"En 1901
acontecen
circunstancias que quedarán ligadas al desarrollo posterior de
las
actividades prostibularias. Ocurre entonces que al intendente Luis lamas, mostrándose preocupado
por las condiciones sanitarias de ciertos grupos poblacionales del municipio,
resuelve proceder a su higienización. Queda incluido en este plan el llamado barrio Súnchales, donde abunda gran cantidad de
viviendas de condiciones sumamente precarias con gran riesgo de transmisión
de enfermedades epidémicas Casillas de lata, algunas de maderas y lona, y los
característicos ranchos de
barro
y
paja
son evacuados prontamente obligando a sus moradores, sin
recurrirá la violencia,
a trasladarse hacia otros
sitios más saludables y amplios.
La zona en cuestión
quedaba comprendida por las calles Salta; el bulevar Santafesino - hoy Oroño -; el bulevar Timbúes - hoy Avda. Francia -, y la Avda. Wheelwright, sobre el paredón del Ferrocarnl Central Argentino y su estación Rosario Norte, conocida por Súnchales desde que fuera inaugurada la
línea que iba, precisamente, desde Rosario a la localidad de Súnchales, en la provincia
de Santa Fe.
Fue así que por
carácter transitivo, esta zona o
barriada pasó a denominarse Súnchales y sería
el límite del otro barrio que, debido a la influencia de una de sus
calles de mayor renombre prostibulario, pasaría a llamarse Pichincha, cuyo radio fuera calle La
Plata - hoy Ov. Lagos -, Salta, Av. Francia y Güemes. Con el nombre de este barrio quedaría definitivamente
identificada la historia del quehacer proxenetista de nuestro país.
De tal suerte se habían
dado las cosas, que en la zona primitiva sólo quedaron algunas pocas casas, las
de más sólida y reciente construcción, procediéndose a la demolición del resto
de las precarias moradas, ya deshabitadas, y a la limpieza de los terrenos
desocupados. Así, más o menos, con algunas edificaciones nuevas que se fueron
agregando a las que habían quedado en pie, siguió el desarrollo de aquel barrio
apartado, lindante con plantaciones de perales y otras quintas; hasta que en 1911 da comienzo otra historia que cambiaría
definitivamente la cara de aquellas manzanas casi baldías.
Sería a consecuencia de
innumerables quejas vecinales de la llamada Sección Cuarta, que el municipio
designa una comisión para el estudio y proyecto de modificaciones de las
disposiciones vigentes referidas al funcionamiento de las casas de tolerancia,
para mejor adecuación a las exigencias del momento. Estas se elevarían al
Consejo Deliberante con las siguientes consideraciones:
"... las reclamaciones interpuestas ante el señor Jefe Político
del Departamento, por los vecinos de las calles Moreno y
Jujuy y sus inmediaciones,
relativas a la existencia de casas de tolerancia en esos barrios, en razón de
su densidad de población y ser tránsito obligado para las estaciones de ferrocarriles y
paseos públicos del municipio", a lo que se agrega que los
vecinos "... reclaman con urgencia su retiro de ese paraje, consultando
las medidas de moralidad, higiene y orden público, a la par que el asombroso crecimiento de la población y
progresos urbanos"4.
Por
lo que se resuelve una nueva delimitación con dos zonas, una cercana al río
comprendida por las calles Alem e Ituzaingó, y la otra próxima a la estación ferroviaria
comprendida por las calles Pichincha y Suipacha a partir de Salta y hasta la
estación. En los articulados se establecía un plazo de ocho meses para el
traslado de todos los prostíbulos que no estuvieran comprendidos en las nuevas
zonas permitidas, plazo que luego fue prorrogándose con la anuencia de las
autoridades que hacían "la vista gorda" atados por compromisos
políticos.
El éxodo resultaría
lento y así el barrio de Sunchales iba ganando poco a poco nuevos vecinos y
nueva fama, hasta que el progreso adquiría un incremento inusitado hacia fines
de 1919 y comienzos de 1920, cuando hacen su aparición casi masivamente,
cuadrillas de obreros de la construcción, que con un ritmo poco menos que
febril levantan nuevos edificios destinados al placer. La Municipalidad
asimismo se moviliza e instala una moderna iluminación pública en toda esa
pequeña barriada, que da a la zona apariencias festivas.
El barrio Súnchales
cambia su fisonomía, se engalana con los modernos edificios y el adelanto
urbanístico, y los lupanares hacen su agosto distribuidos principalmente por
las calles Suipacha y Pichincha - hoy Richeri -, y las transversales: Güemes,
Brown y Jujuy. Según testimonia Jozamis, nada menos que ochenta
casas públicas embellecían al
barrio Súnchales, siendo a nuestro juicio un número exagerado.
Pero el cambio no es
sólo edilicio, ahora esas calles se pueblan de un gentío mixturado,
cosmopolita, y al pequeño barrio empieza a conocérsele
por Pichincha, cuya nombre perdurará por casi 20 años de vida desenfrenada y licenciosa."
NOTA
4 Digesto Municipal
de Ordenanzas, ele. de la Municipalidad de Rosario, provincia de Santa Fe, Año
1911.
Fuente: Fragmento extraído de Libro “Rosario era un espectáculo” “¡ arriba el Telón ¡” de Héctor Nicolás
Zinni . Ediciones Del Viejo Almacén . Año 1997.