En el año 1903, los herederos de Manuel
Arijón, venden los campos a una compañía inmobiliaria que se llamó Sociedad
Anónima "El Saladillo". Esta inmobiliaria estaba integrada por las
siguientes personas: Alberto J. Paz
(quien fuera intendente de la ciudad; presidente de la Bolsa de Comercio; miembro del Club Social; vicepresidente del Banco Hipotecario; Ministro de Hacienda; diputado y senador nacional); Bartolomé Vasallo (médico cirujano;
presidente de la Sociedad Rural y de la Confederación de Sociedades Rurales) (en la que fuera su residencia,
hoy funciona el Honorable Consejo Municipal de Rosario); Esteban Segundo Frugoni (comerciante, concejal, miembro fundador de la Bolsa de Comercio y de la compañía de seguros La Rosario, miembro del directorio del puerto y del Banco Popular de Rosario); Oscar C. Meyer (intendente de la ciudad, ministro de Educación y Justicia, diputado nacional, vicepresidente de la Cámara de Negocios Extranjeros, abogado de la empresa del puerto y de la Compañía General de Tranvías); José Ignacio Llobet (diputado nacional y comisionado general de Buenos Aires) además de, y con análogos antecedentes políticos y empresariales; Emilio O. Schiffner, Ángel Muzzio, Constantino Raffo, Fernando Pessan, Huberto Guerzoni, José García González, Abel Pagnard, Ovidio Rodríguez, Manuel Echeverría, Américo Cánepa, Tomás Lynch, Leopoldo Bellando, Juan B. Castagnino, Rufino Escudero, Arturo Zinny, Julián Paz, Tomás G. Berlegieri, G. J. Columbres, Manuel N. Paz, Julián Martínez, Pío Díaz Valdez, Eudoro Gallo, Carlos Herfst y la compañía Pessan.
(quien fuera intendente de la ciudad; presidente de la Bolsa de Comercio; miembro del Club Social; vicepresidente del Banco Hipotecario; Ministro de Hacienda; diputado y senador nacional); Bartolomé Vasallo (médico cirujano;
presidente de la Sociedad Rural y de la Confederación de Sociedades Rurales) (en la que fuera su residencia,
hoy funciona el Honorable Consejo Municipal de Rosario); Esteban Segundo Frugoni (comerciante, concejal, miembro fundador de la Bolsa de Comercio y de la compañía de seguros La Rosario, miembro del directorio del puerto y del Banco Popular de Rosario); Oscar C. Meyer (intendente de la ciudad, ministro de Educación y Justicia, diputado nacional, vicepresidente de la Cámara de Negocios Extranjeros, abogado de la empresa del puerto y de la Compañía General de Tranvías); José Ignacio Llobet (diputado nacional y comisionado general de Buenos Aires) además de, y con análogos antecedentes políticos y empresariales; Emilio O. Schiffner, Ángel Muzzio, Constantino Raffo, Fernando Pessan, Huberto Guerzoni, José García González, Abel Pagnard, Ovidio Rodríguez, Manuel Echeverría, Américo Cánepa, Tomás Lynch, Leopoldo Bellando, Juan B. Castagnino, Rufino Escudero, Arturo Zinny, Julián Paz, Tomás G. Berlegieri, G. J. Columbres, Manuel N. Paz, Julián Martínez, Pío Díaz Valdez, Eudoro Gallo, Carlos Herfst y la compañía Pessan.
Esta
sociedad anónima "El Saladillo" se encargó de los loteos y el trazado
de las calles, poniendo a la venta los terrenos y propiedades. Para tal fin
tenía sus oficinas en calle Laprida 1231 de Rosario y también habían instalado
una oficina en el balneario, aprovechando la gran afluencia de público al mismo.
Los terrenos se vendían en 72 mensualidades de $10 sin intereses, con un
descuen-'* ¡i to del 20% si se pagaba al contado, además,
por disposición municipal, se eximía del pago de impuestos por 5 años para la
edificación. Como ya dijimos, los loteos y el trazado de las calles se
efectuaron en la zona delimitada por: Lamadrid al Norte, San Martín al Oeste,
el arroyo Saladillo al Sur y el canal artificial del Saladillo al Este. El
sector comprendido por San Martín, Lamadrid, Ovidio Lagos y el arroyo Saladillo,
fue destinado como"Zona de quintas".
Es
importante destacar que el sector conocido como "La Isleta"(se lo llama
así porque está delimitado por los dos brazos del arroyo Saladillo, el natural
y el artificial y además su contorno se parece a una isla), recién se empezó a
poblar a partir del año 1924, coincidente con la instalación del frigorífico
Swift.
Esto se debió a que la gran cantidad de
personas que vinieron a trabajar a este establecimiento, buscaran un lugar
cercano a la fuente de trabajo para instalar sus hogares
Fuente: extraído de la revista “Rosario,
su Historia y Región. Fascículo N• 112 de Octubre 2012.-