Por Miguel A. Di Marco (h)
Hace catorce años, cuando integraba la redacción del diario "La Capital", recibí un
sobre que decía "Testimonios históricos de un vecino de Barrio
Arroyito". En su interior se encontraban cuatro hojas escritas a máquina a
nombre de Luis Manzano, de 87 años de edad. Excedía en ese momento las normas
de extensión de las notas publicadas en la sección "Carta de
lectores". En aquel entonces aún no se habían creado secciones específicas
dedicadas al recate de este tipo de historias testimoniales. Al poco tiempo el
diario "La Capital"
creó la sección "Capitel", que entre algunos de sus servicios
novedosos ofrecía la posibilidad de que los vecinos compartieran sus vivencias
históricas barriales.
Una
experiencia que duró un par de años y marcó un jalón. Desde la Universidad y la Municipalidad, a
fines de la década del 90 se instrumentaron programas de historia oral. En el
año 2001, se realizó un taller de la memoria, en el Centro de Jubilados de la Amistad, de Arroyito,
donde participaron once vecinos contemporáneos a Manzano, se recopilaron
testimonios que coinciden en varios aspectos con el narrado a continuación.
Es por eso que en adhesión a la VI Jornada de Historiadores y Cronistas
Barriales, que se realizarán en Rosario el 14 y 15 de octubre próximo (ver
sección noticias), pensamos que un homenaje a don Luis Manzano, un hombre muy
querido en el barrio, ya fallecido, sería publicar estos recuerdos que habían
quedado en una carpeta. A la misma le he incorporado subtítulos que carecía el
escrito original. En todo lo demás se ha respetado el texto de la redacción por
disponer de giros y expresiones muy características de una generación. Manzano
nació en 1915, y describe al Arroyito de su adolescencia y juventud, entre
1930y 1950, aproximadamente pero con algunos comentarios sobre un Arroyito
inicial, el que existía con mucha anterioridad, por ejemplo, a la inauguración
del Estadio de Rosario Central, en 1926. Es una narración sin pretensiones
históricas en el sentido de que no busca contextualizar los hechos o emplear
una secuencia temporal pero sí existe una evidente motivación por preservar
recuerdos valiosos que hace a una identidad pretérita. Se tiende a señalar
"un barrio con vida propia" y con una vecindad que disfrutaba de las
actividades sociales, por sobre recuerdos de militancias y conflictos, que los
hubo y en abundancia: "mítines", "huelgas",
"protestas", "rebeliones", "combates" y hasta el
drama de las inundaciones del arroyo Ludueña, que por otra parte da origen al
primer nombre del barrio: "Arroyito", actualmente Lisandro de la Torre, y que está delimitado
catastralmente por la calle French al sur (la de la Iglesia Perpetuo
Socorro), Olivé al norte; el río Paraná al Este y vías del Ferrocarril Belgrano
al oeste. Es uno de los barrios de menor extensión sin embargo, y precisamente
por estar surcado por la gran Avenida Alberdi (sobre la que Manzano efectúa su
relato), cataliza la historia de una zona mucho más amplia que comprende los
barrios Refinería (Malvinas), Sarmiento, y Empalme Graneros, entre otros.
En la
producción de esta nota ha colaborado Oreste Cirimele y María Andrea Babsia,
para ilustrar con precisión aspectos aquí abordados.
Dice asila crónica inédita de Luis Manzano:
"Rosario, 10 de febrero de 1997.
Hace casi 75 años que resido en este barrio.
"Nuestra
gran avenida"
La Avenida Alberdi, nuestra gran Avenida, por empezar, primeramente se le cambió de mano
y sus adoquines eran muy grandes hasta que se modificó por el asfalto. Por el
medio circulaban varias líneas de tranvías, como ser, el 18, el 25, el 4 y el
3, y por la mañana corría un tranvía con acoplado, el mismo denominado obrero,
que costaba 5 centavos, según el horario, además varias líneas de ómnibus,
entre ellas la denominada H, con ómnibus con nombres como Ciudad de Leningrado,
Coronel Dorrego, etc. Al citado en primer término lo manejaba un gran jugador
llamado Jacobo Scheimberg.
De bares y
recreos
Siguiendo con la
Avenida Alberdi y empezando desde llamada Ocho Vías, tenía la
particularidad de que en ca esquina, había un bar o recreo, que en los meses de
vera colocaban mesitas en la vereda. Podría citar varias esquinas, siempre por la Avenida: Misiones, French,
Carras J. J. Paso, Reconquista, Almafuerte, Ingenieros, Avenida Central (en ese
tiempo así se llamaba a la ahora avenida Genova).
En algunos bares actuaban orquestas, con preferencia señoritas, todo
un acontecimiento para esos tiempos, la esquina de Paso y avenida Alberdi, donde
actualmente está el Banco de la
Nación, había un recreo con canchas bochas y juegos de sapo,
el mismo era de don Simón, m nombrado en ese tiempo; otro bar donde se
especializaba buen chopp, muy famoso en toda la ciudad, era el boliche de
Armando. No había otro lugar para deleitarse con unos buenos lisos como ese.
Ver á don Armando tirar esos lisos era un espectáculo. No puedo dejar atrás
otro famoso boliche como el llama de don Benigno allí se reunían, con
preferencia los jugares del Club Sparta, que los había muy buenos.
El paseo
dominical
La Avenida Alberdi tenía un paseo muy tradicional principalmente los días domingos, que
partir de la calle French hasta calle 10 (en ese tiempo, ahora Almafuerte) sin exagerar no se podía caminar por la cantidad de gente. De allí
surgieron muchos romances, después con el tiempo se fue perdiendo ese hermoso y
tradicional paseo, cara rizado por la corrección y compostura de la gente que
allí transitaban.
Deportes
En la faz deportiva
existían varios equipos que militaba la Liga Rosarina
Nacional: Sparta, Talleres Nuevo y Talleres Viejo (Rosario Central) que jugaban
en un predio cado en calle French y Vías del FFCC. Luego ese campo trasladó a
Gorriti esquina Iguazú. En Básquet había varios cuadros entre ellos
Reconquista, Atlántida, Internacional, T.V.O., Unión River Paraná, etcétera,
época en que dicho deporte tuvo mucho auge hasta sé que se fue perdiendo el
entusiasmo por el mismo.
Tuvimos el privilegio de tener en pocos metros de distancia varios
cines y recreos.
Recreos
Citaré el famoso Royal Park, que en época de veraneo tenía varios
juegos de distracción y también concurso de cantores, en el cual participaban,
buenos y de los otros, pero la gente concurría muchísimo al mismo; al lado
estaba una especie de teatro y también venían circos famosos. En las compañías
de teatro actuaban actores como Patricio Azcarate, Eduardo Ricart, Valentín,
Ramentol y Prada, Elias Siryi, etc., otros que no vienen a mi memoria.
Cinco cines
El citado recreo,
propiedad de don Emilio Carchano, famoso en ese entonces, fue también
propietario de Cine Avenida, luego adquirido por don Antonio Bornacin; más
adelante el Cine Arroyito, que anteriormente era el salón de bailes: Blas del
Plata, también de familiares de Bornacin.
Frente al citado cine estaba la chopería de
Fedele y en la terraza del mismo también había función de cine.
También funcionaba el
Cine Rex, que luego al inaugurarse el Cine Gran Rex, se le cambió de nombre por
el de Cine Opera. Por allí desfilaron grandes artistas a saber: Agustín
Magaldi, Magaldi y Noda; Alberto Gómez y Gómez Vila, Ignacio Corsini, Chola
Luna, el Trío Surada, Tita Merello, Ortiz Tirado, Luis Sandrini, Francisco
Canaro, etcétera.
Eran tiempos en los
cuales se pasaban películas del cine mudo, películas de siete u ocho actos, en
los entre tiempos actuaba una orquesta, generalmente en el Cine Arroyito eran 4
músicos: piano, bandoneón, violín y flauta, que entre el intervalo y pausas,
tocaban y lo hacían muy bien.
Los días lunes,
miércoles y viernes, la entrada costaba 0,10 centavos y daban 2 películas,
familiar y noche; los días martes, jueves, sábados y domingos era otro precio.
Les aclaro que se pasaban acto por acto, no eran corridas como actualmente. Se
tenía un sistema de propaganda, repartiendo programas diariamente, y casa por
casa para que la gente se enterara de las películas a ver; los chicos entre los
cuales me cuento, nos peleábamos para repartir los mismos a cambio de la
entrada gracias a la función, la verdad que convenía hacer ese reparto, y además
la gente se enteraba de las películas que se pasaban.
Me olvidaba decirles que había otro cine
ubicado en la Iglesia
vieja del Perpetuo Socorro, que empezó a funcionar al inaugurarse la actual y
hermosa iglesia del Perpetuo Socorro, hace de esto muchísimos años, no los
puedo actualizar, pese a mi memoria.
También funcionó otro cine llamado
Avellaneda, cito en el bulevar del mismo nombre.
La Biblioteca
Estamos orgullosos de la Biblioteca Estímulo
al estudio y de la
Escuela Superior 9 de Julio, data de muchos años. Anteriormente
estaba en la Avenida
Alberdi, altura 300. Es y será un orgullo para todo el
barrio, además por la misma pasaron grandes educadoras, las señoritas Adolfina
Ortega, Ermelinda Aostri, Escurachio, Ángela Piotto, Sarpi, entre otras, fueron
eminencias en el arte de educar, pero no podemos hacer comparaciones, si antes
eran mejores que los de ahora, para el que suscribe, eran mejor los de antes
pero...
"Eran
todas calles de tierra"
Volviendo siempre a mi barrio, le diré
que la calle Juan José Paso, tiene una particularidad, hay infinidades de
cortadas, para el lado sur tienen un nombre y para el lado norte, otro (además
eran numeradas: cortadas 17, 19, 21, 23, 25, 27, etcétera. Las calles,
arrancando de las Tres Vías, eran calle 1, (ahora Rubén Darío); French; Aguas
Corrientes (ahora Carrasco); calle 8 (ahora Reconquista); calle 10 (ahora Almafuerte);
calle 12 (ahora José Ingenieros); y calle Avenida Genova, antes Central.
Las calles eran todas
de tierra a excepción de Juan José Paso, Almafuerte y avenida Alberdi, que
contaba con ad quines grandes.
La anécdota
Ahora tengo una
anécdota, verdadera. Les hablo del fama boliche de Armando, la mejor chopería,
sin exagerar. No se asomaba jamás a la puerta a tal punto que en una ocasión
que ya estaba casi asfaltada la famosa Avenida Alberdi se asomó a la puerta y
dijo: "¡Cono que han hecho aquí!",
así era de casero el buen chopero Armando.
Carnavales
Me olvidaba de los Carnavales. Fueron famosos, inolvidables en toda su
extensión. Arrancaba de calle French ha el llamado Puente Arroyito (allí había
un almacén llamado ¿Quien lo diría?). Eran varias cuadras ininterrupidas, había
palcos de los clubes, como ser el de Sparta, que fue famoso por sus arreglos y
lindas chicas, que allí estaban. La gente del barrio salía de sus casas con sus
sillas para ubicarse frente a la calle y tomar buena ubicación. Era una cosa
hermosa la gente como se divertía, se jugaba con papel picado, serpentina y
pomos a discreción. Se compraba sandía en gajos, (....) que hacían un desastre
al terminar, que no estábamos de acuerdo nadie; pero era Carnaval todo quedaba
bien.
Comparsas, murgas, payasos,
tonis... En fin eran algo extraordinario los festejos que se hacían
Bailes
De los bailes puedo decirles que en toda la ciudad no había otros para
comparar, amenizados por orquestas famosas. En los bailes de la sección
nocturna no se podía entrar en mangas de camisa, todo el mundo con trajes, y
las mujeres vestidas a la alta escuela. Eran noches de algarabía y belleza.
¡Que espectáculo! imposible de
olvidarlo pero ya todo pasó. Viviremos añorándolo. ¡Dichosos años vividos!,
humildemente, decentemente. Eran otras épocas, dirían algunos.
Estadios y recintos
deportivos
Me estoy olvidando del famoso "Estadio Norte" en el que
desfilaron notables figuras del boxeo argentino e inclusive mundial, saber:
Sandi Sadler, Federico Thompson, que hicieron exhibiciones entre otros con
Oscar Pita, además también vino José María Gatica, y entre los nuestros Amelio
Piceda, José Ríos, Alfredo Bunetta, Oscar Pita, etcétera. También estuvieron
realizando una exhibición, los famosos Glober Trotter, entre otros. También
debemos recordar que en el remo el Club Regatas Rosario ganaba todos los años
el premio al mejor remo Argentino: los remeros gloria de nuestro deporte fueron
los siguientes; Demidi; J.C. Gómez, Pechenino, Guerci, Ombrela, Manzano,
Pirchio, M. Fernández, quizás me olvide de algunos.
Del fútbol pasión
Del estadio de Rosario
Central justo es reconocer lo maravilloso que es, muy distinto al antiguo
donde la tribuna oficial tenía techo y visera, y las populares había un sector
que tenía una tribunita de madera, claro que ahora todo es distinto pero si se
pudiera recrear una anécdota de cuando se jugaba la liga Rosarina, sería la
siguiente: Faltaban dos partidos para terminar el campeonato y el penúltimo
era de Central contra el Club Sparta. Local era Sparta pero le convenía por la
recaudación que pudieran jugar de visitante. Central había hecho unas
invitaciones para festejar la obtención del campeonato con una cena, y baile
para después del mismo. Que pasó, que Sparta venció al que presumía equipo
invicto de central, derrotándolo y así le ahogó la fiesta. Lo mismo Central
salió campeón pero con una inmensa amargura por dicho traspié. Solían
enfrentarse siempre en el fútbol amateur rosarinos y tucumanos; rosarinos y
porteños. Resulta que en el fútbol porteño hubo un problema y para jugar contra
los rosarinos enviaron un equipo prácticamente de suplentes, la única figura
reconocida era Carlos Peucelle, que jugaba en Sportivo Buenos Aires. Habrán
dicho, total a los rosarinos le mandamos cualquier equipo. El resultado fue de
once a uno a favor del equipo local, y que baile... De esto calculo hace más de
60 años.
Hubo otro partido también con una goleada a favor de los rosarinos
frente a un gran equipo porteño: seis a uno, pero los porteños traían un gran
equipo: Aranda Forrester y De Saa, Arrese Minella y Whelfiker, además Zozaya,
Moreno, el chueco García, y entre los rosarinos estaban entre otros Freyje y el
gallego De la Mata.
¡Qué baile mama mía! Seis a uno para la historia. Del barrio Lisandro de la Torre, eran entre otros
grandes jugadores, de aquella época, y que se destacaron en el fútbol
Argentino: el alemán Cravero, Lean Strembell, Trik, Oviedo, Suarez, los
hermanos Juan y Federico Vairo, Pagani, Marangoni, D. Bianchi, etcétera.
Posiblemente mi memoria no da
para tanto, todo es perdonable para este pibe, próximo a cumplir 82 años, que
vive en barrio Lisandro de la
Torre, siempre en la misma casa, calle inolvidable, Juan José
Paso N° 1435, hace de esto 77 años, mire si hay para contar.”
Fuente: extraído de la revista “Rosario, su Historia y Región.
Fascículo N• 98 de Julio 2011.-