Por Lorena Ratner*
Curar las enfermedades ha sido, desde
la sociedad primitiva, uno de los principales objetivos del hombre para poder
garantizar su subsistencia. En un principio el chamanismo, la magia y el uso de
los conocimientos botánicos de su entorno, le sirvieron al hombre, como los
únicos instrumentos para alcanzar este fin. Ya las tempranas civilizaciones
americanas poseían un exhaustivo conocimiento de las plantas y hierbas
medicinales las cuales aplicaban con fines terapéuticos.
Para poder realizar un breve repaso
sobre lo que ha sido la historia de la farmacia en general, es preciso, en primera
instancia, referirnos a la historia de las ciencias médicas, ya que en un
principio, y durante mucho tiempo, la farmacia formaba parte de estas últimas.
La organización de la
Farmacia en el Río de la Plata, al igual que en otros pueblos del Nuevo
Mundo, fue un reflejo de las prácticas peninsulares. Si nos remontamos a las
primeras décadas de la vida de los pueblos que habrían de constituir el
virreinato del Río de la Plata,
no existía nada parecido a lo que hoy denominamos como farmacia o botica. A
principios de 1600 los primeros médicos vinieron a esta parte de América y eran
ellos mismos los que preparaban los remedios que recetaban. Habrá que esperar
a mediados del siglo XVIII para comenzar a hablar de boticarios. En 1782, en
el virreinato de las Provincias del Río de la Plata, no había menos de 34 boticas
establecidas, de las cuales 19 se hallaban en tierra argentina.
Mas allá de las actuaciones de estos
primeros médicos, era del todo corriente la utilización de "medicinas
caseras" entre los pobladores. Una crónica de Charles Darwin, durante su
viaje por la provincia de Santa Fe, describe una curiosa técnica para curar el
dolor de cabeza: "Un violento dolor de cabeza me obliga a guardar cama durante
dos días. Una buena anciana que me cuida me apremia para que ensaye un gran
número de extraños remedios. (...) ...se acostumbra aplicar a cada sien del
enfermo una hoja de naranjo o un trozo de tafetán negro; es aún más usual
cortar un haba en dos partes, humedecer éstas y aplicarlas asimismo a las
sienes, donde se adhieren fácilmente. (...)Algunas veces, si se pregunta a un
hombre que ostenta en la cabeza esos trozos de tafetán qué le ha ocurrido,
contesta, por ejemplo: 'Tuve jaqueca anteayer'." (Darwin, C. 1945:168).
Volviendo a las primeras farmacias del
municipio, hay que decir que si bien muchas estaban instaladas en la Villa del Rosario, resulta
bastante difícil el rastreo de las mismas, por el hecho de que los archivos de Inspección de Farmacia recién
comenzaron a parecer del año 1900. Francisco Cignoli, quien ha estudiado a
fon-do la historia de la farmacia en nuestro país, nos dice que: "Con anterioridad a esta fecha, sólo
se encuentran datos dispersos sobre boticas en el Registro de Farmacias y en
el Libro de Acuerdos (1875-1883) y Copiadores de notas (1892-1896) del
extinguido Consejo de Higiene del Rosario.
Así, en el folio 2 del mencionado Registro de Farmacias Consejo de
Higiene del Rosario. Así, en el folio 2
del mencionado Registro de Farmacias se consigna la siguiente anotación "en 1854 el
farmacéutico Dionisio Ramayo funda la Farmacia "Del Globo", llamándola
después "Colón" y luego "Day" establecida en las calles
Puerto (hoy San Martín) y San Lorenzo: funcionó sin interrupción hasta el año
1911 en que fue clausurada." En 1912 se habilitó nuevamente y es la
actual Farmacia "Del Puerto". (Cignoli, F. 1953:178).
El censo de 1869, revela que había en
Rosario 22 farmacéuticos. Otros registros que nos brindan información sobre
este rubro, son las primeras Guías de comercio, que datan de los años 1870 y
1876. En estas últimas algunas de las que figuran son: "Del Globo",
"Raspad", "Del Mercado", "Demarchi Hnos. (del Águila),
"Cóndor Dorado", "Central", y "Del Pueblo",
entre otras.
Estos comercios recibían visitas periódicas
del Consejo de Higiene, quienes controlaban, entre otras cuestiones, las normas
de salubridad: "Se efectuó ayer 7 de
Julio (1875) la revisión reglamentaria de las
boticas. Se las encontraron a satisfacción de los revisores de boticas del Águila, la del
Cóndor Dorado, la del Mercado, la Inglesa, la Raspad y la de la S. Italiana, no
dejaron nada de desear, respecto, abundancia de los preparados y de sus exactas
preparaciones; así de la limpieza general, lo cual se reconoce más por el
motivo de no había sido prevista la revisión. Alguna amonestación merecía
botica.... por fa de preparados mas corrientes y menos limpieza en la
trasbotica...". (Ibid.,pp.179-180)
. Algunos años más tarde, se crearía la Inspección General
de Farmacias, un organismo encargado de hacer cumplir las leyes y decretos
relacionados con el funcionamiento de farmacias, droguerías, laboratorios,
etcétera. Estaba facultado para controlar el expendio de estupefacientes, el
cumplimiento de turnos, intervenir en las licencias a los directores técnicos y
propietarios de farmacias, aprobar contratos, autorizar adscripción de
profesionales, clausurar farmacias, droguerías, etc.
Ya para el año 1902 existían en
nuestra ciudad, tres droguerías y treinta y una farmacias: "Algunas están ladas en lujosos edificios y monta con todos los
perfeccionamientos ventajas de la época. Es lamen que no aparezcan bien
distribuida} el municipio, habiendo zonas de tres o cuatro manzanas donde se
han radicado una docena de estos establecimientos. El servicio nocturno no está
reglamentado, sin embargo, las principales
farmacias cuentan con venían especiales para atender los
pedidos hechos a altas horas de la noche" ( primer Censo Municipal de población la ciudad del Rosario,
1902:389).
Una de las farmacias más reconocidas
para esta época, y cuya trayectoria prolongó durante muchos años, fue la
farmacia del Águila. Este comercio,
agosto de 1856, figuraba con el nombre de Botica y Droguería del
Rosario. se encontraba en la calle Comercio 103. Luego es adquirida por Dem
Hnos. y Cia., que la traslada a Córdoba N° 135 1/2, bajo la dirección técnica
de don Carlos Delapierre que más tarde tendría el nombre Botica del Águila. En
1859 se mudó a Córdoba y Puerto y en 1864 a la calle Puerto al lado de la Droguería del mismo
nombre. En la imagen podemos servar
tanto el frente de la botica c el frente de la droguería.
Más allá del servicio inherente a este
tipo de comercios, la botica del pasado era toda una institución por si misma.
Los miembros mas importantes que definían una comunidad como tal, eran: el
cura, el alcalde, el médico y el boticario. Además de funcionar como un negocio
que expendía medicamentos y pociones, también funcionaba como una especie de
club. En ella se reunían los notables a conversar y comentar los
acontecimientos más destacados del momento. En general, las boticas estaban
ubicadas cerca de una iglesia, de esta manera aquel que necesitara algún
remedio, debía guiarse por el campanario de la iglesia más cercana. En cuanto
a los boticarios, eran personajes que gozaban de la autoridad y el prestigio
del medico, por lo que los vecinos acudían a uno u otro en busca de un remedio
para sus dolencias. (Op.cit., 1953:143-144).
Dentro de las vistas urbanas que
realizaron los fotógrafos instalados en nuestra ciudad desde mediados del
siglo XIX, se destacan tomas en las cuales aparecen las farmacias. Como
decíamos antes, éstas no sólo eran un comercio más, sino que la botica o
farmacia, era considerada como una institución, tan importante como el hospital
o la iglesia. Asimismo, no debemos dejar de lado tampoco,
el papel que jugó para la práctica
fotográfica, siendo el lugar en donde los fotógrafos adquirían los compuestos
químicos para poder realizar sus tomas. ■
* Lic. en Antropología.
Archivo de Fotografía. E.S.M. Secretaría de Cultura y
Educación. Municipalidad de Rosario.
Bibliografía
Carrasco, Gabriel. "Guía civil y comercial de la
ciudad de Rosario". Imprenta Carrasco. Rosario, 1876.
Chueco, Manuel. "Guía del comercio)'forasteros
de Rosario". 1870.
Cignoli, Francisco. "Historia de la Farmacia Argentina".
Ed. Ruiz. Rosario. 1953. Darwin, Charles. "Viaje de un naturalista alrededor
del mundo". El Ateneo. Buenos Aires. 1945. Diccionario Mikielevich
(inédito). Reseña histórica del primer periodo de la Farmacia en la Argentina.
En: http://www facaf.org.ar/main/utiles/lafarmacia/historia_
txt_2010.htm
Primer Censo de la República Argentina.
1869.
Primer Censo Municipal de población de la ciudad del
Rosario de Santa Fe. Rosario. 1902.
Fuente:
extraído de la revista “Rosario, su Historia y Región. Fascículo N• 112 de Octubre
2012.-