, y que yo había tenido razón respecto a este jugador. 


Fuente: Extraído del Libro “Angel Canalla”. Autobiografía de Don Angel Zof”. Homo Sapiens. Año 2013










miércoles, 23 de septiembre de 2020

El DT profesional




Por Guillermo Ferretti 

Colaborador: Daniel Kowalczyz 




Mire cómo se van enganchando las cosas: en aquellos tiempos, el presidente de Newell's era el escribano Lucente, que había sido corredor de autos. Un tipo macanudo, al que creo que le decían Rico Tipo. Él era de Arroyo Seco, y en el equipo de Arroyo estaba el colorado Di Leonardo, un número io que jugaba bien. El escribano Lucente le preguntó al colorado qué referencias tenía sobre mí, y él le dio las mejores. Entonces se interesó, y habló con los integrantes de la Comisión Directiva. En ese momento, el técnico de Newell's era el Oso Gerónímo Díaz. Él había tenido un problema, no sé si con el Presidente, o con un integrante de la Comisión. Iban cuatro fechas del campeonato del año 65 cuando el Oso presentó la renuncia. Entonces, estaban buscándole un reemplazante. Hablaron con dos candidatos: uno era yo, y el otro Miralles. Miralles había sido jugador de Newell's, y estaba dirigiendo las divisiones inferiores. 

Los directivos de Newell's se comunicaron con un amigo que vivía a 4 cuadras de mi casa. Claro, él tenía teléfono y yo no. Este amigo vino a la noche, a avisarme que me esperaban al día siguiente, a las 8, en la Secretaría del club para charlar conmigo. Concurrí a la reunión y allí me manifestaron el interés de que dirigiera la primera; pero me aclararon que el otro candidato era Míralles. De uno de ustedes dos saldrá el nombre del técnico, me dijeron. Esta misma noche lo vamos a resolver, agregaron. 

Yo me volví a mí casa, convencido de que el cargo iba a ser para Miralles. Él estaba en las inferiores, había jugado en Newell's. Yo venía de Central, tenía todas las de perder. A la mañana siguiente, me levanté bien temprano, como cada día, para viajar hasta Pérez. Cuando salí de casa, me compré el diario La Capital, como lo hacía siempre. Pero, esta vez,la expectativa era diferente: leyendo la parte de Deportes, me iba a enterar de quién iba a ser el técnico de Newell's. 

En Pérez entraba a las seis; por eso me tomaba el tren a eso de las cinco y medía de la mañana. Con el diario en la mano, me subí al tren, pero en los vagones no había luz. Era imposible leer una línea en esa oscuridad. Cuando me bajé en Pérez, me paré debajo de un foquito que estaba cerca de la entrada de los galpones, y empecé a buscar la noticia. No me olvido, en un cuadradíto decía: «Ángel Tulio Zof, Director Técnico de Newell's Oid Boys». Cerré el diario, y entré al trabajo. Como de costumbre, me calcé el mameluco lleno de grasa, y me fui para la 'tachada'. Creo que estaba bastante fresco. Me puse a trabajar con unas bielas, y por allí se me acerca uno de mis compañeros y me pregunta, Decime, ¿vos sos el técnico de Newell's? Sí, le contesté. Y el tipo se me quedó mirando. Al rato se acercó toda una banda de gente. A éste a los dos partidos lo van a rajar, sabes adónde, decía la mayoría de mis compañeros (risas). Y claro, no lo podían creer. Cómo iba a ser que un laburante igual que ellos, todo engrasado, fuera el técnico de Newell's. Era imposible. Claro: ¿qué sabían de mi historia en el fútbol? Nada. Sí conocían sobre mi paso como jugador en Central, y alguno que otro había leído algo de que venía dirigiendo a Independiente de Bigand, pero nada más. 

Lo primero que hice fue solicitar mi traslado a los talleres del ferrocarril de Rosario, y una licencia de seis meses. Creo que en Pérez estuve sólo una semana. Después me trasladaron y me dieron la licencia. Fíjese cómo es la historia: quien me daba el permiso para la licencia era el padre de un jugador que dirigí tiempo más tarde en Central, un' tal Zavagno. Él era el que manejaba todos los asuntos concernientes al personal del ferrocarril. Inclusive, cuando se me vencieron los primeros seis meses, accedió a mi pedido de prórroga por otros seis, que ya era bastante problemático. Cuando terminó ese lapso, intenté conseguir otros seis meses, pero esta vez Zavagno me lo negó. Usted tiene que decidirse, me dijo, o se dedica alfútbol o continúa en el ferrocarril. Entonces, me jugué por el fútbol, y renuncié a mi trabajo de ferroviario. 

Así comenzó mi historia como técnico en el fútbol profesional. No puedo negar que tuve un golpe de suerte, especialmente por cómo se fueron enganchando los hechos. A veces, un jugador cualquiera se retira, y pasa a trabajar como técnico en las divisiones inferiores. Digamos que, de alguna manera, hace la carrera de técnico sabiendo que alguna vez tendrá posibilidades de llegar a la primera. Pero lo mío se dio de otra manera; fue muy diferente. Inclusive, cuando estuve en Newell's, todavía no hacía falta estar recibido de técnico para dirigir. Cualquiera podía ser técnico, ya que no había que tener ningún título. Un poco más tarde apareció esa reglamentación, justo cuando yo estaba a cargo de Newell's. Entonces, tuve que hacer un arreglo con los que manejaban la escuela. Me acuerdo que estaba entre los directores 'Pechíto' De la Torre, y, como oyente, asistía D'Amico. Acordé con los profesores para ir a dos de las cuatro clases que se dictaban cada lunes del mes. Cuando jugábamos los domingos en Buenos Aíres, yo me quedaba para asistir a la clase del día siguiente. Cuando llegó la hora de entregar los títulos, a fin de año, a mí no me lo dieron, porque el interventor dijo que el que no tenía cierto porcentaje de asistencia no podía recibir el diploma. Se olvidaron del acuerdo que habíamos hecho, y me dejaron sin diploma. Si me hubieran aclarado lo que pretendían, hubiera hecho un poco más de esfuerzo para cumplir con la asistencia necesaria. Pero, en definitiva, me quedé sin el título. De todos modos, yo seguía trabajando. 


Fuente: Extraído del Libro “Angel Canalla”. Autobiografía de Don Angel Zof”. Homo Sapiens. Año 2013

 

martes, 22 de septiembre de 2020

Reseña cronológica de los clubes dirigidos

 




Por Guillermo Ferretti 

Colaborador: Daniel Kowalczyz 



Don Ángel Zof actuó por primera vez como director técnico de primera división de AFA el 13 de junio de 1965, al frente de Newell's, en un empate con Platense (1 a 1) en el Parque Independencia. Y la última vez que lo hizo fue el i° de marzo de 2006, dirigiendo a Central en otra igualdad, pero frente a Argentinos Juniors (1 a 1), en el Gigante de Arroyito. En primera división, Zof dirigió 909 partidos: 607 a Rosario Central, 97 a Newell's, 72 a Los Andes, 49 a Atlético Ledesma de Jujuy, 4 a Platense, 28 a Atlanta, y 22 a San Martín de Tucumán. Esta vasta experiencia reconoce una compleja trayectoria, que es conveniente describir cronológicamente, para interpretar mejor los interesantes reportajes alusivos que se reproducen más adelante. Revisémosla: 

Newell's - Primera etapa (1965-67). Desde 1965 hasta fines de 1967, Zof reemplazó al Oso Gerónimo Díaz, quien renunció luego de haber ganado un clásico. Luego de algunas diferencias que tuvo con el presidente del club, dejó el cargo. 

Los Andes - Primera etapa (1968). Un año después, fue contratado por Los Andes, reemplazando al brasileño Alejandro Galán, más conocido como Jim Lopes. 

Newell's - Segunda etapa (1969). Durante el primer semestre de 1969, Zof tuvo otro paso por Newell's, pero este no fue fructífero, y ese mismo año renunció. 

Los Andes - Segunda etapa (1969-70). El 0 de junio de 1969, quince días después de haber dejado Newell's, Zof dirigió nuevamente a Los Andes, consagrándolo campeón del Torneo Reclasificatorio de ese año ante Newelis, y acompañándolo hasta mediados del Metropolitano del año siguiente. 

Rosario Central - Primera etapa (1970-71). El debut de Zof como DT de Central se produjo luego de la renuncia de Enrique Omar Sívori, en junio de 1970, ganándole 2-1 a Huracán por el Metropolitano, en Rosario. De 42 partidos, ganó 19, empató 13 y perdió io; y logró, por primera vez para un equipo del interior, el Subcampeonato en el Nacional de 1970, y la clasificación a la Copa Libertadores. En mayo de 1971, tras empatar 2-2 con Vélez Sarsfield en Rosario, Zof le dejó su lugar Carlos Timoteo Gríguol. 

Atlanta (1971). Antes de finalizar el Metropolitano de 1971, Don Ángel sustituyó a Victorio Spinetto en Atlanta, equipo al cual salvó del descenso y lo colocó cuarto en el Nacional del mismo año, perdiendo la clasificación para las semifinales contra Central. 

Rosario Central - Segunda etapa (1972-73). En su segunda etapa en Central, Zof reemplazó a Ángel Amadeo Labruna luego de que éste ganara el Campeonato Nacional de 1971, en junio de 1972, inaugurando su actuación empatando 1-1 con Racing en Rosario, jugando en total 39 encuentros, de los que ganó 17, empató u y perdió otros u, y culminándola perdiendo 5-0 contra el Huracán de Menotti en Rosario, en mayo de 1973. 

Atlético Ledesma de Jujuy (1976-78). Zof clasificó a este equipo 3 veces, de las 5 que disputó, en los Torneos regionales del Nacional, con triunfos importantes sobre el Independiente de Pastoriza, el Argentinos Juniors de Maradona; y el Newell's de Yudica. 

Rosario Central - Tercera etapa (1979). En el tercer regreso a su «segunda casa», Zof sustituyó a Griguol, inaugurando la actuación de lo que iba a ser «La Sinfónica de Don Ángel», goleando 6-0 a Chacarita en Arroyito, y cerrándola en diciembre de 1979, cuando, como local, Central fue eliminado por River de las Semifinales del Nacional. En esta etapa dirigió 37 partidos, de los cuales ganó 18, empató 11 y perdió sólo 8, y fue reemplazado por Roberto Marcos Saporiti. 

Rosario Central - Cuarta etapa (1980-82). Reemplazando a su propio sucesor, Saporiti, Zof comenzó empatando 0-0 con Quilmes en Rosario por el Metropolitano en junio de 1980. Luego, conquístó el primer título Canalla: el Nacional de ese año, frente al Racing de Córdoba de Alfio Basile, jugando en total 134 partidos, de los cuales ganó 50, empató 45, y perdió 39, para ser reemplazado interinamente en enero de 1983, tras perder 3-1 contra Talleres en Córdoba, por José Aurelio Pascuttini y Ricardo Palma; y luego, definitivamente, por Vicente Cayetano Rodríguez. 

Platense (1983). En Platense, Zof sustituyó al técnico interino Luis María Atela durante el Nacional de 1983, ganando sus primeros 6 encuentros como local, pero siendo luego eliminado por Temperley. En el Metropolitano de ese año, su Platense venció a Boca luego de 12 años, y también al Ferro de Griguol. 

Atlético Ledesma de Jujuy - Segunda etapa (1984). Zof clasificó a este equipo para el Nacional de 1984, pero no pudo superar la primera fase. 

Rosario Central - Quinta etapa (1986-90). Reemplazando a Jorge Pedro Marchetta luego de ganar el ascenso a Primera División en 1985, Zof inició el Campeonato 86/87 empatando 1-1 con San Lorenzo en Buenos Aires, y finalizándolo como Campeón, concretando un hecho único en la historia del fútbol argentino: obtener sucesivamente los campeonatos del Ascenso y de la Primera División. Esta larga etapa comprendió 173 encuentros, de los que ganó 63, empató 67, y perdió 41, además de los dos disputados contra Newell's, que la AFA les dio por perdidos a ambos equipos; y culminó en diciembre de 1990, cuando Central cerró el Apertura perdiendo 1-0 con Ferro en Arroyito. En esa oportunidad, Zof fue reemplazado por Carlos Daniel Aimar. 

Rosario Central - Sexta etapa (1991). Zof sucedió de nuevo a quien antes lo reemplazara, esta vez a Carlos Aimar, en abril de 1991. En el primer partido, Central derrotó 2-1 a San Lorenzo en Rosario por el Clausura 90/91. En este ciclo dirigió 30 partidos, de los que ganó 8, empató 14, y perdió 8, siendo reemplazado por Eduardo Solari luego de perder 3-1 con Deportivo Mandiyú, en diciembre de 1991. 

San Martín de Tucumán (1992-93). Zof dirigió a este equipo recién ascendido al Apertura 1992, COfl buenos resultados de visitante frente a los «grandes»: empató con River y San Lorenzo, le ganó a Racing, y sólo perdió con Independiente. Además, su equipo protagonizó el histórico empate con el cual Boca salió Campeón del Metropolitano de 1981, después de II años sin logar el título. En el Clausura San Martín arrancó con 3 derrotas consecutivas, y Zof tuvo que dejar su cargo. 

Rosario Central - Séptima etapa (1995-97). En esta nueva oportunidad, Zof reemplazó a Marchetta, perdiendo como visitante 1-0 su primer encuentro con Vélez por el Apertura 95/96. El 19 de diciembre de 1995, se consagró campeón de la Copa Conmebol, en una histórica final frente a Atlético Mineiro de Brasil, y obtuvo el primer título sudamericano para un equipo del interior del país. Esta etapa comprendió 69 partidos, de los que ganó 24, empató 25, y perdió 20. Se despidió derrotando 2-0 a Banfield en Arroyíto, en junio de 1997, por el Torneo Clausura. 

Rosario Central - Octava etapa (2004-05). Ya retirado del fútbol profesional, y trabajando en las divisiones inferiores como Director General del Fútbol de Rosario Central, Zof tuvo que volver a hacerse cargo del equipo. En agosto de 2004, asumió junto con Ariel Cuffaro Russo, reemplazando al uruguayo Víctor Pua, cosechando 30 puntos en el Apertura 2004, y 31 en el Clausura 2005. Esto permitió que el equipo logre la clasificación para disputar la Copa Sudamericana 2005 y la Copa Libertadores 2006. 

Rosario Central - Novena etapa (2006). Ariel Cuffaro Russo se había hecho cargo del equipo durante el Apertura 2005; pero, luego de eliminar a Newell's de la Sudamericana, Central no hizo pie en el torneo local, y el técnico tuvo que renunciar en la 15a fecha. Zof dirigió en las últimas 4 fechas del Apertura 2005, en las 2 primeras de la Libertadores 2006, y en las 7 primeras del Clausura 2006. Por fin, una noche, tras empatar 1-1 con Argentinos Juniors en Arroyito, Zof decidió dar un paso definitivo al costado. 

Tras esta sucinta descripción, disfrutemos las remembranzas de Don Ángel, a través de reportajes referidos a todas estas actuaciones suyas como entrenador. 


Fuente: Extraído del Libro “Angel Canalla”. Autobiografía de Don Angel Zof”. Homo Sapiens. Año 2013

lunes, 21 de septiembre de 2020

Nace el técnico - «Don Ángel

 


Por Guillermo Ferretti 

Colaborador: Daniel Kowalczyz 



Sin saberlo, a lo largo de su compleja trayectoria por equipos nacionales y extranjeros, Ángel Zof fue desarrollando en forma integral su capacitación personal para el ejercicio de la dirección técnica de un equipo de fútbol. 

Desde el Barrio La República, en el Oeste de la ciudad de Rosario, a Newark, estado de New Jersey. Desde el club Gath & Chaves, al New York Hacoaj... Desde su ingreso a Rosario Central, fueron 20 años de jugar al fútbol, de vívírlo intensamente. Y de aprender. Cada técnico deja algo, Alfredo Fogel, en Central; Pedernera, en Huracán, que recomendaba no pegarle a Grillo en un partido contra Independiente, porque sí se enoja nos llena la canasta. También las charlas de táctica y estrategia con el uruguayo Carlos Miloc, compañero en el Morelia de México. 

Cada experiencia suma. Para el que jugó tanto, no es tan difícil ubicarse, ya oficiando de técnico, en el papel del futbolista. Se sabe lo que necesita, se conocen las mañas. 

- Casi sin darse cuenta, Ángel Zof empieza a transformarse en Don Angel. Y ya lleva la marca indeleble del juego honesto, del respeto al rival y al espectador, del buen trato de la pelota, de la estética futbolera, y de la ambición por ganar. Todo esto sin perder de vista que el fútbol es un juego, y que, por más profesionalizado que esté, se sostiene, como todo juego, en el propio placer de practicarlo. 

«Cuando nos volvimos a Rosario, yo tenía 36 años. Nos volvimos sin nada, pero confiábamos en que algo íbamos a hacer. 

Apenas llegué, pedí la reincorporación al ferrocarril. Yo tenía un par de amigos que tenían taxi y me tentaron para comprar uno míentras esperaba que se resolviera el tema del ferrocarril. Entonces me compré un Mercedes y empecé a trabajar de taxista. El coche estaba muy malo. Pasaba más tiempo dentro del taller que en la calle. Al poco tiempo, me surgió la posibilidad de reincorporarme al ferrocarril. Y aunque el taxi no me gustaba, lo seguía trabajando. Un amigo de mi infancia, que había jugado en Central Córdoba cuando estuvo en primera división, jugaba entonces en Independiente de Bigand. Como él viajaba junto a otros muchachos para los partidos, me pidió que los llevara yo con el taxi. Para mí estaba bueno: me ganaba un viaje con el taxi, estaba con los muchachos, y veía fútbol. Fíjese como son las cosas del destino: este fue el paso, o la llave, que me abrió las puertas a mí carrera como técnico de fútbol. 

Al tercer o cuarto partido que los llevaba con el taxi, me vino a hablar el presidente del club de Bigand, un tal Novelli. Entonces me hicieron una oferta para que dirigiera el equipo. Nunca habíamos hablado de nada, ni siquiera sí yo estaba en condiciones de dirigir; pero, aparentemente, los muchachos que viajaban conmigo le habían dicho algo, y los directivos me arrimaron la proposición. Sí bien yo había jugado durante varios años, como técnico sólo tenía la breve experiencia de Canadá. Por eso, en un principio, no quería saber nada con esa posibilidad. En ese momento, el técnico era un tal Pocito, que además jugaba. Finalmente acepté, pero con la condición de que sólo fuera por un mes, a prueba, y sin que les cobrara nada. Además, les solicité a los directivos que hicieran un esfuerzo para que pudiéramos juntarnos para practicar, al menos una vez a la semana, con todos los jugadores, inclusive los que sólo iban a los partidos. Les dije: Ustedes les pagan el viaje a esos muchachos y hacemos una práctica semanal todos juntos. Ellos aceptaron las condiciones, y empezamos el mes de prueba. El día que me ofertaron la dirección técnica del equípo, habían perdido 4 a o jugando en su cancha contra el que iba último en la tabla. ¡Mire qué panorama! El equipo iba tercero, pero las cosas no andaban muy bien. 

Los junté a todos, empezamos a jugar, y ganamos varios partidos. Después empatamos algún otro, pero finalmente salimos campeones. 

Toda la gente me trataba muy bien. Pero ese título no me abrió ninguna puerta. Lo que realmente me proyectó al fútbol grande fue que obtuviéramos la Copa de Oro. Ese era un torneo que organizaba el Círculo de Periodistas Deportivos de Rosario, del cual participaban todos los ganadores de las distintas ligas de la provincia de Santa Fe. Se jugaba por el sistema de eliminación, con partidos de ida y vuelta. 

Fuimos pasando etapas, y la información de lo que sucedía en la Copa era seguida por los distintos medios. Salía en el diario: «Independiente de Bigand le ganó a tal, Independiente derrotó a este otro, Independiente de Bigand a la final trente a Unión de Santa Fe». Unión estaba jugando el ascenso a primera, y tenía un muy buen equipo. El primer partido fue nocturno. Lo jugamos en Bigand, y terminó 4 a 4. La revancha era un sábado a la noche, en cancha de Unión. Por la tarde, ellos tenían que jugar por el torneo de la B en condición de visitante, y por eso no pudieron poner lo mejor que tenían en la cancha. De todos modos, formaron con el equipo que había ganado la liga, más algunos refuerzos de la primera. Aquella noche hicimos un gran partido: ganamos 3 a 1, y fuimos campeones de la Copa de Oro. 

En Bigand hicieron una fiesta impresionante, a la que concurrió hasta el mismo Intendente de Rosario. Por eso, siempre digo que si no hubiera sido por el taxi, tal vez nunca habría llegado a ser técnico de fútbol... A lo mejor, me quedaba trabajando hasta jubilarme en el ferrocarril. Creo que tuve mucha suerte en el inicio de mi carrera como técnico. Si no hubiera tenido un taxi, y no hubiera llevado a los jugadores a Bigand, tal vez nunca se me hubiera presentado la posibilidad de dirigir un equipo. 




«En alguna oportunidad, me han criticado porque yo no le dedicaba tiempo a la parte táctica. 

Sin embargo, yo lo hacía, pero a mi manera. 

En cada práctica trabajaba en lo táctico, sin la necesidad de estar parando el entrenamiento. Lo más importante es encontrar el jugador para determinada función. Uno entonces habla con el grupo, antes de cada partido de práctica, y les explica a los jugadores lo que pretende. Después, ellos lo aplican en el partido.» 




A todo esto, yo ya me había reincorporado al ferrocarril, y me habían dado un puesto en Pérez. A veces, entraba a trabajar sin dormir, porque terminábamos muy tarde con el entrenamiento en Bígand. Entraba a las seis de la mañana, y a veces volvía en micro desde Bigand a las cuatro y media. Era un pequeño esfuerzo que había que hacer. En ciertas ocasiones, a las once o las doce de la noche, en invierno, estábamos cenando en la ruta. Imagínese el sacrificio que hacíamos. 




Fuente: Extraído del Libro “Angel Canalla”. Autobiografía de Don Angel Zof”. Homo Sapiens. Año 2013

viernes, 18 de septiembre de 2020

ANGEL TULIO ZOF DIRECTOR TECNICO( 1928-2015)






Por José M. Petunchi 




Es leyenda. Su imagen paternal, su carácter bonachón y su pasión por la pelota bien tratada lo vuelven emblema no sólo de Central, el club que ar sino del fútbol rosarIno 

Cuando con la sola mención del apelativo y el nombre es suficiente para identificar a alguien, cuando no necesita presen­tación, es porque esa persona dejó su marca. Su sello indeleble en la histo­ria. Al punto de que al hablar de él remite inexorablemente a Central. Parecen hechos el uno para el otro. Como si uno no hubiese podido sub­sistir sin el otro. Una identificación única. Uno de los pocos personajes que pueden inscribirse en este rubro es don Angel Tulio Zof, un icono vi­viente en la rica historia canalla. 



Para entender este sentido de perte­nencia mutuo, esta especie de sociedad indisoluble que conformaron, alcanzaría con decir que don Ángel fue artífice de tres de las cinco vueltas olímpicas que dieron los auriazules en sus 117 años de vida. Sin embargo el Coco, como le dicen sus amigos de siempre, es todo eso y mucho más para los auriazules. Porque no sólo fue el hace­dor de varios títulos, sino también el des­cubridor de muchas de las grandes figuras que el club entregó al mundo futbolero. 

"Será que siempre luché y sin darme cuenta conseguí algo", dice, casi a modo de justificación, a la hora de recibir elogios, quien fuese nom­brado como ciudadano ilustre de Rosario en abril de 2005 y en sep­tiembre de 2007 fuera distinguido como "Mayor Notable" por la Cámara de Dipu­tados de la Nación. 

Tan grande es la huella que deja que en una ciudad donde Central y Newell's son como el agua y el aceite, porque no se mezclan, tuvo la particularidad de estar sentado en las dos veredas. Justo él, que es uno de los mayores emblemas canallas, arrancó sus sueños como DT en el banco rojinegro, allá por 1965. 

Ese 13 de junio estuvo tallado por el inicio de un camino exitoso, en el que co­menzó a cosechar no sólo logros deportivos, sino también el reconocimiento unánime del ambiente y el respeto de todos. 

Sin embargo, lejos estuvo de que al­guien le recriminara esa situación. Muy por el contrario, fiel a su estilo bonachón y paternalista, ha sabido cosechar el s incondicional de los canallas y el respeto de los leprosos. Una medalla que puede exhibir en su curriculum con tanto o más orgullo que los éxitos deportivos. Un aspecto que cobra un significado superlativo en tiempos en que la razón y el ser común han perdido espacio ante la i cionalidad, la barbarie y la locura. 

"Soy un hombre simple, con virtudes y defectos como cualquiera. No voy a cambiar ahora. Haré la misma vida, voy a jugar al truco y comer asados con amigos. Seguiré siendo el Coco del barrio, el de siempre", se describe don Ángel 

Con más de 40 años como técnico, Zof es elevado a la categoría de maestro por aquellos que llevan más de medio siglo viendo fútbol y se refugian en el discurso de que todo tiempo pasado fue mejor. Es que Zof pertenece a esa raza de entrenadores que han desafiado al almanaque, que se permiten estar más allá de las tácticas y las estrategias, y que han superado los caprichos del momento. Un tipo que no necesita recurrir a cosas rebuscadas para prestigiar una profesión en ocasiones bastardeada. 

Dicen que a los hombres se los reconoce por sus logros. En su caso, al eterno Zof le gusta que lo reconozcan simplemente como don Ángel. 




Fuente: Extraído de la revista del diario “ La Capital” 140 aniversario. Año 2007