Escudo de la ciudad

Escudo de la ciudad
El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

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jueves, 31 de enero de 2019

Creación de la Asociación de Martilleros El 13 de marzo de 1941


A iniciativa de Juan Blas Cafferratta, Guillermo Ortiz de Guinea y Manuel Peduzzi, se congregó en los salones del Jockey Club un grupo de martilleros rosarinos efectos de constituir una entidad que los representara y defendiera en el profesional y que al mismo tiempo, programara un plan gremial y cultural. Luego corredores y a consignatarios. La primera comisión, estuvo presidida por Virgilio Sánchez Granel e integrada por Horacio Pascual, Ortiz de Guinea, Adrián Bunori, Alfredo Gueglio, José Genta, Oscar Casas, Martín de la Riestra y Alfredo Roullión Echesortu. Veinte años más tarde pudieron adquirir una sede propia en Entre Ríos 238.

Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia y Región”. Fascículo N.º 94. del año 2011

miércoles, 30 de enero de 2019

EL SALDO DE UN DESCENSO




Por Andrés Bossio


Apagados los ecos de la eu­foria desatada en la ciudad por la obtención del título, los asociados auriazules fueron convocados a elegir nuevas autoridades. Rodríguez Araya y algunos de quienes le acom­pañaron en su exitosa gestión de 1942 —cumpliendo la pa­labra empeñada— volvieron a sus respectivas ocupaciones dejando la conducción del club a quienes eligieran sus asocia, dos. El comido realizado el 31 de enero de 1943 elevó a la presidencia del club a otro ro-sarino notorio, el doctor José E. Celoria, a quien acompañó el ex secretario de la comisión anterior, don Erland N. Ross, quien se erigiría a través de los años en uno tíe los diri­gentes más activos y lúcidos con los que contó Rosario Cen­tral. 

Al concluir su mandato un par de años después esta co­misión presidida por el doctor Celoria y trazar un esbozo de la institución que encontra­ron al recibirse en sus cargos, no faltó la mención —como correspondía a su condición terriblemente defi­citaria aquella incursión cen­tralista en la "B" de 1941, tanto como lo es ésta de 1985. Porque Central —que es un grande— beneficia con el aporte mayoritario de su pú­blico a entidades que están más abajo, mucho más abajo, en arraigo popular. Por eso aquel retorno a la primera di­visión en 1943 no trajo apa­rejado grandes cambios en el plantel, por eso no hubo obras espectaculares y por eso de­bieron postergarse muchas as­piraciones. 

Pero Central siguió crecien­do. Creció en medio de tantas carencias y necesidades. Por­que creció en la medida del afecto de su gente a su divisa, aunque ese rubro —el más importante de todos— no pue­da figurar en los balances ni se contabilice en las frías es­tadísticas. Central volvió a co­dearse con los grandes. Y los campeones del torneo de la "B" —como veremos en nues­tra próxima entrega— siguie­ron hasta más de la mitad del campeonato con el envión ga­nador del año anterior. 
Fuente: Extraído de la Colección de Rosario Central. Autor: Andrés Bossio




viernes, 25 de enero de 2019

LA "BORRACHERA" DE VIDAL ANECDOTARIO



Por Andrés Bossio


Como se ha dicho en la crónica, la derrota que sufrió Argen­tinos Júniors en la 10a. fecha del certamen de 1942 abrió la posi­bilidad a que Central, ganándole a Unión al día siguiente, pudiera alcanzar la punta en el torneo de la "B". Aqusl domingo de ju­nio se presentó lluvioso y poco propicio para asistir a espectácu­los deportivos, no obstante lo cual varios miles de simpatizantes auriazules emprendieron el viaje hacia Santa Fe. Central ganó 5 a o y uno de los tantos lo había logrado, en el primer tiermpo su puntero izquierdo Ernesto Vidal. Junto con el gol el eficaz delantero centralista recibió un fuerte golpe que lo dejó inconsciente médico 
y presidente de Union— diagnosticó principio de conmoción cerebral sugiriendo que Vidal se quedara en el vestuario. Don Agustín Rodríguez Araya asintió y el equipo centralista salió con diez hombres a jugar en el segundo tiempo. Pero a los pocos minutos cuando Union más apretaba, apareció nuevamente Vidal en e¡ campo de juego. Anduvo de maravillas y consiguió dos tantos mas. Rodríguez Araya sonreía socarronamente, pensando que el diagnóstico del médico tatengue sólo estaba fundamentado en el deseo de restar un valor importante al club de nuestra ciudad Kero no fue asi. La conmoción cerebral existía, como se pudo comprobar después, aunque sin mayores consecuencias ulteriores Lo cierto es que Ernesto Vidal jamás supo cómo logró sus dos últimos goles, de los que se enteró por sus propios compañeros

Fuente: Extraído de la Colección de Rosario Central. Autor Andrés Bossio


viernes, 18 de enero de 2019

LA TRIUNFAL CAMPAÑA AURIAZUL




Por Andrés Bossio

Diecisiete equipos integra­ron la nómina de conjuntos que disputaron en 1942 el tor­neo de ascenso de la Asocia­ción del Fútbol Argentino. El número impar determinó que cada elenco tuviera una fecha libre de compromisos en cada rueda. A Rosario Central le to­có descansar justamente en la primera jornada por lo que re­cién debutó al cumplir los res­tantes elencos su segundo compromiso. Fecha a fecha, con el respectivo resultado y los goleadores centralistas, és­te es el detalle de la triunfa! campaña auriazul.

La impresionante campaña de Central le llevó a alzarse con el título en disputa tras 25 encuentros ganados, 3 em­patados y 4 perdidos. Y mar­có todo un récord en el fútbol profesional argentino al con­quistar en sus 32 partidos disputados nada menos que 118 goles a favor contra sólo 39 que sufrió su defensa. Co­mo punto de referencia toma­mos el más famoso, contun­dente y recordado quinteto (en esa época eran quintetos ofen­sivos) que señaló una marca inigualada en goles converti­dos en toda la historia de la primera división; al quinteto de Independiente, integrado en casi todos sus compromi­sos con Vilariño, de la Mata, Erico, Sastre y Zorrilla, que llegó a una marca de 115 go­les a favor contra 37 que su­frió su defensa en el campeo­nato de primera división de 1938, en 32 partidos oficiales. 

Como podrá advertir el lec­tor, en idéntica cantidad de encuentros disputados (aun­que en distintos certámenes), la delantera de Central (Vila­riño, De Cicco, Bravo, Aguirre y Vidal) de 1942, logró 3 go­les más que la famosa línea de ataque de Independiente. 

Es fácil deducir a través de! seguimiento atento de la cró­nica de este brillante año cen­tralista, que el máximo golea­dor fue Waldino Aguirre, quien conquistó 32 tantos; Rubén Bravo le siguió con 18 y, en­tre de hombres de bien— a quie­nes le habían antecedido en las difíciles circunstancias vi­vidas en 1942. Al hacer el ba­lance de las dificultades que debieron afrontar, dice la me­moria de aquel período que " .. .venía la institución de pa­sar por el trance más difícil de su historia, y si bien quie­nes la dirigieron en el año de la terrible prueba supieron poner al servicio de la gran causa de recuperación deportiva, valentía, dedicación y sa­crificio, uniéndose a ello el po­deroso factor del aliento y ca­riño de socios y simpatizantes, pudo la institución surgir mo­ral y deportivamente, no dejó empero de sufrir serias lesio­nes en su estructura económi­ca, capaces de socavar las ba­ses de su propia existencia". 

Es que —añadimos no­sotros casi medio siglo des­pués— fue desbordada; el baile, los besos, llantos y abra­zos siguieron por las calles ad­yacentes, en los cafés, en las veredas. Fue una noche larga, prolongada por un sentimien­to que clamaba orgulloso la ra­zón y el motivo de semejante desenfreno; el sentimiento por una casaca con una dilatada y brillante historia; esa noche, miles de anónimos rosarinos, estaban escribiendo una pági­na más para agregarle a aque­lla. Nadie pensó en el ham­bre, la sed o el sueño. Todos querían gozar ese momento inolvidable: CENTRAL ERA EL CAMPEON. ¡CENTRAL RETOR­NABA A LA [PRIMERA DIVI­SION! 

Quedaban todavía dos par­tidos por disputar pero.la co­sa estaba ya .terminada para todos. Estaba el campeón, Central y el condenado al des­censo, El Porvenir. Vendrían dos partidos últimos en uno de los cuales ef stguiente a su consagración— los jugado­res auriazules se tomaron re­vancha de la derrota infligida por Dock Sur, apabullando a su rival por 9 a 0; para terminar, con un equipo integrado por varios suplentes, ganansole a Temperley por 1 a 0, que cedió su condiión de local y se vino hasta Arroyito para asociarse a los festejos preparados para celebrar la despedida de la división B. 

La pesadilla había pasado Central estaba, otra vez en el lugar que le correspondía. 
Fuente: Extraído de la Colección de Rosario Central. Autor Andrés Bossio.


martes, 15 de enero de 2019

UN "ERROR" IMPERDONABLE-ANECDOTARIO



Por Andrés Bossio

La primera incursión de Central en la "B" dio pábulo a gran cantidad de anécdotas. Algunas creíbles, otras no tanto. Esta que aquí narramos nos fue arrimada hace años por alguien que dijo ser testigo presencial del hecho y está vinculada al famoso par­tido en el que Central, contra todos los pronósticos, perdió con Dock Sur por 4 a 3 en la cancha de San Lorenzo, como conse­cuencia del cual los futbolistas fueron multados por jugar "des­ganados". Al mediodía de ese sábado el club local agasajó a dirigentes y allegados de nuestra ciudad con un almuerzo, parece que habian "regadito". Al llegar al viejo estadio de Boedo el parti­do ya había empezado y el local, Dock Sur, estaba luciendo en la ocasión una camiseta similar a la de Central, que usó en la oportunidad otro atuendo deportivo. Coincidió la llegada de los dirigentes con la obtención de un gol por parte de Dock Sur. Y nos contó nuestro informante que más de un dirigente —tal vez por problemas visuales o por las consecuencias que dejó en ellos el suculento almuerzo— se abrazó alborozado con su vecino festejando el gol del equipo rival. Que usaba la camiseta de Central. Un error imperdonable que, a la hora de la sanción a los jugadores, éstos se encargaron de hacer circular profusamente en los corrillos de la popular entidad de Arroyito.

Fuente: Extraído de la colección Rosario Central. Autor Andrés Bossio


domingo, 13 de enero de 2019

IMPRESIONANTE RECORD DEL "TORITO"



Por Andrés Bossio

Al iniciarse la segunda rue­da sufrió el equipo una baja momentánea aunque de capi­tal importancia: la del "Torito" Aguirre, que debió descansar casi quince días al sufrir la fractura de una costilla. Vol­vió y siguió haciendo goles hasta clavar un récord impre­sionante: 14 goles en cinco partidos, iniciando la serie con uno ante Colegiales (4 a 1); 2 ante Unión (5 a 0); 4 ante Al­magro (6 a 3); 1 ante All Boys y seis, sí, 6 ante Dock Sur (9 a 0). Podrá advertirse que el impagable "Torito" logró esa hazaña tal vez única en tor­neos oficiales de esta impor­tancia: dos veces logró 6 tan­tos en un solo partido (en otro logró "apenas" 4), por lo que naturalmente resultó goleador absoluto tíe su equipo y del torneo. 

Otra particularidad que no debe dejar de notarse: el 9 a 0 de la segunda rueda ante Dock Sur sepultó para siem­pre algunos resquemores, du­das y fantasmas que queda­ron flotando tras la polémica caída por 4 a 3 en cancha de San Lorenzo. Y el primer par­tido que incluimos en la serie goleadora del notable ex juga­dor charrúa (ante Excursionis­tas, 4 a 1) marcó también en aquella temporada de 1942 el inicio de los encuentros oficia­les nocturnos, que ya por en­tonces y a esa altura del año provocaba una respuesta aún mayor que la habitualmente bien predispuesta reacción de la hinchada centralista a las presentaciones de su equipo. No menos de 15.000 perso­nas fueron esa noche del 31 de octubre a gozar de la go­leada auriazul, cuyo equipo se acercaba firmemente a la me­ta ambicionada.afe­rraba desesperadamente a él, pero Vidal primero y el "Tori­to" después se encargarían c'e darle digno colofón a una campaña excepcional, brillan­te. El final del encuentro lo tu­vo ganador a Central por 2 a 1 y, por ende, campeón, y de­sató una euforia desconocida en nuestra ciudad. Ni bien terminó el partido las calles comenzaron a llenarse de gen­te que reía, bailaba, se salu­daba alborozada y feliz. El es­fuerzo de todo un año había fructificado; las tensiones de tantos fines de semana esta­llaban hacia afuera de cada al­ma centralista, colmando de gozo y felicidad aquella memo­rable tardecita del 21 de no­viembre de 1942. Como en los grandes estallidos espon­táneos que tienen sus oríge­nes en una auténtica pasión popular, una consigna implí­cita llevó a una multitud de hombres, mujeres, ancianos y niños, a ocupar las vías de acceso a la estación Rosario Norte. Hacia allí convergieron rumorosos y contentos miles de hinchas de todas las con­diciones y de todos los luga­res. La larga espera a la lle­gada del tren que traía de re­torno a la cuidad al equipo victorioso fue matizado con impresionante fiesta popular en la que no hubo una sola nota discordante. Música, can. ticos y bailes poblaban un am­plísimo escenario cuyo punto neurálgico estaba en los an­denes mismos de la estación. Hasta que finalmente el largo silbato anunció el arribo in­mediato del tren de la victoria. 

Fuente: Extraído de la Colección Rosario Central. Autor: Andrés Bossio

sábado, 12 de enero de 2019

UN TRASPIE INESPERADO: MULTA A LOS JUGADORES



Por Andrés Bossio


Las sucesivas presentacio­nes centralistas hilvanaron una serie de victorias: 4 a 0 con Defensores de Belgrano; 3 a 2 con El Porvenir, 2 a 0 con Almagro y 4 a 1 con AlI Boys, matizadas ellas con una ines­perada derrota ante Colegiales (3 a 0), que había ocurrido en oportunidad de jugarse la 12* fecha. No obstante, lo curioso aconteció en oportunidad de disputarse la 16º fecha, cuan­do el sorteo le marcaba a Cen­tral la obligación de visitar al modesto equipo de Sportivo Dock Sur. Lo que se pensaba sería un triunfo sin mayores sobresaltos llevó quizás a los jugadores auriazules a subes­timar al adversario que sor­prendió a todos al derrotar al gallardo puntero por 4 a 3. La cosa no terminó ahí, puesto que la Comisión Directiva, dis­puesta a no tolerar ninguna clase de tropiezos (ni siquie­ra los que podían considerar­se lógicos dentro de la activi­dad deportiva), tomó una drás­tica como curiosa determina­ción al sancionar a todos los jugadores con una multa. La resolución —firmada por Agustín Rodríguez Araya co­mo presidente y Erland N. Ross como secretario— decía así: "No teniendo ninguna ex­plicación la actuación desga­nada y deficiente del conjun­to que disputa el torneo de as­censo, se resuelve: 1') Aplicar una multa de $ 100 m/n a to­dos los integrantes del equipo que enfrentó a Sportivo Dock Sur. 2') Esta sanción queda­rá sin efecto si el cuadro, en los próximos tres encuentros en que actuare como visitan­te, no retorna vencido a esta ciudad. 3') Queda absoluta­mente prohibido a los jugado­res por un término de 15 días solicitar autorización para en­trevistarse con los miembros do la Mesa Directiva". Como se podrá apreciar de la simple lectura de semejante disposi­ción, los directivos no anda­ban con vueltas y se confirma, de alguna manera, la metodo­logía que solía utilizar don Agustín Rodríguez Araya du­rante el breve'aunque trascen­dente período en que le tocó actuar como titular de la en­tidad. Su personalidad avasa­llante y su enorme pasión cen­tralista lo llevó, más de una vez, a no reparar demasiado en las formas cuando de de­fender los intereses auriazules se trataba; con todo, algunos de quienes estuvieron muy cerca suyo en aquella campa­ña de 1942 descalificaron to­talmente ante este cronista al­gunas absurdas versiones so­bre supuestas actitudes del ex político, parlamentario y diri­gente auriazul que partes in­teresadas se encargaron de hacer circular en su momen­to y que muy poco le favore­cían. Lo cierto es que aquel partido con Dock Sur no se podía perder y se perdió. Y que los dirigentes, con Rodrí­guez Araya a la cabeza, vieron extrañamente desganados a sus jugadores por lo que tes aplicaron la sanción mencio­nada aunque dándoles la po­sibilidad de que la misma que­dara sin efecto. No pudo ser porque dentro del período fija­do Central perdió en Buenos Aires con quien más luchaba —muchas veces deslealmen­te— por ascender: Vélez cero, siendo el último tras­pié centralista hasta la con­quista del título. El tercero en discordia, Quilmes, le sacó un punto al igualarlo 2 a 2 en la 24º jornada. Esos tres puntos, más uno que dejó al empatar en Arroyito con Excursionis­tas (0 a 0) en la apertura de la segunda rueda, fueron las cuatro unidades que los auri­azules dejaron "escapar" en la etapa de las revanchas. El resto fueron todas victorias, algunas por marcadores con­tundentes (7 a 3 a Sportivo Alsina; 6 a 1 a Argentinos Jú­niors; 5 a 0 a Unión y El Por­venir; 6 a 3 a Almagro y 9 a 0 a Dock Sur.

Ya vimos que Vélez fue un antagonista enconado de Cen-:-al en la marcha hacia el tí­tulo y hubo indicios y presun-: mes de que algunos allega­res a la entidad velezana es­taban dispuestos a no reparar en medios para conseguir el fin esencial: el ascenso a pri­mera división. Con todo, la so­lidez del equipo auriazul, el masivo apoyo de su hinchada y ía prolija atención que sus di­rigentes prestaban a todo mo­vimiento extraño alrededor del plantel, aventaron los fantas­mas tan corrientes en aquellas épocas y permitieron que al final, como siempre debiera ser, triunfara el fútbol. Argen­tinos Júniors, que había ini­ciado el torneo con bríos, ce­dió rápidamente en sus aspi­raciones y terminó ocupando uno de los últimos lugares en la tabla de posiciones. Quíl-mes tuvo algunos pasajes positivos que le permitieron al­ternar los primeros puestos, pero sin llegar a provocar tro­piezos o dificultades en la se­gura marcha centralista hacia el título. 

Conviene reiterar que fue­ron frecuentes en esa tempo­rada los comunicados de agra­decimiento que los dirigentes hacían públicos para la hin­chada centralista, movilizada y enfervorizada por los triun­fos de su equipo. Por una ra­serias y fundadas dudas. De todas maneras, se cuidaban los mínimos detalles para im­pedir que factores extradepor-tivos pudieran frenar la mar­cha hacia el título, convenci­dos todos de que futbolística mente era imposible parar a aquel equipo, cuya formación más habitual registró estos nombres: Ricardo, Perucca y De Zorzi; Casalini, Rivero y Fo-gel; Vilariño, De Cicco, Bravo, Aguirre y Vidal. 

Fuente: De la Colección de Rosario Centra. Autor: Andrés Bossio




jueves, 10 de enero de 2019

EL VIEJO SUEÑO DEL ESTADIO PROPIO -ANEDOCTARIO



Por Andrés Bossio


La obligada "excursión" que debió realizar Rosario Central por el torneo de Primera "B" dejó en suspenso muchas inquie­tudes, desbarrancó un montón de ilusiones que sus dirigentes se forjaban en visión de futuro. La memoria de aquel año de 1942 admite que se estuvieron realizando gestiones para vender la sede de calle Mitre 857 —adquirida en 1940— para ipoder com prar con ese importe las instalaciones de Ovidio Lagos y San Lorenzo, donde Central tenia instalado su estadio Nº2 y donde se cumplían gran cantidad de actividades. 

Una de- ellas era el boxeo. Y por allí pasó la legendaria fi­gura de Luis Angel Firpo cuando el 'Toro salvaje de las pampas" acometió un desafortunado e inconcluso intento por volver al ring Por ese estadio Nº 2 de Rosario Central pasó también una vez la exuberante y maciza figura del vasco Paulino Uzcudun quien realizó una exhibición pública de su notable poderío boxístíco 

Ese inmueble no pudo ser adquirido por Central. Y la-secretaria quedó por muchísimos años en Mitre 857, donde es proba­ble que vuelva a funcionar en un futuro no muy lejano.


Fuente: De la Colección de Rosario Central del Autor Andres Bossio

miércoles, 9 de enero de 2019

DEL DESCENSO TAN TEMIDO AL ASCENSO TAN QUERIDO




Por Andres Bossio

Fueron 17 los equipos que integraron el lote de aspiran­tes al ascenso en ese torneo. A Central le tocó quedar libre en la primera fecha por lo que recién comenzó su actuación 11 de abril, ocasión en que e-frentó a Excursionistas. Un rival aparentemente sin mayo­res pretensiones pero que de­mostró, con el correr de las fechas, la inutilidad de los pro­nósticos temerarios en mate­ria de resultados deportivos: 

Excursionistas fue finalmente subcampeón, siendo a la pos­tre el más serio rival en las aspiraciones centralistas hacia el título. En principio, se pen­saba que elencos con mayores y más fundadas pretensiones al título debían buscarse en­tre un lote de clubes con his­toria, tales como Vélez Sárs-field, Quilines, Argentinos Jú-niors, Unión de Santa Fe, Ta­lleres o Témperley. Sin embar­go, fue Excursionistas un pri­mer escollo difícil y le costó mucho a Central empatar (1 a 1) un partido que iba per­diendo y que recién pudo em-parejar en el marcador casi so­bre el final, con un gol de Juan Carlos Heredia, el primer jugador auriazul que logró un tanto en la "B". 

A partir de allí el equipo de Arroyito enhebra una serie de tres triunfos consecutivos (8 a 2 a Sportivo Acassuso y 3 a 2 a Vélez, ambos en Arroyito, y 2 a 0 a Sportivo Alsina, en Buenos Aires), peleando la punta de la tabla con Argen­tinos Júniors. Justamente la sexta fecha llevó a los auri-azules hasta el barrio de La Paternal, cayendo por prime­ra vez en el torneo en esa jor­nada del 16 de mayo, por dos tantos contra cero. Formó Cen­tral aquel día con Juan A. Mar­tínez; Pedro Perucca y De Zor­zi; Casalini, Nicéforo Fernán­dez y Fogel; Heredia, De Cic-co, José A, Martínez, Aguirre y Vidal. La derrota de Central lo llevó a la segunda posición en la tabla, a un punto de su vencedor aunque con un parti­do menos jugado. En las dos semanas que siguen los auri-azules le ganan a Quilmes 4 a 1 y a Talleres 2 a 1 para lo­grar siete días después (el 7 de junio) una goleada históri­ca: 12 a 1 a Nueva Chicago, en el estadio de Arroyito. El abultado marcador no fue la única particularidad de aquel "partido, ya que la misma le permitió al "Torito" Aguirre marcar nada menos que seis goles. La hazaña, como vere­mos más adelante la repitió ante Dock Sur. 

Para la fecha siguiente —cuando todavía duraba la euforia de semejante empa­cho de goles— el calendario le marcaba a Central un siem­pre riesgoso viaje hacia la ca­pital de la provincia, para en­frentar a Unión. El partido, como casi todos los que juga­ba Unión como local, se pro­gramó para el domingo. El día anterior Argentinos Júniors —puntero hasta allí— había perdido con Vélez. La recien­te actuación centralista y esta derrota del líder motivó aún más a los aficionados centra­listas que produjeron un he­cho singular, que sólo recono­cía antecedentes con los mis­mos protagonistas: una verda­dera muchedumbre se trasla­dó a Santa Fe en todos los me­dios posibles. La empresa fe­rroviaria reforzó conveniente, mente los servicios habituales y, no siendo la medida sufi­ciente, hubo que habilitar un convoy especial para respon­der a la demanda. Fue una fiesta completa para los cen­tralistas porque a la hora de retribuir semejante sacrificio a tan grande cantidad de aficio­nados, los jugadores supieron cumplir: 5 a 0 ganó Central en Santa Fe, con 3 goles de Vidal, uno de Aguirre y otro de De Cicco. Allí el equipo que dirigía técnicamente Enrique Palomini y que ya tenía como masajista a| legendario Cisne-ros, tomó la punta y no la abandonó jamás.

Fuente: De la colección de Revista de Rosario Cetral. Autor Andres Bossio


martes, 8 de enero de 2019

El retorno a primera después de una racha , triunfal. Presidencia de Rodríguez Araya.

Por Andres Bossio

Tres años en el fútbol ma­yor de la AFA son poca cosa para hacer historia. Los cam­peonatos superiores de 1939, 1940 y 1941 dejaron un saldo absolutamente negativo para el fútbol de Rosario Central. Pero Rosario Central no era entonces (mucho menos lo es ahora por cierto) sólo un equi­po de fútbol más o menos do­tado, capaz o no de entreve­rarse con los grandes. Rosa­rio Central ya era historia, ya era un sentimiento popular arraigado en la ciudad; ya era —como decíamos en nuestra primera entrega de este inten­to cronológico— "una enfer­medad". Por eso una inmen­sa legión de rosarinos no po­día entender cómo, con aque­llos jugadores, con aquel equi­po que reunía a jugadorazos como Fogel, De Zorzi, Waldino Aguirre, Casalini, Rubén Bravo y Vilariño, entre otros, debía afrontar ese año de 1942 la cruda realidad de competir en el torneo del ascenso, te­niendo como rivales a Excur­sionistas en lugar de River; a Sportivo Alsina y no a Boca; a Acassuso en reemplazo de Newell's Old Boys. 

Central era mucho más que un conjunto que había cumpli­do una mala campaña; era un pedazo enorme del fútbol na­cional. Era una pasión popu­lar. Pero la realidad marcaba ese tremendo contraste que a muchos aplasta hasta sepul­tarlos y a otros, como a la en­tidad de Arroyito, les da fuer­za para erigirse de entre sus propias ruinas. Para Central el torneo de la "B" fue un desa­fío. Así lo entendieron sus ju­gadores y también sus diri­gentes, que sin producir casi, modificaciones decidieron en­carar el retorno al fútbol gran­de con los mismos hombres que habían fracasado el año anterior. Y así lo entendieron también sus simpatizantes, que no dejaron en ningún mo­mento de prestar ese apoyo fundamental que todo hombre necesita para llevar a buen tér­mino los planes que se ha pro­puesto. 

Cuando el grueso de la hin­chada centralista despedía, con pañuelos en alto y gritos de esperanzado retorno, a su equipo el año anterior —par­tido ante Platense jugado en Arroyito, último en primera división antes de su tercera incursión en la "B"— estaba repitiendo un viejo rito que se inauguró en aquella primera aciaga experiencia de 1941. Estaba mostrando esa hincha­da fenomenal, única e inigua­lada, una condición, una cua­lidad que es propia de hom­bres que se han propuesto una meta y saben cómo llegar a ella. Estaban diciendo, en sín­tesis, que más allá de los par­tidos que se ganan o se pier­den, por encima de los juga­dores o dirigentes o técnicos que hoy cumplen y mañana no, por sobre todo eso sobre­salen los nítidos perfiles de al­go etéreo, indefinible, imposi­ble de describir con palabras; ese algo que se llama Rosario Central, Que convoca, que ex­cita, que conmueve, que pro­voca el llanto o el delirio, la alegría o la tristeza. 

El descenso del '41 trajo tristeza. Pero marcó a fuego al simpatizante auriazul que supo sobreponerse con virili­dad a una contingencia adver­sa para convertir a ese año de 1942 en un rosario de ale­grías como consecuencia de una marcha triunfal y casi ininterrumpida hacia el ascen­so tan querido. Por eso al fi­nalizar ya la temporada y ase­gurado el retorno al círculo máximo del fútbol nacional, la Comisión Directiva —que en­cabezó en recordada gestión don Agustín Rodríguez Ara-ya— pudo afirmar con enor­me satisfacción que "esta vic­toria de singulares proporcio­nes ha sido lograda por pro­pios merecimientos, sin clau­dicaciones, con un tesón a to­da prueba y una fe inquebran­table en el éxito de cada com­petición. En la acción manco­munada de jugadores, director técnico, colaboradores, perso­nal administrativo, socios sim­patizantes y dirigentes radica el legítimo triunfo centralista". Así fue, evidentemente. Esa fuerza moral, nacida de la con­junción de voluntades de toda la familia centralista se reite­ró en 1951 tanto como en es­te actual 1985. No es casuali­dad que en las tres oportuni­dades que el destino llevó a Central a la "B" su tránsito fuera tan fugaz en esa divi­sión, tanto que ni siquiera ne­cesitó llegar a la finalización del torneo para gritar su triun­fo, anticipando en varias se­manas su lógico retorno al lu­gar de privilegio que le corres­ponde entre los más grandes del fútbol nacional. 

Fuente. De la colección de Rosario Central Autor Andres Bossio

lunes, 7 de enero de 2019

¿Colectivos en Rosario?



Por Adrian Yodice* 


Si nos referimos a la esencia del servicio, debemos decir que no, puesto que el colectivo propiamente dicho solamente existió en Capital Federal. 

Ahora desde el punto de vista del vehículo -tamaño y capacidad-hemos visto que existieron en Rosario tanto en manos de privados como de la misma ETR. 

Lo destacable es que nuestro transporte urbano a partir de que comenzó a concederse a cooperativas o sociedades de componentes, tomó muchas cosas heredadas del colectivo porteño, tanto en la conformación de las mismas como en la decoración externa de los coches que los hicieron pintorescos, vistosos y hasta panal. Estoy hablando del fileteado y la personalización del vehículo, tales como las vistosas caligrafias, dibujos y banderas, interiores con lentejuelas, corbatitas, luces de' colores, etc. Todo esto que en la actualidad no está permitido, en mi opinión produjo el quiebre sentimental entre el usuario y el sistema. 

Los estudiosos del tema, afirman que el colectivo -ya transformado en micro ómnibus- vivió hasta la desaparición del último chasis derivado de un camión, es decir cuando dejaron de tener "trompa" y pasaron nuevamente a ser frontales. En Rosario, el último de ellos dejó de circular apenas entrado el año 2000. 

En la actualidad ya no corresponde muchas personas valiéndose de la popularización utilizan equivocadamente el vocablo. 


* Adrian Yodice es Investigador y realizador del sito w'vw busesrosarinos.com.ar. Miembro del Grupo Busólogo Rosario.

Archivo Buses Rosarinos ,www.busesrosarinos.com.ar 


Fuente: Extraído la Revista “ Rosario y su Historia” Fascículo N.º 35 de Octubre de 2005

domingo, 6 de enero de 2019

El último café



Rosario hace culto de sus bares, billares, y confiterías 


Por Rubén Pereira 


“Llega tu recuerdo en torbellino, 

vuelve en el otoño a atardecer… 

Miro la garúa, y mientras miró 

gira la cuchara de café 


Es bueno iniciar esta crónica popular con las letras y acordes del recordado tango interpretado por el varón del tango, Julio Sosa, vocalizando la letra de Cátulo Castillo y música de Héctor Stamponi. 

¿Quién niega que el café se empareja con el tango, y viceversa? Típico sitio de historias de primeros encuentros. también de desencuentros. 

Para la vida cotidiana, los bares tienen la naturalidad de una panadería y en sus mesas se puede leer la historia de una comunidad, incluyendo sus sueños y fantasías. Los hubo de ramos generales, de copetín al paso, fondas de guisos suculentos y hasta en los trenes. Los hay buffet, snack y whiskerías.... También aquellos signados como los de "mala muerte" o simplemente "boliches". 

Escenarios de magos, músicos y bailarines, puentes para negocios y amores, glamorosos. 

Los bares y su anecdotario fueron el eje de las VI Jornadas de Historiadores y Cronistas Barriales, organizadas por el Museo del Barrio Refinería, y con la participación del Centro Cultural Cine Lumiere (de Vélez Sarsfleld 1027) y el Grupo de Historiadores Barriales. Las exposiciones tuvieron como eje historias de boliches famosos y legendarios, relatos sobre costumbres de dueños y parroquianos, evocaciones de mostradores, botellas y mobiliario en general. Además hubo reflexiones sobre roles ineludibles como el mozo y el papel de la mujer en la evolución de los bares. Tampoco faltó la mitología sobre las vivencias alrededor de sus mesas, pródigas en afectos, amores y negocios. Además, hubo una mirada sobre la actualidad de estos míticos sitios. 

Entre esos bares, los diarios anunciaban el "Café de París", en calle del Puerto, "digno de la cultura y el progreso de Rosario" y el Café de "Peyrano", donde en 1868 se recibían donaciones "a favor de dos niños cautivos de 10 y 4 años, arrebatados de su hogar por los aborígenes". 

Además del "muy bien instalado" "Café Arispe", sobre calle Córdoba, que en 1887 fue criticado por dejar jugar al billar en "mangas de camisa". 'Rogamos al propietario suprimir eso", escribió El Ferrocarril el 20 de enero de 1867. 

En 1891, los diarios hablaban del "espectáculo misterioso de fantasmas en el Café Español". 

"Los bares son espacios que suelen relacionarse con la bohemia y la tertulia literaria' dijeron las historiadoras Ana Bugiolacchi y Florencia Giménez, de la Universidad Nacional de Rosario, en su disertación sobre el poeta Jorge Isaías, en cuyos textos los cafés aparecen como escondite, oficina, punto de encuentro o trabajo. 


"Café para hombres" 

Los cafés de nuestra época hacia fines de los años 40 y principios de los 50 eran, tradicionalmente, para hombres con exclusividad. Se accedía al predio propicio para la confidencia, el escolazo y otras cosas, pero con dieciocho años cumplidos. Los menores eñtraban acompañados por sus padres. Y así la barrita de los dieciocho años se amontonaba en una, dos o tres mesas, mientras que más allá se sentaban los "mayores" (los que tenían de veinte años para arriba) y un poco más allá se juntaban los "viejos", algunos que ya eran jubilados, otros que todavía no lo eran y otros, los infaltables "mantenidos" por la familia, todos a conversar y jugar a los naipes... donde se permitía. En los barrios, los cafés generalmente tenían cancha de bochas en el patio de atrás que muchas veces era de tierra bien apisonada y un buen juego "del sapo". Algunos también tenían una o dos mesas de billar sobre la que jugaban los contertulios. 

La máquina de hacer café express consistía en un tanque niquelado, redondo y de gran tamaño, lleno de pocillos volcados arriba (para secarse) y de tres o cuatro canillas abajo así como el típico mostrador "de estaño", eran características infaltables en aquellos cafés que supimos conocer y frecuentar. 

Entre los del centro estaban: 

El "Siglo XX" con numerosos billares, en calle Corrientes entre Córdoba y Santa Fe; El "Imperial", en la esquina noreste de Corrientes y Santa Fe, debajo de LT2 donde muchas veces bajaba a tomar un cortado Juan Gerardo Mármora un serio periodista con quien hizo sus primeros palotes en opinar sobre deportes el actual comentarista de deportes del programa "de 12 a 14", Miguel Angel Tessadori, actualmente en canal 3, otrora ambos en "El clan' de canal 5. El bar, aún continúa en actividad y donde, en tiempos de la radiofonía con elencos estables, se agrupaban naturalmente los concurrentes en tres lugares distintos: los del radioteatro sobre la pared de la zona este; los músicos en las mesas del medio, y los parroquianos comunes en la parte oeste, sobre la esquina y al lado de las ventanas que dan por calle Santa Fe. 

•Otro café fue "La Cosechera" que estaba en Rioja 1002, esquina noroeste con San Martín. Allí, una mañana en que casi no había nadie se cayó un ventilador de techo que partió una mesita de aquellas con tapa de mármol marrón que eran características en aquel lugar. Años después en esa esquina se ubicó "Casa Seijo" una tienda para caballeros y niños, sucursal de la original de Buenos Aires fundada por Luis Seijo, antiguo presidente del club Huracán de parque Patricios. 

•Cruzando calle San Martín en la ochava noreste se encontraba "Los Dos Chinos", una paqueta confitería donde los "piojos-resucitados" que se querían hacerver"como adinerados" se sentaban en la mesa de la ochava y ponían sobre la tapa un paquete de cigarrillos Saratoga a la vista de los transeúntes que pasaban delante de la ventana. 

•En Rioja 978, a la vuelta de "Los Dos Chinos" y frente a la disquería de Max Gluksman (un empresario fundador de varios cines desde los años de la Primera Guerra Mundial) estaba "Los Veinte Billares", un bar-billar muy antiguo donde se disputaban campeonatos y que empezó y terminó llamándose "Olimpia". 

•Al lado (hacia Maipú) existía un café de japoneses más largo que ancho, llamado "Kamachi", mismo nombre que tuvo una confitería de cuya existencia hablaremos párrafos más adelante. 

•Debemos recordar casi obligadamente a otras dos confiterías del centro: la "Córdoba", en la esquina noreste de Córdoba y Mitre, donde después se instaló el "BarHobby" (ahoraun negocio de ropa) y "La Perfección" que estaba enfrente, o sea en la esquina noroeste, donde antes atendía la "Confitería Kamachi" que mencionamos antes, y años después la conocida "Farmacia Puiggari" hasta su cierre (ahora otro negocio de ropa). 

•"Confitería Palace" en Córdoba 1398 pegada al viejo cine Palace Theatre, esquina N.E. donde hoy está la «Confitería Augustus» fundada en 1964. 

•Otro más viejo era el «Londres», fundado en 1850 (el año que murió el general San Martín) siempre en la esquina suroeste de Maipú y Rioja donde aún se encuentra y que a raíz del conflicto con Inglaterra pasó a llamarse «Malvinas Argentinas», y que luego recuperó su antiguo nombre. 


El " Japoneses, al frente 



Es interesante e ilustrativo recordar la existencia de numerosos cafés atendidos por japoneses, como el "Kamachi" ya nombrado antes. 

•"Los 4 Japoneses", en San Martín 935, frente al cine "Capitol", con un costoso revestimiento de madera en sus paredes, espejos en las columnas, sillas acolchadas y palco para orquesta, donde actuaba una de señoritas, enfundadas en vestidos de lamé amarillo, color del agrado del dueño. Si no me dicen lo contrario, creo que es e. mismo local donde se ubicó la confitería "Royal" o la Copa Royal, famosa por su copa para 4 personas y sus increíbles panqueques con dulce de leche que nunca podía terminar cuando mi padre me llevaba a las infaltables "pelis" de acción del "Capitol" y de] "Belgrano", o a las tardes infantiles de dibujos animados en el "Heraldo". La Royal creo fue ocupada posteriormente por loterías "Los dos chinos". 

•El "Nuevo Japonés" estuvo en San Lorenzo 999 esquina sureste con calle San Martín (enfrente al Hotel Savoy que subsistió con varios nombres entre ellos el de "Bagdad Café") y todavía presta servicios. 

•El "Café Imperio" estaba en Córdoba 1134, donde hubo posteriormente otros, al lado del viejo cine "Radar” Hasta no hace mucho funcionó un bar y panquequería y terminó siendo ui local de negocio textil. 

•El "Nuevo Japonés", después "Sao Paulo", estaba afincado en Sarmiento 888 (enfrente de "La Capital", al lado de lo que luego sería la "Galería de Paseo"). Su propietario era don José Harakaki, condecorado por el mismo gobierno de Japón. 

•Otro era el "Café Japón", ubicado en Santa Fe 1069 (enfrente del Restaurant "La Querencia"), al que también concurrió muchos años el pintor don Arturo Zinny, quien dibujaba bailarinas de ballet al estilo Degas, acodado a una mesa de la vidriera por donde entraba el Sol y trabajando con su mano izquierda ya que la derecha la tenía inutilizada debido a una hemiplejía. Cesó aquel café cuando en el silencio nocturnal de una madrugada con luna y todo, se desplomó el techo del local. 

Otros cafés mentados fueron el "Gran Japonés" en Sarmiento 1198 esquina noreste con Mendoza, enfrente del palacio que ahora es el ex teatro Lavardén y el "Tokio" en San Martín 779, frente al Banco de la Nación y al lado de un salón de lustrar y peluquería. El tal salón era muy angosto, tenía tres sillas en lo alto de una tarima y era atendido por un tal Negro Palacios. 


Los renombrados 

•El "Saigo", también conocido como el "de los japoneses", en la esquina suroeste de Corrientes y avenida Pellegrini, visitado por taitas, malevos y también trabajadores, pegado al mítico cine "Sol de Mayo". En el esplendor del Mercado Central sito en la manzana entre Pasco, Mitre, Sarmiento y Amenábar (hoy plaza de la Libertad), fue visitado por los puesteros y estibadores. Me comentaron que eran parientes de la familia Teruya, ellos vinculados con los tintoreros. 

•Donde hoy está la casa Ortiz y Ortega, en calle Mitre al 800, entre Rioja y Córdoba, (hoy sería enfrente del bar Junior, fundado en 1952, y de la misma sede de Rosario Central), funcionó "La Voz del Hambre", así bautizado por los artistas de variedades que después de sus actuaciones generalmente en el teatro "La Comedia", concurrían a satisfacer sus naturales necesidades gastronómicas por algunas monedas. 

•"El Cairo" que aún funciona en la esquina de Santa Fe y Sarmiento, antiguamente asiento de la tienda y casa de artículos para hombres "Dos Mundos" En el enorme salón que tenía "El Cairo" había muchas mesas de billar y a h entrada una tarima hacía las veces d escenario donde actuaban orquestas. 

•Otro café muy conocido y muy con currido era el "Nuevo Madrid" o "Madrid", como le llamaban todos, en Mitre 898, en la ochava noroeste donde ahora se ubica una sucursal de la librería Lader, ahí se jugaban campeonatos de billar y hacían exhibiciones afamados billaristas corno el rosarino Perés, y también los porteños Navarra ("Navarrita") y los famosos hermanos Carrera. Además podía jugarse al dominó y al ajedrez, habiéndose prohibido los naipes. Como el café estaba abierto día y nocle, tenía un quiosco de cigarrillos a la entrada que también estaba abierto las 24 horas, igual a otro ubicado enfrente del teatro "La Comedia", entre la sombrerería de Calderini y el "Restaurant National" en el que se podía comer un buen puchero a la española en horas de la madrugada. 

•"La Capilla", en la esquina noroeste de Mendoza con bulevar Avellaneda, enfrente de la iglesia de la congregación franciscana. Se comentó que iba a ser demolida para construir un edificio de departamentos, pero se inauguró un nuevo bar. 

Subsiste aún el Café "La Capital" que supo ser de Francisco Parés, en Sarmiento 750, frente al matutino "La Capital". 

Aparte de los cafés nombrados estaban los llamados Café y Bar, que eran más o menos lo mismo. Como bar figuraba el "Pancho's Bar" en San Martín 647 "El Pampa" en Córdoba y Paraguay, el "Perú" en esquina S.E. de Rioja y Entre Ríos; el "Teléfono", en Santa Fe y Entre Ríos; "La buena medida", de Buenos Aires y Rioja ahora con nuevos dueños. 

•"Los Colonos", en esquina noroeste de San Luis y Entre Ríos; el "Astral en Rioja 970, que tenía el mismo nombre del cine a pocos metros que se incendió y desapareció un enero de 1970 el de don Ramón Cifré en Sarmiento 716; el "Central" en Corrientes 715 el "Ideal" en Córdoba 950, el "Urquiza" en Corrientes 499 en la esquina noroeste, enfrente del "Teatro Colón que años después tuvo como dueño don Vicente de la Mata, famoso futbolista que triunfó en Newell 's Old Boy, Independiente de Avellaneda. 

•Quién no recuerda el bar "Olimpo” en ochava noroeste de Mitre esquina Urquiza, que todavía se encuentra, e memoria del teatro de mismo nombre que se ubicaba por calle Mitre 520 aproximadamente, donde si no me equivoco ahí se ubicó una conocida concesionaria automotriz. 

Para el amante de los billares están le de San Martín y Montevideo ochava, suroeste, y el de San Martín al 156; famosos donde se comentaba que ad más del casín circulaban las apuesta de carreras clandestinas, y otros qi escapan a nuestra memoria. 

En cuanto a los cafés y bares de mi barrio, podemos citar: 

Café y bar "Villamil", primero en Salta y Riccheri (ahora "Pichincha"), y luego en Salta y Ovidio Lagos. 

Café y bar "Gibraltar" en Salta y Sr pacha, ahora cerrado. 

El de Salta y avenida Francia, ochava suroeste. El de avenida Francia y Urquiza, enfrente del Hospital del centenario, ochava noroeste. 

El de Richieri y Brown, esquina S.E. que modernizado "con wifi inclusive” aún persiste. Como así también el de Richieri y Jujuy, ochava suroeste, incorporados a la movida del barrio Pichincha.. 

Fuente: Extraído la Revista “ Rosario, su Historia y Región” Fascículo N.º 145 de Octubre de 2015

sábado, 5 de enero de 2019

EL TRUENO DE LA MUERTE



Por. Héctor N. Zinni



Es hora de volver a Rosario. 1945 es el año en que desaparece un renombrado pintor local: Juan Berlengieri, quien comenzara desempeñándose en el taller de Alfredo Guido y completara su formación en talleres de instituciones artísticas de las que había formado parte. El 11 de abril ha muerto Cornelio Casablanca, el gran financista y benefactor que alcanzó a ver concretada su idea de fundar un hospital y una escuela de medicina costeados por la comunidad rosarina.1 

Por decreto del 28 de junio, el gobierno nacional designa con el nombre de Bernardino Rivadavia al Liceo Nacional de Señoritas, creado en marzo de 1934 sobre la base del turno de niñas —que funcionó desde 1921 a 1934— del Colegio Nacional NO 2. Al comenzar el mes de julio, la comunidad rosarina denota preocupación por la atención de los enfermos mentales "dada la carencia de medios —dice La Capital, en su edición del día 10— para que dicha asistencia pueda prestarse en forma eficiente", y agrega: "En Rosario no se ha contado hasta ahora más que con el Hospital de Alienados, que funciona anexo a la Facultad de Medicina. Pero un establecimiento de este género, por su dependencia de una casa de estudios, no puede llenar una verdadera función social". 

Próximo a cumplir sus juveniles 78 años, el diario fundado por Ovidio Lagos ocúpase cotidiana e ininterrumpidamente de asuntos que competen a la marcha de la ciudad y del país. Por supuesto que no faltan las informaciones y 'noticias internacionales, pero es en la prédica local y nacional donde finca sus mayores logros. No hay piedra que resista a la gota de agua de sus comentarios, ni hay institución que no se vea reflejada en sus páginas. 

Así es como el día 2 se hace referencia a las deficiencias y vacíos encontrados en textos de historia argentina, el 3 a la promoción de mejores niveles de vida, el 4 a las normas para el ejercicio de la función pública, el 5 al problema de las fronteras desguarnecidas y el 6 al Monumento a la Bandera en construcción: "Cuando se terminen de quitar los galpones que obstruyen desde el puerto la vista del Monumento, Rosario habrá recuperado, aunque sea en un breve trecho,' su río. Algún día —afirma— tal vez lo recupere del todo, o casi todo, y entonces ganará infinitamente en belleza; pero ya ese pequeño trozo de río que por requerimiento patriótico va a serle restituido es mucho, pues significa que se ha abierto la primera brecha en la cintura de monótonas construcciones que contribuyen a dar a la ciudad un aspecto fenicio, y la aíslan del río embellecedor". 

Este diario, decano de la prensa argentina, intérprete y vocero de las aspiraciones ciudadanas, anuncia en su edición del 10 de julio:

"Dos importantes obras públicas para la ciudad.
La población de Rosario ha tenido en estos días dos manifestaciones de que las autoridades nacionales y provinciales reconocen que la segunda ciudad de la República merece recibir de ambos gobiernos la atención necesaria para la solución de los problemas vinculados a su progreso.
A los efectos de contribuir al embellecimiento y mejor presentación de la zona adyacente al Monumento a la Bandera, las autoridades nacionales han dispuesto la eliminación de todas las construcciones que actualmente obstruyen el acceso del público al río Paraná.
El otro reconocimiento del derecho de Rosario a merecer la atención de los poderes públicos es la inminente construcción del Palacio de los Tribunales, que si bien se ubicará en un lugar alejado de la zona céntrica, ubicación a la que siempre opusimos reparos, permitirá contar con un local adecuado para el desenvolvimiento de las importantes funciones judiciales que hoy se vienen realizando en forma dispersa y en edificios insuficientes".



Conducen La Capital, en este período, tres de los nietos del fundador: Joaquín Lagos, Adolfo Lagos y Leopoldo Amadeo Lagos, conscientes de la responsabilidad de la hora que les está tocando vivir y que traerá aparejada una profunda división en la sociedad argentina. El 11 de julio el diario publica un comentario sobre economía y justicia retributiva donde se habla del equilibrio "que sólo puede existir mediante la espontaneidad con que obren los factores de la producción y del intercambio". El 12 se fustiga a una de las consignas fascistas que más agradaban a los dictadores totalitarios: "vivir peligrosamente". El 13 arremete contra la actual prestación de los servicios de riego y barrido de las calles rosarinas, sus paseos y la recolección domiciliaria de residuos "siempre deficiente por la sencilla razón de que las dificultades financieras en medio de las cuales se ha desenvuelto la administración municipal han impedido a la dirección de Maestranza atender su cometido con verdadera eficacia". 

El 14 —día de la muerte de Esteban Piacenza2—, bajo el título Anomalías inadmisibles, toca de cerca el problema de la escasez señalando que "no puede racionalmente admitirse que cuando la producción vernácula es lo suficientemente abundante como para lanzar al mercado internacional masas ingentes de artículos vitales —carnes, cereales, oleaginosos, productos lácteos y hortícolas, etcétera—, grandes núcleos de población padezcan escasez en el propio país que las exporta". El 15, hace un llamado a

"La unión de los argentinos.
"Con unanimidad sumamente expresiva, los diversos sectores de la opinión pública —profesores, estudiantes, instituciones representativas, - de las fuerzas activas y dirigentes políticos— han expresado en este último tiempo a través de declaraciones, discursos y manifiestos, el anhelo de un pronto restablecimiento de la legalidad, sobre la base de levantar previamente el estado de sitio, restaurar las garantías individuales y la libertad de pensamiento y permitir la reanudación de las actividades cívicas.
Si el gobierno hubiese compulsado el estado de la opinión nacional para saber qué es lo que piensa y desea, no hubiera obtenido una' respuesta más categórica. El país, o mejor dicho, el pueblo, sin marbetes partidarios o ideológicos, sin diferencias de orden social o económico, desea que se ponga término al interregno constitucional en que se vive, que se convoque a elecciones y que éstas se realicen sin presiones ni candidaturas oficiales".

Como la escasez, sobreviene la carestía, La Capital, que no se da señalar todo tipo de distorsiones, puntualiza al día siguiente
"A cada aumento en los precios de aquellos artículos que se juzgan indispensable para la vida de la población, ésta —en cuanto es consumidora y se ve forzada a pagarlos— se pregunta si no existirá una fórmula realmente eficaz para resolver el problema que de tal fenómeno se deriva. Y hay que convenir en que el interrogante es tan lógico como oportuno. En efecto: como una superviviencia de la vieja contienda entablada entre el productor, que sólo aspira a obtener las mayores utilidades posibles por su trabajo y el capital que aplica a sus fines económicos, y el consumidor, que se esfuerza por reducir sus gastos habituales necesarios, la carestía de la vida en el momento actual cobra la significación de un fenómeno contradictorio con relación a las posibilidades del medio ambiente".



La próxima partida de Jacinto Benavente, de Barcelona a Buenos Aires, es informada por La Capital en su edición del día 19. Benavente, que en la travesía cumplirá 79 años y que viajará acompañado por Lola Membrives, declara humorísticamente que ha firmado incontable número de papeles en muchos consulados: "Me han confundido con un pianista —dice—, he tenido que poner las huellas de los diez dedos para que me sacasen las digitales. Antes sólo había que poner seis. Indudablemente, el mundo se complica". 

No existe tema de interés general que no aborde el diario de los Lagos: el 20 brega por que se dote a las escuelas técnicas de laboratorios y gabinetes con el instrumental y los elementos de enseñanza requeridos por los mismos: el 21, y con motivo de su fallecimiento, publica una semblanza de Paul Valery; el 22, advierte sobre los peligros de la propaganda totalitaria que "estuvo dirigida a la juventud, como que entre ella habría de encontrar el terreno más propicio para la nefasta siembra"; el 23 protesta por "los altos precios a que en la actualidad se expenden las carnes de consumo en nuestro país, precios que constituyen un justo motivo de preocupación en todos los hogares modestos y que en gran número de los mismos obligan a una abstención absoluta del producto alimenticio, denuncian la existencia de un hecho anómalo con todos los caracteres de un urgente problema a solucionar". 

El 24, hace un serio llamamiento para que no se distorsionen las prédicas de orientación:

"Nada más peligroso, actualmente, que la confusión que se apodera con tanta facilidad de las mentes jóvenes, frente a las corrientes de ideas divergentes en materia política y económica que son consecuencia de la extraordinaria agitación que impera en todo el mundo desde hace una década.
La prédica periodística, pues, ha de estar bien definida para contrarres. tar en lo posible las campañas orales o escritas que nan procurado y persisten todavía en desacreditar la democracia.
La economía dirigida puede resultar un arma de doble filo, y al ofrecer un bienestar material inmediato halagüeño puede, en cambio, representar la negación de la libertad individual y el derrumbe de la democracia".



Mientras en nuestro país, el coronel Perón hace declaraciones en favor del voto femenino, el día 26, informaciones procedentes de Londres indican que tropas norteamericanas, británicas y francesas se han unido a los rusos en Viena. El clima será aprovechado por Carol Reed, posteriormente, para rodar allí una película de suspenso y un acertado fondo musical. Su nombre habrá de ser El tercer hombre y actuarán como protagonistas Orson Welies, Joseph Cotten, Alicia Valli y Trevor Howard. El realizador catapultará a la fama, además, a un desconocido músico vienés, Anton Karas, autor del tema que da nombre a la película y de El vals del café Mozart. Ambas partituras, convenientemente arregladas, se constituirán en el 500/o del éxito del filme. 

El 30, la policía federal —que el 14 de este mes ha entregado la Casa del Pueblo a los socialistas—, prohibe un acto de la Unión Cívica Radical. Comienza agosto. El 2 es designado ministro del Interior el doctor Hortensio Jazmín Quijano y se dispone la libre comercialización de las cosechas de trigo, lino y maíz. El 6, es levantado el estado de sitio, la UCR cancela la afiliación partidaria de Quijano y aparece una declaración firmada por radicales, socialistas y demócratas oponiéndose al Es-tatuto de los partidos políticos. Pero, este día, sucede un hecho terrible para el mundo, que empalidece cualquier otro suceso: cae la bomba atómica sobre Hiroshima causando más de 100.000 víctimas en el momento de la explosión, número que luego aumentará hasta 250.000.3 

En realidad la bomba había estallado por primera vez el 17 de julio en el desierto de Alamogordo, cerca de la ciudad atómica de Los Alamos (EE.UU.) y, a la vista de la experiencia algunos de los científicos que la produjeron, renegaron de su obra pidiendo que nunca fuera utilizada. Pero era demasiado tarde. En el deseo de terminar la guerra con Japón cuanto antes, evitando así nuevas víctimas norteamericanas, el presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman —sucesor de Rooseveltasumía la responsabilidad del proyecto Manhattan, al que el gobierno norteamericano destinara miles de millones de dólares y en el que colaboraran numerosos científicos alemanes.4 

El 8 de agosto, Rusia entra en guerra contra el Japón ocupando los territorios de Corea, Manchuria, las islas Kuriles y la de Sajal(n. Al día siguiente, una segunda bomba atómica cae sobre Nagasaki. Prácticamente, Japón deja de combatir. El 10, este país ofrece la paz que es rechazada en principio, pero el 14 la Guerra Mundial termina a medianoche. La rendición incondicional es firmada el 10 de setiembre a bordo del acorazado Missourí, anclado en la bahía de Tokio, en presencia del general Mac Arthur, comandante supremo de las fueras aliadas. La guerra ha terminado al precio total de 55 millones de muertos, 35 millones de heridos Y 3 millones de desaparecidos.

NOTAS
1 Cornelio Casablanca, n. en San Nicolás de los Arroyos, en 1861. Se radicó en Rosario en 1894, desempeñando la gerencia del Banco Nacional (en liquidación).Luego ejerció las mismas funciones en el Banco Español del Río de la Plata. El 18/4/1910, próximo a celebrarse el centenario de la Revolución de Mayo, lanzó, en al Jockey Club de Rosario, la idea de fundar un gran hospital y una escuela de medicina. El proyecto fue aprobado de inmediato, de modo que, en vísperas de la fecha magna, se colocó la piedra fundamental de lo que $.ie el Hospital Centenario de la Facultad de Medicina en nuestra ciudad.
2 Esteban Piacenza, n. en Italia, llegó con sus padres al país en 1893, ocupándose como peón en tareas agrícolas. Aficionado a la lectura, fue después capataz y mayordomo de estancia. En 1904 se estableció por cuenta propia en Moldes, provincia de Córdoba, En 1912, con motivo de la primer huelga agraria, se vinculó con el doctor Netri, defensor de los colonos y fundador de la Federación Agraria Argentina, ayudándolo en la organización de dicha entidad. Después de la muerte de Netri —quien fue alevosamente asesinado en una calle de Rosario, por manos anónimas, el 5 de octubre de 1916—, fue designado sucesor en la presidencia, la que desempeñó hasta su deceso el 14.7.1945.
3 La primera bomba atómica que cayó en el Japón, se precipitó como un gigantesco trueno, como un impacto equivalente al de un ataque de 2.000 superfortalezas volantes, haciendo impacto en Hiroshima que desapareció en una nube de humo hirviente y llamas. Fueron arrasados completamente diez kilómetros y cuarto cuadrados de la ciudad —o sea el 60 por ciento de la zona edificada—, además, fueron destruidos cinco grandes objétivos industriales. La Capital. 8.8.1945.
4 "21.3.1942: He recibido un informe respecto a los últimos avances de la ciencia germana. Las investigaciones respecto a la desintegración atómica alcanzan un punto que permite esperar que sus descubrimientos puedan emplearse posiblemente en el transcurso de la misma guerra. Se afirma que pueden ocasionar tremendas destrucciones con un mínimo esfuerzo, de forma que son aterradoras las perspectivas de una guerra muy larga o de una guerra futura. La técnica moderna pone en manos de los seres humanos medios de destrucción que parecen increíbles. La ciencia germana está a la cabeza en esta materia. Es esencial que mantengamos nuestra superioridad, porque quien sea capaz de introducir novedades revolucionarias en esta guerra tiene las mayores posibilidades de ganarla". Dr. Joseph Goebbels, op. cit. Pág. 133.
Fuente: Extraído del Libro “ El Rosario de Satanas Tomo II . Editorial Fundación Ross.